De Necesario silencio a las Siete Estaciones,
Bethoven Medina
Por: Gian Pierre Codarlupo *
A lo
largo del tiempo los poetas han tratado de alcanzar una voz propia. Muchos han
fracasado. El caso que presentamos en esta oportunidad es el del poeta Bethoven Medina Sánchez
(Trujillo, 1960), quien ha sabido trabajar la palabra, construirla, hacerla más
humana y palpable.
Este
ensayo se analizará las coincidencias, o mejor dicho, la búsqueda constante de
BM a través de la poesía.
Desde
los trece años empezó a escribir versos. A los quince años ganó su primer
concurso de poesía a nivel escolar en su ciudad natal. Su infancia estuvo
signada por el estudio y el trabajo. De canillita y lustrabotas pasó a poeta y
crítico en diarios trujillanos como La
Industria y el Suplemento Literario del vespertino Satélite. Asimismo, cuando fue estudiante de secundaria obtuvo
premios de periodismo escolar y oratoria.
En
1976, con otros estudiantes de educación secundaria, formó el grupo literario Nuevo Amanecer junto a Adán Cabanillas,
Mario Cruz Nery, Wilson Jaime Barreto, y Diomedes Morales. Seguidamente se
incorporaron Franco Chico Colugna, Mercedes Cáceres Salaverry, José Pinedo
Pajuelo, Jaime Chiguala Peche, Manuel y Milene Alfaro Alfaro, Alberto Escudero,
Carlos Cerna Bazán, Alberto Sánchez Niño y Raúl Pastor Gálvez, entre otros
jóvenes creadores.
Nuevo Amanecer es
un “grupo desacomodado, sin coherencia política” (Gonzalo Espino, 1981). No
tiene la trascendencia como tuvo el Grupo Norte, un grupo sólido y maduro de
donde salieron Vallejo, Spelucín, Orrego. Lo más importante de Nuevo Amanecer es la obra personal de
sus integrantes, por ejemplo, en poesía: Bethoven Medina, Franco Chico y José
Pinedo; en narrativa: Adán Cabanillas; periodismo: Carlos Cerna y Diómedes
Morales. Se debe indagar los trabajos aún inéditos de Manuel Alfaro, Mercedes
Cáceres, Diómedes Morales y Carlos Cerna. Este grupo realizó actividades
culturales, destacando La Semana del
Poeta, evento que más tarde desaparecía (1978). Medina desde los 15 años se
vinculó con poetas de Cuadernos
Trimestrales de Poesía: Marco Antonio Corcuera, Horacio Alva Herrera, Julio
Garrido Malaver, Carlos H. Berríos y del Grupo
Trilce: Juan Paredes Carbonell, Santiago Aguilar, Rogelio Gallardo, entre otros,
de quienes asumió la pasión por la literatura.
En
1977, Medina no solo era una promesa de la literatura regional y nacional, sino
también el destacado estudiante que obtuviera el Premio de Excelencia en la GUE
José Faustino Sánchez Carrión INA Nº 04. Este mérito le valió para ingresar
exonerado en el examen de admisión 1978, en la Universidad Nacional de
Cajamarca en la Facultad de Ciencias Agrarias. En la nor andina ciudad de
Cajamarca, consolida su hermandad literaria con el reconocido poeta Manuel Ibáñez
Rosazza y comparte actividades literarias y culturales con los docentes,
creadores y críticos literarios Saniel Lozano y Luzmán Salas. En 1978, en las
aulas universitarias junto a Fransiles Gallardo Plasencia y Manuel Alcalde
Palomino, estudiantes de Ingeniería Civil, forman el Grupo Literario Raíz Cúbica de meritoria labor cultural
en la Ciudad del Cumbe. A este grupo se incorpora Ángel Gavidia Ruíz, Darío
Estrada Saldarriaga y Walter Terrones Mendoza.
