JAUJA – PERÚ
SERGIO CASTILLO
POETA DE ESTIRPE SOÑADORA
Por Luis Albitres
Mendo
ARRIBANDO A LA SÉPTIMA
DÉCADA: EL POETA Y SU HALO BRUJO
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Con razón sus palabras
iracundas amotinaron el cotillo en el último festival poético de Bambamarca-CAJAMARCA,
donde afablemente me obsequió su poemario Después
de la séptima puerta.
Su libro corrobora una
ardiente entrega a la poesía, su pasión en el duro trabajo de tallar expresiones
únicas e imágenes originales: “Me
incendio en este torrente azul/ silente eco de gritos”.
Poemas descarnados por
lo sinceros y leales a sus valores. La lectura de sus poemas desencadena un
torrente de sensaciones, sentimientos y emociones que tienen que ver,
evidentemente, con toda clase de vibraciones estéticas y vívidos estremecimientos
espirituales, seducidos por las excelencias poéticas de la mayoría de sus
versos.
Se nota, por los
depurados trozos poéticos, una indagación reiterada, un lenguaje elaborado, en
suma, un trabajo literario constante.
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Temas fundamentales de
su poética, estilizados o sublimados, el amor y el sexo, la muerte y la
trascendencia, la amistad y su perdurabilidad, la música, el paisaje de su
comarca, que en realidad está en los predios del Ande y que se torna en leit
motiv de casi toda su poesía.
Emana de sus versos un
hálito inmarcesible a favor de la naturaleza que lo circunda y a la cual ama. Sobresalen
los briosos escarceos en los azarosos campos del erotismo, la amistad y la
reflexión.
ALA SONORA GRILLO (1968-1970): RAPSODA
ENARDECIDO
Sus primeros versos
marcan la fatigosa labor de esculpir una buena poesía: “clareándome las ganas/ los tonos inéditos/ para transpirar/ la gota
engañosamente frágil/ que es, en verdad acerba”.
Y el verdoso grillo,
semejante a la cigarra de la fábula, le sirve de estupendo pretexto: “música de alas sonoras”, “un rasgado
chirriador solitario/ el silbo del albor”.
Realmente inspirado,
encantado con el grillo lo identifica con la esplendorosa poesía: “Así, te rebusco/ poesía sonora,/ alado
insecto/ rapsoda/ Enardecido”.
Los versos de CP
Cavafis “Un poco de la ciudad amada/ un poco de movimiento de las calles y de
las tiendas” , que Sergio Castillo coloca como paráfrasis, epígrafe u
homenaje, nos da la clave.
Muchos poemas suyos de
este libro remarcan, ya en las aceras o mercados, el sello popular de su
lenguaje, y sin embargo tan excelsamente culto:
“Perfecta ya tu habla/ sorda intensa/ conversando con lo vivo/
pareciera/ ¡Oh!...una desatada uishcata/ palpitante// Contemplada ahoritita
iridiscente/ en el bullicioso mercado/ donde rueda libremente, pulcra/
jacarandosa.// Suena acullá torrente/ tu voz primera insuperable”.
Motivos o temas de sus
poemas los encuentra cercanos a él: Su lago, violín o guitarra, o los ojos de
la amada, siempre. También un bosque, la lluvia, la hierbabuena o la retama, su
valle, su estación preferida, los alisos, etc
Otra vez el dorado
grillo-poeta: “Nadie sabe el secreto
demiurgo/ de nosotros./ Puedo sentirte/ florecida plata/ brinco volantín
volado/ de santa mano orfebre./ ¿En las solapas de quién/ amarás?/ insecto
significante/ corro a cogerte nocturno/ con todas las llamas sedientas/
incógnito escribiendo./ Ahí, exaltado te descubro/ sereno”; “te espero/ asceta/
anacoreta/ palabra vegetal de anónimo/ saltamontes fullero.”; “Encontrarme/
ululando grilladas/…/ un tocamiento de alas/ grillito/ mordiendo una pena/
recordando una calle/…/ chirría sentimental ahora,/ el aguacero limpio.”;
“Encarnada noche oída/ en la que emulas/ grillo a las chicharras.”; “Esta
melodía tan sedita tu mimo candente/ arrástrame a mi sino, besándome torrente./
Esencia libre ámame./ Enséñame a escribir musicando./ Debes estar entre las
yerbas./ Buscando nichos/ de insecto delirante/ en nuestra tarde, casi sombra/
entregada a la fantasía./ El íntimo gozo/ fuego extendido entre las alas.”
