martes, 5 de abril de 2016

UN EJÉRCITO DE ESPIGAS Y LUCEROS - POR DANILO SÁNCHEZ LIHÓN


 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2016 AÑO
CONSTRUCCIÓN DE CONCIENCIA
Y CONCRECIÓN DE SOLUCIONES
 
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER,
LA POESÍA, EL TEATRO Y EL NACIMIENTO
DEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJO
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 

SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL
 
*****
 
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
VALLEJO VIVE
 

CELEBRACIÓN DE VALLEJO
EN EL MES DE SU INMORTALIDAD
 
CONDUCCIÓN GENERAL
MARITZA OLÓRTEGUI
 
PRIMERA PARTE
– Presentación de la actividad
– Declamación de poemas de alumnos
de la INSTITUCIÓN EDUCATIVA CRECER
– Participación de estudiantes
de la profesora MARIBEL LÓPEZ
 
SEGUNDA PARTE
– César Vallejo poeta de la esperanza
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
– Declamación de poemas a cargo de
FREDERIK SOTOMAYOR
 
TERCERA PARTE
– Aspectos de organización del XVII
ENCUENTRO INTERNACIONAL ITINERANTE
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
CUARTA PARTE
– Cena de confraternidad
 
SÁBADO 9 DE ABRIL, 4:00 PM.
INSTITUCIÓN EDUCATIVA CRECER
Jr. Acuario 900 / 947. Urb. Mercurio. Los Olivos.
A espaldas de Plaza Vea de Covida
 
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5 DE ABRIL
 
 
CHILE
DECLARA
LA GUERRA
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA

 
UN EJÉRCITO
DE ESPIGAS
Y LUCEROS
 
 

Danilo Sánchez Lihón
 
…soldado del tallo,
filósofo del grano,
mecánico del sueño.
César Vallejo
 
 
1. Noticias
de un crimen
 
Las razones de la guerra declarada por Chile al Perú el 5 de abril del año 1879, el apóstol cubano y alma límpida de América José Martí trata de dilucidarlas en su Cuaderno N° 13 (Tomo 21 de Obras Completas, edición cubana), expresándose así:
"El primer movimiento al tener noticias de un crimen es rechazarlo. Y una vez creído es explicarlo, si cabe…"
Es por eso que dedica la mayor atención a la lectura del libro Historia de la Guerra del Pacífico del chileno Diego Barrós Arana, en donde se trata de exponer y justificar los motivos de Chile para declarar la guerra al Perú, invadir Lima y ocupar el territorio nacional:
"Yo entré a leer este libro con una generosa creencia (prevención) de que, aunque las razones de abnegación y sentimiento pudiesen estar de parte del Perú, las razones prácticas a lo menos estarían de parte de Chile. Porque sólo se concibe lo racional, en tanto no se palpa lo monstruoso..."
 
2. El fuego
de Dios
 
Para concluir después de discernir al detalle uno y otro asunto, uno y otro movimiento de la diplomacia y los gobiernos, en este enunciado categórico:
"Niego a Chile el derecho de declarar la guerra al Perú".
Y establecer como razón y motivo de Chile para iniciar esta guerra, continuarla y ensañarse después, el siguiente:
"(el) odio misterioso e implacable: el odio del que envidia una superioridad de espíritu y una largueza de corazón que no posee. El odio del que no inspiraba simpatías hacia el que las inspira. El odio del mezquino al generoso".
Y lanza, como apotegma, las siguientes frases:
"…pueblos de América merecen ser quemados por el fuego de Dios si vienen a guerra! y por dineros! y por minas! y por cuestión de pan y bolsa! Oh! que fuera la ira látigo que flagelase, o barrera que cercase… al hermano traidor! Traidor a su dogma de hombre, y a su dogma de pueblo americano!...”
 
3. ¡Y eso
somos!
 
