viernes, 9 de mayo de 2014

8 DE MAYO: EL NARRAR CUENTOS - FOLIOS DE LA UTOPÍA: LOS CUENTOS EN LA EDUCACIÓN - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
 
MAYO: MES DE LOS TRABAJADORES,
DEL LEGADO DE LA PAPA DEL PERÚ
AL MUNDO, Y DEL MAESTRO ENCINAS
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
*****
 
CÉSAR VALLEJO HACE VIBRAR NUESTRO CORAZÓN
EN SUS MÁS ATÁVICAS PROFUNDIDADES
 
 
César Abraham Vallejo Mendoza fue un hombre que se recuerda desde lo más íntimo de nuestra sensibilidad, es un sentir que se apodera no sólo de nuestra imaginación en los momentos fugaces del entusiasmo, sino que penetra profundamente para quedarse siempre en el corazón, en donde ha dejado, asociado a las lágrimas, un recuerdo de amor, un depósito de gratitud, un resplandor suave de justicia y de templanza.
Sus cantares son como los suspiros del peregrino, porque sus ensueños no son otra cosa que las tristezas de su alma solitaria. Esa abnegación triste y poética, esa melancolía apasionada y profunda con que Vallejo canta su peregrinación derramando en cada idea, en cada expresión, en cada sílaba una gota de tierna amargura que produce en el corazón, un sentimiento indefinible, es, a mi modo de ver, un original acabado de la perfectibilidad poética.
Desde el primer momento que sentí el alma de César Vallejo en su amado Santiago de chuco recordé y pude entender con mayor claridad algo que escribió Mario Benedetti. El poeta uruguayo expresó: A partir de un estilo como el de Vallejo construido poco menos que a contrapelo de lo literario, y que es siempre el resultado de una agitada combustión vital, cabe encontrar, ya no menos epígonos o imitadores, sino más bien auténticos discípulos, para quienes el magisterio de Vallejo comienza antes de su aventura literaria, la atraviesa plenamente y se proyecta hasta la hora actual.
Y eso fue lo que sucedió conmigo. Convertida en su discípula me impregné de sus espacios. Para comprender al hombre en sus obras es indispensable estudiar su nacionalidad, pero luego el análisis debe taladrar hasta las últimas capas de su espíritu, descubrir los elementos irreductibles, poner al desnudo la fibra humana, la que al vibrar hace vibrar nuestro corazón en sus más atávicas profundidades arrancándonos lágrimas, risas o estremecimientos ante los peligrosos bordes de lo insondable.
Sin embargo, y aunque suene paradójico para la obra final de un hombre poco importan las diferencias de razas y medios, en el fondo de las más contrapuestas tendencias siempre hay elementos comunes y todos los ideales se fusionan en un ideal supremo, profundamente humano. Por ello César Abraham tiene por patria todo un continente, es un miembro de la humanidad, una figura de primer orden entre las grandes figuras de la literatura. Si comprendemos esto, quizás entonces podamos comprender un poco su grandeza y preservarlo de toda injusticia.
 
MAIGUALIDA PÉREZ GONZÁLEZ
 
VENEZUELA
 
*****
 
8 DE MAYO
 
EL NARRAR CUENTOS
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
LOS CUENTOS
EN LA
EDUCACIÓN
 
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 Tenemos que librarnos de buscar lo que educa
exclusivamente en lo moral.
Todo lo grande educa, con tal que nos demos
cuenta de ello.
Goethe
 
 
1. En referencia
a la vida
 
Las grandes culturas que hasta ahora han sorprendido a la humanidad por su organización, niveles de vida, inventos y hazañas, como son la cultura inca, china, hindú, griega, ¿cómo educaban a sus niños y jóvenes?
¿Por qué en ellas no había, de manera extensiva, establecimientos públicos como los que ahora llamamos escuelas o colegios? Tampoco en ellas había una profesión remunerada como hay a hora que contamos con el concurso de maestros o pedagogos.
No había tampoco universidades, ni postgrados, ni doctorados. Sin embargo esas civilizaciones dieron muestras de magnificencia en las artes, las ciencias, las humanidades; en el desarrollo social y en su función impulsora de grandes adelantos para el hombre.
Pese a ello, se educaban muy bien, y lo hacían en referencia a la vida aunque creando para ello modelos míticos. Se educaban en base a leyendas, fábulas y relatos. No habían oficinas y locales, pero lo infaltable en ellas eran los cuentos.
 
2. Para
eso
 
En la   Plaza del Cuzco las grandes celebraciones se iniciaba con la presencias de amautas y quipucamayoc que en las cuatro esquinas de aquel espacio ritual desde el amanecer hacían el relato de los antepasados. En la cultura occidental las series más antiguas de narraciones se encuentran reunidas bajo la denominación del Pandchatandra, y otra colección de textos que es el Hitopadesha, correspondientes al siglo VI a. de C. y pertenecientes a la cultura hindú.
Estas dos colecciones cuya recopilación es atribuida a Vixnuzarman, fueron consideradas dentro de los libros llamados nitrizastra, que provienen de las etimologías: nitri, igual conducta, y zastra, igual a instrumento de aprendizaje, hecho que nos muestra cómo dichos pueblos reconocían que estos eran medios para formar el alma de su pueblo y de su gente.
Para eso se reunían hombres, mujeres y niños en torno a la hoguera, alrededor del fogón hogareño o bajo el árbol de las pláticas, para narrar y escuchar cuentos, que era y es la institución educativa por antonomasia, la más antigua, eficaz y legendaria, al punto que hasta las diversas concepciones religiosas y de pensamiento adoptaron esta forma de educar a la persona humana y a la comunidad: narrando cuentos.
 