Inventivo sentir junto
a un inquieto y fugitivo insecto que le concede versos, en realidad,
trascendentes, algunos de ellos de real belleza.
SONORO Y PERSISTENTE,
EL EROTISMO
Y el erotismo aparece
sonoro y persistente: “Tu perfume de
oquedades frescas/ cálida reventada flor salvaje./ Un torrente furioso/ de
enero lluvia, verdísimos montes/ ayer olí tus ansias.// Desatado lirio entre
los dedos llovizte/ nuestra entregada tarde al delirio/ que nada sabe/ del
basto fuego desparramado/ chisporroteado/ amados de noche”.
UN QUIÉN ERES. A HUGO ORELLANA (E.29.06.2007): LA
HUELLA QUEDE ESTREMECIDA
Honroso canto al amigo
que ya no está, al pintor peruano de fama internacional Hugo Orellana, a quien
dedica este poemario, que se convierte en un homenaje.
Orellana, talentoso pintor wanca, que pisó
Europa, hizo estudios en Italia y dejó esposa e hijas en Francia.
“¡Sí! Una flor peruana en Francia/ Tu corazón aliso regado en otras brisas” (Poema 4).
“Un quién eres/ Fútil pregunta/ Para quién
sobre la tierra/ deja latidos profesos para nunca el olvido/ O los jamases
cristalinos en los siempres/ No olvidar su mirada/ Su ser digno y perenne/ El
gesto la manera de sostener/ Las más sencillas tareas/…/ En la comarca lila de
pena/ sabiendo los porqués pincelados/ El expresarse con solo el color/ de las mañanas/ De entre
luces/ O en tu mediodía/ a viva voz/ Entonando sintiendo en el canto/ el vuelo
de los quilinchos/ la honda voz del horizontal valle/ En tu forma útil
diciendo/ Sumos de profunda agua limpia/ Ser hecho para el ser/ El testimonio/
La huella imprimada/ Con fuerza teñida/ En el amplio lienzo de tu altura/ La
huella quede estremecida/ ...(...) En
prístina pátina/ Guapeando amanecidas flores festivas// Lucí salpicado en
plenilunio/ tan tuyo bordoneando antaños/ Dibujando sobres gredas ternuras/
Ataura va quedando en tus ojos/ en los ojos de tu pueblo/ Lejos…lejos…en sus
lágrimas”.
POESÍA, RUTILANTE
REFUGIO PARA AUSENCIAS QUE DUELEN
Poema 2: “La esplendorosa gracia/ Trepidando
tus falanges bailando vas dejando/ Polpinto wayta/ Un sentimiento/ Un sentido
sentimiento nada más/ Macerado/ Que se da se derrama/ En los sencillos gestos/
En la palabra cumplida/ Los trazos niños buscando ser exactos/…/Ahora en el
hueso/ Duelen duro roen/ Y nosotros los que quedamos/ Encontramos tu recio
cantar/ jarawis/ llenos de trozos de fuego/ Hilos zurcidores de luna llena/ De
veros frente al retrato nuestro/ Asi tus ojos avisadores que deciden tintar
tierras/ Los espacios libres/ La innegable composición nativa/ Desde sus
conchos el hallazgo sereno/ Cause abierto a los torrentes/ Aguaceros
deshilachando los caminos vividos/ Tus pasos y tú empedrado patio/ Parado
frente a tu cielo único y claro/ Hilando con canto/ Vive con ver siempres/ Esos que
comprendemos y oímos/ Raudos pasando por el centro de tu plaza/ Sentido sueño
de aliso/ ¿Dónde estarás ahora?/ Amigo del alma”.