Sí, el odio, la codicia y la extrañeza de ser ajenos a nuestro continente, de pertenecer quizá a Europa, como se ufanan en sentirlo y lo dicen; viejo mundo cuya tradición por ser un continente mísero siempre han sido las guerras. De allí que cuando llegaron algunos prisioneros de guerra después de la batalla de Arica el periodista chileno Vicuña Mackenna se molestó de no encontrar a soldados blancos, altos y garridos.
Le incomodó no reconocer entre los sangrantes contusos a gladiadores romanos hechos y derechos, aunque vencidos. ¡Y apuestos, como él los hubiera deseado y querido! Y escribió esta frase improvisada pero lacerante y plena de un hondo y supremo sentido, el mismo que no le pertenece en absoluto a quien la profirió, al decir que los despojos de nuestro ejército eran:
Una gavilla desordenada de abigarradas bayetas.
¡Qué homenaje dentro de la iniquidad, la infamia y la vileza! Porque eso éramos ¡y eso somos! para honra y gloria nuestra: ¡abigarradas bayetas! a quienes no enorgullecen las botas, ni los cascos ni las pistolas.
 
4. Era
y será siempre
 
Porque bayeta, niño, es el tejido indio, la trama amorosa de los telares rústicos, y de lo cual se hace las prendas de vestir en el campo, pantalones y camisas.
Por eso, la bayeta tiene todo el sabor de lo aldeano y de lo noble, de lo rural y prístino, de lo franco y amoroso.
Por eso la vestimenta de quienes defendían nuestra tierra amada era de suave perla, de un blanco mate como el de los duraznos en flor.
De bayeta era nuestro uniforme blanco, del color de las espigas, de los campos cultivados, del pan.
Del color de los seres buenos. No es un uniforme en realidad de gendarmes, es un saludo de pan, de trigo y de harina.
Y ciertamente, no eran soldados. Quizá sí gavilla como aquella que se alza en la parva para darnos su fruto. Eran gente de las comarcas, aldeas y los villorrios; eran obreros, artesanos, estudiantes y maestros. Era y será siempre nuestro ejército, no perros de presa.
 
5. Siento y sé
que es así
 
Aquél, que para su orgullo quería un ejército de blancos derrotados, fue un desengaño encontrar que eran indios. Jamás comprenderán con quiénes luchaban. Lo hacían con un país sublime y misterioso. Un país al cual solo se lo puede amar. ¡Y comprender amándolo!
Y quizá esa sea la razón profunda de la guerra, como lo precisó el prócer cubano José Martí, quien al defender al Perú de esta agresión denunció en su momento que el motivo era la envidia a un país y a una cultura excelsa, aunque empobrecida por la rapiña foránea.
Siento y sé que es así cuando viajamos a Santiago de Chuco, en el marco del movimiento Capulí, Vallejo y su Tierra, en donde ocurre que los ciudadanos de aquel país que asisten al certamen, se conturban de lo que ven, no se explican ese milagro y guardan silencio.
Anonadados de comprobar un pueblo sufrido pero generoso, sencillo y excelso, empobrecido y fraterno, que no ha perdido ni su inocencia ni su humanidad. Y se espantan que así sea pese a la iniquidad con que se lo ha tratado y que se ha cernido sobre ellos.
 
