CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2014 AÑO
DE LA BATALLA DE LA LECTURA Y
ESCRITURA POR LA CONSTRUCCIÓN
DE UN MUNDO MEJOR
MAYO: MES DE LOS TRABAJADORES,
DEL LEGADO DE LA PAPA DEL PERÚ
AL MUNDO, Y DEL MAESTRO ENCINAS
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
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CINCO
POEMAS A MAMÁ
DE:
EMILIO
SÁNCHEZ LIHÓN MAYORGA
I. MAMÁ DICE ADIÓSMamá me dio un caramelolo guardó en mi bolsilloy acariciando mi pelome dijo: “disfrútalo, pillo”.Mamá rio contentadándome un abrazo tibio,yo le di una caricia lentay salí a este mundo frío.II. MAMÁ TIENEUNA HERIDAMi madre tiene una heridaen la palma de su mano derechaes una historia para ser oídacómo mamá se hizo esta brecha.Era yo un niño pequeñoiba dormido, presa del sueñoabrigado en mi coche,tarde, de noche.Repentino un perro rabiosoapareció a mi lado, furiosoy descontrolado el animallanzó un ladrido descomunal.Yo lloraba, asustado,al ver la bestia a mi ladopero mamá, rápida y valiente,cogió al can de un diente.Y de un solo movimientolo lanzó al viento.El animal se escapóy así mamá me salvó.Pero en su mano derechaaún se ve la brechaque me recuerda el valorque nace de su inmenso amor.III. EL ORODE MAMÁPara mamá he traídoel diamante Butaridopero no son suficientesel oro de todas las fuentes.Ella me alza y dice“un beso es lo que siempre quise”.Yo le doy mil besos, entusiastapues cuando amas, amor basta.IV. ESPERANDOA MAMÁMamá vuelve de trabajarpor media ciudad ha de viajarpues en casa le esperaalegría y primavera.Mis muñecas y osos de juguetecantarán en tierno falsetela pelota y las patinetashan preparado varias piruetas.Las historias y los poemasquieren dedicarle mil gemasy yo le guardo, su hijita menor,un beso lleno de amor.V. LA REINADE LA LUNAUna estrellita me dijoque su mamá era la lunahermosa y brillante,y luz de la puna.Yo reí divertido pues la estrellitaestaba requeté equivocaditasi la luna es la reina sobre la puna,mi mamita es la reina sobre la luna.
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11 DE MAYO
DÍA
DE
LA MADRE
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
LOS ZAPATITOS
QUE TANTO
BESASTE
Danilo Sánchez Lihón
1. Al pie
de mi cuna
Tú me has contado, mamá, ya grande, algo que tal vez nos dé luces respecto al sueño que has tenido, de que vamos por un camino y nos perdemos.
O al menos para intentar explicármelo yo.
Y es que cuando yo era bebito, me has contado, y mientras yo dormía tú te sentabas en la tierra del piso al pie de mi cuna esperando que despierte, y te entretenías en lustrar mis zapatitos.
¿Qué más puedo anhelar yo en la vida que una niña tan preciosa como tú eras lustre mis zapatitos aunque fuera cuando yo era niño? Pero sin apartarnos del tema de tu sueño yo te he preguntaba
– Cuándo hacías eso sentándote en la tierra al pie de mi cuna, yo ¿ya caminaba, mamá? –Te pregunto.
– Aún no. No caminabas.
– Entonces mis zapatos no se pelaban ni siquiera rozaban y no necesitaban pomada.
2. Una
y otra vez
– ¡Sí, pues! Eran tus primeros zapatitos que te compró tu papá para que no te resfríes.
– ¿De cuero?
– Sí, de cuero. Y te los mandó hacer. Y desde que lo vi me conmovieron tanto que los cogí y me puse a llorar.
– ¡Ay, mamá!
– Mira pues, hasta ahora yo loro.
– Pero, ¿por qué los lustrabas si no se ensuciaban ni necesitaban pomada?
– ¡Eso, pues! Era una manera de velar tus sueños al pie de tu cuna.
– ¡Humm! Así es cómo se producen los hechizos, mamá.
– Y con esos zapatitos aprendiste a caminar. Pero mientras dormías yo te los sacaba y al pie los lustraba una y otra vez.
– Lo que hace una madre, ¿no?
3. No te vayas
a despertar
– Y los besaba.
– Te imaginas, mamá, ya todo lo que puedan pesar esos zapatitos. ¡Milagro que aprendí a dar los primeros pasos!