Medina
Sánchez es ingeniero agrónomo de profesión, con una maestría en finanzas,
periodismo y poeta por vocación. (González Aguilar, 2005, págs. 27, 28, 29, 30)
El poeta Alberto Alarcón, ha dicho sobre el
primer libro de Medina: Necesario silencio para que las hojas
conversen:
Se
trata de un poema sinfónico, de un texto cíclico, imposible de mutilar. En este
canto que es un homenaje a la madre muerta y un retorno a la arcadia perdida,
Medina Sánchez pone en juego todo su andamiaje espiritual y literario, sin
dejar ni una sola fisura, demostrando al mismo tiempo su desconcierto, su
tortura interna, los dolores propios de quien anhela expresar a cabalidad su
mundo subjetivo. Esto va a ocurrir a lo largo de toda su obra, por lo que hay
que detenerse brevemente en una primera apreciación: todo el corpus poético de
Medina Sánchez oscila entre lo lírico y lo épico. (Medina Sánchez, Antología Esencial, 2005, págs.
9,10).
Leyendo
a BM, nos atrevemos a decir que, lo que predomina en su poesía es lo lírico, la
phanopeia. Y como ejemplo, citaremos algunos versos de su primer libro Necesario
silencio para que las hojas conversen: “cuando el país es un caballo herido que corre-cae-corre/ la espuma
raspa en mi lengua la esperanza de los sin nada”. (Medina Sánchez, 1980, pág. 15)
Aquí
la imagen también es una identificación con los que menos tienen, con los
desposeídos. Esta idea se repetirá en casi todos los libros de BM, y no nos
referimos a todos los poemas que pueden conformar el libro, sino que se
manifiestan de forma espontánea pero contundente en cada uno. Citaremos ahora unos versos del libro Quebradas
las alas: “No se puede vivir
cuando los zapatos están encadenados a muros / y nuestros brazos cansados de
remar / son rasguñados por osos del zoológico de la Patria / -no obstante- / sé
que algún día de estos / serán enormes pinos creciendo en mi corazón /
dispuestos siempre a solucionar este teorema social”. (Medina Sánchez, 1983, pág. 27)
Bethoven
Medina tuvo que vivir una infancia dura, vendiendo periódicos o trabajando en
cualquier otro oficio. No podemos desligar su poesía de su vida, con sus
ideales de justicia, libertad, amor y espiritualidad. Su primer libro está
inspirado en un accidente casi mortal que tuvo su madre y en el fenecimiento de
una tía muy cercana al poeta. Es por eso que es un canto a la madre muerta un
testimonio desgarrador sobre la infancia, que ya venía siendo escrito desde que
Bethoven tenía 16 años, un trabajo que le demandó cerca de tres años. El
sentimiento de igualdad con lo los oprimidos se debe a la situación que le tocó
vivir el autor, pues viene de una familia de clase media baja, y nos damos
cuenta de esto citando algunos versos: “Te
alegraste cuando aprendí a amarrarme el zapato / a saludar a mis tíos / a
diciembre sin juguete alguno / verano rompía monedas y abrazaba a las paredes
de la vida” (Medina Sánchez, 1980, pág. 22).
La
década de los 80` y 90` significó en el Perú una masacre por parte de Sendero
Luminoso y el terrorismo de estado. De estos tiempos los poetas más
representativos serán: José Antonio Mazzoti, Eduardo Chirinos, Jorge Eslava,
Bethoven Medina, Gonzalo Espino, Pedro José Granados, Sui Yun, Oswaldo Chanove,
Dante Lecca, Raúl Mendizábal, Roger Santiváñez, Pedro Escribano, Boris Espezúa,
Raúl Zárate, entre otros. En este punto debemos manifestar que a diferencia de
sus contemporáneos, BM no cae en el coloquialismo, sino que su búsqueda es una
poesía del orden, de la armonía, para hallar aquello que tanto le falta,
aquello que ni siquiera imagina pero que debe seguir buscando a cualquier
costa.
