CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
MAYO: MES DE LOS TRABAJADORES,
DEL LEGADO DE LA PAPA DEL PERÚ
AL MUNDO, Y DEL MAESTRO ENCINAS
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
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TOMAR NUESTRAS MANOS Y SENTIR LAS MIRADAS
SINCERAS DE QUIENES PROFESAN LA VERDAD
CON LA FRENTE EN ALTO POR UN MUNDO MEJOR
¿Es que, este mundo andino de hoy recuerda con firmeza al del ayer; si, ese ayer César, en donde las frágiles humanidades asolaron tu entorno y te condujeron a saltar desde la tierra al mar y a otro continente?
Es que, hemos logrado avanzar hermanos en esta tarea compleja de humanizar y verdaderamente decir, cada vez con mayor fuerza, “Hay menos que hacer hermanos, porque ya estamos haciendo muchísimo”.
Y en esto cito a Capulí que ha tomado en su estandarte la mágica creación de César: “Hay hermanos, muchísimo que hacer” y la ha imprimido con fuerza y fe en el alma de los vallejianos que han atravesado las fronteras abriendo sus corazones.
Invitando a tantos Poetas y Escritores a ser parte de este tránsito por las sierras amadas de Vallejo, para ver su verdad y el entorno de amor que se gesta cada año con los capulíes y los pueblos hermanados tras las letras, abrazados en el alma generosa de quienes profesan la buena armonía, la paz y el entendimiento, iluminando el camino que verdaderos seres humanos frecuentaremos por siempre, hasta más allá de nuestra propia muerte.
Sea este año del Capulí XV, la reafirmación del compromiso que nos llama a ser más generosos con nuestros semejantes, más hermanos unidos tras los anhelos de quienes nos necesitan para ser parte de este universo y sentir ese abrazo fraterno hasta el fondo del alma y alojarlo para que alumbre los destinos de muchos que esperan tomar nuestras manos y sentir las miradas sinceras de quienes profesan la verdad con la frente en alto por un mundo mejor.
POETA ALFRED ASÍS
Isla Negra
Chile
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7 DE MAYO
VOCES
DEL
ALMA
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
JUNTOS
EL BIEN y
LA BELLEZA
Danilo Sánchez Lihón
1. Esa es
la antorcha
Manuel Ruiz Paredes, miembro pleno de Capulí, Vallejo y su Tierra, presentará el 24 de mayo en Santiago de Chuco en el marco de nuestro XV Encuentro Internacional, su séptimo libro de poemas, titulado Voces del alma. Ámbito en donde el eje central y el núcleo en torno al cual rotan los elementos es el de la utopía, el anhelo y el sueño de un mundo ideal.
En donde fundamentalmente se plasme el amor, el afecto y la solidaridad entre los seres humanos en comunión con todas las presencias del universo. En donde se aspira a un mundo solar, claro y radiante; de alborada, amanecer y matinal, representación de una entelequia hacia la cual siempre tendremos los brazos tendidos y abiertos y el corazón palpitante.
Porque los hombres perseguimos y somos peregrinos de la utopía, que anhelamos alcanzar para nuestras vidas, aspirando llegar a un reino que siempre sea mejor. Y esa es la antorcha que porta Manuel por todos los caminos.
2. Un deber
coadyuvar
Porque este jamás dejará de ser un suelo desde donde no aspiremos llegar a las estrellas; desde donde no aspiremos llegar a otro suelo; en donde a la vez pretendamos ascender a otra dimensión y así de modo inacabable.
Porque ese es nuestro distintivo y contraseña, porque ese es el delirio del cual estamos modelados, de que está impregnada nuestra sangre: el encaminarnos a los absolutos y a los montes fértiles, razón por la cual nunca estaremos plenamente aquí.
Porque tenemos hondas inquietudes en el alma, espacios que aspiramos conocer, en donde todos los valores y virtudes sean la manera cómo nos relacionemos y vivamos con los demás.
Tenerlo y serlo es ser puros, es ser tiernos es ser cabales e íntegros, pese a sentirnos en algún momento carentes y hasta ausentes de todo.
Es que somos hombres del Nuevo Mundo en donde se depositaron y erigieron todas las utopías posibles que es un deber coadyuvar a concretar.
