HOMENAJE
A UN BALUARTE
DEL VALLEJISMO
Danilo Sánchez Lihón
Francisco Miñano Benites ha muerto.
En el marco del XV Encuentro Internacional
Capulí, Vallejo y su Tierra, que realiza
una de sus jornadas en la ciudad de Trujillo,
tributamos un homenaje especial a don
Francisco Miñano Benites, descubridor
del Testamento del Padre de César Vallejo
y de las tumbas en donde están enterrados
los padres del poeta en Santiago de Chuco,
acto que se realizó el 22 de mayo del año
2014 en la Casa de la Emancipación,
en donde expresáramos lo siguiente:
1.
Con
su pueblo
Cuando
se revisan fotos de la generación a la cual pertenece don Francisco
Miñano Benites, a quien Capulí, Vallejo y su tierra junto con el
Instituto de Estudios Vallejianos
de Trujillo y de Utah en los EEUU, homenajeáramos en mayo del 2014 en
la ciudad de Trujillo, en un magno evento realizado en la Casa de la
Emancipación en el marco del XV Encuentro Internacional Capulí, Vallejo y
su Tierra, y quien recibiera luego el día sábado
5 de julio las Palmas Magisteriales de manos del Ministro de Educación
del Perú, se descubre que todos han muerto.
Murió
mi padre, murió don Carlos Castillo Murga, murió don Leoncio Rebaza,
don Diómedes Paredes, don Arnulfo Enríquez, sólo por mencionar los más
cercanos y afines. Nadie
más que él sobrevive.
Los
antiguos griegos creían que a algunos personajes los dioses les
deparaban el destino de sobrevivir a todos los demás, y caminar sus
pasos más allá de lo que otros llegaron,
para testimoniar en ellos los valores y virtudes que caracterizaron a
los hombres de una época. Y si eso es así nadie mejor que él para
representar en ellos el ser paladines de la dignidad, la honradez, el
honor, la hidalguía, el don de gentes y el compromiso
con su pueblo.
2. Desde
su raíz
Pero
también creían en la Grecia helénica que un personaje de aquellas
épocas sobrevive para dar la oportunidad a las nuevas generaciones
de hacer explícita y ostensible su gratitud.
Para
darnos la ocasión de poder ser leales manifestándole el reconocimiento
de las nuevas generaciones a una manera de ser y de vivir que
nos estimula y enriquece y para que nosotros podamos salvarnos y
redimirnos con este acto mínimo de ser agradecidos.
Si
es así estamos cumpliendo ahora con un rito sagrado, puesto que lo
determinan los dioses, más que para salvar al distinguido, para
eximirnos
nosotros mismos de caer en una condena o en una falta grave de
ingratitud.
Es
un deber de reconocimiento y adhesión el que le debemos a don Francisco
Miñano Benites, gran maestro y connotado vallejista quien ha trabajado
investigando desde el pueblo natal de César Vallejo, es decir desde su
cogollo o raíz, habiendo dado aportes significativos y trascendentales
en el conocimiento de la vida y obra del poeta universal.
3.
Pueblo
legendario
Nació
en Santiago de Chuco el 23 de abril de 1926. Estudió para Normalista
Urbano en la Escuela Normal de Varones de Cajamarca y ha laborado largos
años en la Escuela de César
Vallejo, reconocido también como el Centro Viejo 271 de su tierra
natal.
Cultiva
el arte de la música, la escultura, la jardinería, la artesanía.
Integró la Orquesta Magisterial de la ciudad de Santiago de Chuco que
dirigió el Profesor Pascual
Danilo Sánchez Gamboa, como Primera mandolina. Ha sido director de los
NECs Nº 35 de Angasmarca, así como Subprefecto de la Provincia de
Santiago de Chuco los años 1984-1985. Obtuvo el reconocimiento de
Capulí, Vallejo y su Tierra como Patriarca del Vallejismo
en el Perú.
Es
uno de los baluartes de la cultura de Santiago de Chuco, con un
profundo y ferviente conocimiento de sus personajes y tradiciones. Al
ofrendarle este homenaje rendimos
pleitesía en él a todos aquellos grandes hombres que han sabido
mantener encendida la antorcha del cultivo más acrisolado de la
sabiduría y de la identidad; del arte y la cultura de un pueblo
legendario como es Santiago de Chuco.
4.
Hacia
el firmamento
Celebramos
así, y con pleno regocijo, a seres que nos han dado motivos para vivir
con mayor resplandor, para mejor querer y para mejor amar.
Que
nos han llenado de orgullo y firme entereza por los valores que
encarnan, que nos hacen confiar más en nosotros mismos porque pertenecen
a nuestra fibra, temple o cepa.