 
*****
 
CAPULÍ
ES LLAMA
VOTIVA
 
MENSAJE PERUANO
EN EL DÍA MUNDIAL
DEL LIBRO INFANTIL
Y JUVENIL
 

ERNESTO RÁEZ MENDIOLA
Capulí Vallejo y su tierra
 
 
El árbol, que fuera el primer dios que tuvieron los hombres por los múltiples bienes que daba a su existencia; el árbol, monarca sin corona del reino vegetal, de sólida presencia, imponente nos brinda a ramas llenas de follaje, la sombra refrescante que al caluroso estío torna amable; vestido de esperanza, pletórico florece multicolor luminoso de mariposas que vuelan sin volar hechas perfume que olemos extasiados al pasar. Aviares comitivas convierten a sus ramas en bullente vecindario de nidos y agregan al rumor del viento entre sus hojas, el musical trinar de sus canciones. Y un día fructifica en dulces y polícromas delicias que llenan de alegría y salud la mesa de los hombres. En la más límpida lección silente de solidaridad, de entereza, de ternura, de entrega sin intereses, los árboles prolongan su vida y siguen a nuestro lado en nuestras casas, en la mesa, en los lechos, en las sillas. Y hasta en las chimeneas donde van transformándose en cenizas, chisporrotean, en el momento exacto de su muerte total, la canción del amor inmarcesible.
Un día, el ingenio de los hombres lo convirtió en papel y él- con noble gesto- aceptó feliz la metamorfosis que le permitió quedarse para siempre en nuestras manos y en nuestros ojos. Y no le importó llamarse de otra manera, porque nuevamente sintió crecer en él un follaje de ideas, un trinar de mensajes positivos, dulces frutos de humor y a las quietas mariposas de las flores vio convertirse en un arco iris generado por las huellas escritas por el alma de los hombres de buena voluntad. Y, más allá de su vida vegetal, el árbol al conjuro del papel nacido de su vida interrumpida, se animó y todo en él se hizo vuelo, viaje, aventura, sueño y realidad confundidos en un canto antiguo de los seres humanos que alguien llamó literatura; misa solemne que el hombre oficia para honrar a su especie con lo mejor de sí mismo.
Porque hoy, amigos míos que formamos parte del coro mundial que rindiendo está homenaje al libro infantil y juvenil, no debemos olvidar que el libro es en algo y mucho continuador del árbol que da vida a sus páginas. Y que la poética esencial de la literatura para niños y jóvenes dictada fue a su imaginación por la vida, pasión y muerte de los árboles. Los que creen que leer es solo interpretar hilvanadas palabras no han aprendido todavía a leer el mundo, donde el soporte es tan importante como lo que soporta.
Creo que ha llegado la hora de decirlo con estentórea voz a los cuatro vientos lanzada. Nada es importante en esta vida de antemano. La importancia de las cosas es como una cosecha. Decimos que es importante cosechar antes de realizarla. Y la razón nos ampara si los frutos que recogemos, aunque no seamos nosotros los que los sembramos, sino manos anónimas en amplio gesto de circular optimismo, son enhorabuena comestibles. Pero, puede también que, pese a nuestro esfuerzo de doblarnos sobre nosotros mismos para recogerlos solo llenen nuestra canasta frutos dañados, pasmados, promesas no cumplidas de alegrar las mesas y hacer de los estómagos del mundo un campo de placeres revitalizantes. En estos casos infaustos, cosechar no es importante, es labor infructuosa en el sentido más cruel de la palabra.
Nada es importante de antemano, decimos, y es por esto que siempre advertimos que leer no es importante. Ni el libro algo sagrado y maravilloso. Un libro puede ser tan nefasto como la satanizada televisión. Y también son legibles las invocaciones demoníacas.
No celebremos nunca los juicios antes de asimilar los hechos que las palabras visten porque, de su justeza y su enseñanza, de su alegría y su ternura, depende que merezcan o no nuestra celebración. Sí, ésta es una cuestión de merecimientos. El gran dramaturgo inglés William Shakespeare decía: “Muy pocas ideas merecen ser honradas con la palabra”. Y el árbol que evocamos al principio de nuestro mensaje, que se hace papel por vocación de entrega, muchas veces ve frustrados sus sueños de volar más allá de su vida interrumpida, pervertido en libros de lecturas superficiales, descuidadas y deshumanizantes.
Porque tenemos conciencia de ese peligro, hoy estamos aquí reunidos para celebrar juntos el Día Mundial del libro infantil y juvenil. Libro que, por su contenido germinal inspirador y orientador, nadie duda en reconocerlo como importante.
Bendita la hora en que los humanos decidieron escribir para sus pequeños, divertidos libros de ciencia, magia, ficción y realidades, de tal manera escritos que los niños y los jóvenes al ser abonadas sus almas por sus buenas semillas, afirman su condición de ciudadanos del mundo responsables de su mantenimiento. Y en este acto atento del espíritu para evitar el deterioro de la tierra, se salvan ellos mismos, del analfabetismo sensible que impera hecho violencia, corrupción, dependencia de sueños alienantes, adicción al placer sucedáneo de las drogas o el alcohol.
Porque, para lo primero que un libro para niños y jóvenes sirve es para ayudar a crecer hacia esa realidad nueva, inédita e irrepetible que son cada uno de ellos. Porque no es cierto que leamos para ser iguales. Por iguales tenemos la capacidad de aprender a leer, pero la resultante en cada uno es algo distintivo, identidad absoluta, nueva, necesaria para llegar a ser, a convivir, a hacer, a aprender y a transformar.
El libro para niños y jóvenes activa nuestros conocimientos sin barreras entre lo racional y lo intuitivo, sabe ser lógico y analógico, porque es capaz de revelar lo invisible de lo visible y convertir nuestros zapatos no en esa celda horrible que les niega a los pies desnudos su libertad para pisar el barro o el césped, sino cómodas botas de siete leguas que agigantan nuestros pasos y nos impulsan hacia las nubes.
Es el buen libro para niños el que les permite descubrir el cisne de esbelta figura en que se transforman al final de la lectura. El autor del milagro es el escritor de libros para niños y jóvenes, que es un mago y demiurgo de mundos increíbles. Mago digo, escúchenme bien, no ilusionista. Su vara mágica es una pluma de cálamo o cañón de notable dureza, de amplio estandarte o vexilio, de frágil pero elegante raquis y airosas barbas plumáceas y plumosas. La pluma, vara mágica de este escritor es la que convierte en alondra pensante sus palabras y allí sobre el papel se quedan como patitas de insecto que el ropaje son de la dimensión poética del mundo. Es verdad que hoy la pluma del escritor ha emprendido viaje definitivo al olvido y ha sido reemplazada por el ordenador. Pero, a pesar de la tecnología, las palabras escritas continúan atadas a letras que son huellas del elevarse permanente de la razón y la fantasía. Las palabras son pájaros que hacen sus nidos en el árbol hecho libro y generosas nos brindan sus primicias.
La función responsable de los escritores para niños y jóvenes es crear obras que respondan a la poética del árbol, primer dios de los hombres y por siempre  monarca sin corona del reino vegetal que, sin poder caminar alberga tanto vuelo delicado y que, transformado en papel, realiza sus ansias de volar. Para ustedes al pie del orbe mi peruana exhortación:
Escritores del mundo que a los niños y jóvenes dirigen sus creaciones no traicionen al árbol.
 
