CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRAConstrucción y forja de la utopía andina2015 AÑODE LA DEFENSA DE LA VIDAY DEL PLANETA TIERRAOCTUBRE, MES DE LA SALUD,LA ALIMENTACIÓN, LA GESTADE ANGAMOS; VIDA Y EJEMPLODE MARIO FLORÍAN Y LUISDE LA PUENTE UCEDACAPULÍ ESPODER CHUCOSANTIAGO DE CHUCOCAPITAL DE LA POESÍAY LA CONCIENCIA SOCIAL*****29 DE OCTUBREELBIENDE SERFOLIOSDE LAUTOPÍA
AVECILLASEN LAVENTANADanilo Sánchez Lihón1. El mayorsignificadoSe jubila un viejo maestro y va a recibir el homenaje de sus alumnos de hoy, de ayer y de siempre.La convocatoria ha sido amplia y se han reunido, viajando desde distintas partes del mundo, para brindarle digno y justo reconocimiento.Toda su vida se afanó porque sus clases estuvieran llenas de interés y sabiduría. Pero esta vez se ha desvelado mucho más, hasta altas horas de la madrugada definiendo, perfilando y dando la mayor claridad a sus ideas para su disertación final.Ha meditado mucho antes de su exposición de hoy, a fin de lograr que sus palabras calen y trasunten todo aquello que más puede iluminar, a fin de ser de utilidad y trascendencia para sus educandos.Ha querido ya en la clase final de su carrera hacer la síntesis de todas sus lecciones, de su visión de vida y de su doctrina educativa.Ha querido asimismo en esta ocasión exponer un cuerpo de principios riguroso y con el suficiente poder de alcanzar la mayor persuasión y el mayor significado posible.2. Unay otra vezLa ilusión que ahora tiene es que ojalá la lección de hoy pudiera ser la mejor de su vida. Se ilusiona en que ojalá pudiera hacerse escuela de valor inolvidable y eminente para su expectante auditorio.Ha pasado largas noches escribiendo las proposiciones de lo que será su última disertación.Como cabe suponer, la ocasión reclama que la lección de hoy sea decisiva para cerrar con broche de oro una trayectoria por demás brillante.Ha vuelto una y otra vez sobre cada cláusula, parágrafo y cita. Ha hecho múltiples cambios y correcciones en la estructura de este y el otro párrafo.Se ocupará esta vez de la esencia de la sabiduría y el fundamento de su desempeño en las aulas de clases.Por fin ha podido formular lo que considera que constituye un pensamiento sistemático y coherente, contenido en los folios escritos que una y otra vez ha tenido que rehacer y que ahora repasa satisfecho.3. La verdadde este díaAhora, reunidos ya todos en el amplio auditorio, tiene limpias sus cuartillas y aunque la jornada ha sido agotadora se siente feliz, contento y hasta jubiloso.Es el fin y la culminación de un magisterio fecundo, impecable Y fervoroso que cuenta con la adhesión de quienes directamente lo han recibido: sus alumnos que han hecho ya de él un ser legendario.Nunca ningún maestro ni orador ni conductor de masas ha tenido mayor predicamento.Cada una de sus sentencias, aforismo y apólogos se repiten en uno y otro ámbito, donde se sintetiza pensamiento, visión y experiencia.Se repiten incesantes y de manera frecuente sus lecciones, y más aún en la vida cotidiana.Antes de subir al estrado repasa por última vez en su mente el significado profundo de la verdad que va a exponer este día.El público ahora está igualmente ansioso de escuchar otra vez al maestro egregio y venerable.4. Henchidoy fervienteHay expectativa por el discurso que va a desarrollar y para lo cual se han hecho las mejores instalaciones del equipo de sonido y la acústica de la sala de tal modo que permitan una captación al detalle del más mínimo pasaje de la disertación.Se sabe de antemano que va a ser una exposición brillante, una clase magistral con didáctica de ejemplos y citas de grandes autores; en verdad una lección que se quede para siempre en la memoria de la gente.¡Síntesis de síntesis de toda una existencia consagrada al ideal de la educación!Ya puestas en el atril las hojas escritas levanta el rostro pleno de paz y de serenidad frente a su auditorio.Y contempla a sus discípulos de generación tras generación. Pasea su mirada por el salón colmado, henchido y ferviente.5. Agitandosus alasAl empezar a leer sus cuartillas se posa un pajarillo en el alféizar de la ventana iluminada por el sol de aquella mañana espléndida y radiante.La avecilla que se perfila nítida, brincotea dando saltos vistosos y parejos a lo largo del umbral y luego sacude sus alas esparciendo en mil gotas la luz el arco iris de esa mañana resplandeciente.Por el vano del ventanal se ve hacia arriba extendido el infinito, y el cielo añil donde bogan las nubes blancas.El pajarillo empinado sobre sí mismo lanza un gorjeo terso, libre y feliz al mar de tejados que se extienden a sus pies.Al instante aparece una pajarilla confiada, igualmente espléndida