martes, 29 de octubre de 2013

EN OCTUBRE SON LAS EXCURSIONES: BAJO ARCOS DE FLORES - POR DANILO SÁNCHEZ LIHON

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2013 AÑO
EVANGELIO VALLEJO DE LA SOLIDARIDAD
Y UNIVERSALIDAD DEL MUNDO ANDINO
 
OCTUBRE, MES DE LA SALUD,
LA ALIMENTACIÓN, LA GESTA
DE ANGAMOS; VIDA Y EJEMPLO
DE MARIO FLORÍAN Y LUIS
DE LA PUENTE UCEDA
 
*****
 
29 DE OCTUBRE
 
 
EN OCTUBRE
SON LAS
EXCURSIONES
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
 
BAJO
ARCOS
DE FLORES
 
 
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
Anaranjadas enjalmas
ponía el sol sobre el lomo
violáceo de los cerros.
Felipe Arias Larreta
 
 
1. Relucen
los escarpines
 
EI maestro, con el brazo en alto y la voz enérgica da la última orden:
 
– ¡Marchen!
 
Los tambores de la Banda de Guerra retumban y remecen las últimas estrellas de la noche. 
 
Las sombras espesas bajo los aleros de las casas parecen huir, pero se quedan enredadas en los carrizos y cerchas de los muros.
 
Delante de la Banda de Guerra, que hace resonar sus cornetas despertando a los gallos dormidos, los alumnos de la escolta levantan el paso dejándolo caer con un golpe seco y parejo en el empedrado. 
 
En la penumbra relucen los escarpines blancos, subiendo y bajando.
 
A cierta distancia va mi hermano mayor, montado en un caballo jaspeado, portando el gallardete ganado por la escuela hace diez años.
 
2. Marchan
adelante
 
Detrás de la banda, una columna de alumnos de quinto y sexto grado, en perfecta alineación, marchan con sus uniformes de campaña.
 
Todos llevan una frazada enrollada pendiéndoles de un hombro y cruzándoles el pecho. Y una mochila repleta de atuendos.
 
Le sigue la Cruz Roja donde llevan lo más minucioso en caso de hacerse heridas: 
 
Camillas, esparadrapos, agua oxigenada, aseptil rojo, frasquitos de agua florida, ungüentos y sueros.
 
En el frío amanecer los seguimos callados y llorosos. 
 
Marchan adelante y nosotros los seguimos atrás, viéndolos alejarse bajo sus cascos de juncos, tejidos por ellos mismos hace meses en la escuela.
 
3. Les responde
turbada
 
Cerrando la formación van veinte caballos listos para recoger a los heridos. A los enfermos, a los desmayados, a los picados de culebras. A los atacados por tercianas, retorcidos por cólicos de barriga o rodados por las laderas.
 
¡O caídos en los abismos!
 
Porque atravesarán lugares abruptos, hondonadas de miedo y alturas de vértigo.
 
Son los excursionistas del Centro Viejo 271. 
 
Van camino a Angasmarca, Tulpo, Mollepata, Consuzo y Tamboras, lugares de fábula y casi inaccesibles.
 
– ¡Doña Elvira! ¡Válgame Dios! ¡Cómo deja ir a su hijito, tan chiquitito! –Ya le reprochan a mi madre unas señoras.
 
– ¿Es el mayor?
 
– Sí, es el mayor. El menor se queda conmigo. –Les responde turbada, señalándome a mí y apretándome la mano.
 
4. Las cuevas,
la nieve
 
Días antes, al no poder convencer a mi padre, mi madre había recurrido a mi abuela, la mamá de mi papá:
 
– ¡Cuarenta días con sus noches estarán por esos temples y esas jalcas! Los demás ya son grandes y hasta viejos son. Van ya hombres hechos y derechos. Pero mi hijo, ni siquiera cumple ocho años. ¡Cómo va a llevarlo su papá! –Le dijo llorando.
 
