A PROPÓSITO DE LA INSTICIONALIDAD EN EL PERÚ:
SALUDO A LAS “DETECTIVES PERUANAS”
Por: Mario Alfaro Reynoso
SALUDO A LAS “DETECTIVES PERUANAS”
Por: Mario Alfaro Reynoso
Las elecciones recientes en el país (primera vuelta), han expresado claramente el mandato popular; sin embargo, hasta el día de hoy a muchos de los “actores políticos”, “intelectuales”, “periodistas” “politólogos” y ciudadanos en general, les cuesta o sencillamente no llegan a comprender el porqué de ese desenlace.
Observamos con “vergüenza ajena” como los llamados “intelectuales de la política”, “grandes defensores de la democracia”, “periodistas”, “abogados”, “políticos y politiqueros” y otros tantos perturbados deslizan sus fobias a través de expresiones infundadas y degradantes que mancillan personas y distorsionan hechos irrefutables dando rienda suelta a sus hepáticas opiniones.
Los resultados obtenidos demuestran un hecho indubitable que, solamente los torpes e ignorantes podrían desconocer: Ha quedado evidenciado que la primera fuerza política en el Perú, es el partido Fuerza Popular, les guste o no, es lo que democráticamente ha expresado el pueblo peruano.
Jamás, léase bien, nunca antes en la historia republicana del país, agrupación alguna obtuvo una representación tan grande como la obtenida por dicho partido, especialmente en las circunstancias adversas y negativas que ha venido y sigue enfrentado ese colectivo político. .
Este hecho irrefutable, ha demostrado inequívocamente la autodestrucción de los llamados partidos tradicionales y las fracciones políticas; impulsando por otro lado el renacimiento de la institucionalidad en el país, a través de un partido político (el único actualmente, diría mejor); ojalá llegue a consolidarse ese resurgimiento y haya sido comprendido el mensaje por parte de la presidenta de ese partido, sus seguidores, representantes y la propia ciudadanía, toda vez que la tarea que les aguarda es sumamente importante y de gran responsabilidad.
Como es de conocimiento público, cualquiera de los dos candidatos a la presidencia del Perú, recibirá uno de los graves problemas que afecta al país, como lo es la inseguridad ciudadana.
Ambos cuentan en sus cuadros con profesionales idóneos para la búsqueda de alternativas de solución en el tema de la inseguridad; sin embargo, uno se especializa en el área técnica administrativa del asunto, mientras que el otro, es perito policial instruido en el Centro de Instrucción de la Policía de Investigaciones del Perú, lugar desde donde egresaron reconocidos detectives, expertos en la ciencia de la investigación criminal.
Paradójicamente la organización que hemos mencionado, sin ninguna otra razón de fundamento que, la cruel y vil venganza política, fue “eliminada legalmente” con una acción sin precedentes que contó con la anuencia de “políticos”, partidarios, oficiales superiores y generales de la propia institución que cobardemente aceptaron la afrenta.
El desborde delincuencial tiene precisamente su origen en ese antecedente político irrefutable como innegable, la “desaparición legal” e injustificable de una de las instituciones tutelares del estado, conforme a la constitución vigente de aquel entonces.
El gobierno de los años 1985¬90, no solo creó y alimentó la hiperinflación generando el caos nacional, agudizando la pobreza y promoviendo la corrupción general sino que, propició la proliferación del crimen organizado al “desaparecer legalmente” a la única institución especializada en la investigación del crimen orgánico como lo era la Policía de Investigaciones del Perú.
El daño creado y causado a la nación ha sido irreparable, como lo fue igualmente el abuso en contra de jóvenes oficiales, suboficiales, personal femenino y empleados civiles de esa y otras instituciones igualmente afectadas; las consecuencias políticas, sociales y económicas se siguen pagando hasta el día de hoy sin que políticos, periodistas, sociólogos, politólogos o como se les quiera llamar hayan señalado este hecho evidente e incontrastable.
Afortunadamente la expresión del pueblo en estas recientes elecciones ha otorgado a ese animal político, responsable de la estupidez de su venganza, su “partida de defunción” en la política peruana. El escaso 5% lo sepulta sin pena ni gloria, humillado y enterrado por los exabruptos de su arrogancia e insensatez.
Por eso expresamos que, si el compromiso de los candidatos con el Perú es realizar las profundas reformas que con urgencia requiere el país, no se puede dejar a un lado la prioridad que demanda la “inseguridad ciudadana”, por lo que, cualquiera que obtuviera el mandato del pueblo, deberá como muestra de auténtica consolidación institucional, impulsar el resurgimiento de la Policía de Investigaciones del Perú, como institución especializada en la lucha frontal contra el crimen organizado, haciéndola dependiente del Ministerio de Justicia e independiente de la Policía Nacional y el Ministerio del Interior.