El
libro Expediente para nuevo juicio, será una combinación entre la historia
de la llegada de los españoles invasores a Cajamarca y la sutileza de un amor
que se va: “Atahualpa, / el conquistador
te cogió de los pelos y fuiste prisionero. / Boquiabiertos, lanzas en sus
estómagos aún indómitos / toda sangre quedaron regados en el suelo”. (Medina Sánchez , 1998, pág. 46)
Y
estos versos de nostalgia: “Pintor de tu
cuerpo soy amada / y en algún puerto mi corazón te extraña” (Medina Sánchez , 1998, pág. 33).
Este
libro ha sido formulado como una tesis
de investigación universitaria reivindicando la historia a través
de la relación de una pareja, como pretexto para recuperar la identidad. Y
justo el título es esa sugerencia, de examinar la historia y recuperar nuestra
idiosincrasia como pueblo.
El
tercer libro de Medina, Volumen de Vida, vendrá a confirmar
su valía como poeta, como verdadero orfebre de la palabra. Este poemario fue
galardonado con el Premio Internacional de Poesía “Mairena” (Puerto Rico,
1985). Ya no hablamos de un escritor de nivel nacional, la poesía de BM hace
tiempo que ha traspasado las fronteras. Un libro que contiene 14 poemas donde
notamos la contemplación a la vida, ya no la juventud ni la infancia, sino algo
mucho más trascendental en la existencia de todos los seres humanos: el propio
vivir.
Al
autor se le descubre otra vez usando los números, por cuanto este libro está ordenado de
forma descendente partiendo desde el número 3 hasta el 1. ¿Qué hay después de
esto? La respuesta es obvia, y quizá lo hace porque a veces la vida es redonda
y devastadora como un cero, inútil. Al mismo tiempo este es un sentimiento de
vida, nos dice que es dura, terrible, pero que siempre vale la pena seguir
luchando por algo, por lo que crees, y Medina vive por y para la poesía.
Otra
de las constantes en el corpus poético del vate trujillano, será su similitud a
la naturaleza y su amor a la tierra: “Hombre
manifestación de plantas que no pudieron ser pájaros / y giro dentro mío
agarrándome el coral latiendo entre rumores”. O estas líneas: “Estoy en la tierra con el mismo derecho que
un árbol tiene / para crecer / Luego del sueño coger mi armazón y decir que
existo en / parte futura” (Medina Sánchez, 2011, pág. 29).
Lo
interesante de este libro es que aquí hay un ahorro del lenguaje y Medina le da
vuelta a las palabras para forzarlas a decir lo que realmente quiere. Es como
si obviara algunas de ellas. Por ejemplo para decir: “En tus ojos memoricé la melancolía de pescadores”, Medina suprime
el lenguaje y dice: “En tus ojos memoricé
melancolía de pescadores” (Medina Sánchez, 2011, pág. 30). Y en otras
ocasiones pareciera que utiliza al revés las palabras: “Ganas de salir gritando me abundan” (Medina Sánchez, 2011, pág. 19).
La
experimentación con el lenguaje en todas sus formas vendrá con el libro Y
ante niegue sus luces el sol,
que marcará un cambio radical en la poesía de Bethoven Medina,
utilizando un tono conversacional: “El
Perú es más que mapita de cuaderno escolar / determinado por crayolas en costa
sierra y selva / y labios- violetas- guirnaldas / es la luz misma que alumbra
mi vida” o “Se manifiesta la lluvia en tu voz cuando eres reo de ti”. (Medina Sánchez, 2003, pág. 29)
El
proceso de producción recorrido por el autor nos conduce a ubicar como
referente la propia historia peruana republicana, vislumbra: dramática,
ambivalente, tensa y zigzagueante. No se trata, entonces, de un referente
ficticio, idealista e imaginario, sino enteramente histórico y real, como para
reafirmar el principio según el cual la literatura parte siempre del
enfrentamiento del escritor ante la realidad.