y entre ambos revuelan abriendo, agitando sus alas y uniendo sus picos.Luego, acompasan sus cuerpos diminutos en una danza ritual haciendo que el color púrpura y turquesa de sus plumas se refleje tornasolado en uno a otro balaustre.6. El cieloazulGorjean ahora ambos por última vez su canto cristalino y límpido. Vuelan hacia el espacio sideral. Y desaparecen.Los asistentes bajando la mirada poco a poco reconocen los perfiles del auditorio, desde donde han seguido la mirada del maestro.Han quedado extasiados, conmovidos y fascinados del accionar y el canto de las avecillas. Todos los asistentes tienen los rostros iluminados.Vuelven los ojos al salón, al podio y al maestro que permanece aún arrobado emitiendo la mayoría un hondo y breve suspiro.De aquel embeleso ha participado todo el conjunto de personas aquí presentes.Luego que las avecillas han volado hacia el cielo azul, el maestro junta sus cuartillas, las guarda lentamente y cierra su cartapacio.Y dice:– Dios, como siempre, ha concurrido a mi auxilio esta mañana y ha disertado la clase magistral que todos esperábamos.7. Se pusieronde pieY continúa:– Y la lección de Dios ha sido como suele suceder siempre y de continuo cuando se trata de él: ¡magnífica!Porque al mismo tiempo hemos visto la verdad que siempre es sencilla, el bien que es la alegría del canto de la vida y la belleza como síntesis de todas las virtudes. Verdad, bien y belleza es la clave de la vida y de la sabiduría.En todo ello a los maestros solo nos cabe ser los mediadores en saber reconocer la sabiduría inmersa en la esencia de todo lo creado.La verdad de ser auténticos, el bien que alienta como ley moral que rige y sostiene el universo. La belleza de reconocer que habitamos un mundo sagrado, correspondiéndonos entonces solo señalarla reverentes y extasiados.Y enseñando a adorarla como hacemos al contemplar la presencia de las aves que han venido hasta el alféizar de la ventana esta mañana. La clase por consiguiente ha terminado.Todos se ponen de pie y aplauden al maestro larga y fervorosamente.*****SIMIENTE QUE BROTAESLUIS DE LA PUENTE
“Un buen político opta siempre por generar procesosmás que por ocupar espacios”Evangelii GaudiumS.S. FranciscoCarlos M. Castillo MendozaMiembro de Capulí, Vallejo y su tierraTan prolijo y ducho en las artes del buen decir y mejor escribir, Danilo nos convoca una vez más, para entregarnos su homenaje a Luis Felipe de la Puente Uceda. Un hombre, un político, un chuco, un ser enamorado de la vida, de sus ideales, de su pueblo, de su familia y de su Dios.Hay libros y libros. Libros para exponer ideas, para demostrar hipótesis, rebatir teorías y conceptos proponiendo otros nuevos, libros para compartir la estética y la creatividad personal. También están los libros que solo buscan despertar lo humano que cada uno de nosotros lleva consigo. Creo, sin temor a equivocarme, que Danilo con este libro comparte aquello que toca su corazón, en aras de no perder la parte íntima y personal cual es: el orgullo, la gratitud y el afecto por el héroe que muriendo nos deja lecciones de vida.Como soy de Santiago de Chuco y muchas de las escenas y circunstancias descritas en su libro “Simiente que brota es Luis de la Puente”, me son cercanas, es imposible no emocionarme cada vez que, como ahora, volteo la mirada y veo mi ayer provinciano, andino y rural; mi pueblo con sus jalcas, bosques y temples donde mi infancia y adolescencia transcurrieron con el olor del eucalipto, el color de las cementeras madurando, el ondular de la tierra húmeda y al canto de un jilguero en tránsito al nido que es su hogar.Con mucho entusiasmo, valoración y añoranza, Danilo nos ha venido conduciendo a través de sus convocatorias virtuales a este homenaje, como quien lleva de la mano a los que deben ver lo ocurrido en otro momento de la historia nacional, no tanto para repetirla, sino para desde allí constatar que la vida tiene sus propios constructores, sus lugares que se vuelven hitos como las calles de Santiago de Chuco.Para demostrar que la vida tiene palabras que quedan guardadas en la memoria colectiva e impulsan la acción de cada día, para decirnos que hoy como ayer también cuentan las miradas anunciadoras y los cantos entonados junto al fogón familiar, entre silencios y el trueno amenazador. Y aquí estamos para saludar y agradecer con palabras sencillas la acción heroica del Doctor Luis Felipe de la Puente Uceda.Al terminar de leer el libro encontré muchas lecciones, constaté que la realidad no siempre te deja en la comodidad y la complacencia de tus pequeños logros, sino que te saca de tu personal instalación y te reta a dar respuestas. La lectura de este libro me llevó a hacerme unas preguntas, para mí, sencillas pero inevitables: ¿Cuándo un hombre se vuelve guerrillero? Y, ¿cómo es ese guerrillero? En este libro hay respuestas:Un hombre se vuelve guerrillero, cuando el amor, la cólera, la insatisfacción y las fuerzas vitales pugnan por destruir y arrancar lo imperfecto para edificar y plantar lo mejor para la vida colectiva. El ser humano guerrea contra lo que considera injusto cuando la verdad que se ha instalado en su corazón resulta incapaz de convivir con la mentira, el sufrimiento y la iniquidad.