Si de institucionalidad estamos hablando, no podemos dejar de recordar que un día miércoles 2 de Mayo de 1956, cuarenta jóvenes mujeres ingresaron a la Escuela de Auxiliares de Investigaciones de la Escuela Nacional de Policía, para convertirse luego de su preparación académica en la Primera Promoción de Detectives Femeninas que le dieron al Perú el privilegio de ser el primer país del continente americano en contar con la participación de la mujer en la lucha contra la delincuencia organizada.
Hemos visto a lo largo de los años como estas capacitadas y valerosas mujeres dieron lo mejor de sí en la lucha contra el crimen; la muerte absurda de la Suboficial Sofía Custodio Mita en manos de criminales terroristas fue un hecho cruel que no amilano a las mujeres detectives, por el contrario, luego de haberse desarticulado la Policía de Investigaciones del Perú, estas continuaron abnegadamente en la lucha contra la delincuencia, pese a todos los atropellos e injusticias que se dieron por parte de los diferentes gobiernos de turno.
Creemos firmemente que los homenajes y reconocimientos se deben efectuar cuando los reconocidos y homenajeados puedan experimentar la gratitud y afecto de quien o quienes otorgan la consideración; en ese sentido, expreso mi saludo afectuoso a todas las dignas damas Detectives en este aniversario, como muestra de mi permanente y profundo reconocimiento, admiración y respeto por la destacada labor que siempre supieron poner de manifiesto durante su carrera profesional.
Prueba de lo antes mencionado fue la valiente y decidida acción de la Detective Peruana Ana Cecilia Garzón Pérez (Gaviota) quien como todos sabemos al lado de su pareja (Ardilla) coronaron magistralmente la “Operación Victoria” que terminó en la captura del enemigo número uno de nuestra sociedad. La determinación y acción individual de estos dos personajes no ha sido lo suficientemente comprendida y/o resaltada por cuanto la foto y los titulares se los llevó como siempre quien menos los merecía.
Por esta y otras consideraciones reiteramos nuestro profundo agradecimiento y respeto a nuestra “Gaviota” y a través de ella, a todas las damas Detectives que sirvieron al país con responsabilidad, enalteciendo a la Policía de Investigaciones del Perú.
Afortunadamente los verdaderos detectives conocemos la realidad de los hechos por lo que independientemente de las vicisitudes personales y políticas que enfrentaron y aún confrontan algunos caudillos, es propicia la oportunidad para reafirmar nuestro respeto y aprecio a esos colegas que profesionalmente estuvieron a la vanguardia de este contingente humano procedente de la única institución en el país capacitada para la investigación del delito como lo fue la Policía de Investigaciones del Perú.
En este día de reflexión, recordamos con alegría la escuela, formación, entrega, sacrificio, servicio y convicción de nuestras Detectives Peruanas; por todo ello a todas ellas, nuestra profunda gratitud.
Observamos con “vergüenza ajena” como los llamados “intelectuales de la política”, “grandes defensores de la democracia”, “periodistas”, “abogados”, “políticos y politiqueros” y otros tantos perturbados deslizan sus fobias a través de expresiones infundadas y degradantes que mancillan personas y distorsionan hechos irrefutables dando rienda suelta a sus hepáticas opiniones.
Los resultados obtenidos demuestran un hecho indubitable que, solamente los torpes e ignorantes podrían desconocer: Ha quedado evidenciado que la primera fuerza política en el Perú, es el partido Fuerza Popular, les guste o no, es lo que democráticamente ha expresado el pueblo peruano.
Jamás, léase bien, nunca antes en la historia republicana del país, agrupación alguna obtuvo una representación tan grande como la obtenida por dicho partido, especialmente en las circunstancias adversas y negativas que ha venido y sigue enfrentado ese colectivo político. .
Este hecho irrefutable, ha demostrado inequívocamente la autodestrucción de los llamados partidos tradicionales y las fracciones políticas; impulsando por otro lado el renacimiento de la institucionalidad en el país, a través de un partido político (el único actualmente, diría mejor); ojalá llegue a consolidarse ese resurgimiento y haya sido comprendido el mensaje por parte de la presidenta de ese partido, sus seguidores, representantes y la propia ciudadanía, toda vez que la tarea que les aguarda es sumamente importante y de gran responsabilidad.
Como es de conocimiento público, cualquiera de los dos candidatos a la presidencia del Perú, recibirá uno de los graves problemas que afecta al país, como lo es la inseguridad ciudadana.
Ambos cuentan en sus cuadros con profesionales idóneos para la búsqueda de alternativas de solución en el tema de la inseguridad; sin embargo, uno se especializa en el área técnica administrativa del asunto, mientras que el otro, es perito policial instruido en el Centro de Instrucción de la Policía de Investigaciones del Perú, lugar desde donde egresaron reconocidos detectives, expertos en la ciencia de la investigación criminal.
Paradójicamente la organización que hemos mencionado, sin ninguna otra razón de fundamento que, la cruel y vil venganza política, fue “eliminada legalmente” con una acción sin precedentes que contó con la anuencia de “políticos”, partidarios, oficiales superiores y generales de la propia institución que cobardemente aceptaron la afrenta.