– ¡Déjalo que vaya! –Ha respondido lacónicamente la abuela.
 
Pero mi madre no ve que su cuerpo se ha sacudido.
 
– Me dan miedo los ríos que tienen que cruzar a nado, las cuevas, los desfiladeros, la nieve que cae por esas punas. Tampoco hay agua por los caminos. ¡Los demás ya son grandes!
 
– ¡Si su padre quiere llevarlo, que lo lleve! –Concluye, sin que también le invada el temor y la angustia, porque es su nieto querido. Pero no deja que mi madre vea que ella tiembla.
 
5. El aliento
nos falta
 
Y con eso la decisión era definitiva, pues la palabra de mi abuela era ley para mi madre.
 
Los caballos se encabritan. Algunos relinchan y otros alzan la cola y se zurran al amanecer en las piedras.
 
Sobre ellos van las gruesas lonas que servirán de telón en las veladas. 
 
Sobre ellos van los atuendos de los actores, los instrumentos musicales de la orquesta, los mil detalles de cada número de la velada.
 
Sobre ellos van las chompas, balones e implementos del equipo de fútbol y de básquetbol. 
 
Sobre ellos van las banderas y los cofres con la tierra de Santiago de Chuco para donar a las escuelas que salen a recibirlos a las afueras de los poblados. 
 
Cuando ya no podemos alcanzarlos, porque el aliento nos falta, nos detenemos en una curva del camino.
 
6. Los asientos
vacíos
 
Las mujeres se llevan la mano al pecho tratando de sosegar la agitación. 
 
Y con la otra se despiden de sus hijos, hermanos o sobrinos. 
 
Después restriegan sus ojos con sus pañolones.
 
Mi madre, de pie, musita: 
 
– ¡Cuídalos, Dios mío!
 
Siento la presión de su mano cuando se despide de mi padre y de mi hermano que se pierden camino abajo. 
 
A media mañana, cuando ya no podemos ver nada por los senderos lejanos, volvemos lentamente a nuestra casa.
 
Es hora de almorzar y nos sentamos a la mesa, pero los asientos vacíos hacen un nudo en nuestras gargantas. Y no nos dejan pasar los alimentos.
 
7. Mis pasos
resonaban
 
Las primeras semanas no sabemos nada de ellos. 
 
Pero poco después las noticias empiezan a llegar llenas de triunfo: 
 
– Las escuelas de Angasmarca salieron a recibirnos. 
 
– Ingresamos bajo arcos de flores en Tulpo.
 
– El equipo de fútbol vence en todas las competencias. 
 
– En cada pueblo tenemos que repetir las veladas porque la gente quiere verlas dos o más veces. 
 
– Las autoridades nos declaran hijos ilustres.
 
Pero para mí, nunca las habitaciones de la casa me habían parecido tan grandes y la vida tan silenciosa y tan sola. 
 
Mis pasos resonaban en la sala y podía oír hasta el eco de mis pensamientos.
 
8. Llamaron
a la puerta
 
Pasan los días y una noche tengo una pesadilla en donde veo que mi padre se ahoga en las aguas turbias del río. 
 
Otra noche sueño que mi hermano, portando el gallardete, se pierde con su caballo por unas pampas rocosas y desoladas. 
 
Llama y el eco de su voz se repite infinitamente. Me despierto dando alaridos y con cuarenta grados de fiebre.
 
Veo a mi madre, difusa como una sombra en el agua, dándome mates de cedrón y agua de azahares. 
 
Cuando me abraza, comprendo que nuestras almas y nuestras mentes están muy lejos por los caminos.
 
Hasta una tarde somnolienta en que llamaron a la puerta trayendo carta de mi padre:
 
9. Las lagunas al pie
de los nevados
 
"Querida Elvira –dice–. Gracias a Dios nos va bien en todo. Sólo a veces cansancio en los muchachos, lo que es natural; hemorragias por la nariz, uno que otro caballo que cojea, una guitarra rota por una mula que casi se desbarranca, un partido de fútbol lo hemos perdido... En lo demás todo son triunfos y victorias...
 
