DE AMISTADES Y AMORES, SEPA QUIÉN ES QUIÉN
Por: Samuel Cavero Galimidi
En
cosa de amistad y amor hay muchos libros, poemas y canciones que se han
escrito. Hay igualmente terapeutas, psicólogos, sacerdotisas del amor y
consejeros espirituales que se sienten autoridad en estos temas. Pero
quizá pocos que hemos reflexionado sobre el verdadero significado del
Amor y la Amistad en estos difíciles tiempos. ¡Amor y Amistad! Palabras
mayores. Palabras que las escribo con mayúsculas, para que no se les
olvide. El amor verdadero
y la amistad son dos conceptos siempre fáciles de explicar, no es algo
tangible, sino una mezcla de sentimientos que nos hacen necesitar y ser
necesitados por otra persona. Muchas veces se confunde un simple
enamoramiento pasajero con algo más profundo, pero el amor de verdad y la amistad en especial es cuestión de tiempo.
Hablemos del AMOR, porque yo sí lo he vivido y lo sigo viviendo. Pienso
que hay diferentes tipos de amor y que se sienten con diferente
intensidad. Hay el amor al padre, a la madre, a los hermanos y la
esposa. Pero también hay muestras de ese amor apasionado que muchas
veces se da con el amante, la amante, que finalmente no es tanto amor,
sino un deseo de desfogar sexualmente y de ser querido, amado. El amor verdadero es el sentimiento de afecto, pasión, intimidad y compromiso genuino que una persona siente por otra.
El amor verdadero es un concepto difícil de explicar, no es algo
tangible, sino una mezcla de sentimientos que nos hacen necesitar y ser
necesitados por otra persona. Muchas veces se confunde un simple
enamoramiento pasajero con algo más profundo, pero el amor de verdad es
cuestión de tiempo, confianza y estabilidad en una relación.
El psicólogo estadounidense Robert Sternberg (1949) asocia 3 conceptos fundamentales para entender los tipos de amor que existen que se transforman en los 3 pasos para llegar al amor verdadero:
1. Pasión:
Es el primer paso y se trata de la atracción física y sexual por otra
persona. Aumenta la secreción de las feromonas y se produce lo que
popularmente se llama la electricidad o la química del amor o la
magia del amor. Se caracteriza también por la obsesión por la
reciprocidad de los sentimientos.
2. Intimidad:
Es el segundo paso donde se crea el apego. Hay cercanía, proximidad y
conexión. Se crean lazos más íntimos y profundos al compartir aspectos
de nuestra vida. La intimidad se construye sobre la confianza, sobre la seguridad y respeto mutuo, de lo contrario degenera en desconfianza y sospechas paranoicas.
2. Compromiso:
El tercer paso requiere de la habilidad de ultrapasar y, trabajar para
ultrapasar, los malos entendidos y sus angustias con el fin de estar
juntos. Esta es la etapa de madurez de la relación donde la clave está
en creer en lo mejor de la otra persona sin estigmas, prejuicios ni
motivaciones negativas. Aquí reside la famosa creencia de que el amor verdadero perdona porque
respeta las diferencias, persevera en la relación mediante
reconciliaciones porque sabe que ambos quieren resolver los problemas y
ultrapasar el dolor inicial.
***
En cosas de amistad la
relación de afecto, simpatía y confianza que se establece entre
personas que no son familia es todo un proceso que puede cortarse pero
que después se retoma, si esto es posible y se cree en la amistad y
camaradería. Trabar amistad y camaradería
en estos tiempos es un sentimiento y una hermosa pasión que lleva
muchas veces años, toda la vida, en recuerdo de lo que hubo en algún
momento entre un grupo de personas. Se puede ser amigo y camarada en la
escuela, en el colegio, instituto, universidad, centro de formación
militar. Pero el saber conservarlo, el saber formarse valorando a esos
amigos y amigas es parte fundamental de ese sentimiento.
En
lo particular siempre he pensado que los amigos, los verdaderos, son
los que duran para toda la vida. Son aquellos que se saben perdonar en
las diferencias, en las ofensas y agravios, incluso en los silencios, en
las diferencias de opinión. Muchas personas se sienten solas porque
creen que han perdido a sus amistades. ¡Y en efecto las perdieron!
Porque creían que los amigos deben ser (exactamente) como ellos, pensar
como ellos, deben aceptar sus juegos, ambiciones, caprichos, su
ideología política, sus malcriadeces, sus deslealtades, en fin.
Hay
amigas y amigos que conservo, que me enaltece y me honra su amistad. Es
una amistad limpia, transparente como el agua, que no se somete a
pasiones, a malos caprichos, a tercas voluntades del otro. Una verdadera
amistad no es para pedirle dinero prestado, tampoco para irse con él o
ella de juerga, menos para quitarle la tranquilidad que lleva la otra
persona, invadiendo su privacidad familiar.
Una
verdadera amistad es aquella que sabe reconocer sus errores o los tuyos
y te busca, es aquella que después de tantos silencios te dice que
quiere volver a ser tu amigo y te lo demuestra con hechos concretos; es
aquella que se sabe conservar como un tesoro muy preciado la amistad a
través de los años y no sobrepone a intereses subalternos aquella
amistad cultivada por cosas como el dinero, la codicia, la ambición, la política, la religión.
