LA FUNCIÓN
DE LA
PALABRA
Danilo
Sánchez Lihón
Uno se hace
justo y digno
cuando usa de
manera justa
y digna las
palabras.
1.
Conciencia
de
la realidad
El lenguaje tiene raíces en
la coordinación de movimientos, es decir en el período básico senso-motor a
cuyo ejercicio el niño debe ser estimulado convenientemente siempre asociado a
la palabra, patrones que no solo preceden sino que sostienen indefectiblemente
la adquisición del lenguaje en general.
Jean Piaget precisa y
releva la función que cumple el lenguaje en el desarrollo intelectual del niño
pequeño que según él tiene tres consecuencias esenciales para el desarrollo:
a) Un intercambio posible
entre individuos, es decir, el inicio de la socialización de la acción.
b) Una interiorización de
la palabra, es decir la aparición del pensamiento propiamente dicho, que tiene
como soportes el lenguaje interior y el sistema de los signos.
c) Una interiorización de
la acción como tal, la cual pasa de ser puramente perceptiva y motriz, que era
hasta ese momento, para constituirse en base de la socialización.
Para luego reconstruirse en
el plano intuitivo de las imágenes y de las experiencias mentales, hasta
constituir una conciencia de la realidad y dar paso a la socialización
definitiva y a la creatividad.
2.
Orientaciones
generales
Así, y consecuentemente, la
enseñanza aprendizaje del lenguaje ha de basarse en el enfoque holístico y
psicogenético que nos propician las comprobaciones más certeras de la ciencia
contemporánea, la didáctica y el arte.
Todas aquellas advertencias
ubican en primer lugar el conocimiento y el proceso de la adquisición del
lenguaje en el dominio cuerpo humano. Para posteriormente sostenerse en la
mente y el espíritu. Y, concomitante con esto, en el contexto social del
educando y en la inteligencia relacional.
Todo ello, basado en las
etapas de desarrollo del niño, ha de orientarse hacia la realización de
actividades que tiendan a ejercitar las facultades de observación,
investigación, comprobación y hallazgo por sí mismos del conocimiento y
explicación de los fenómenos de la realidad y las cosas que encontramos a
nuestro alrededor.
Siendo así, cada unidad de
aprendizaje ha de ser la secuencia de un proceso, de tal modo que se avance por
etapas y por razonamientos sucesivos en el esclarecimiento de este importante y
trascendental aspecto del desarrollo y formación de la persona humana.
3.
Insertada
en
la vida
Para ello, se tiene que
tomar en cuenta, principalmente, las necesidades, intereses y expectativas de
los niños a partir de las cuales hemos de ofrecerles propuestas de experiencia
con el lenguaje.
El protagonista en el uso y
adquisición del conocimiento del lenguaje ha de ser siempre el propio niño.
Debe interesar, de manera
fundamental, el desarrollo de la expresión, la comprensión y la comunicación,
en vinculación directa con el entorno familiar y social.
La enseñanza-aprendizaje
del lenguaje tiene que estar directamente insertada en la vida.
Debiendo asumirse que la
lengua es un acontecimiento social, y que es en la sociedad en donde tienen que
encontrarse sus explicaciones. Ha de hacerse desde el interior de la persona y
del lenguaje comprometiendo su afectividad, en situaciones reales, eficazmente
contextualizado, con textos integrales y que potencialmente tengan una
aplicación práctica en la realidad.
4.
Escuchar, hablar,
leer
y escribir
Hay dos aspectos básicos en
lo que corresponde a este dominio: Uno es el que recae en el sujeto de la
comunicación, es decir en la persona humana que ejecuta el acto comunicativo en
donde a su vez encontramos dos factores complementarios: uno de comprensión y
su par que es la expresión.
El otro ámbito recae en la
materia de adquisición o del objeto de estudio, cuál es el lenguaje mismo, en
donde encontramos que el lenguaje de la palabra tiene dos vertientes, cuales son
la lengua oral y la lengua escrita.
Del cruce de estas dos
variables la resultante es que las áreas de trabajo fundamentales en el ámbito
verbal son:
– Escuchar,
– Hablar,
– Leer,
– Escribir.
Es en estos cuatro campos
en donde reside la clave de su adquisición y dominio, y en donde debemos poner
el mayor énfasis y la mejor atención, pues son las áreas que la vida y la
realidad van a exigir a la persona humana su especial cuidado y su pleno
desarrollo.
5.