PARA ALEGRAR LO
ENTRAÑABLE
Diáfana y exquisita
manera de rememorar mágicos momentos de fraterna amistad, de añoranza, de
égloga.
Poema 3: “Del aquel entonces venturosas eran
las gamas en las últimas horas tardas/ tendidos sobre el éjido habíamos
achispado/ el vino de las despedidas/ Un trago más para los caminos tibios bosques
olorosa hierba/…/ Si cantara sumos de savia lo que se siente tierra dentro/
Sería este evocar a contraluz, montes y leña/ Entonces del aquel estaríamos
comprendiendo creyendo/ Su carcajeo/ O el solo hecho de evocarnos para alegrar
lo entrañable”
.
Poema 5: “De un cuadro tuyo la inmensidad azul/
Compite con el alero viejo añil/…/ La tristeza de embriagada noche/ Encantando
luciérnagas/ …/ Vuelvo a los cantos antiguos/ Al rincón durmiente de abuelos/
De jornadas propias en sus guerreras andanzas/ Sus amores pasionales/ En sus
bolsillos llenos de estrellas”.
ARROLLADOR Y
EXUBERANTE, HUGO ORELLANA
Un himno a la amistad
donde una fraternidad espiritual se yergue con la dimensión de un paradigma, un lazo ecuménico más allá de plurales
existencias. Quien haya conocido personalmente al connotado artista plástico
peruano HUGO ORELLANA, reputado en el extranjero, habrá sido tocado por ese
magnetismo que brotaba de su ser. Su
personalidad arrolladora y exuberante impregnaba la estancia doquiera él
participara.
Lo conocí en Huarás,
en un cónclave de artistas organizado por el pintor ancashino Analio Santa
Trinidad. Me impresionó tanto su canto y el vigoroso mensaje de su discurso,
que a los pocos meses se le invitó a la ciudad de Trujillo a un evento
parecido. Aquí expandió todos los dones de su generosidad ganando muchos amigos
y admiradores. A su singular talento pictórico unía un particular don para la
oratoria y el canto. Dominaba el manejo del pincel y la palabra.
Poema 6: “A veces me destila la palabra/…/ Para
contagiarnos un hálito/ un perfume/ Caído de la nostalgia/ Vienes a trancos/ De
algún rincón para dar la sorpresa/ Y estamos largo rato conversando/ Tener en
los dedos jugueteando una sombra/ Un crispado sentir tu presencia/…/ Las
suertes nos unieron un siempre/ Para volver a los recuerdos/ Y verte
carraspeando/ Un trago café caña y limoncito/ Dando gracias a la vida/ Dando
una mueca a la muerte/…/ Te prestaría un rayo de sol/ Y verte sonriente/
Siempre.”
Poema 7: “Así llegó la hora/ Al ver esa casa
solariega de risas/ Ahora ya sin códigos risueños/ Sobre el muro de lajas/
Chorrea una pátina sutil de impaciencias/ Hay solamente un vaho mendigo/
Doliente corrosivo que nos constriñe/ Y el chagual gime presencias/ Nos une a
este sortilegio/ Tuyo y pintado en tus uñas teñidas/ La extraña belleza de unos
ojos glaucos/ De ayeres colores tan tuyos para eternos.”
