CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
CALENDARIO DE EFEMÉRIDES
1 DE OCTUBRE
DÍA DEL PERIODISTA
.
FOLIOS DE LA UTOPÍA
EL PERIODISMO LITERARIO
Danilo Sánchez Lihón
Nunca, sino ahora, ha habido vida.
Nunca, sino ahora, han pasado gentes.
Nunca, sino ahora, ha habido casas
y avenidas, aire y horizonte.
César Vallejo
1.
Periodistas o comunicadores no son
plenamente quienes trabajan en los mal llamados medios de comunicación,
que en realidad son empresas de negocios que tienen un fin crematístico
y lucrativo.
Son sociedades anónimas que tienen
un directorio que dictamina la orientación de las noticias, contenidos e
informaciones que han de difundirse, sea canal, emisora radial,
periódico impreso o revista y cuya estructura y funcionamiento es la
misma que de una empresa privada.
Pero, ¿qué venden? De todo. Pero
principalmente modelos de vida, una tendencia de pensamiento, un punto
de vista respecto a la realidad que favorezca a un poder determinado.
Venden una ideología acerca de la
realidad, una opción política favorable a los intereses que ellos
defienden vinculados a los grupos de poder casi siempre de tipo
económico y financiero.
En dichas empresas el personal que
allí trabaja es personal asalariado que cumple labores rutinarias y que
tienen que cumplir órdenes que no satisfacen el concepto y el rol de lo
que es un periodista o comunicador libre de pensamiento y capaces de
optar sus propios compromisos sociales y culturales.
2.
Periodista en cambio es quien
tiene una voz propia sobre determinados aspectos de interés común y
quien los sabe expresar en textos orales o escritos.
Es a su vez quien teje una red de
escuchas o lectores con quienes intercambia opiniones abriendo espacios
de comunicación en determinado ámbito o área del quehacer social y
cultural.
Periodistas y comunicadores son
aquellos que tienen una voz independiente y autónoma, quienes han
conformado una red de contactos con los cuales intercambian información
de manera permanente, lúcida y libre.
En esta perspectiva es que tiene
enorme asidero el periodismo literario para quienes tienen afanes e
inquietudes de hacerse de una imagen y plasmar una valedera en lo social
y cultural.
Es una vía para ser escritores
independientes ejerciendo una actuación y teniendo una palabra libre. Es
un área promisoria para hacerse un destino propio y acerca del cual
ofrecemos a continuación algunas reflexiones.
3.
El periodismo en el mundo
contemporáneo afecta a todos los seres humanos en general; a todos
involucra, sean personas altamente posicionadas en la sociedad, sean
comunes y corrientes, sean los pobres muy pobres y hasta los
desheredados de la tierra no se escapan a su irradiación. No hay
actividad humana que no tenga algún vínculo con el periodismo, a tal
punto que podemos definirlo como un factor de influjo universal.
Pero uno de los vínculos más
estrechos que guarda desde sus inicios en la historia es con la
literatura. Y hasta no dejan de tener razón quienes sostienen que el
periodismo se desprendió de esta actividad. Comprobamos, eso sí, que se
enlazan y enriquecen mutuamente, y han conformado un área o campo de
realización en la escritura creativa cual es el periodismo literario.
En este ámbito hay componentes que
son aportes propios del periodismo y otros que son el aporte de la
literatura, los mismos que combinan de manera armónica tanto que los
textos de este campo resultan obras válidas periodísticamente si es que a
su vez logran tener valor literario tenaz y acabado.
4.
Sin embargo, también cabe
reconocer que por separado el periodismo y la literatura son dos
expresiones no solo distantes sino completamente opuestas, tanto que no
encontraríamos dos áreas y campos de naturaleza más disímil y
antagónica.
De allí que no deje de ser un
prodigio que en la práctica se junten, aportando cada una a este nuevo
ámbito de trabajo sus virtudes y ninguno de sus defectos.
Al juntarse lo hacen con lo mejor
de sí mismos, como aquellas parejas matrimoniales que antes de unirse
fueron incorregibles como individuos y después cada uno aportaron lo
mejor para ofrecérselo al nuevo vínculo, logrando un producto
consistente y feliz.
Por separado tienen muchos
defectos. Ya juntos han decantado la rémora que cada uno traía y solo se
consagran con lo mejor que tienen de sí mismos.
Resumiendo, el periodismo
literario es una actividad que conjunciona dos prácticas diferentes de
valores antinómicos y contrapuestos, porque el periodismo tiene como
objetivo informar con objetivad los acontecimientos y la actualidad,
dirigiéndose al vasto público y sin pretender alcanzar valores
estéticos, como es la motivación principal de la literatura.