– No sabes hijo con qué fascinación he lustrado tus zapatos. Los sujetaba entre mis dos dedos medios. Y ahí estaba, lustra que te lustra. Y llorando, pero no creo que de pena sino de honda felicidad. Pero también preguntándome qué será de tu vida.
– ¿Sí?
– ¡Sí!
– ¿Y por qué, mamá?
– ¡No sé por qué! Pero lloraba con gemidos ahogados. Para que no me sientas y te vayas a despertar.
– Y mi papá, ¿en dónde estaba?
– En clases, enseñando en la escuela.
4. Es por
eso
– Es por eso, pues mamá.
– ¡Ah! ¿Qué?
– Por los caminos.
– Sí, eso pensaba.
– Esos que ahora aparecen en tus sueños.
– ¡Por los caminos que tenías que recorrer! Que viéndote en tu cuna me parecían inabarcables y temibles. Y sin poder seguirte.
– ¡Ay, mamá!
– Lo ponía en mis mejillas y allí los tenía mirándote. Y ahí los tenía hasta que despertabas.
– Mamá, tan linda que eras, y que eres más ahora todavía.
5. Con mi rostro
hundido
– Me parecían tan pequeños tus pies y más pequeño todavía el hueco de esos zapatitos.
– ¡Y tan vasto el mundo!
Me parecía que te iban a hacer mucho daño. Que te podías caer en un abismo. O ahogar.
– ¡Mira, pues, todo lo que imagina una madre!
– Tememos mucho. Por eso, cuando despertabas me abrazaba tan fuerte a ti con mi rostro hundido en tu cuello a fin de que no se notaran mis lágrimas.
– Pero, ya no llores, mamá.
– Sí hijo.
– ¡Si en ellos has puesto tanto sentimiento me hubiera gustado conservarlos!
6. Pasan
bajo mis pies
– ¡Y qué crees! ¿Qué no lo conservo? Los tengo intactos aquí en mi corazón.
Tu corazón, mamá, en donde están guardados mis zapatitos son el motivo de esos sueños.
– ¿Tú crees?
– Sí. Eso es los que nos hace caminar por esos senderos abruptos. Y a veces caer, porque yo aún no aprendía a caminar. Era cuando yo aún no sabía caminar
– Ahora, ¿cómo hacer?
– Solo dejarlos allí. Y convencerte mamá que sé recorrer los caminos. Tú también de niño me has visto cómo corría por ellos. Más bien por verme cómo lo hacías yo siento que me has besado mucho.
– ¡Cómo me voy a olvidar hijo! Cuando íbamos al campo mientras nosotros íbamos tú ya habías regresado varias veces y corriendo.
7. Insomne
y desvelado
– Ya vez, ahí está el secreto. Que lo has besado tanto mientras yo dormía y antes que aprendiera a caminar. Y quizá eso también explique, mamá, mi obsesión por los caminos.
¿Cuántos hay recorridos bajo mis pies fugitivos? ¡Inabarcables! Siento que hay tantos caminos bajo mis pies, hasta ahora, mira en que acabo de regresar de viajes.
Y así sea que vaya en tren o en avión, ya sea que me traslade en ómnibus e incluso en avión, siento que pasan bajo mis pies los caminos que me producen una honda fascinación.
Caminos que los recorro hechizado. Los siento pasar dentro de mí y que de repente se reflejan en mi rostro insomne y desvelado.
8. Quizá
por eso
Son los caminos que los recorro desvelado y ojeroso. O quizá sean esas lágrimas que derramaste sobre mis zapatos, mamá, lo que ha embrujado mis pies.
O de repente tú ya sabías que ese era mi signo y mi destino, que como madre amorosa siempre lo saben y adivinan y bendecías por eso y así mis zapatitos.
Ese aliento tuyo, ese soplo esos besos son los que me mantienen despierto.
Pero gracias mamá porque son los caminos los que justifican la vida. Y a los cuales también me abrazaré cuando muera.
Quizá por eso has llorado tanto, conmovida de sentirlos tan inacabables bajo mis pequeños pies.
Pero, ya no llores, mamá.
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CONVOCATORIA
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
LIMA:
MARTES 20
Y MIÉRCOLES 21
TRUJILLO:
JUEVES 22
SANTIAGO DE CHUCO:
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SÁBADO 24
Y DOMINGO 25
DEL MES DE MAYO
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