El desborde delincuencial tiene precisamente su origen en ese antecedente político irrefutable como innegable, la “desaparición legal” e injustificable de una de las instituciones tutelares del estado, conforme a la constitución vigente de aquel entonces.
El gobierno de los años 1985¬90, no solo creó y alimentó la hiperinflación generando el caos nacional, agudizando la pobreza y promoviendo la corrupción general sino que, propició la proliferación del crimen organizado al “desaparecer legalmente” a la única institución especializada en la investigación del crimen orgánico como lo era la Policía de Investigaciones del Perú.
El daño creado y causado a la nación ha sido irreparable, como lo fue igualmente el abuso en contra de jóvenes oficiales, suboficiales, personal femenino y empleados civiles de esa y otras instituciones igualmente afectadas; las consecuencias políticas, sociales y económicas se siguen pagando hasta el día de hoy sin que políticos, periodistas, sociólogos, politólogos o como se les quiera llamar hayan señalado este hecho evidente e incontrastable.
Afortunadamente la expresión del pueblo en estas recientes elecciones ha otorgado a ese animal político, responsable de la estupidez de su venganza, su “partida de defunción” en la política peruana. El escaso 5% lo sepulta sin pena ni gloria, humillado y enterrado por los exabruptos de su arrogancia e insensatez.
Por eso expresamos que, si el compromiso de los candidatos con el Perú es realizar las profundas reformas que con urgencia requiere el país, no se puede dejar a un lado la prioridad que demanda la “inseguridad ciudadana”, por lo que, cualquiera que obtuviera el mandato del pueblo, deberá como muestra de auténtica consolidación institucional, impulsar el resurgimiento de la Policía de Investigaciones del Perú, como institución especializada en la lucha frontal contra el crimen organizado, haciéndola dependiente del Ministerio de Justicia e independiente de la Policía Nacional y el Ministerio del Interior.
Si de institucionalidad estamos hablando, no podemos dejar de recordar que un día miércoles 2 de Mayo de 1956, cuarenta jóvenes mujeres ingresaron a la Escuela de Auxiliares de Investigaciones de la Escuela Nacional de Policía, para convertirse luego de su preparación académica en la Primera Promoción de Detectives Femeninas que le dieron al Perú el privilegio de ser el primer país del continente americano en contar con la participación de la mujer en la lucha contra la delincuencia organizada.
Hemos visto a lo largo de los años como estas capacitadas y valerosas mujeres dieron lo mejor de sí en la lucha contra el crimen; la muerte absurda de la Suboficial Sofía Custodio Mita en manos de criminales terroristas fue un hecho cruel que no amilano a las mujeres detectives, por el contrario, luego de haberse desarticulado la Policía de Investigaciones del Perú, estas continuaron abnegadamente en la lucha contra la delincuencia, pese a todos los atropellos e injusticias que se dieron por parte de los diferentes gobiernos de turno.
Creemos firmemente que los homenajes y reconocimientos se deben efectuar cuando los reconocidos y homenajeados puedan experimentar la gratitud y afecto de quien o quienes otorgan la consideración; en ese sentido, expreso mi saludo afectuoso a todas las dignas damas Detectives en este aniversario, como muestra de mi permanente y profundo reconocimiento, admiración y respeto por la destacada labor que siempre supieron poner de manifiesto durante su carrera profesional.
Prueba de lo antes mencionado fue la valiente y decidida acción de la Detective Peruana Ana Cecilia Garzón Pérez (Gaviota) quien como todos sabemos al lado de su pareja (Ardilla) coronaron magistralmente la “Operación Victoria” que terminó en la captura del enemigo número uno de nuestra sociedad. La determinación y acción individual de estos dos personajes no ha sido lo suficientemente comprendida y/o resaltada por cuanto la foto y los titulares se los llevó como siempre quien menos los merecía.
Por esta y otras consideraciones reiteramos nuestro profundo agradecimiento y respeto a nuestra “Gaviota” y a través de ella, a todas las damas Detectives que sirvieron al país con responsabilidad, enalteciendo a la Policía de Investigaciones del Perú.
Afortunadamente los verdaderos detectives conocemos la realidad de los hechos por lo que independientemente de las vicisitudes personales y políticas que enfrentaron y aún confrontan algunos caudillos, es propicia la oportunidad para reafirmar nuestro respeto y aprecio a esos colegas que profesionalmente estuvieron a la vanguardia de este contingente humano procedente de la única institución en el país capacitada para la investigación del delito como lo fue la Policía de Investigaciones del Perú.
En este día de reflexión, recordamos con alegría la escuela, formación, entrega, sacrificio, servicio y convicción de nuestras Detectives Peruanas; por todo ello a todas ellas, nuestra profunda gratitud.
!Feliz Aniversario!
Con Honor y Lealtad.
Con Honor y Lealtad.