"Nuestro hijo está bien: cuando entramos a los pueblos no creen que un niño de ocho años haya hecho tan largo camino. Me puse un poco nervioso cuando cruzamos el Tablachaca, porque sus aguas son turbulentas y frías, pero nos sorprendió braceando como el mejor. 
 
Dudaba de traerlo a Pelagatos y mostrarle las lagunas que están al pie de los nevados, pero llegó bien. En las minas de Tamboras el ingeniero le tomó cariño y lo ha hecho bajar en la jaula hasta el fondo donde extraen el mineral..."
 
10. La niebla
se levanta espesa
 
Explicaba muchas otras cosas más en la carta. Pero al final decía: 
 
"Saldremos de Tulpo hacia Santiago de Chuco en la madrugada del viernes quince..."
 
– ¿Y cuándo es el viernes quince, mamá? 
 
– A ver... hoy es... Mañana... ¡Mañana llegan!
 
Al día siguiente, de madrugada nos volcamos a la salida de del pueblo desde donde se divisan las cordilleras lejanas. 
 
A esa hora ya encontramos a hombres y mujeres escudriñando a los lejos, por las montañas azuladas.
 
La niebla se levanta espesa desde el fondo de las cañadas. Los ríos, que se notan hondos y temibles.
 
11. Sobre el verde
de los sembríos
 
Como al mediodía un muchacho grita:
 
– ¡Allá están! ¡Allá están! ¿Lo ven?
 
Se produce un tumulto.
 
– ¿Dónde?– preguntan todos.
 
– ¡Por las pampas de Argallama!
 
– ¡Allá, al fondo!
 
Escrutamos la lejanía entrecerrando los ojos.
 
– Ya lo veo. –Dice mi madre–. Hay un puntito rojo y blanco que avanza.
 
– ¡Debe ser la bandera! –Acota alguien.
 
– ¡Si! –Dicen todos–. ¡Ya la vemos! ¡Es la bandera!
 
Al atardecer ya es nítido el pelotón bajando a la carrera por el poblado de Chuca en la banda del frente. Podemos ver el polvo que levantan los caballos sobre el verde de los sembríos.
 
12. Sobresale
el casco del jinete
 
A veces se pierden de vista tras una colina, para luego aparecer un poco más cerca, entre plantíos de magueyes.
 
Y luego se esfuman otra vez en los recodos de la ladera.
 
Al anochecer las columnas empiezan a subir la cuesta "Sale si puedes" y ya se escucha el clarín en la hondonada. 
 
Tras el último recodo del camino se detienen para componerse los uniformes, apretar las correas de los caballos y alisar los estandartes.
 
– ¡Ya vienen! ¡Ya vienen! –Repiten, corriendo y saltando los chiquillos.
 
En la oscuridad de la noche, rota de pronto por la luz de la luna, lo primero que relumbra es el gallardete con la Cruz del Sol Radiante. 
 
Luego sobresale la cabeza del caballo y el casco del jinete: 
 
¡Es mi hermano!
 
13. Resuenan
los pasos rotundos
 
En ese instante arrancan a tocar los tambores y cornetas. 
 
Aparece la escolta con el pabellón nacional y detrás el grueso de la columna compacta y enérgica, tratando de mantenerse en formación pese a las rocas del camino.
 
Una emoción profunda nos hace abrirles paso.
 
Marchan en columnas de a tres: gallardos y firmes, temblándoles los mentones por el paso seguro que dejan caer a tierra.
 
Se los ve más altos y fuertes, con los rostros atezados y la mirada transparente, con las mochilas y frazadas mojadas por el relente.
 
Cada quien reconoce al hijo, al hermano, al sobrino. Y ahoga un grito en la garganta.
Es un desfile en el que resuenan los pasos rotundos de los excursionistas y nuestros pasos que los siguen.
 