A
partir de dicho referente, Bethoven construye un universo literario correlativo
al histórico, pero dotado de su propia organización y estructura interna, cuyas
partes medulares son las secciones: <>, <> y <>, cada una de las cuales preside el
desarrollo de una poesía simultánea y paralela a los versos de la canción de la
patria, pero no con un seguimiento lineal o sucesivo, sino quebrando a partir
de la cuarta estrofa, de manera que el contenido sigue su desarrollo alterno y
casi contrapunto, pues, por un lado se desarrollan los versos y poemas; y por
otro, cada composición concluye en un verso tomado de la mencionada estrofa y
de las siguientes.
El
contenido temático es el enjuiciamiento, reflexión y comentario crítico del proceso
de la historia peruana traspasada de tradición, hechos rituales, frases
aprendidas, lugares comunes… Y también de mitos, falsedades y controversias. (Lozano Alvarado, 2006, pág. 109)
Hay
varias formas de leer este libro: la primera es leyéndolo poema por poema, la
segunda es leyendo los títulos que aparecen en la parte superior e inferior de
las página, y la tercera es leyendo el índice de forma constante, como si fuese
un solo canto.
El
poemario que es fundamental para comprender la búsqueda de Bethoven Medina es El
Arriero y la Montaña Bajo el Alba, que fue escrito en varias zonas de
la sierra del Perú, pasando por Cajamarca, Huamanchuco y Santiago de Chuco. En
este libro BM nos ofrece su concepción de la vida y el universo, la muerte, la
soledad, la historia y los designios de todo un conjunto de personas.
“El universo existe porque lo pienso y
defino, / constelación tras la montaña”. (Medina Sánchez, 2008, pág. 24)
“Y es sensato preguntar / hasta cuándo
el Hacedor / nos mantiene en la curva elíptica / y cuáles son sus planes / de
una buena vez”. (Medina Sánchez, 2008, pág. 35)
Aquí
una muestra de cómo se trabaja realmente la phanopeia en la poesía: “Si algún día / una gaviota en su vuelo, /
escribe que he muerto, / pregunten / a / las
olas / dónde / me / dejaron” (Medina Sánchez, 2008, pág. 120). O esta idea de
encontrarnos a nosotros mismos: “en esta
época, aún nos faltan alas para volar al fondo de / nosotros” (Medina Sánchez, 2008, pág. 143).
Citaremos
unos versos de cómo se presenta la búsqueda del origen de todas las cosas en el
universo poético de Medina: “Nadie podrá
definir su cuerpo, / ni aún los pájaros que lo surcan; / su origen, / es tan
antiguo como el nacimiento de la misma nada” (Medina Sánchez, 2008, pág. 172)
Como
nos hemos dado cuenta la poesía de BM utiliza un lenguaje que se mezcla entre
lo cataverusa y lo demótico, teniendo en cuenta el predominio de lo primero,
demostrando ser un poeta que rompe con cualquier tipo de formalismos.
Uno
de los más importantes poetas contemporáneos, distinguido con numerosos premios
locales nacionales y extranjeros. En el proceso de la literatura peruana la
poesía de Bethoven es una permanente búsqueda de nuevos recursos expresivos
capaces de corresponder a su concepción
original de la vida regida por principios esotéricos. (Lozano Alvarado, Literatura Regional de La Libertad,
2009, pág. 195)
Con
este libro, Medina Sánchez reafirma el ideal de José María Arguedas:
Y
tal día vendrá de todos modos. Lo indígena está en lo más íntimo de toda la
gente de la sierra del Perú. La vergüenza de lo indio, creada por los
encomenderos y mantenida por los herederos de estos hasta hoy, será
quebrantada, cuando los que dirigen el país comprendan que la muralla que el
egoísmo y el interés han levantado para impedir la superación del pueblo
indígena, el libre desborde de su alma debe ser derrumbada en beneficio del
Perú. Ese día aflorará, poderoso y arrollador, un gran arte nacional de tema,
ambiente y espíritu indígena, en música, en poesía, en pintura, en literatura,
un gran arte, que, por su propio genio nacional, tendrá el más puro y
definitivo valor universal. (Arguedas Altamirano, 1989, págs. 17, 18)
Cuando
se publica en 2012 Ulises y Taykanamo en Altamar, BM vuelve nuevamente al tema del
amor como parte de su corpus poético: “Entre
tanto, vives en mí, / aún cuando en mi carne has muerto. / Olvidándote, vives
más en mí, / eres la propia soledad” (Medina Sánchez, 2012, pág. 48).