IMPRECISOS ENCANTOS,
LOS SUEÑOS
Continúa el hechizo de
los poemas, recordando al amigo pintor:
Poema
10 (Un quién eres): “Rápido voy a Ataura/ A conversar con el Kishuar/ Ese que
de antaño/ Está callado para llorarle las penas/ ese que me enseñaste a
respetarlo/ Ahí está roto por los
truenos/ …/ Ahí está solito erguido/ Lo vi llorar torcazas/ verde plata árbol de los encuentros/ Para reconciliarse solo"
Poema 11 (Un quién
eres): “Quién sabe de nuestros afanes/…/
Yo te sueño soñando/ Una alameda de
guindos/ cayéndote hojas de otoño amarilleando tus canas/ Seguro de ti/ Sueño
desgarrado y feliz.”
Poema17 (Atardéscome): “Sueños, parecieran esta
realidad pátina de la utopía (…)/ bajo la barca luna que trae sombras quietas/
Son dos ángeles enamorados/ esperando la oscuridad fulgurante del deseo sano.”
ATARDÉSCOME (E.30.04.2002) : ENTRE EL DESÁNIMO Y LA ESPERANZA
Ese aireado
sentimiento a medio camino entre el desánimo y la esperanza, la nostalgia.
Poema 19 : “Conmovidos estremecimientos
íntimos llueven/…/ Es roer en ti arcano mío/…/ cuando el turbado aire nos envía la nostalgia"
CON LA ALEGRÍA DE UN VINO AÑEJO
Poema 18: “Sintiendo a los bosques llamando/
desde el fondo del valle, entendiéndolos/ Ahora que se aprestan a soñar/ Un
sol, que ya se fue callado/ Dejando en la boca un sabor esmeralda/…/ Leve ahora
el viento acarrea esta pena/ con la alegría de un vino añejo.”
DE LA COMARCA, LOS AFECTOS INFINITOS
Poema 16 (Atardéscome): “Mi asombro al primer
resplandor de la noche/ me constriñe/ más allá del firmamento que se cuaja de
estrellas/ dándole un beso en la mejilla al plenilunio/ reflejado en las
charcas/ Puedo exclamar ahora pacífico/ el destino anónimo que me otorgo/
leyendo tus breñas natal lar/ encendiéndome.”
Poema 15 (Atardéscome): “Recojo en los caminos
aromas frescos amaneceres/ me diferencio con aquellos/ por tener los bolsillos
plenos de cantos rodados/ Mágicos amuletos pétreos/ este gozo bien andado/
Escuchando como va el arroyo/ contándome historias claras/ entre trinos y
zuritas/ bebiendo rocíos en las fondas.”
Poema 11 (Atardéscome): “caminos abiertos de
esta tierra nuestra/ caminarlos con paciencia/ en amanecidas noches/ por las
tardes cuando se cierra el día/ esplendoroso ocaso…”
Poema 02 (Atardéscome): “Una abierta y dulce
sonrisa ilumina la plenitud/ de la alunada medianoche”
DESPUÉS DE LA SÉPTIMA
PUERTA –E.5042009- POETA DE ESTIRPE
SOÑADORA
Poeta hasta el tuétano
de “estirpe soñadora”, tal como reza uno de sus versos en el poema 13
de su libro ATARDÉSCOME.
DESPUÉS DE LA SÉPTIMA PUERTA: Poemas de una madurez reflexiva de
trascendentes cavilaciones sobre el ser, la vida, la muerte… Entre los
infiernos fementidos y el paraíso prometidos:
“Pude
quedarme escuchando esplendorosa música/ de las trompetas de Jericó,/
anunciando tu llegada a la divina luz/ que te propone el paraíso./ Este puma
devorante ángel mío,/ que se yergue siempre me deschavó./ Volví a las
extendidas praderas lilas/ de mi concreta esencia/ vuelto a casa/ reconquisté
la noción de estar soñando.//…/ tomé aliento de las invocaciones de mi estirpe/
fortalecida: de lambras/ diablo fuerte/ palo santo/ por seguir sobre florestas
selvas adoradas,/ venturas que viajan dentro nuestro.// Mis afectos hicieron
este milagro de seguir caminando/ sin importarme lo pasado, el momento fatal.”