14. Los tambores
y clarines retumban
 
Hace más de un mes salieron casi niños. 
 
Y ahora regresan bizarros y fuertes, habiéndose peleado con las jalcas, los páramos y los ríos.
 
Ante las primeras casas una voz de entre ellos se eleva y todos a un grito unánime repiten:
 
– ¡Viva el Centro Viejo 271!
– ¡Viva! –Repetimos todos.
– ¡Jijip! ¡Rá! ¡Jijip! ¡Rá! ¡Jijip! ¡Rá!
– ¡Tres hurras por Santiago de Chuco!
– ¡Jijip! ¡Rá!; Jipip! ¡Rá! ¡Jijip! ¡Rá!
– ¡Tres hurras por el Perú!
– ¡Jijip!. ¡Rá! ¡Jijip! ¡Rá!; ¡Jijip! ¡Rá! 
 
Los tambores y clarines retumban. Y de las ventanas descienden pétalos multicolores.
 
15. Mil
centellas
 
Ya en la plaza, a una señal del maestro se callan los tambores.
 
– ¡Firmes! ¡Atención! –Ordena el maestro con voz que remece el campanario.
 
Después de dar instrucciones y una arenga final, se escucha:
 
– ¡Rompan filas!
 
Recién corren los héroes y se echan a nuestros brazos.
 
Mi hermano me abraza largo rato. Y por no querer llorar me dice:
 
– Mi papá te trae una lora de Angasmarca. Yo te saqué este mineral del fondo de la mina de Tamboras.
 
Y me entrega un trozo de cuarzo que hizo que brotaran, como multiplicándose, mil centellas de luz, tanto de fuera como de dentro de mis ojos.
 
 *****
 
El texto anterior puede ser
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Ingreso libre a todas ellas
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ADHESIÓN
Y PRESENCIA:
 
PRESENTACIÓN DE
PUMAKAYÁN
 
OBRA DE TEATRO DE
WELLINGTON CASTILLO SÁNCHEZ
ADAPTADA PARA DANZA MODERNA
POR ARMANDO BARRIENTOS
 
MARTES 29 DE OCTUBRE, 7.30 P.M
UNIVERSIDAD FEMENINA, UNIFE
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LA MOLINA, LIMA, PERÚ
 
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AULA CAPULÍ
 
SÁBADO 2 DE NOVIEMBRE
 
– BIENVENIDA A CARGO DE
RAMÓN NORIEGA TORERO
 
1. HOMENAJE
A GEORGETTE DE VALLEJO
A CARGO DE
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2. CELEBRACIÓN
DEL ANIVERSARIO
DE SANTIAGO DE CHUCO
 
CONFERENCIA:
WALTER VÁSQUEZ VEJARANO
 
DECLAMACIÓN:
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MADRE, MAÑANA
ME VOY A SANTIAGO
 
3. PRESENTACIÓN
DEL LIBRO DE POESÍA
ALHELÍ,
DE DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
 
COMENTARIO:
JULIO YOVERA
 
SÁBADO 2 DE NOVIEMBRE 6 PM.
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
ANTIGUA ESTACIÓN DESAMPARADOS
 
CONDUCCIÓN GENERAL:
– RAMÓN NORIEGA TORERO
– MANUEL RUIZ PAREDES
 
 
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ADHESIÓN
Y PARTICIPACIÓN
 
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO
 
TESTIMONIO PARA MICAELA
DE JULIO YOVERA
 
COMENTARIOS:
 
JORGE ALIAGA
RICARDO DOLORIER
VIVIANA GOMES
DANILO SÁNCHEZ LIHON
 
CONDUCCIÓN:
ERNESTO TOLEDO BRUCKMANN
 
CASA DE LA LITERATURA PERUANA
MIÉRCOLES 13 DE NOVIEMBRE. 6. 30 P.M.
 
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CONVOCATORIA
 
XV ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2014
 
LIMA:
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SÁBADO 24
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