A
la savia que nos sustenta, al bulbo que nos nutre e impele, a nuestra
identidad acrisolada en donde don Francisco es uno de nuestros íconos y
baluartes.
Un
pueblo tiene personajes singulares, que marcan una época, que la
caracterizan y definen. Don Francisco Miñano es quien lleva la antorcha y
ocupa la cima del arte y la cultura
en Santiago de Chuco en la segunda mitad del siglo XX.
Así
como don Samuel Mendoza llevó esa flama en la primera mitad de aquel
siglo, claro que ambos bajo la luz radiante que encendió César Vallejo
en lo alto
del cenit, en lo hondo de nuestros corazones y lo expandió hacia el
firmamento y hacia todos los horizontes.
5. Color
a puquial
Y
es que don Francisco sabe ponerle alma a las cosas. Así lo recuerdo en
el patio de la escuela, preparando la excursión de los alumnos de quinto
y sexto grado que nos representaría
con gloria en los pueblos de Ancash por donde seguiría su itinerario.
El polvo de los caminos se abriría para nuestros excursionistas
en el trayecto a Cabana, Pallasca y Corongo, pasando antes por
Angasmarca, Mollebamba y Mollepata, bajo arcos de flores y pidiendo el
público enfervorizado que cada velada se repita una
y otra vez más.
Rememoro
a don Francisco enseñando a los estudiantes en los corredores a tejer
sus cascos de junco, porque ese era el emblema que llevarían por cada
pueblo bajo cuyas guirnaldas
tendidas de pared a pared de los pueblos vetustos pasarían nuestros
estandartes y emblemas ganados en cada contienda y en mil batallas. No
había uno solo que no lo hiciera y no lo portara.
¿Se
imaginan un detalle cómo ese? ¿Que por cada pueblo por donde ingresaba
nuestra escuela, el pleno de la delegación, de 80 o cien muchachos
luciendo el casco de junco en
la cabeza, confeccionado por ellos mismos, del color de nuestros
arroyos y puquiales, del junco que es amable y fresco, del junco que es
agua y es viento, luciera en sus cabezas incluyendo la de los
profesores?
6.
Vallejista
oral
¿Qué
tiene que ver esto con César Vallejo? Me preguntarán ustedes. Y yo les
respondo: ¡Muchísimo! Porque César Vallejo es fruto de esa escuela.
Él
recibió esas mismas enseñanzas, lecciones y consignas, cuál es la
identidad, la filiación y la pertenencia. Pero si quisiéramos ser más
concretos y exhaustivos en su raigambre vallejiana referiré lo
siguiente:
Después
que vino Max Silva Tuesta al Capulí 1 en Santiago de Chuco y al
escuchar aquí a las personas que hablaban con tanta erudición y
sapiencia
acerca de César Vallejo, y en su mismo pueblo, me confesó que agregaría
una categoría más a sus 18 o 20 clases de vallejistas, vallejólogos y
vallejólatras.
Y
esa nueva incorporación a su nomenclatura era la del Vallejista Oral;
de la tradición viva; del vallejismo encarnado en la leyenda cotidiana.
Y,
según Max, el Papa de ese vallejismo era don Francisco Miñano Benites:
¡Qué hombre, según él, para saber tanto y de aspectos inéditos respecto
al poeta de la solidaridad humana!
7.
La familia
y la casa
Pero
si se nos exigiera hacer una síntesis muy apretada, y sin entrar en
muchos otros que son también significativos, será imprescindible
mencionar los siguientes aportes de don Francisco Miñano Benites en el
ámbito del vallejismo actual:
Lo
primero ha sido su contribución en el conocimiento del vocabulario
propio del pueblo de Santiago de Chuco, y que César Vallejo incorpora
en su poesía. En este aspecto ha esclareciendo para el caso vocablos y
expresiones ya en desuso que causaban estupor entre los investigadores
más rigurosos de la obra vallejiana.
Asimismo,
ha ubicado con sustento legal y jurídico las tumbas de los padres de
César Vallejo en el cementerio general del pueblo de Santiago
de Chuco. También a él se debe la ubicación y el posterior conocimiento
del Testamento del Padre de César Vallejo. Documento importantísimo
para conocer pormenores de la familia y la casa del poeta, ahora
convertida en museo y monumento histórico.
Como
a don Francisco se deben muchas otras precisiones en cuanto a la Rita
de junco y capulí, a los sucesos del 1 de agosto del año 1920 ocurridos
en Santiago de Chuco y que costaron 112 días ominosos de cárcel al
poeta.