Aquí
el estilo del autor es directo, con poemas largos que son como un vaivén, pues
es la historia paralela de Odiseo y Taykanamo que significa: “El que toma el Saber de la lluvia”. Nuevamente hay una
identificación con la historia y ganas de reivindicar lo nuestro. Esto se
repetirá constantemente y vendrá de la mano por rescatar a otros poetas, ya que
en todos los libros de Medina vienen citas de autores nacionales, dándoles un
espacio y decir que todos pueden salvarse del olvido. Como dijo alguna vez
Valdelomar: “Para salvarnos del olvido basta que un alma nos comprenda”
Nos
detendremos un poco más en el libro Éxodo a las Siete Estaciones, porque
es un libro que ha sido trabajado durante treinta años, y ha sido incluido en
la lista de los mejores del año 2016, y calificado como poesía de alta calidad
según el crítico literario Ricardo
Gonzáles Vigil.
Bethoven
Medina nos presenta Éxodo a las Siete
Estaciones, libro que Marco Martos ha considerado “insólito” dentro del
panorama de la literatura peruana.
Para
los que conocen la obra poética de BM, sabrán que es un poeta bastante
original.
Desde la aparición de su primer libro: Necesario silencio para que las hojas conversen, hasta este último,
su voz ha atravesado distintos procesos, pero el canto a la esperanza y a la
redención de los seres humanos no ha cesado.
El
poeta y crítico francés Pierre Reverdy escribió: “El poeta está en una posición
difícil y a menudo peligrosa, en la intersección de dos planos de filo
cruelmente acerado, el del sueño y el de la realidad” (Reverdy, 1927)
En
este sentido, Medina busca el origen de todas las cosas, la gestación del
propio universo, el arché que tanto fascinó a los griegos. Nos atrevemos a
afirmar que para Bethoven Medina el arché es el ápeiron del que nos habló
Anaximandro. Y nos lo advierte desde la primera línea: “busco azorado el origen
como si me siguieran”. (Medina Sánchez, 2016, pág. 19)
En
este libro las tendencias poéticas que hallamos con mayor fuerza son la
phanopeia y la logopeia. Es decir, los versos nos llevan inmediatamente a una
imagen, y esta misma imagen nos lleva a una idea, como en estos versos del
poema Martes: “Levanto la frente, / y
suspiro hondamente hasta producir alas” (Medina Sánchez, 2016, pág. 49).
Aquí,
la idea de libertad a pesar de los obstáculos. El ser humano acepta los golpes,
sin embargo, moldea su destino. Es por eso que produces alas.
Bethoven
Medina hace de su soledad una soledad universal, y nos identificamos con él:
“Me aferro a temblores que me unen, / y la
soledad -tropel de penas- se clava bajo piel, / la cual me cubre cuando soy
feliz, / escuchando pájaros que cantan en mis hombros” (Medina Sánchez, 2016, pág. 49)
El
poeta nunca abandona su condición de creador, y por eso constantemente busca la
belleza. Medina es consciente de esto y nos dice: “La voz se modifica como arcilla al fuego” (Medina Sánchez, 2016, pág. 109). Esta línea nos
recuerda a lo que escribió el poeta mexicano Octavio Paz de trabajar las
palabras hasta hacerlas chillar, y justamente el trabajo del poeta es hacerlas.
