¡Feliz 144 Aniversario Apurímac!
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APURIMEÑO / OCOBAMBINO SOY
Por Ricardo Calderón Gutiérrez
Hay un lugar en el mundo
llamado Perú, la patria donde nací.
Hay un lugar en el Perú
llamado Apurímac, la región donde nací.
Hay un lugar en Apurímac
llamado Ocobamba, el pueblo donde nací.
Ese es el lugar a donde vuelvo todos los días
en mis pensamientos, no importa el lugar
más hermoso de la tierra donde me encuentre.
Ocobambino soy desde mis ancestros,
y no hay en el mundo pueblo más bello que el mío.
Podrán haber países más desarrollados,
pero ninguno como el mío.
Podrán haber regiones más grandes y más ricas,
pero ninguna como la mía.
Podrán haber pueblos más bonitos,
pero ninguno como el mío.
Ocobamba es el pueblo donde
fui feliz durante mi infancia,
donde aprendí a leer y escribir,
a jugar y cantar, a llorar y reír,
a amar y sufrir, a andar y correr,
a soñar y pensar;
allí descubrí que el mundo
es ancho y ajeno,
y que lo único mío
es la tierra donde nací;
por eso vuelvo a ella todos los días
en mis pensamientos desde cualquier
lugar del mundo.
Vuelvo a ella como a los brazos
de mi madre… y madre sólo hay una.
llamado Perú, la patria donde nací.
Hay un lugar en el Perú
llamado Apurímac, la región donde nací.
Hay un lugar en Apurímac
llamado Ocobamba, el pueblo donde nací.
Ese es el lugar a donde vuelvo todos los días
en mis pensamientos, no importa el lugar
más hermoso de la tierra donde me encuentre.
Ocobambino soy desde mis ancestros,
y no hay en el mundo pueblo más bello que el mío.
Podrán haber países más desarrollados,
pero ninguno como el mío.
Podrán haber regiones más grandes y más ricas,
pero ninguna como la mía.
Podrán haber pueblos más bonitos,
pero ninguno como el mío.
Ocobamba es el pueblo donde
fui feliz durante mi infancia,
donde aprendí a leer y escribir,
a jugar y cantar, a llorar y reír,
a amar y sufrir, a andar y correr,
a soñar y pensar;
allí descubrí que el mundo
es ancho y ajeno,
y que lo único mío
es la tierra donde nací;
por eso vuelvo a ella todos los días
en mis pensamientos desde cualquier
lugar del mundo.
Vuelvo a ella como a los brazos
de mi madre… y madre sólo hay una.
Ocobamba - Plaza de Armas
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