Con gran facilidad
entendemos los entornos o las causales de sus ascensiones, la lúdica
fosforescencia o la luz destellante que alumbra, esta vez sí, de verdad, su
evolución hacia campos místicos. Y todo sin dejar de mencionar y amar todos los
elementos de sus querencias, de su entorno.
NUESTRA PROFUNDA Y ÚNICA HEREDAD NATAL
Copiosa fragancia poética en olor a refinadas
remembranzas, personalísimas disquisiciones de su propia niñez, su madre y
algunos detalles de su propia vida, tal vez un accidente que lo llevó a
perpetuos amaneceres espirituales entroncados con jerarquizados versos que se
elevan a una poesía de estéticas sublimes, que tocan por momentos estancias
ascéticas, místicas, no sin dejar sentado su afable apego a las magnificencias
del deseo y el placer carnal:
“¡Ascendí!/ Me atreví/ a palpar la aurora/ en
la más alta cima andina./ Vibrando/ volví en armonía, a esa flor sincera y mía/
aquella recogida de limbos púrpuras,/ esperándome siempre viva./ Puedo decir
consciente;/ conozco la decisión de los dioses./ Las níveas cordilleras
reflejaron mis niñas,/ ya no era el mismo.// Alborozados, festivos, alegres
danzarines/ de nuestra profunda y única heredad natal;/ con sus trajes
milenarios arco iris/ venían a consolarme, a darme el ánimo,/ a alegrarme como
nunca,/ recobrándome la conciencia, estaba al otro lado/ cantando la finitud,
donde fui ordenado/ a ti santa, lúcida palabra, quedándome iniciado/ para
servirte lealmente.”
RECONOCER QUE EL CAMINO ES ARDUO
Es uno de sus tantos
versos, palabras que conllevan la humildad del que reconoce cuán laborioso debe
ser el trabajo poético, aún realizando un despliegue de inspiración y
reconocimiento de los esplendores del folclor provincial, las danzas, los
festejos, sus encantos encarnados en los colores de sus vestimentas, su
identificación y transustanciación, incluso en sus movimientos y andares.
“Tu palabra inquiera/ que sin oscuridad no hay
luz, una parva de fúlgida luz”
Un erotismo sutil de
esclarecidas magnificencias surge en casi todos sus poemas.
“…y verme antes que la carcoma/ pudra estas
carnes,/ que hicieron del gozo íntimo sus efluvios/ el deseo vital su
crepúsculo de oro,/ el deleite de oir el canto de las aves/ lindando el
amanecer casto.// Escuchar el timbre de tu argentina voz/ llamado tuyo/ mi
erecto pasear por tus campos/ de amapolas enardecidas.”
Instintivo y placentero,
emerge siempre en sus versos la euforia, la ley de los gozos creativos y justo
enhebrados a las circunstancias andinas, sus floras entrañables, faunas y
paisajes.
“Digo: es el cuerpo/ que hicieron mis padres/
con los cariños de siempre/ creado entre los artes/ bajo los chaguales, entre
aromas de trébol, pasto mojado, cantutas,/ hierbas santas, verbenas, gualdas
arenas/ frente a eternas nieves contempladas/ escuchando clamar candores y el
goce santo.”
REFERENTES DE UN MAGNETISMO MÁGICO
Enigmático pero pleno
de extasiantes puntos de referencia es el poema donde resalta, exaltado y
nostálgico, ciudades, lugares, ríos o
lagos de restallantes consonancias románticas o sencillamente referentes de un
magnetismo mágico: El Ermitage de San Petersburgo, la Torre Eiffel de París, la
laguna de Paca en Jauja, Rapa Nahui, Estambul, el río Orinoco, el lago
Titicaca, estepas de Siberia, Pekín, Bagdad, Hong Kong, Venecia, Mauritania, el
mar Adriático.