Y aquí un verso fulminante sobre esto: “En
cada palabra mía, cae la lluvia y estalla en luces”. (Medina Sánchez, 2016, pág. 109)
No se equivoca el poeta piurano Roger
Santiváñez al decir que la madurez poética de Bethoven Medina lo ubica en un
sitial de expectativa en el concierto de la poesía latinoamericana de hoy.
Éxodo a las Siete Estaciones
no es tan solo un libro bien elaborado, es la cosmovisión de un hombre que no
ha caído en la superficialización, que –tomando un verso de su libro Volumen de Vida- ha “caminado
lo suficiente como para ser un puerto”, que sabe que somos más que un
cuerpo y que en la naturaleza y el conocimiento ancestral se puede hallar el
génesis del universo y de nosotros mismos.
Tal
vez por esto la poesía de BM llega-y en este punto extraigo un verso de Vicente
Aleixandre-, “allá, donde el mar no golpea”.
· Gian Pierre Codarlupo,
(Paita, 1997) estudiante de Lengua y literatura de la
Universidad Nacional de Piura. Pertenece a la ASAP (Asociación Artística Paita)
y es miembro del Círculo Literario “Tertulia Cero”. Ha publicado el libro “Bajo
el delirio y el olvido”. Actualmente se prepara para no ser olvidado.
Bibliografía
Arguedas
Altamirano, J. M. (1989). Canto Kechua (2da ed.). (J. M. Arguedas
Altamirano, Trad.) Lima: Editorial Horizonte.
González Aguilar, H. (2005). Fondo de la Palabra
en la poesía de Bethoven Medina. Trujillo: Papel de Viento Editores.
Lozano Alvarado, S. (2006). Escritores de La
Región La Libertad. Trujillo: Municipalidad Prvincial de Trujillo.
Lozano Alvarado, S. (2009). Literatura Regional de
La Libertad. Trujillo: Fondo Editorial de la Universidad Privada Antenor
Orrego.
Medina Sánchez , B. (1998). Expediente para nuevo
juicio. Lima: Arteidea Editores.
Medina Sánchez, B. (1980). Necesario silencio para
que las hojas conversen. Trujillo: Editorial Cuadernos Trimestrales de
Poesía.
Medina Sánchez, B. (1983). Quebradas las alas.
Lima: Editorial Cuadernos del Hipocampo.
Medina Sánchez, B. (2003). Y antes niegue sus
luces el sol. Lima: Arteidea Editores.
Medina Sánchez, B. (2005). Antología Esencial.
(A. Alarcón, Ed.) Trujillo, Perú: Ediciones PETROGlifo; Grupo Editorial Huaca
Prieta.
Medina Sánchez, B. (2008). El Arriero y la Montaña
Bajo el Alba. Cajamarca: Editorial Universidad Nacional de Cajamarca .
Medina Sánchez, B. (2011). Volumen de Vida
(2da. ed.). Trujillo: Orem.
Medina Sánchez, B. (2012). Ulises y Taykanamo en
Altamar. Cajamarca: Editorial Universidad Privada Antonio Guillermo
Urrelo.
Medina Sánchez, B. (2016). Éxodo a las Siete
Estaciones. Cajamarca: Martínez Compañón Editores S.R.L.
Medina Sánchez, B. (25 de Enero de 2017). Bethoven
Medina, apuntes de un orfebre. (G. P. Codarlupo Alvarado, Entrevistador)
Piura.
Reverdy, P. (1927). Le Gant de Crin. (A.S.B.,
Trad.) Paris: Gaetan Picon.
Santiváñez, R. (3 de Diciembre de 2016). La
Repúplica. Recuperado el 14 de Febrero de 2017, de La República: http://larepublica.pe/impresa/ocio-y-cultura/827349-bethoven-medina-en-el-concierto-de-la-poesia-latinoamericana