22 DE ABRIL: DÍA DE LA
TIERRA
Por Rodolfo Ascencio
Barillas
De todos los planetas
del Universo sólo conocemos uno, donde se sustenta la vida y se encuentra a la
distancia ideal del Sol, aunque los científicos hayan encontrado indicios de
vida en otros planetas, quizá falta
bastante para encontrar otro como el maravilloso planeta TIERRA.
¿Cuáles son las bondades de nuestro
planeta? Un clima perfecto, abundante
vegetación, es decir una flora increíblemente afortunada, una infinidad de
animales en todos los continentes: en los bosques, en las montañas, en las
selvas, en los océanos, en los desiertos, en todos los rincones poblados por
criaturas silvestres y domesticas, y que los seres humanos aprovechamos al máximo
todas las bendiciones de este bello planeta.
Hace más de cinco mil
años un enorme asteroide se estrelló contra la Tierra. Dicha catástrofe dio
lugar las estaciones, los grandes afluentes de agua, la inmensurables llanuras,
de abundantes pastizales para nutrir a los animales que la habitan; hermosos
paisajes en todo el planeta con optimas condiciones de vida. La vida en la Tierra
se basa en el azar y es alimentada por el sol, ha llegado el momento de
reflexionar, todos los seres vivos dependemos de todo lo que nos proporciona
por miles y miles de años. Selvas tropicales, mientras se abre paso la
primavera en la tundra, las cuencas, la taiga
y en las grandes maravillas del mundo, pastos frescos, amplios espacios
abiertos, el sol ejerce su luz gradual y conocida para alimentar la tierra, los
bosques invadidos por poblaciones y cultivos, solo que se conocen por
fragmentos, los veranos son largos, en algunas regiones, y los trópicos
multitudes de vida salvaje, y las aves en los cielos que fluyen en
la vida, y en los amaneceres, este es el legado heredado desde los comienzos de
la Tierra, que es vital para el ritmo de las estaciones; las
transformaciones de nuestro mundo se han
ido dando año tras año, que es y será el maravilloso ciclo de la vida en todos
los lugares de nuestro planeta, pese a que la población mundial ha crecido
galopantemente. Por lo que debemos cuidar a toda costa, los mares, los bosques,
las selvas, los desiertos, los ríos, la flora, la fauna, las estaciones, todo
lo relacionado a la vida de nuestro
planeta donde habitamos y nos beneficiamos de ella. Gracias a la conciencia de
los Humanos y Pueblos que luchan para la conservación, preservación y desarrollo de nuestra Tierra.
EL DÍA
MUNDIAL DE LA TIERRA
Exuberante,
inextinguible, imprescindible, la Tierra
es
el viento que corre por los caminos de tus campiñas
y el
vino imperecedero de tus uvas imponderables
y el
galopar sonoro en las olas de tus manos,
el
frío que discurre en las mañanas de tu canto
pero
hoy que vuelvo a mi amada tierra
y a
deleitarme en los paraísos de tus selvas umbrosas
y
reposar mi costado junto a tus aguas cristalinas
y a
besarte en la mejilla de tus fuertes robles
y en
el apical de los abetos que habitan en tus manos
y en
la iridiscencia de tus inexpugnables pechos
y
con las bellezas que deslumbran tus estrellas
y
las nieves que revistes tus doradas colinas
y
los valles que resuenan en la mirada de tu rostro
así,
eres amada tierra, de todos los seres infinitos
llevando
tus bellos paisajes a los sueños reconfortantes,
los
grandes lagos que cobijan tus inviernos
y
las dunas, los oasis, y el céfiro que canta
y las
voces que encienden tus nogales
y
las cascadas bañadas de tus impregnados pinos
donde
se estacionan tus piélagos enrojecidos
el
sol que acaricia los suspiros de tu boca
¡oh
tierra mía de mis años venideros
Y de
las siguientes infinitas constelaciones.
Yo
te cuidaré, te abonare, y te bendeciré
por
los linderos de tus esbeltos mares
¡Ho
tierra del alma mía, esmeralda del universo ,
Arreboles
en la nefelibata quietud de tus llanuras
de
tus bosques, en las caniferas emociones
y en
el halitos de tus ávidos senderos
gravado
en la memoria de tus candentes pedestales
todos
lloramos tus depredadas sensaciones
y la
injusticia que brota en las manos seductoras
y
encontramos tus furtivas percepciones
a lo
lejos de tus silenciosos lamentos.
¡Cantemos
vivificando nuestra tierra!
y
protejamos lo imperecedero de tus vestimentas
en
las paz de los niños soñolientos
y en
el místico cálamo de tus bondades.
Madre
de mi madre, sueño de mi sueño
hoy
veo la colosos atardeceres de tus mareas
en
los alegres rincones de tus niños
y en
la brisa que besa tus fervientes labios
perdonando
la culpa de lo imperdonable
y
amando a los que amenazan tus manantiales.
¡oh!
tierra, mi linda tierra, mi fruto, mi flor
eres
mí sedienta amada en la ternura de tus entrañas
viviré
para acariciar la pupila de tus ojos…
Por
Carlos Rodolfo Ascencio Barillas
EL SALVADOR