DÍA INTERNACIONAL DEL HOMBRE
Carlos Rodolfo Ascencio Barillas
Poeta Salvadoreño.
Yo puedo ver el equinoccio sentir de tus infinitos cielos
y que se abre brecha con la boca de tus hermosos anhelos,
y fijan telarañas en las manos de tus manantiales
y en las frescas peñas de tus acantilados,
y en la voz de tus resplandeciente atardeceres;
aquellos reflejos que pintan tus húmedas siluetas de
horizontes
aunque nací para ver centellas, y pensar por ellas
y crecí con las yerbas de los acervos tiempos, muy lejanos.
Yo desde la colina vi
las hermosas mañanas
que destilaban cristales de tus estrellas
y los destellos inmutables de tu pecho,
y deliquios que
aparecen con tus incipientes estertores.
Yo esperé los razonamientos
de tus interrogantes,
tuve más preguntas que respuestas
y más suspiros de tus ubérrimas hazañas.
¿Qué es el hombre? ¿Quién
explica lo que puede ser?
y la esperanza que habita en las poblaciones de tu mente
y las ilusiones que se unen con tu aliento,
quizás mañana pueda mirar el horizonte de la belleza
y el epatante gemido de tus inmanentes sensaciones,
entonces puedo sentir el preludio,
en el firmamento de tus fugaces emociones,
y en las luciérnagas planetarias de tus ojos,
quizá por eso somos íngrimos relojes
y la indormia razón de tus
ignaros encantos,
así marcha el mórbido encanto de tus convicciones.
¿Quién exaltará la grandeza de tus inermes ilusiones?
y la encrucijada perfecta de tus luminosos amaneceres.
Yo vi los hilos plateados de tus sublimes reverdeceres,
y ahora comprendo que ser hombre, es ser infinito,
y las aguas que nadan corrientes de tus inmensos océanos,
son absolutas verdades que atraviesan tus venas…