3. Buenos,
en todo
Ahora bien, ¿cuál es la utopía que Manuel reclama y ansía concretar en sus versos? Es la utopía del amor entre todos los seres humanos, y esto es muestra de su raigambre andina, de su identidad chuco y, a las clarísimas, su estirpe vallejiana.
Es la bondad como virtud suprema su punto de partida y de llegada, y su gran aspiración. La bondad como actitud, como sello o marca de ser hombres que solo por el bien encontramos nuestro lugar en el universo. O de lo contrario nuestra expulsión fuera y lejos de él; sea la casa, la tierra natal, sea su país, o sea el planeta en el cual vivimos. O ya sea la poesía como espacio vital.
Y este aspecto es digno de resaltarse, y relievarse y del mayor encomio; con todos los clarines y tambores de la efusión y de nuestra adhesión entusiasta, como bandera tremolante de nuestra presencia y justificación en la existencia, para con nuestras vidas y las vidas de los demás. Porque no cabe otra cosa que poner en el centro de todo el bien. El de ubicarnos como seres humanos que debemos ser buenos, en todo, sobre todo en el amor social o colectivo. Y en aspectos como en el lenguaje y la comunicación:
4. La vida
diaria
Y contaré aquí una anécdota aparentemente trivial, casera y hasta de índole particular, para cuyo relato cuento con la autorización de Manuel, encontrando ésta como la ocasión propicia para traerla a cuento porque he visto que sobre este tema nada hacemos y nos sumimos en el limbo de dejar hacer y pasar.
Y mucho que es pernicioso se está colando por este canal, que afecta todo lo que es poesía, por idealizar muchas veces las cosas sin pasar a arreglar lo casero y ordinario, lo concreto y ocasional para corregirlo si es necesario. Y cuando de eso se trata, que la poesía deje de ser ideal y sirva para la vida, para vivir con limpidez y con encanto, para que no haya mundos escindidos.
Para que no se produzca el divorcio de un plano con otro; uno solemne, hierático y tieso, el del arte, por un lado; y por otro el común y corriente, sórdido y envilecido: el de todos los días, el mundo casero, que tocamos y con el cual nos tropezamos y nos duele; el de nuestras salas de estar y mesas de comer al interior de nuestras casas, y de la vida diaria.
5. Debo
ser claro
Lo que tengo que contarles aquí es algo que Manuel alguna vez conversando me lo confió y yo lo escuché con gran respeto, y es lo siguiente:
Su hijo que vive en los Estados Unidos lo invita a pasar siempre las vacaciones de enero, febrero y marzo de cada año, en su casa de Atlanta. Pero un día Manuel le habló del siguiente modo
– Está muy bien todo lo que me cuentas y de lo que expresas y hablas, pero yo no sé por qué tienes que utilizar en tu lenguaje malas palabras. Dime: ¿has escuchado alguna vez de mí, tu padre, un vocablo soez o indecente? Si vas a seguir hablando groserías ya no quiero que me invites a tu casa, y si quieres en este mismo instante me voy. No tengo ningún otro reparo, sino te lo diría, todo está bien en ti, todo es amoroso, con un cariño esmerado, pero me faltas el respeto y no tienes la mínima cortesía con tu esposa ni tus hijos diciendo y hablando un lenguaje procaz. No estoy dispuesto a soportar más esto en un hijo mío. Habrás visto que he sido paciente, pero debo ser claro: me sonroja y avergüenza, me incomoda sobremanera y no quiero seguir ocultando mi fastidio con esta ofensa que tú haces en contra de todos nosotros, de tu familia y de la vida misma.
6. Aquel
que regresa
Su hijo lo escuchó petrificado, inmóvil conmovido; y conociendo la honestidad, la calma y entereza de su padre, le dijo:
– Perdóname papá, no me había dado cuenta. Está bien que me lo digas y grafiques de ese modo, y te prometo que nunca más diré una palabra incorrecta, ni ante ti ni ante nadie. Y si lo digo será una equivocación de la cual me corregiré con rigor. Y más bien te agradezco mucho, papá, por esta reprimenda que me haces. Y qué bueno que seas así aquí en casa para bien de mis hijos, tus nietos y de todos nosotros. Te lo agradezco de alma, papá. Y lo abrazó con los ojos húmedos de identificación y ternura.
