Danilo Sánchez Lihón
1. ¿Puede haber
algo semejante?
Quiero
hacer referencia en esta ocasión a un artefacto que se anuncia
lacónicamente, quizá por su carácter estratégico y consecuentemente
secreto, en un catálogo de inventos que revolucionarán al mundo en un
futuro no muy lejano.
¿Cómo
es él? ¿En qué consiste? ¿Qué funciones cumple? ¿De qué manera
entenderlo, ubicarlo y saber algo acerca de él? Con ayuda de algunos
expertos, desarrollo a continuación algunos de los rasgos básicos y
anoto algunas de las virtudes más fascinantes de lo que los científicos
más lúcidos no dudan en llamar “la máquina perfecta”, maravilla
tecnológica y asombro de la civilización humana. ¿De qué sirve? Y, ¿cuál
es su sentido? He aquí un acercamiento a este portentoso
descubrimiento.
Sirve
este objeto para algo fundamental y que ha sido el anhelo de la
humanidad de todos los tiempos: prodigar vida, hacer que la existencia
se prolongue, se multiplique y alcance a ser eterna. Pero, ¿puede haber
algo semejante? Antes no se creía y se descartaba de plano esta idea.
Pero la esperanza ha renacido y ahora se dice: ¡Sí, lo hay!
2. Al mundo
con sus hechizos
Dicho artefacto no solo contiene la vida, sino que la da. Y en muchos casos la inaugura y la funda.
Es
un invento acerca del cual se tiene real y maravillada expectativa, así
como una conmovedora esperanza para cambiar el signo y el curso del
mundo. Y que las tecnologías del porvenir algún día quizá estén en
capacidad de producir.
Para
tratar de explicar su apariencia, e intentar una aproximación a su
índole y cualidades, y recurriendo a algo comparativamente incipiente,
se trataría de una especie de videocasete que resume una formula clave,
un aspecto principal y trascendente. Cuál es: ocuparse de la complejidad
de lo simple y de la simplicidad de lo complejo. ¿No es eso supremo?
Posiblemente
sea el invento más estupendo que jamás se haya inventado sobre la faz
de la tierra desde que el hombre es tal. Su inconcebible simplicidad
supera cualquier delirio.
Este invento cambiará nuestras vidas y el panorama de la civilización humana.
Será la expresión máxima de las tecnologías informáticas que ahora sorprenden al mundo con sus hallazgos, hechizos y conquistas.
3. Búsqueda
tenaz
Pero
el artefacto del cual haré una descripción en algunos de sus detalles
será la realización más asombrosa y consumada; y señalará el cambio de
una era histórica por otra cualitativamente mejor, por los siguientes
elementos fundamentales que lo conforman y de los cuales estará hecho:
a.
Este artefacto está provisto de una cinta magnética invisible cuyas
pilas o fuente de energía serán las células de nuestro propio organismo
con las cuales ese objeto inmediatamente se pondrá encender y entrar en
operación.
b.
Dicha reacción a encenderse ni siquiera dependerá de una orden
consciente, sino que estará atento y predispuesto a un leve impulso
interior nuestro, al que podríamos definir como “ganas de hacerlo”.
c.
El impulso de la persona que se conecta con él es inaprensible para
cualquier detector de movimientos, dado que se produce en el
inconsciente más profundo de nuestro ser y obedece a una búsqueda tenaz
de saber quiénes somos y qué podemos hacer en este universo.
4. Armónico
y asombroso
La curiosidad sobresaliente de este módulo es que se lo mira y empieza a funcionar, así como se lo deja de mirar y se apaga.
Este
aparato prodigioso está cableado de modo imperceptible, pero todos sus
componentes, hasta los signos más mínimos, interactúan en el conjunto; o
en el todo, de modo armónico y asombroso.
Este
producto ostenta un cambio revolucionario en el diseño de pantallas
puesto que sus bordes se evaporan. Y lo que acontece en ella se integra
de modo natural a la vida cotidiana.