Un rol
complementario
Definimos entonces que
estas cuatro funciones principales del lenguaje articulado apuntan directamente
a formar al niño en las artes de escuchar, hablar, leer y escribir. Que además
integran un circuito que se activa mutuamente, ninguno constituyendo un compartimento
estanco. De allí que la base para el desarrollo de la lectura como práctica
fecunda y promisoria es activar este circuito de la comunicación verbal
Un rol complementario de
apoyo o auxiliar de este proceso corresponde a los aspectos de preceptiva
gramatical, sea de la oración gramatical, en la cual se ubican aspectos de
morfología, fonética, sintaxis, ortografía, o ya sea de la gramática textual
como es la cohesión y la coherencia.
Hay dos áreas importantes
que se suman a aquellas ya enunciadas y que están comprendidas en lo que es
comprensión y expresión verbal, cuales son:
– Medios audiovisuales, y
– Literatura.
6.
Sentido
y
orientaciones
La primera de ellas muy
presente y dominante en el mundo actual. La segunda constituye un mundo vasto y
encantado que la escuela debiera instalar y cimentar para siempre en el alma de
niños y jóvenes.
En cuanto a la
interpretación o lectura de imágenes, ésta se debe hacer en dos momentos,
caracterizado uno por el análisis, en donde veamos cómo se relacionan los
elementos que componen una imagen y la interacción entre ellos; y otro por la
síntesis, donde integramos elementos que nos presentan las imágenes, con otros
que logremos identificar en la realidad circundante.
Sin embargo, después de
todo lo expuesto no debemos olvidar de preguntarnos:
Todo esto, ¿para qué?
¿Con qué fin?
¿Hacia dónde vamos con todo
ello?
7.
Sustancialmente
importante
Consideramos importante que
nos formulemos estas preguntas que proyectan mayor alcance y expanden el tema
que enfocamos.
¿Qué tratamos de alcanzar u
obtener con todo esto?
Reconociendo que es básico
y fundamental escuchar, hablar, leer y escribir, así como conocer acerca de los
medios audiovisuales y absorber de la fuente inagotable y prodigiosa de la
literatura, cabe preguntarnos el para qué de todo esto.
¿Con cuales objetivos es
importante que nos guiemos en estas actividades? ¿Cuáles son a su vez los ejes
trascendentales? El dar respuesta a estas interrogantes resulta fundamental.
Se entiende y comprende
perfectamente acerca del lenguaje, y cotejándolo en relación con cualquier otro
conocimiento o contenido teórico, que resulta incomparable y sustancialmente
importante trabajar en aquellos cuatro contenidos y competencias básicas,
cuales son el escuchar, hablar, leer y escribir.
8.
Direcciones
o
vectores
Pero todo esto, ¿para qué?
Cuatro direcciones o
vectores orientan este acontecer.
Olvidarnos de ellos sería
perder la perspectiva más trascendente. Además, presentarlas amplían y trazan
coordenadas fecundas y prometedoras pero en el aire. Sería olvidarnos de qué es
lo que proyectan y subliman aquellos cuatro importantes dominios frente a la
vida.
Las orientaciones en las
cuales aquellos campos se sostienen, asimilan y justifican son para:
1. Sentir y pensar con
autenticidad.
2. Actuar con valores.
3. Decidir y resolver
problemas, y
3. Transformar la realidad
creando un mundo mejor.
Es decir, escuchamos,
hablamos, leemos y escribimos en función de estos cuatro ejes cardinales.
9.
Creamos
nuestro
destino
Dijimos al principio que la
persona se hace justa y digna cuando usa de manera justa y digna las palabras,
porque la dignidad personal es la capacidad de dignidad que alcanzamos a
depositar en las palabras que cada quien expresa y en su manera de acogerlas y
asimilarlas. Es en la dimensión de las palabras en donde mentimos o somos
verdaderos. Y ellas dependen de nuestra actitud y en la relación que
establezcamos con ellas. Porque las mismas palabras que usamos para mentir las
usamos para decir la verdad.
Y porque las palabras son
las medidas más exactas de lo que verdaderamente somos. Las palabras son la
medida de nuestra exactitud y respeto para con nosotros mismos y para con los demás. Con las palabras cada uno de
nosotros creamos nuestro destino individual y colectivo. Inventamos nuestro
propio país que en gran medida se configura con las palabras que decimos.
El destino individual y el
destino colectivo depende de las palabras; con ellas perfilamos o ideamos un
ambiente, un paisaje, un contexto social, como también un estilo, un modo de
ser y una actitud. En suma lo que llamamos sociedad es el lenguaje con que
interactuamos y entretejemos entre nosotros mismos. Con las palabras es que nos
maldecimos o nos bendecimos para siempre.
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