8. Sumar
voces
Siempre
don Panchito, como le decimos cariñosamente nosotros, ha viajado desde
lejos a esperar y a recibir a Capulí, Vallejo y su Tierra en
Santiago de Chuco.
Es
entonces eje de este movimiento, punto clave y de encuentro de Capulí.
Es el Patriarca del Vallejismo y de nuestro acontecer y trayectoria.
Es el patrón y referente que siempre tendremos en cuenta, ahora y para
siempre.
Un
año nos esperó con una estudiantina que denominó Telúrica Vallejo. Por
eso yo quisiera dedicar a él la noche de serenata que organizamos
en Santiago de Chuco.
Y
aquí quisiera pedir ayuda a todos quienes estamos presentes en la
Telúrica de Mayo en Santiago de Chuco, para organizar bien esta serenata
que ha de llamarse a partir de ahora Francisco Miñano Benites.
Porque
qué bueno es sumar nuestras voces a las voces de personajes como don
Francisco, Luis de la Puente Uceda, Milongo Álvaro Pinillos. Al
canto del Canario Yupanqui, y a la voz del mismo César Vallejo que
tanto como ser poetas, guerrilleros, hombres masa, han sido hombres de
serenata.
9.
Que fue
y qué es
Y
es que en don Francisco hay un poeta escondido, un bardo de las
serenatas del pueblo, un trovador a los cuatro vientos, a quien lo
recuerdo
cantando enternecido los valses cuando ensayaba la Orquesta Magisterial
en mi casa antes de salir pasadas las doce a cantar al pie de los
balcones y enarbolar el alma en el confín de las estrellas titilantes a
esa hora.
Las
piedras y las calles van a recordar siempre su voz, porque es su
aliento del que se han impregnado las piedras de los cimientos y los
grumos de los adobes que sostienen las techumbres de las casas de mi
pueblo, trabadas de ilusión popular, del sentimiento amoroso y la
endecha sentimental. Por lo pronto su libro de versos son las calles de
Santiago de Chuco escritas con sus pasos; es la leyenda
que ha ideado y a veces se pierde o se esfuma.
Y
así como su aliento son providenciales sus manos que tocan la
mandolina, que tocan el saxofón y que le exprimen tañidos y compases
inusitados
al acordeón. Manos con las cuales en base a injertos ha creado en su
propio huerto las manzanas llamadas santiaguinitas, con las cuales ha
construido y modelado un horno en su casa para cocer la arcilla de sus
estatuas y esculturas.
Manos
que han modelado el destino de tantos niños como el maestro legendario
que fue y que es, adalid, hombre pan, humus de la tierra como
él es.
10. No
pasatiempos
Y
todas estas dedicaciones no son pasatiempos ni maneras de distraerse
sin que alcance a tener proyecciones y significados trascendentes.
Al contrario, los tienen y muchos. Significan, además de talento e
inversión de recursos, muchos desvelos.
Por
ejemplo, en este campo de la horticultura una de las primeras
conclusiones es que Santiago de Chuco por sus microclimas puede llegar a
convertirse en un emporio en la producción de alimentos, especialmente
de frutas.
Nuestra
provincia de acuerdo a las investigaciones de don Francisco es un lugar
providencial para la producción de manzanas, higos, albaricoques,
limas, granadillas, uvas, peras, duraznos.
Qué
importantísimo que las personas que regresen a la tierra lo hagan
internándose en la campiña para producir, con la tecnología y los
vínculos
que la globalización ha puesto en nuestras manos, productos de
agroindustria pletórica y profusa, y con ello riqueza, felicidad y
prosperidad para nuestro pueblo.
11.
Cuando
alguna vez
Pero
este homenaje a don Francisco es para instarle también para que
publique y dé a luz por lo menos un libro que será el orgullo de quienes
nacimos en Santiago de Chuco y de quienes son hijos adoptivos gracias a
Capulí, Vallejo y su Tierra; y de quienes se sienten identificados con
nuestro pueblo y que anhelan y edifican su grandeza.
Quienes
fuimos sus alumnos pedimos a usted a través mío, don Francisco, esa
obra sobre César Vallejo en Santiago de Chuco, que nadie sino
usted puede escribirla. Con esa obra llénenos de más orgullo,
invístanos de mayor coraje y de valor, háganos aún más grandes de lo que
ya nos ha hecho. Este es también el reclamo de los niños del futuro, y
particularmente mío, de este alumno suyo fervoroso,
que le quiere y que le admira don Francisco.