5.
Ambas actividades son
completamente distintas y en pugna, que más podrían ser enemigas, puesto
que cada una de estas realizaciones tiene naturalezas completamente
distintas.
Sin embargo, han logrado una
fusión no solo armónica sino extraordinaria, sorprendente y prometedora
por sus realizaciones concretas que ha permitido que tanto el periodismo
por un lado como la literatura por otro, puedan remozarse, hacerse más
eficaces y salir de sus esquinas enfrentadas que los circunscribían y
limitaban, avanzando hacia un ámbito mucho más amplio, intenso y
prometedor.
El encuentro de estas dos
actividades ha dado lugar a una de las manifestaciones más plenas y
asombradas como es el periodismo literario, campo que fusiona dos
actividades aparentemente contradictorias e irreconciliables por la
índole de sus elementos y principios constitutivos.
Se hacía necesario el enlace de
estas dos expresiones teóricamente imposibles de amalgamarse, pero que
en la realidad han dado lugar a una combinación perfecta.
6.
Al enriquecerse en sus contenidos y
en el auto control de sus linderos, han conseguido un equilibrio que
los acerca mucho más al público, logrando que del juego de los opuestos
se obtenga el texto periodístico literario que ahora alcanza mayor
interés, suspenso y valor.
También porque el periodista ve
más el texto en función del lector y el literato más en función del
propio creador y de sí mismo como persona.
Así, un artículo, crónica o
reportaje se hacen textos periodísticos literarios a partir del impacto
de su actualidad para ofrecer luego aquello que es más sutil y
elaborado, como es la literatura.
Siendo así el periodismo,
caracterizado principalmente por informar sobre hechos o acontecimientos
que tienen que ver con el interés público, se ve enriquecido por el
aporte del lenguaje acrisolado, la imaginación y la emotividad, sin
salirse de los marcos de la objetividad periodística.
7.
Todo esto ha dado lugar a una gran
sorpresa, al éxito contundente de géneros periodístico literarios como
crónicas, artículos de fondo, reseñas, semblanzas, entrevistas y
reportajes; y a su gran aceptación de parte del público lector. Y a tal
punto que ha superado los índices de predilección que antes se dedicaba
exclusivamente a poemas, cuentos, mitos, leyendas, fábulas, propios de
la literatura.
Esta situación insospechada se
explica, ya que el periodismo a secas tiene como objetivo informar y
entretener, pero para pretender formar y educar tiene que recurrir a la
literatura, alcanzando de paso valores estéticos.
Al periodismo le interesa la
realidad objetiva, los acontecimientos y la actualidad, dirigido todo
ello al vasto público, que no era suficiente para alcanzar a llegar
hasta ellos sin la dosis de buen lenguaje, suspenso y trascendencia que
le brinda el arte.
En el otro margen la literatura
por sí sola se dedicaba a todo aquello que es la imaginación, la
subjetividad, los sentimientos, la originalidad y espectacularidad,
alejándose a existir en un ámbito onírico e idealista y cada vez más
extrañado de la realidad.
8.
Ahora hay una relación directa
entre periodismo y literatura, siendo el periodista un artífice de la
palabra, un maestro del idioma, un creador que palpa, saborea, siente,
goza y padece de una expresión de una palabra o de una frase bien dicha.
No solo es quien la escucha y la
comprende en toda la riqueza de su expresión, sino quien la dice, la
moldea, la mira por delante, por detrás, al derecho y al revés.
Lo que hace que se pueda tener
columnas más leídas y frecuentadas es que ofrezcan algo más y mejor que
la noticia monda y lironda y privada de lo que la hace única: la
personalidad del periodista literato que aquellos medios la ofrecen de
manera estandarizada.
A esto había que ponerle
temperamento, genio y pasión. Por eso, el periodismo es una manera de
ser y la literatura es el ser, que hace que el literato escriba a veces
solo para una persona, a veces para sí mismo, a veces para nadie.
Y, curiosamente, esto último
adquiere más valor, porque el periodismo que se sustenta en la realidad
muere en el instante, lo segundo pervive mucho tiempo, de allí que esta
conjunción se hacía necesaria.
9.
El suceso, el asunto y el
acontecimiento es un hecho de la realidad que el periodista escritor, o
periodista literato, hace mito, leyenda, cuento o poema.
Por eso, primero se tejen
historias, incluso no escritas, ni siquiera todavía esbozadas en nuestra
mente, sino apenas trazadas por nuestros pasos o los latidos en
nuestras venas, que luego se hacen vida, acumulación de vida a través de
la escritura.