LAS BIBLIOTECAS
Bulliciosas en su silencio
las bibliotecas cantan
las canciones del tiempo
y los ojos escuchan la voz
de los que amaron y sufrieron.
Las bibliotecas viven
en incendio constante.
Hogueras son de ideas
que no quieren callarse.
Memoria de los hombres
que no debe apagarse.
Muchedumbre pensante
encuadernada
que espera vigilante
tu mirada.
 
LEER
Cuando te des cuenta
que el sol es un pájaro
y el río una serpiente
y el aire el soplo de un gigante.
Que la montaña vive
que los árboles hablan
y que no todo nombran
las palabras.
Entonces, niño amigo,
cuando abras un libro
no leerás sus letras
descubrirás su alma.
 
EL LIBRO
El libro es un ropaje
una envoltura
una presentación
del texto escrito.
Y el texto es lo valioso
el meollo, la enjundia
el retrato del mundo.
Lee la realidad
luego los libros.
 
ANÁLISIS DEL TEXTO
No aplaudas lo exterior
la cobertura, el adorno.
Penetra en lo interior
y lo esencial descubre.
Humilde el libro
Excelso es lo que encierra
Luminoso lo que abre.
En libro que no es faro
encalla el pensamiento.
 
LA IMPORTANCIA DE LEER
Leer no es importante
Salvo cuando leer
me es importante
y además me divierte
y me anima y me enciende.
Leer la letra viva
no la frase muerta.
Letra que pone alerta
y arma para el combate
de la vida.
¡Qué importante es leer
lo que renace en mí
desde sus líneas!
 
 
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CONVOCATORIA
 

XVII ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
TELÚRICA DE MAYO, 2016
 
LIMA:
MARTES 24
 
TRUJILLO:
MIÉRCOLES 25
 
OTUZCO
JUEVES 26
 
HUAMACHUCO
JUEVES 26
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 27
SÁBADO 28
 
CACHICADÁN
DOMINGO 29
 
TODO EN EL MES
DE MAYO, 2016
 
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