Porque
me conmovió mucho cuando alguna vez me dijo usted que había pedido a su
familia y dejado la orden expresa de que cuando muera todos
sus escritos e investigaciones originales e inéditas las entierren con
usted, poniéndolas dentro del cajón con sus restos y al fondo de su
féretro, por el mal pago con que en algún momento le ha tratado la
gente.
Un
rasgo sentimental, de resentimiento por honor; un rapto de llanto, de
corazón dolido muy santiaguino, también de sincera aflicción por
la indiferencia que usted reprocha hacia los asuntos verdaderamente
fundamentales de la vida de nuestro pueblo. Pero no, don Francisco,
legue lo mejor que usted ha investigado sobre Vallejo a la juventud de
hoy y de siempre en un libro que lleve su firma para
que su nombre respalde las verdades que allí se digan.
12.
Más
confiados
Porque,
¿qué más grande monumento entonces al vallejismo, desde Santiago de
Chuco, que el que usted erija? ¿Qué obra más contundente que la
que usted alcance a plasmar, y que reuniendo la mayoría de escritos que
usted ha ido publicando, alcance a llegar a las nuevas generaciones? ¡Y
que es una obra hecha y derecha que usted la tiene perfilada y ya casi
concluida!
Eso
nos hará mucho más confiados de lo que somos, teniendo a César Vallejo
al frente. Pero, ¡qué importante que se diga que la obra más importante
acerca de César Vallejo en Santiago de Chuco es la de un hijo natural
de esa tierra, la de don Francisco Miñano Benites!
Así
como la obra más sesuda acerca de César Vallejo en Trujillo es la de
Juan Espejo Azturrizaga, titulada: César Vallejo, itinerario del
hombre; la de César Vallejo en Europa es la de Juan Domingo Córdova:
César Vallejo del Perú profundo y sacrificado, junto con el libro de
Ernesto More que recoge anécdotas de amigos que compartieron
experiencias en el viejo continente, titulada Vallejo en
la encrucijada del drama peruano.
Así
la obra suya ha de sumarse al libro de Oswaldo Vásquez Vallejo: César
Abraham Vallejo, ascendencia y nacimiento, que es más bien del ámbito
de la familia.
13.
Entusiasmo
para el bien
Quiero
finalmente resaltar en don Francisco un don que ha sido para mí un
paradigma y que hay que volverlo a poner vigente en este mundo y
en este suelo, acerca del cual solo es la cultura el motor que puede
echar a activar ese factor importante, cuál es el don del entusiasmo.
Entusiasmo que ya es una extraña perla en nuestras vidas, porque a las
generaciones presentes machacadas por la televisión
solo importa ser espectadores pasivos y contemplar impávidos a ser
apenas el coro que lamenta lo que ocurre y lo que nos pasa.
Y
no emprenderemos nada ni cambiaremos un ápice si no tenemos entusiasmo,
iniciativa y fervor. Por eso quiero dejar muy clara y nítida esta
faceta de don Francisco Miñano Benites: ¡entusiasmo para todo lo que es
el arte, la cultura y el conocimiento! ¡Entusiasmo para el bien, la
verdad y la belleza! Porque él hace de todo: dibujo, pintura, música,
escultura, teatro. Es un hombre en este aspecto
multifacético y su casa es un jardín, un poliedro, una gama preciosa, y
una diáspora.
Entusiasmo
para encarar con valor retos increíbles, como los que él asume: por
ejemplo, dentro de pocos días bajar desde Tauca hacia la hoya
del Tablachaca, a pie y solo, como él se propone hacer, solo para
hallar la cuna de los chirocos o cajeros de Santiago de Chuco;
entusiasmo para el bien, la verdad y la belleza.
14.
El néctar
de las flores
Su
alma, su espíritu, su raigambre en primer lugar es el de una persona
efervescente, inquieta, captando y procesando la realidad para recrearla
y transformarla, en bien de las causas más nobles, honradas y
trascendentes.
Hay
en él aquella llama o fuego que hace que todo lo que es el ámbito del
espíritu le sea importante; y que sea a favor de resaltar lo que
le da brillo a su pueblo; y que al final nos resulte afín, nos atraiga y
nos pertenezca, proyectándolo y compartiéndolo con los demás porque es
altruista y edificante.
Tiene
para eso iniciativa, inspiración, ideas que le nacen. Es una persona
con ingenio, curiosidad y alienta en su ser un alma romántica en
relación a su pueblo.
Un hombre baluarte, confiable. Un ser en el cual apoyarse, de hombre agigantado que defiende la vida.
Por eso que hoy día unjan sus nobilísimas sienes el néctar de las mejores flores de nuestros arroyos fuentes y puquiales.