ETERNA NAVIDAD
Navidad, navidad, navidad
mi ángel de luz, mi cielo de azul
mi noche soñada, mi estrella de tul
ahora es el tiempo de las blancas horas
ahora renacen en los manantiales de tu pecho,
puedo ver la navidad de tus ojos
y los montes que cantan tu nombre.
Navidad de los niños que sueñan estrellas
y los besos que encienden tu aliento.
mira, como llega navidad a las uvas de tus años
y a la delectación de tus frígidos empeños.
¡Oh! navidad cuelmo de mi eterno lucero
y de mi inexorable candelero,
nieve en la inconcusa libertad
ríos de ilusiones brotando cristales
en las esperanzas que suspiran con tu acento.
Navidad, calamos de vinos eternos
corren veloces auroras en los secretos del viento
y en tus inexpugnables cañadas
que exhalan el aroma en tus selvas quejumbrosas
en los tropeles que deshojan arboledas
y acarician tus tardes esponjosas
y el candor que languidece nebulosas
y arreboles en la brisa de tu aposento.
ahora puedo reflexionar, en la navidad de nuestras vidas,
amada navidad de las aguas cristalinas, de las fuentes
de los lirios, de las montañas y de las flores
y los deleites primaverales
y los hijos en las fresas de tu boca.
Ahora que se me vienen tantos pensamientos,
ahora que duermo soñando lamentos
en la intempesta de tus inmensurables ilusiones
y en el empíreo de tus blancos rosales
y contemplar la belleza de tu indescifrable sonrisa
y los lindos ojos que iluminan tu basto universo
en las eternas noches de tus navidades placenteras.
mira, el lucero, la luna, las estrellas y la eterna navidad,
y la transparencia del corazón que me ata
desde acá veo el incandescente agorero
y el sempiterno deseo de tu mirada ardiente
¿Dime preciosa alelí de mis llanuras!
¿Quien acompaña tus largas horas de espera?
¿Quién dibuja los besos de tu boca?
Es acaso las burbujas que yacen con tus oasis clandestinos
y que se convierten en límpidas esperanzas
y que opacan las frígidas heridas
y borran todas las ignotas penas de tus largas ausencias
y que deleitan las luces que cruzan en tus ojos esmeraldinos
y para enaltecernos con las uvas de tus manos
en una fría noche de navidad…
Carlos Rodolfo Ascencio Barillas
El Salvador.
Navidad, navidad, navidad
mi ángel de luz, mi cielo de azul
mi noche soñada, mi estrella de tul
ahora es el tiempo de las blancas horas
ahora renacen en los manantiales de tu pecho,
puedo ver la navidad de tus ojos
y los montes que cantan tu nombre.
Navidad de los niños que sueñan estrellas
y los besos que encienden tu aliento.
mira, como llega navidad a las uvas de tus años
y a la delectación de tus frígidos empeños.
¡Oh! navidad cuelmo de mi eterno lucero
y de mi inexorable candelero,
nieve en la inconcusa libertad
ríos de ilusiones brotando cristales
en las esperanzas que suspiran con tu acento.
Navidad, calamos de vinos eternos
corren veloces auroras en los secretos del viento
y en tus inexpugnables cañadas
que exhalan el aroma en tus selvas quejumbrosas
en los tropeles que deshojan arboledas
y acarician tus tardes esponjosas
y el candor que languidece nebulosas
y arreboles en la brisa de tu aposento.
ahora puedo reflexionar, en la navidad de nuestras vidas,
amada navidad de las aguas cristalinas, de las fuentes
de los lirios, de las montañas y de las flores
y los deleites primaverales
y los hijos en las fresas de tu boca.
Ahora que se me vienen tantos pensamientos,
ahora que duermo soñando lamentos
en la intempesta de tus inmensurables ilusiones
y en el empíreo de tus blancos rosales
y contemplar la belleza de tu indescifrable sonrisa
y los lindos ojos que iluminan tu basto universo
en las eternas noches de tus navidades placenteras.
mira, el lucero, la luna, las estrellas y la eterna navidad,
y la transparencia del corazón que me ata
desde acá veo el incandescente agorero
y el sempiterno deseo de tu mirada ardiente
¿Dime preciosa alelí de mis llanuras!
¿Quien acompaña tus largas horas de espera?
¿Quién dibuja los besos de tu boca?
Es acaso las burbujas que yacen con tus oasis clandestinos
y que se convierten en límpidas esperanzas
y que opacan las frígidas heridas
y borran todas las ignotas penas de tus largas ausencias
y que deleitan las luces que cruzan en tus ojos esmeraldinos
y para enaltecernos con las uvas de tus manos
en una fría noche de navidad…
Carlos Rodolfo Ascencio Barillas
El Salvador.
SIEMPRE NAVIDAD
¡Oh! Navidad de mi eterno recuerdo
estrella brillante que enaltece mi vida
fugaz tristeza que apaga mi herida,
rosas de luces con el afán esperando
los eternos besos que navegan soñando,
montañas nevadas, su voz encendida
aun así, entristece mí amargura escondida,
¡Juventud lejana, te voy despertando!
Mi navidad, mi bella navidad prodigando,
junto a mi amada, mi hermoso lucero
morir siempre amando con mi alma prefiero
y en mi pasado llorar las horas de enero,
aguas que corren, perdura su hielo
noches de sueños, universo de cielo
Carlos Rodolfo Ascencio Barillas
El Salvador.
MI NAVIDAD
Navidad, eterna navidad, mi navidad
navidad son las nieves de tus ojos
navidad son los sueños de los niños
navidad, mi lejana niñez, mi libertad
mi eterna verdad, mi inmensa potestad
mi fulgurante lucero, mi gozo pasajero
mi eterna navidad, mi navío, mi mar.
Navidad que perdura en mi alma
navidad de recuerdos soñados,
y que enaltece mi anhelo
y que engrandece mi esperanza
navidad de mis ocasos, y de mis equinoccios
navidad de mis tristezas, y de mis amores,
de mis profundos temores, y de mis dolores
navidad de mis romances de antaño
de mi niña encantada, mi atardecer
y de mi luna rosada, mi alegría placentera
mi amada generosa, mi cima esplendorosa
mi eterno sueño, mi inagotable empeño
mi perdurable madre, mi inolvidable padre
mi corazón siente, mi alma presiente
voy navegando, mi voz sollozando
mi música del pecho, mi ausente trecho
buscando abrazos, el año en retazos
mi exultada ilusión, mi hermosa canción
mi Montaña nevada, mi brisa soledad
mi vino añejo, mi camino perplejo
mi eviterna algarabía, mi burbuja de fantasía.
Navidad de mi cercano diciembre
navidad de mi lejano septiembre
navidad de mi convincente sufrimiento
navidad de mi ineludible cargamento,
mi viaje futuro, mi retorno seguro
mi piedra, mi río, mi trigo, mi sembradío
mi sol peregrino, mi verso alejandrino
de vuelta a enero, mi amor duradero
mi prístino lamento, mi íngrimo apartamiento
mi férvida almohada, mi bella enamorada.
Navidad de mi perenne pubertad,
navidad de mi irrenunciable felicidad
navidad de mi efímero dolor
navidad de mi imperecedero amor
navidad por siempre te espero
navidad de mi amor duradero
mi navidad, mi navidad, mi navidad…
Carlos Rodolfo Ascencio Barillas
Poeta Salvadoreño.