Danilo Sánchez Lihón
1. Con puntas
muy agudas
Túpac Amaru decretó la abolición de la esclavitud negra por primera vez en América el 16 de noviembre de 1780.
Fue 83 años antes que lo hiciera Abraham Lincoln, recién en 1863 en los Estados Unidos.
E
inclusive lo avizoró y concretó 70 años antes de la abolición de la
esclavitud en las colonias francesas, ocurrida en 1848, y que se
registra como la primera acción de la historia humana en este sentido.
Pero
además, Túpac Amaru decretó la libertad de toda América de cualquier
dependencia. Y eliminó las diferentes formas de explotación indígena.
Especialmente la mita en las minas y los trabajos forzados en los obrajes.
Por estas tres libertades que él decretara el suplicio de Túpac Amaru abarcó:
(además de las) “onze coronas de fierro con puntas muy agudas que se han de poner en la cabeza…”,
2. Que saldrán
por su boca
Además del horrísono:
“collar de hierro con dos platinas muy pesadas y rodeado de puntas muy agudas…”, para que se le introdujeran por el cuerpo…
Lo atroz fue que por los decretos abolicionistas la pena que pagó fue esta:
“por
la parte del cerebro se le introducirán tres puntas de Fierro ardiendo
que saldrán por la boca en demostración de los tres bandos que mandó
publicar”.
Artefactos
con los cuales permanecerá en exhibición todavía vivo todo un día en la
Plaza de Armas del Cuzco, dice la sentencia donde se le dictaminan
penas y castigos.
¿Quién
maquinó todo este horror? El Visitador José Antonio de Areche,
personaje vil y depravado mental, representativo de todos los
funcionarios de su época, por eso tiene éxito y asciende.
Es
adulador y genuflexo. Todo lo hace por recibir honores,
reconocimientos, y por elevar su graduación en la estructura jerárquica
del sistema establecido.
3. Su madre
y su padre
Pero este español peninsular descastado y bastardo, qué desprecio tan absoluto nos tenía.
Imaginó
el cadalso, azuzó al pueblo, diseñó pacientemente el holocausto de toda
una familia hasta la cuarta generación e intentó borrar del mapa a todo
un pueblo sufrido que alentaba una aspiración noble, la de no ser
esclava y que era un clamor justo y el sentir de toda una nación.
La
muerte de José Gabriel la dibujó primero en un papel, donde hizo un
plano minucioso del martirio, lo graficó dibujando las bestias que
arrancaban los miembros del cacique, y luego lo arrastraban delirantes
por las calles los pedazos sanguinolentos.
Y
para el hijo del jefe sublevado, Fernando de apenas 12 años, determinó
el castigo más sutil, el más espantoso y siniestro que mente humana haya
podido concebir jamás: él tenía que ver morir torturados a todos sus
seres queridos, incluidos su madre y su padre.
4. El alma
de un niño
¿Cabe
iniquidad más grande hacia un ser humano tierno? Y todo esto se hacía
también en nombre de un Dios de amor, que fue clavado también en una
cruz por otros Areches judíos de su tiempo.
Y
después de esas escenas de horror ver si le era posible vivir. Y, como
vivía, decretó que cargado de cadenas y a pie marchara desde el Cuzco
hasta Lima.
Para
sufrir cárcel ominosa en la Fortaleza del Real Felipe, y luego fuera
trasladado cargado de cadenas sobre el mar hacia una mazmorra del
continente africano. Y quien al final enloqueció de pena, y se suicidó.
El
castigo que diseñó para Fernando era vivir con la carga atroz de lo que
había visto. Que él cargara todas las horas de su vida por todos los
caminos el horrendo espectáculo.
Quiso
de esa manera perpetuar su obra maestra. ¡Nunca se ha arrastrado más el
alma humana sino para concebir esta iniquidad en el alma de un niño!
5. Entrometido
en estas tierras
Y
todo por querer sus padres romper nuestras cadenas y librarnos del
oprobio, vernos libres, dignos y felices; por el anhelo de justicia y
libertad para todos los seres humanos de la tierra.
¿Tendría
alma ese hijo de puta peninsular? ¿En qué antro nacería este engendro?
¿Y no mana hasta ahora azufre en donde cayeron sus despojos?
Y para mayor colmo de afrenta, ¿cuál era su cargo? ¿Cuál el título que ostentaba? Apenas, ¡el de Visitador!
Y
el concepto de Visitador qué grotesco resulta en este caso, porque ya
señala para nosotros su condición espuria e ilegítima. Es el Visitador
José Antonio de Areche.
Y
qué macabra resulta la resonancia del vocablo. Porque es foráneo, su
procedencia es ajena, es un intruso y entrometido en estas tierras.
6. Por querer
liberarlo
Y sin embargo gobierna la vida de todos nosotros en este reino.
Es la autoridad para quien no hay un solo obstáculo a su antojo, arbitrariedad y la monstruosidad de sus crímenes.
Pero
es apenas ¡un Visitador! ¡Es alguien que está de visita! Lo tenemos
aquí como gorrero, allegado, y avenido. ¡Y hace las atrocidades que
hace!
¿No
es curioso que un visitador en nuestras tierras cometa tremendas
crueldades, tropelías e inequidades? ¡Es alguien que visita, pero su
poder es omnímodo!
Pero,
¿no nos ocurre lo mismo ahora con algunas empresas mineras, pero
también de otras especies como en el rubro de la telefonía?
Uno ve la firma de Areche en los documentos de la época y aparenta ser un hombre normal, ordenado, razonable y claro.
¡Siendo en ser tan abominable y abyecto!
7. Por darnos
libertad
Normal
para el horror. Ordenado para lo macabro. Razonable para ser un artista
de la iniquidad. Claro para la infamia y la ignominia.
Quien
todo lo preparó con especial exquisitez, imaginando el pánico y el
sobresalto que produciría en Fernando el contemplar cortarle la lengua y
ahorcarlo a su hermano Hipólito de 18 años.
Luego
ver la pateadura que hicieron los esbirros en el vientre y en los senos
a su madre. Y la torcedura del garrote en su cuello.
Con
un soldado a su lado para que le hiciera levantar la cabeza y abrir los
ojos a culatazos a fin de que mirara. Y el descuartizamiento del padre,
para que tenga de por vida todo eso reflejado en el alma.
“Aquí solo hay dos culpables –le dijo Túpac Amaru a Areche, cuando este insistía en que delatara–: tú por explotar a mi pueblo y yo por querer liberarlo”.
¡Y todo ese sacrificio solo por querer darnos libertad!
*****
Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
*****
CONVOCATORIA