Eso sí, debe ser algo que
constituya parte de la memoria colectiva, que sea un hecho que el
público sienta y que el periodista literario lo haga significativo y
trascendente.
Su magia es hacerlo reconocer como
un hecho importante de la realidad y que en un par de líneas lo haga
valer como un asunto básico e importante de la existencia.
El periodismo se ha
profesionalizado y a partir de entonces hay aspectos, materias, campos
que son propios de esta actividad profesional, que constituyen algo así
como la estructura de una disciplina, empresa o actividad.
10.
A ella se suma o agrega la
colaboración del escritor, del literato o artista de la palabra que dota
al material básico y primigenio de un halo, de un aura otorgándole un
valor permanente.
En esta conjunción el periodismo aporta objetividad y la literatura subjetividad.
El periodismo la realidad y la literatura fantasía
El periodismo la palabra directa y funcional; la literatura la palabra plena de belleza, encanto y sortilegio.
El periodismo la inmediatez del hecho; la literatura el toque esencial y trascendente.
En este marco el texto cumple los
requisitos de ser periodístico cuando se basa en hechos reales, es de
interés público, tiene objetividad y fidelidad a los acontecimientos, es
fácilmente entendible, legible y claro al lector.
Desde la otra orilla dicho texto
cumple los requisitos de ser literario cuando está escrito en lenguaje
preciso y enjoyado, tiene elementos de emotividad genuina, incorpora en
el texto una visión del mundo con elementos de subjetividad. Y se hace
sutil y sugestivo.
11.
A las consideraciones acerca de
qué manera se asocian y mezclan los hechos concretos y tangibles de la
realidad con aquellos otros mundos creados con originalidad debiéramos
atender esta inquietud tomando en cuenta los siguientes aspectos, como
puntos permanentes de debate en la relación que establece el periodismo y
la literatura.
1. El periodismo impone necesariamente una condición ineludible, cual es la objetividad.
2. Es legítimo desde el plano de la literatura que se pudieran crear mundos ideales, sublimados y hasta ficticios.
3. Se puede también avizorar que
los textos que constituyen periodismo literario adquieren un valor
independiente a los hechos de la realidad que lo motivaron,
constituyendo un valor en sí mismos, que se centran en la proeza del
lenguaje que los alcanza a perfilar.
4. En el periodismo literario se
reconoce como un factor determinante la visión y el temperamento del
autor de los textos, elementos que se sobreponen ante los hechos que
inspiraron su desarrollo, pareciendo como una transposición de los
hechos de la realidad a un plano ficticio y válido por sí mismo porque
ocurre en una dimensión que alcanza a ser paradigmática superponiéndose a
la simple realidad.
12.
Los siguientes factores actúan desde el ámbito periodístico:
1. La realidad de los sucesos tal y cómo ocurren.
2. El valor que dichos acontecimientos tienen para un público amplio.
3. La accesibilidad de un texto de parte del público lector para ser fácilmente comprendido.
4. El servicio social que dichos hechos cumplen a una comunidad por su actualidad y vigencia permanente.
Del ámbito literario:
1. Estilo propio del autor que imprime una manera personal de presentar los hechos.
2. Elementos de emotividad que logran el impacto de los sucesos que se narran y que afectan al lector.
3. La composición de un orden y una estructura del texto.
4. Elementos de imaginación en la
reconstrucción, y de subjetividad en la descripción vivencial de las
situaciones que ocurrieron en la realidad.
13.
En tal sentido, cada día va
haciéndose más delgada y difusa la separación entre periodismo y
literatura. Se reconoce que un escritor literario puede ser un buen
periodista y un periodista un buen literato, considerando que el
periodismo es temporal y la literatura atemporal.
Mientras desde el lado de la
información interesa aclarar aquellos elementos nebulosos, desde el lado
de la literatura se trabaja el encanto, la magia, y el extravío.
Al literato más que esclarecer los
asuntos él vuelve misteriosos aquellos que están claros, siembra de
niebla, de sombras y aureolas los perfiles nítidos volviéndolos
divagantes y difusos.
César Vallejo puso como emblema de
su libro “Los heraldos negros” esta frase: “El que pueda entender que
entienda”. A lo cual agreguemos: no solo hay que comprender sino cambiar
y reverenciar con la palabra creando mundos nuevos.
Y así como iniciamos estas reflexiones citando el epígrafe de Hallazgo de la vida, concluimos citando otros versos del mismo poema, que dicen:
“Nunca, sino ahora, supe que existía una puerta, otra puerta y el canto cordial de las distancias”.
Texto que puede ser reproducido
citando autor y fuente