He
visto perder amigos por situaciones coyunturales como que creen que el
amigo debe ser un prestamista de dinero, sin derecho a devolución, y con
el derecho al perro muerto. Hay quienes creen que el amigo debe
comulgar las mismas ideas políticas para serlo. Es decir si no es
chavista, si no eres comunista pro-senderista, como él, entonces no es
tu amigo. ¡Mejor que ni lo sea! ¡Amigos así para qué los quiero! Si no
lo es, si es de otras ideas políticas, entonces surge el odio, la
cólera, la voluntad de aniquilamiento, la separación. He visto
igualmente gente que no soporta los éxitos y el triunfo de los demás.
¡Ay de los éxitos literarios de un escritor! Son seres atormentados,
frustrados, dolidos, enfermizos, neuróticos, que creen que los concursos
son amañados y fraudulentos.
He
visto igualmente perder amigos porque creyeron que la vida es corta y
se dedicaron al vicio, al despilfarro, al exhibicionismo y la pose, pero
también a cometer ilícitos penales. ¡Y no supieron conservar la
amistad! Predominó en ellos la vanidad, las ambiciones, la jactancia, la
presunción, la egolatría, el sueño de la riqueza mal ganada. En un
momento de la vida ellos estaban muy bien posicionados social o
económicamente. Pero la vida es tan ingrata que los que estaban antes
arriba, tenían prestigio social, político, económico, hoy ya no son nada
de lo que antes fueron. Se hallan retirados, enfermos, cansados, en sus
casas, creyendo que lo hicieron todo por la vida porque ya tiene
propiedad y autos comprados, haciendo nada más que de abuelos
querendones, se dedican a pasear al perro, añorando maneras de conseguir
más dinero (porque creen que se lo llevarán a la tumba), soportando (en
su soledad) nada más que los berrinches de la esposa, de sus hijos y
nietos. ¡De nadie más!
Yo,
aprecio mucho aquellas amistades y hermandades que saben reencontrar el
verdadero camino de la amistad y el amor. La amistad entre escritores y
militares es una de las más sólidas y hermosas pero a veces se torna
veleidosa y se pierde igual amigos porque no saben apreciarte. Ser amigo
verdadero es también demostrar que tienes afectos, sentimientos, un
amor respeto reverencial por el otro. Igualmente valoran lo que ahora y
siempre has hecho con pasión. En reciprocidad tú estás listo para acudir
a su llamado, a su invitación, a su justa convocatoria.
Mis
amigos del Colegio Militar Ramón Castilla, en Trujillo, por ejemplo,
aquellos que a través de los años se buscan, se cuentan sus éxitos y
fracasos. Son aquellos que saben confiar y perdurar a través del tiempo.
Añoran internarse en el colegio militar, vestirse de cadetitos, sienten
un gran gozo espiritual visitando el Colegio Militar donde nos educaron
y muchas veces nos masacraron y disfrutan mucho marchando cada año en
la Plaza de Armas de Trujillo llevando el gallardete de la Promoción y
lloran a moco tendido cuando alguien partió al más allá.
Mis
amigos de la Fuerza Aérea del Perú los de la Promoción EOFAP Mayor
General Armando Revoredo Iglesias y otros de otras promociones y grados,
qué fue de ellos. ¡No lo sé! Igualmente los de las varias universidades
donde estudié y de algunos colegios en Trujillo y Lima, como el Colegio
Nacional San Juan, de la GUE Melitón Carbajal los de la GUE José
Faustino Sánchez Carrión donde fui el brigadier general, y primer
puesto, ni sé qué se hicieron, ni dónde están. A veces sonriendo, imagino, la tierra se los ha tragado.
Siempre que añoré juntarme con ellos nunca fui convocado. Muchos, lo he
sabido, son abnegados y exitosos militares de carrera, otros sé que hoy
son notables profesionales, hombre de bien y exitosos empresarios. La
vida nos llevó por diferentes rumbos y no pudimos conservar la amistad.
¿Y por qué no la pudimos conservar? Porque la vida es así rápida,
cambiante, sujeta a las conveniencias, a los paradigmas que te cree
marcar los patrones de tu conducta, muchas veces en desmedro de la
amistad. Justamente además porque la verdadera amistad entraña mucho más
que juntarse a libar tragos, a hacer esporádicas reuniones de
camaradería para comprobar cuánto todos han envejecido; es también
llamarse, buscarse, decirse del aprecio que se sienten aun cuando ha
pasado el tiempo. Es igualmente una relación inter-familias. Es también
estar juntos o por lo menos comunicados en las buenas como en las malas.
Es también ir al hospital, la cárcel o el cementerio en busca del
compañero caído.
En
cambio hay amistades que así pasen los años, parecen cuidar esa amistad
(nuestra amistad) como gemas preciosas. ¡Con sus actos nobles,
humildes, puros, sin desmedro del otro, siempre le sacan brillo a la
amistad! Basta saber que te ha llamado, que te ha buscado, que ha orado
por ti y tú por él o ella, que te ha escrito por las redes, para
reconocer que pase lo que pase, saben aquilatar con entrañables afectos
la amistad como el mejor tesoro. La saben apreciar, valorar, y aprecian
con cariño y gratitud tu amistad. ¡Y siempre te desean lo mejor! A veces
no saben cómo expresarlo y recurren a imágenes amorosas. De esos amigos
y amigas, son los que uno se honra en su amistad y se siente feliz y
muy bendecido. Y yo en especial por tener amigas y amigos tan
maravillosos. ¡Que Dios los bendiga a todos!
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