La
pantalla de la cual está dotada esta máquina, en cuanto a color, tono y
luminosidad, se autorregula de acuerdo a los propios impulsos anímicos
de la persona que lo usa.
5. Económico
y asequible
Se
lo puede llevar a donde se quiera, debido a que está diseñado para ser
de uso personal y portátil. Su peso aproximado o promedio, será de 100 a
300 gramos. Los habrá también más grandes y pesados.
Se
lo puede descifrar en completo silencio. Las imágenes inmersas en su
lectura nunca se repiten, y siempre en algún rasgo se modifican.
La
tecnología con que estará fabricado se ha seleccionado escrupulosamente
y se ha decidido hacerlo con algo capaz de soportar y superar todas las
contingencias.
Es
indestructible a los golpes más violentos. Sus únicos destructores son
dos elementos primigenios del cosmos: el agua y el fuego, porque él
recupera también elementos originales de la creación de los elementos
primarios.
A
sus pies quedan supeditados los USB, los SSD, los Pendrive, los RAID,
los multimedia, las videoconferencias, las autopistas de la información,
los mundos virtuales.
De otro lado –y quizá esto sea el centro de su éxito previsible– es muy económico y asequible.
6. Hace poco
o hace mucho
Entre
otros prodigios de este artefacto es que puede conectar de inmediato,
sin antesalas ni citas previas, con los hombres más ilustres, valiosos e
influyentes del mundo.
Lo hará sin que se tengan que franquear puertas con vigilantes o policías uniformados que soliciten documentos.
Conecta
y relaciona de inmediato con los personajes vivos más célebres que se
elija y con el que se anhele conversar de manera directa, franca e
ilimitada.
Permite tomar contacto con los hombres más extraordinarios, cualquiera sea la actividad que ellos desarrollen.
Este
atributo no abarca únicamente a aquellos personajes que estén vivos
sino incluso con quienes ya hayan muerto, sea que hayan fenecido hace
poco o hace mucho tiempo.
Se ingresa a dialogar directamente con ellos y, si lo queremos, en el momento más culminante o estelar de su carrera.
7. Luminosidad
y penumbra
Un
detalle importante de lo reseñado es que la conversación que se
establezca con dichas personas sobresalientes será esencial, sin perder
tiempo en lo formal, siendo el trato sin recelos, reticencias ni
ambages.
Aquel
ser humano venerable no calculará primero quién eres y qué importancia
posee su contertulio a fin de hablarte llanamente y brindarte su
sabiduría.
Siendo
así, este contacto lo regulará el mismo usuario del artefacto y no el
glorioso interlocutor quien más bien estará atento a cuando el
beneficiario quiera hablar con él.
Empezará
a hablarle de lo que él más sabe, del hecho más extraordinario que lo
ha hecho memorable y que precisamente es acerca de lo que el receptor
anhela conocer.
Esa
cinta magnética tiene una pantalla discreta que adopta una luminosidad o
penumbra de acuerdo al estado de ánimo del usuario con el que establece
un vínculo de afectividad, de compañerismo y hasta de complicidad.
8. Las alas
de Dios
De
otro lado, lo asombroso de este constructo es que allí el interesado
podrá leerse a sí mismo, y en sus más íntimos repliegues.
En
él podrá ver el interior de su ser reflejado en esa pantalla a la vez
nítida y difusa, según sea la prudencia puesta por él en este trance.
Lo dicho aún no es todo. A través de este aparato aquel, o quien fuese, se conecta con lo sagrado, esto es: con Dios.
Con
él un monje en su cabaña en la selva del Ucayali o en los nevados de la
Cordillera Blanca –es de noche en Pucallpa y en Ancash y no hay allí
electricidad– siente ante él las alas de Dios o sus ángeles abrirse o
plegarse en su frente.
Esta cinta magnética que abarca varios lenguajes, el visual, el auditivo, el icónico, se llama: libro.
Libro
etimológicamente deriva de la palabra libertad. Su lanzamiento, en
previsión de todos los futurólogos, revolucionará la historia del
hombre.
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