CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRAConstrucción y forja de la utopía andina2016 AÑOCONSTRUCCIÓN DE CONCIENCIAY CONCRECIÓN DE SOLUCIONESMARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER,LA POESÍA, EL TEATRO Y EL NACIMIENTODEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJOCAPULÍ ESPODER CHUCO
SANTIAGO DE CHUCOCAPITAL DE LA POESÍAY LA CONCIENCIA SOCIAL
*****¡GRACIAS HERMANOS VALLEJIANOS DEL MUNDO!POR COMPARTIR CONMIGO ESTA BELLAPEREGRINACIÓN DE AMOR
Por quinta vez he vuelto al lado de Capulí, Vallejo y su Tierra. Y volveré cada año mientras mi salud y mi bolsillo me lo permitan. Este es un pueblo mágico, se escucha en una esquina, en una ventana, tras cómplices postigos, cuentos y cantos con la resonancia del misterio y del encanto. También se escucha en la voz de los poetas, que viene del silencio, del viento y de los sueños, del amor que fue fortuito o desgraciado, de la luz y de la sombra.
El lenguaje no cambia de residencia, sólo cambia de personaje; por eso los poetas serán eternos en Nuestro Amado Pueblo, porque aquí se respira poesía. Y es tan cierto lo que digo, que Santiago de Chuco ha sido designado como la Capital de la Poesía del Perú. Y esa poesía sigue viva en esta memoria antigua, viva y presente, porque la memoria es como el campo donde se siembra, donde se recoge el maíz. Como una buena tierra fértil que restituye las imágenes, le pone piedras a las calles, acomoda las tejas de la niñez y de la adolescencia y suelta la imaginación.
No quiero que pregunten hoy dónde queda Santiago de Chuco. Quiero que pregunten por su alma, por su esencia, que se puede presentir en su tierra, en sus ríos, en su serranía. En sus hermosas cataratas, en sus maestros y poetas y en las páginas que sobre su paisaje y su gente escribiera con tinta indeleble nuestro amado Vate Universal César Abraham Vallejo Mendoza. ¡Gracias Capulí! ¡Gracias Hermanos Vallejianos del Mundo! Por compartir conmigo esta bella peregrinación de amor.
MAIGUALIDA PÉREZ GONZÁLEZ
Venezuela*****PRÓXIMA ACTIVIDADDE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRANACECÉSAR VALLEJO
FOLIOSDE LAUTOPÍA
Danilo Sánchez Lihón
1. LámparasencendidasLas tiendas de mi pueblo enclavado en los andes del Perú, a estas horas son el único amparo y salvaguarda ante la oscuridad reinante en el universo.Donde ha desaparecido hasta el perfil de los cerros que eran nítidos al atardecer, y más aún el contorno delineado de los montes en la dirección por donde se oculta el sol.Proyectan las tiendas una luz amarillenta que se arrastra hacia la vereda y se extiende hacia la calle empedrada y que se alarga como si fuera la orilla de un océano, playa en la cual nos guarecemos del arcano y la ceguera tenebrosa en que se ha sumido el cosmos.Son las tiendas un lugar en donde vamos a encontrar una lámpara encendida y una voz que aunque mortecina nos salve de esta lobreguez y esta orfandad por el hundimiento del mundo sumido en una oscuridad tupida, lúgubre e intrincada.2. Mañanaven– Buenas noches don Elpidio.Y la muchacha que lo busca ella misma se contesta:– ¡No está! ¿No hay nadie? ¡Seguro estará por adentro! ¡Don Elpidio! ¡Don Elpidio!– Sí. Ya voy. Un momentito.– Buenas noches, don Elpidio. Véndame sal.– Sal no hay a estas horas. Mañana ven temprano y ha de haber.– No sea supersticioso, don Elpidio. ¡Véndame sal! No creerá que por vender sal en la noche le va a traer mala suerte.– Te prestaré un poco de sal, si quieres. Pero venderte no.– Entonces présteme un poquito como para aderezar mi comida. Una o dos cucharaditas.3. Titilala luz– ¿Tan poquito?– Nada más y mañana que vengo a comprar, ahí nomás me lo disminuye en el peso.– ¿Has traído tu pocillo?– No he traído nada.– Tráelo entonces, porque si no va a parecer que te vendo y se sala mi tienda.– ¡Ay! ¿Tanto cree usted en esas cosas? Démelo entonces en mi mano, porque a nadie se le despacha sal en la mano.– ¡Y si te resbalas y se te cae la sal! ¡Eso es desgracia!