– El guerrillero ama la libertad, es su consigna, su valor supremo, la causa de su ser y no únicamente un valor político, por eso va tras ella no solo para disfrutarla sino para compartirla haciéndola una virtud propia de la especie humana. Sin libertad no es posible lo humano.– El guerrillero no es materialista al estilo Sancho Panza, todo lo contrario es un ser lleno de sensibilidad e ilusiones. Reconoce el valor de la materia, pero lucha por sus convicciones y principios porque sabe que ellas sustentan lo humano entendido como la síntesis de todo lo viviente.– Por eso, un guerrillero no manda matar, detesta la muerte. No se esconde en la clandestinidad, pone el pecho y marcha delante. Lucha porque cree, tiene fe en la justicia de su causa, no es un ser excitado por el odio o la revancha.– El guerrillero se impacienta contra el acomodo, el pesimismo o el interés subalterno instalado en sí mismo o en la conciencia de quienes se han acostumbrado al infortunio. Asume que el enemigo de clase es un burgués, nunca un campesino. Y por eso enfrenta al explotador mirándole a los ojos, no lo aborda por la espalda, al descuido o de sorpresa.– El guerrillero educa con su ejemplo, da razones porque antes ha observado, leído y juzgado; entonces convoca a la acción, evitando las consignas verticales. Domina sus rencores para que actúe la razón. Puede gritar para ser escuchado, pero jamás empleará adjetivos.– El guerrillero reza, no blasfema. No aterroriza, acompaña y hasta protege. Piensa, valora y decide, no se da el lujo de cometer un error táctico. Nunca se asume salvador de los de abajo, fomenta la conciencia social y suscita la adhesión voluntaria a la causa de la libertad, la verdad y la justicia.– El hombre que inicia la lucha contra el viejo orden no desdeña el canto y la poesía; entona coplas de vida, amor y esperanza por un futuro diferente para él, su familia y su país. Escribe para dejar constancia de su creatividad y las ideas que impulsan su lucha.– El guerrillero tiene familia, ama la vida, a su mujer y a sus hijos y como sabe que su empresa será motivo de incomprensión y puede traerle infelicidad, aún dentro de su propio hogar, pues el conflicto puede volverse inevitable, termina renunciando al bienestar vivido para enarbolar la consigna de Cristo cuando dijo:“No crean que he venido a traer paz al mundo; no he venido a traer paz, sino guerra. He venido a poner al hombre contra su padre, a la hija contra su madre y a la hija contra su suegra; de modo que los enemigos de cada cual serán sus propios parientes.” (Mateo 10, 34-36)– El guerrillero vislumbra el futuro y lo construye a partir de él mismo, lo ve como un espacio de vida, de paz y amor; no es hombre que se complazca en los escombros, menos en la traición y los cadáveres.– El guerrillero tiene alma, habla con ella, la escucha y en ese diálogo con su espíritu trabaja para el cuerpo que es la materia necesaria porque debe soportar la acción que el cambio exige.– El guerrillero muere perdonando al que lo mata porque lo reconoce como un hombre que “no sabe lo que hace”.Lima, 21 de octubre del 2015*****El texto anterior puede serreproducido, publicado y difundidocitando autor y fuenteTeléfonos: 420-3343 y 602-3988dsanchezlihon@aol.comdanilosanchezlihon@gmail.comObras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.comEditorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.comEditorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.peEdiciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.comEdiciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es*****CONVOCATORIAXVII ENCUENTRO INTERNACIONALCAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2016LIMA:MARTES 24TRUJILLO:MIÉRCOLES 25OTUZCOJUEVES 26HUAMACHUCOJUEVES 26SANTIAGO DE CHUCO:VIERNES 27SÁBADO 28CACHICADÁNDOMINGO 29TODO EN EL MESDE MAYO, 2016*****PÁGINA WEBHACER CLIC AQUÍ:http://spanport.byu.edu/faculty/GarciaM/new/Capuli2015.htmDIRECCIÓN EN FACEBOOKHACER CLIC AQUÍ:*****Teléfonos Capulí:420-3343 y 602-398899773-9575capulivallejoysutierra@gmail.comSi no desea seguir recibiendo estos envíosle rogamos, por favor, hacérnoslo saber.