Es decir, la nostalgia
de lugares emblemáticos conocidos ya o aún por conocer y lamentar la
imposibilidad, una vez descarnado, de asistir a tan bellos lugares:
“He dejado lo natural tangible y seré solo
aire/ intangible volátil sin peso./ No poder siquiera ser un suspirar.”
Poemas inspirados
éstos en lo que hubiese dejado de hacer, imposibilitado ya, por la volátil
estructura de su cuerpo inerte ante la contundencia de un accidente malhadado.
La jerarquía alcanzada
en estos poemas, escritos en su convalecencia, dice mucho de la altísima
sensibilidad poética que convierte en trascendentes poemas el dolor, la soledad
y la modorra acumulada en esos largos, extenuantes e incandescentes días, que
se convirtieron en precioso tiempo para la creación, evolución y el ascenso
espiritual del ser humano sufriente.
Y a la par de
nostálgico, no deja de ser irónico:
“Bajo el sombrero diáfano de mi madrastra,
querida niña/ que me contagió sus manías/ de comer maní, pistachos, castañas,
pequeñas alegrías/ grandes albedríos/ y los modales decentes que te
caracterizan/ para ser difícil en los tratos/ con los que no tienen gestos
nobles, galantes.”
O tal vez no lo
abandona nunca ese niño que baiotea permanentemente en su cerebro y en su
corazón, por eso resalta ese poema donde se atreve a enumerar sus juguetes
primigenios inventados con abalorios naturales, tronquitos, piedritas, etc.,
los cuales internados en su imaginación se transformaban en lso más poderosos
sueños de su infancia, combinándolos con las posibles profesiones a escoger,
para dar fin al poema en el incontenible chorro poético de tierna inspiración:
“Y tú, calladito mirando los remansos/ donde
las agüitas hacían los grandes lagos/ de tus visiones/ por ahí entre los musgos/ como las chalguas/ o acogerse
a contemplar/ cómo el día cambiaba de
colores/ entre el espejo de las cochas y tus miradas serenas campesinas.”
DULCE VIOLETA DEL ENCANTAMIENTO
Inspirado en su madre,
bellísimo poema, de acuerdo a la sensibilidad heredada, con la maravilla hecha
infancia y todos los felices recuerdos de esa venturosa etapa.
“Mamá,/ maestra mía/ estás en las alegrías
íntimas/ que llegan con lloros profundos/ para sentir la diferencia/ entre la
alegría plena la tristeza pena./ Ver transparentes cascadas de cariño/ mucho
más,/ que nunca olvido,/ oro derramado en el mar./ La plenitud de saber que
estás al centro/ del plenilunio entregando a tu sombra/ la iracunda violeta
dulce del encantamiento/ tu flor preferida aquella sencilla y humilde/ nativa
de jardines nuestros,/ la añoranza.”
AMANECES CON LAS MISMAS QUIMERAS
El titilar de la
inestabilidad y la relatividad de todo, se muestran en estos memorables versos,
la tentación del fracaso, el acoso de los infortuniosranz, y sin embargo,
oculta la persistencia, la esperanza:
“Dices que un lunes de harto trabajo/ caerás
bajo el real manto de tu porfía/ de insistir en las causas ya perdidas/ las
justas.// (…) Abandonado de dilaciones ciertas/ te llenas de incertidumbres y
amaneces/ con las mismas quimeras”
Remembranzas fugaces
de sus fragorosos años estudiantiles en la universidad:
“Los volantes subversivos entre los cuadernos/
y ese sabor a nostalgia de los cantos/ huaynos/ vagualas/ yaravíes/ mulizas/
huaylarsh/ Los tuyos, la melodía alta de pájaros salvajes”
EL RARO ENSUEÑO DE ESTAR CON VIDA
Versos que aquilatan
la rebosante alegoría poética del sorprendente fraseo DESPÚES DE LA SÉPTIMA PUERTA que da título al libro y que
constituye el principal poemario.