– No me voy a resbalar. ¡Y ya deme la sal que mi olla se quema!Y mientras la atiende titila la luz tras el tubo tiznado de la lámpara sobre la vitrina del mostrador.4. Volandoen el vientoDurante el día las tiendas de mi pueblo del umbral hacia adentro su suelo de antiguas baldosas es frío por la sombra que las envuelve.Y siempre detrás del mostrador hay alguien que palpita, que a veces de una señora que teje; otras veces es un señor que cose bien arropado, con sombrero hundido e inclinado hacia el suelo tras el alto mostrador.O, a veces, es alguien que solo está ahí, sin tejer ni coser, pero para respondernos tiene que volver volando en el viento y desde muy lejos porque es una anciana ya abstraída.– Y estos alfajores ¿de qué son, señora?– De camote, niño. Y están frescos. Recién me lo ha traído doña Santitos, quien los hace.– A ver, véndame uno para probar.5. La cifraexactaLa señora se levanta y pareciera que la cintura se la hubiera endurecido porque no deja de andar inclinada.Primero desaparece por la puerta y escucho que rebusca algo en la cocina. Luego aparece con un plato de porcelana de flores azules y amarillas sobre un fondo desportillado. Y allí pone el alfajor.Me lo alcanza y otra vez desaparece a tejer pegada al suelo. Pago y ella rebusca monedas de veinte y diez centavos en una calabaza desteñida y ya gastada de tanto manotear para ver si en su fondo hay los céntimos a fin de dar la cifra exacta que como sea trata de completar.Como las monedas todavía no alcanzan manotea por lo alto de otro armario y encuentra un frasco de vidrio de donde extrae dos monedas oscuras y polvorientas.6. Tiemposya lejanos– ¡Está muy rico el alfajor! Mejor deme todo lo que alcanza con el vuelto.Allí se endereza un poco más la señora, devuelve las monedas a su sitio y extendiendo un papel blanco mate, “papel de despacho”, que alisa diligente con sus manos arqueadas, me acomoda cuatro alfajores. Y los envuelve con delicadeza que no sabré nunca pagar, y que no sé si es efecto de su amabilidad o de lo débil de sus fuerzas.– Muchas gracias, señora.– No has de qué niño, que Dios lo bendiga.En cambio en la tienda de abarrotes, hacia delante están ordenados los costales de granos y cereales. También hay costales de achiote, de hojas de coca, de maíz para chicha, de yuca, de cereales. Y en las paredes de los costados carteles de propaganda de productos de tiempos ya lejanos, que ya no existen ni se expenden.7. Olvidadasen el tiempoY ahora que he regresado a mi pueblo después de tantos años es igual e idéntico– ¿Tendrá pilas para linterna, señor, señora?Nadie contesta, nadie está. Salgo a la puerta y la señora que barre al frente me dice:– Debe estar regando en su huerta. Tiene que llamar o tocar más fuerte.Pasado un rato por fin aparece con su mirada ingenua y transparente con briznas de flores en la frente.– No hay pilas, se me han acabado. Quizás en alguna tienda del mercado. Pero más seguro en la tienda de don Artidoro, a tres cuadras de la Plaza de Armas, yendo al panteón.¡Tiendas de mi pueblo! Olvidadas en el tiempo. ¡O, sin tiempo! Con otro ritmo y compás. Refugios, islas. Llenas de creencias y supersticiones, parte del alma de mi pueblo.*****El texto anterior puede serreproducido, publicado y difundidocitando autor y fuenteTeléfonos: 420-3343 y 602-3988dsanchezlihon@aol.comdanilosanchezlihon@gmail.comObras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.comEditorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.comEditorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.peEdiciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.comEdiciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es*****CONVOCATORIA
XVII ENCUENTRO INTERNACIONALCAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRATELÚRICA DE MAYO, 2016LIMA:MARTES 24TRUJILLO:MIÉRCOLES 25OTUZCOJUEVES 26HUAMACHUCOJUEVES 26SANTIAGO DE CHUCO:VIERNES 27SÁBADO 28CACHICADÁNDOMINGO 29TODO EN EL MESDE MAYO, 2016*****PÁGINA WEBHACER CLIC AQUÍ:http://spanport.byu.edu/faculty/GarciaM/new/Capuli2015.htmDIRECCIÓN EN FACEBOOKHACER CLIC AQUÍ:*****Teléfonos Capulí:420-3343 y 602-398899773-9575capulivallejoysutierra@gmail.comSi no desea seguir recibiendo estos envíosle rogamos, por favor, hacérnoslo saber.Santiago de Chuco - Foto: Nalo AB