3. Lo vasto
y abierto
 
Platón, por ejemplo, en su tratado de La República recomienda que incluso la educación de los soldados o milicia fuera mediante el relato de cuentos.
Y Jesús prefirió o eligió las parábolas, que no son otra cosa que cuentos, para instruirnos en algo tan complejo, sutil y hasta insondable como es la vida trascendente o el universo de la divinidad inescrutable.
 Hizo de ese modo que una religión profundamente metafísica y compleja, con elementos absolutamente nuevos, se presente como un pensamiento comprensible y trasparente que logró transformar al hombre y al mundo.
Los cuentos tradicionales siempre han sido un vehículo para educar, para formar a los individuos, para enseñarles las costumbres, la moral y la cultura correspondiente a un pueblo o a una sociedad, pero sin caer en la trampa de lo mecánico y tubular, sino de lo vasto y abierto como son los verdaderos cuentos.
 
4. Siendo
así
 
El recurso educativo del cuento era apelado de manera común, corriente y cotidiana y hoy es así en pueblos y colectividades que conservan más o menos aún vigentes sus tradiciones.
Recordemos cómo la comunidad de Raymi, acerca de la cual nos narra Ciro Alegría en El Mundo es Ancho y Ajeno, se nutre de los cuentos populares que además de enseñar prácticas contienen pensamientos raigales acerca del destino humano y del mundo.
Pero además, y esto es especialmente importante, el cuento por el hecho de ser el adulto quien interviene en su transmisión y recreación, y quien tiene a su cargo la selección y el comentario posterior, no se desliga de su influjo.
Siendo así es un instrumento de autoeducación eficaz y permanente para el propio trasmisor, puesto que al dialogar y reflexionar junto con los niños, recibe tanto o más que éste el impacto de su mensaje y de las ideas principales y colaterales que el cuento propicie o sugiera.
 
5. Para
el siempre
 
Siendo así, el cuento no sólo desarrolla el afecto y la capacidad socio-emocional del niño, como se dice en algunos manuales de los más progresistas que hay en la educación, sino que los relatos, forman la personalidad integral del niño  del joven.
Son las historias, anécdotas y apólogos que los padres o maestros narran, y para lo cual se remiten a su experiencia individual y colectiva, los elementos que más forman nuestro carácter, nuestra personalidad e influyen en nuestra vida, haciéndolo de la manera más natural y por eso profunda, impactante y conmovedora.
Por ser así, dejemos tantas lecciones insulsas, por ser meramente intelectual y calculado, y enseñemos con algo más firme y raigal, en donde se movilicen las sensaciones, los sentidos, las emociones, como también la inteligencia.
Eduquemos no sólo para el hoy sino para el siempre, para lo cual son válidos los cuentos y los relatos que felizmente conforman todavía el acervo y el caudal de las literaturas nacionales y del arte en estado primigenio y natural.
 
6. Esa
luz
 
Ellos nos muestran de manera inconfundible lo bueno y lo malo, lo digno y lo innoble, lo que encierra y contiene valor, en contraposición a lo otro que malogra, corrompe y degrada.
Todo ello dicho y expresado de una manera indeleble, marcado a fuego lento e intenso, de tal modo que esta confrontación hace que el niño profundice por sí sólo en aquellos modelos, prototipos e ideales que se le presentan.
Y que, a la inversa de lo que puede ofrecer la televisión o un tira cómica, en el caso de cuentos son enormemente sutiles, complejos y consumados, como es en realidad el alma humana que la literatura afina, perfila y decanta.
La educación de los sentimientos, el refinamiento del gusto y la proyección de los afectos es una dimensión honda y vasta del ser humanos. Esa luz, sentido y dirección que puede alcanzar a tener el ser de la persona humana, sólo el arte probado en siglos y milenios puede proveerlo y alcanzarlo con garantía y legitimidad.
 
7. Quizá
a eso
 
No es pues una moda la reivindicación del cuento, en cuanto a su valor educativo, porque al aproximarnos a él estamos sobre un camino legendario.
Son los cuentos una hoguera antigua y nueva, encarnada en los narradores, como también en los aedas, juglares, trovadores, o haravicus incas, quienes portaron en distintas épocas esta llama antiquísima e inextinguible.
El cuento está presente en todos los tiempos, en todos los confines y en todas las sociedades; el mito, la leyenda, la fábula comienzan con la historia misma de la humanidad y no hay agrupación de hombres que deje de tenerlos
Y no hay ni ha habido jamás en parte alguna un pueblo sin relatos; sólo la modernidad pareciera haber menguado su fulgor y quizá a eso se deba tanto descalabro, desgracias y desastre.
 
8. Un cuento
por resolver
 
El cuento infantil hasta ahora no tiene sustituto, ni desaparecerá. Mientras la vida sea vida, el hombre es el único animal que necesita que le cuenten historias, y hay en todo ello un prodigio.
Por eso, el cuento ha sido el medio para formar pueblos sanos, vigorosos y heroicos, y aún lo sigue logrando ahora en las comunidades nativas; y lo hará en el sin fin de los tiempos, entre otras razones porque sirve para:
1.  Transmitir la experiencia y conocimientos;
2.  Para hacer crítica de la propia sociedad en que vivimos;
3.  Para explicar el mundo y la vida
4.  Para formar valores enfrentando los enigmas de la ida.
5. Para formar personalidades integrales probadas también a saber enfrenar el misterio de la existencia.
Porque el destino de cada ser humano es un cuento por resolver, que lo cuentan nuestros pasos, y que han de ser recogidos en torno a la hoguera de un fuego propicio por nuestros hijos y descendientes que en el mejor de los casos lo convertirán en cuento.
 
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CONVOCATORIA
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
 
TRUJILLO:
JUEVES 22
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
 
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