Es la crónica de ese
sentirse entre la vida y la muerte, y ese sabor a nostalgia, el vislumbrar de
algo desconocido. La convincente sensación de estar entre la vigilia-vida y el
sueño-muerte, justo después de un accidente, en plena experiencia hospitalaria
de médicos, quirófanos y salas de recuperación.
“Tomó mi mano la enfermera/ me sacó del raro
ensueño de estar con vida”, “Frente al gran ventanal oscuro/ Es inquirirse/
Encontrar que las puertas se cierran/ Es buscarse en el entrecejo del alma”,
“Cae un sol diablo casi rojo sobre mis cejas./ Vuelvo al valle me encuentro con
mis palabras brotando/ de nimbos y pajarillos/ jilguerando saudades./ Un
microbús me vuelve a tender/ su anzuelo de realidad”, “Agradezco haber quedado
maltrecho/ me hablo/ al contemplarte destrozado cráneo mío”
La valentía y el
coraje, combatir la rabia e impotencia frente al dolor, con mucha poesía y
mucha laboriosidad pensante:
“Saber que vivo más intensamente/ yo que
proclamé sentir la vida adentro/ (…) Me admiro percatándome de los silencios
puros bajo una caverna de cemento/ sin respirar y no salgo del asombro de verme
completo.”, “es una venganza de libélulas/ las que me traen los dolores.”
ESTE REGOCIJO DEL NUEVO DÍA
Un soliloquio fuera de
serie, atrayendo hacia sí retazos de pragmática meditación en venturosa
travesía poética:
“Cuando las dudas ensombrecen las sendas
verdaderas/ que son incólumes de tu cierto pensar/ Ver/ Escribir/ Estar al
acecho/ O en guardia/ de tus menesteres/ abrigándote de cualquier infortunio/…/
entre los meandros de este Mantaro/ Tardo, apacible, que transcurre las
reflexiones/ trayéndote presencias de datos íntegros/…/ Solo quedarán en tus
adentros/ en esplendoroso sol de tarde/ haciéndole ribetes a tu ventura.”
“la contemplación me cogió llorando/ viendo ese
cielo/ hasta cuando tarde los luceros/ me entibiaban el alma/ …/ El amanecer
era escuchar a los gorriones/ en sus nidos,/…/ Ver cómo las acrobacias de los
picaflores/ eran por alegría y sabía que estaban conmigo comulgando/ este
regocijo del nuevo día.”
AUSENCIA – E.42011: PERSISTIENDO EN AMARTE,
ESTA CIEGA NOSTALGIA
Cual otro TRILCE de VALLEJO, poemas cortos, plenos de sonoros versos con ideas que
bordean la experimentación, el creacionismo de vocablos nuevos, la descripción
y el acercamiento al haiku japonés, con mayor espacio :
“Persistiendo en amarte/ Facto tácito
secreto.”, “Laderas de acantilados/ Piqueros cual penas zambulléndose/ en el
líquido y ardiente verano/ soñado/ Ahí estás parado/ tiznado de ternuras
idas.”, “…cantan los himnos/ En el silencio sonoro/ de los ichus titilantes.”,
“crece el río sagrado/ baja desde el atardecer cardenado/ esfumándose felino en
el llano/ cual ordenada flor ciclán nos besa”, “De los encuentros soledosos
como dos sonrisas/ la diminuta resplandeciente flor siempreviva violeta de los
vientos” , “…en un amanecer fundando amplitudes/ a insondables azules
esmeraldados” , “liturgia/ cantiga de
aves/ cielo/ espejeado eco en el lago.” , “Aún cuando sueñan florestas selvas
nuestros ríos gaviotas, picaflores, un olvido entre tus manos./ ¡Un lirio!”
Seis poemarios de Sergio Castillo que marcan un derrotero trascendente y valioso en la poética latinoamericana.
Fuente:
Blogspot ENTRAÑABLE PERÚ de Luis Albitres Mendo