Esta anécdota, aparentemente mínima, particular y privada, sin embargo es ejemplar, y define lo que es en esencia Manuel, también un maestro en la vida, un ser humano que ha mirado muy hondo todo, y por eso corrige incluso lo que podría parecer como leve, ligero y sin mayor incidencia, cuando el lenguaje y las palabras son verdaderamente las huellas que seguimos en este mundo.
Y quien pese a que conoce lo duro de la vida jamás se contaminó en lo más mínimo; como aquel que regresa de la guerra ama la paz incluso en una madriguera.
7. Más aún
en la poesía
Porque tenía razón, todo lo que toca y conlleva el lenguaje es básico, como es esencial en el ser que regresa de lo más hondo a apreciar esta dimensión depurando el lenguaje para hacerlo prístino, conmovedor y sanador, como puede serlo la palabra hecha poesía.
Y decíamos que estos aspectos debían resaltarse y relievarse porque es volver a untar nuevamente el bien y la belleza, que no siempre se integran ni asocian sino que cada vez caminan más lejos y separados, uno del otro, recelando como antagónicos y hasta como enemigos.
¡Qué bueno que vuelvan a caminar unidos lo bello y lo bueno, sin enconos! Y en este aspecto tengamos animosidad en propiciarlo, para llevarlo y hacerlo evidente, como lo logra en su libro Voces del alma, Manuel Ruiz Paredes.
Y esto para para hacerlo florecer en cualquier paraje o morada, mucho más aún en la poesía que es uno de los espacios míticos en el arte, y una de las presencias amadas en el Parnaso.
8. En quien
hallar apoyo
¿Por qué la poesía no va a volver a tener esa cara compañía? ¿Por qué no arriesgarse a incorporar otra vez aquella virtud del ser buenos? De hacer que en el huerto florezca ese nardo, jazmín o azucena que es la bondad junto a la poesía, y resuman en un solo canto, y en un solo arpegio sus voces para el hombre, donde se decante lo sufrido y se haga flor, jardín y vergel, como lo logra Manuel en su obra.
Quien está de regreso de aquel lugar al cual nosotros no hemos ido porque si tocáramos esas moradas ariscas y pavorosas es probable que jamás retornemos de ellas, porque allí se muere, se es guiñapo, ni siquiera herida sino costra seca que cae al vacío. Volver vivo como él lo ha hecho es graduarse de autoridad en estos menesteres, y a quien hay que saber escuchar.
Poesía sincera ésta, e íntima, de un ser afectuoso, en quien el don del arte atraviesa por lo que tiene de esencial: su candor, que no podía darse sino a través de un hombre que es baluarte, claro y confiable, ser en quien hallar apoyo para los asuntos trascendentales de la vida.
9. Que unge
y aprueba
Manuel es un resucitado y tiene el derecho y toda la autoridad del mundo para hablarnos de la bondad, de la verdad y de la belleza.
Y se lo siente un ser firme, cabal, pleno de hondas convicciones; incólume, roca dónde fundar una casa y un pueblo; dónde puede acampar, cobijarse y defenderse del cierzo y la nevasca la tribu en la noche atroz y desolada.
Porque allí crecen árboles amenos y gigantescos, hay agua clara y transparente, hay vientos amables y propicios. Y arde el fuego sagrado para fundar y erigir la casa que abrigue e ilumine, que nos libre de la tempestad y del desamparo cósmico.
Manuel en este libro convierte en poesía una vida que se ha mirado mucho a sí misma, la de un hombre que ha visto lo que ninguno de nosotros hemos visto, y que ha sufrido lo que ninguno de nosotros hemos sufrido. Y ante ello solo cabe la plena reverencia como también el silencio que unge y aprueba.
10. Con auténtico
orgullo
Y es que la poesía es para salvar lo que se tiene que salvar, como aquí se hace.
Para recuperar lo valioso con lo cual construir un orden nuevo, rindiendo homenaje a lo mejor que somos.
Donde la palabra es lámpara votiva que alumbra el camino, porque denota y connota. Es brújula, eje y es bandera.
Indica no dejar cabos sueltos, poniendo en limpio lo que tiene que decirse y quedar de nuevo virginal e intocado.
Donde queda clara y expuesta toda la verdad que se quiera hacer constar.
Y esto ocurre cuando se escribe o musita siguiendo los latidos del corazón, como ocurre en este libro que presentaremos con auténtico orgullo y total y plena identificación.
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CONVOCATORIA
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
TRUJILLO:
JUEVES 22
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 23
SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
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