Danilo Sánchez Lihón
1. Un
desafío
Después de 17 años de labor continua e incesante y
luego de la consolidación del eje: Lima, Trujillo, Otuzco, Huamachuco, Santiago
de Chuco y Cachicadán, estamos logrado el reto de legarle a nuestro pueblo algo
grande y digno, cuál es que Capulí sea erigido en un patrimonio en la cultura
nacional.
Y que el mes de mayo se vuelva fiesta del alma,
celebración cultural por ahora en los pueblos que recorremos pero que poco a
poco vayamos involucrando a más ciudades, con expresiones de poesía, danza,
folclore, ponencias, serenatas, pasacalles.
Dentro de esta perspectiva, lo más importante es haber
constituido un cuerpo organizado de personas que no esperan instrucciones sino
que deciden por sí mismas en asuntos sobre la organización de las Telúricas de
Mayo, siendo así que Capulí ya ha alcanzado un punto de apoyo verdadero cuando
el centro de su organización está en la entraña y al interior del mundo andino.
Hecho que nos plantea un desafío aún mayor, cual es
estructurar, alentar, comprometernos con un proyecto histórico de enorme
proyección teniendo una misión grandiosa por cumplir, porque César Vallejo no
solo nos da el orgullo de haber nacido en nuestro pueblo sino que a partir de
él nos comprometemos a llevar a cabo una empresa social de transformación y de justicia
con dignidad.
2. La causa
que lo signa
Pero, ¿qué es aquello que caracteriza y define a
Capulí, además de su filiación por César Vallejo? En primer lugar, que somos un
movimiento y una corriente de sensibilidad y pensamiento que erige al mundo andino
como su referente fundamental. Y que reconoce y define a la cultura como el
factor principal en el desarrollo de nuestros pueblos.
Tracemos por eso
algunas coordenadas de reflexión y acción que nos permita tener un
horizonte lo más esclarecido posible. En tal propósito son componentes básicos
de Capulí, además de César Vallejo, el mundo andino y el ámbito de la cultura.
Sobre César Vallejo y el mundo andino ya hemos sentado
algunas bases, de allí que esta vez queremos enfatizar en el aspecto de la cultura
como determinante para cambiar la educación, la política y el ser social,
factor al cual no le hemos dado el valor que merece, ni lo hemos reconocido
como un sector fundamental de trabajo, desvelo y desarrollo.
Incluso, no deberíamos ocuparnos tanto de política
sino de su raíz como es la cultura de la cual deviene. Y sin embargo miramos
obsesivamente aquel panorama de frustraciones y desolación en donde si las
cosas van bien adulamos, y si van mal renegamos y nos desmoralizamos sin ir a
la causa que lo signa y determina.
3. Sinceras
y fraternas
La educación misma que igualmente nos inquieta y
preocupa, ¿de dónde extrae sus orientaciones y condicionantes fundamentales?
Por eso, Capulí, Vallejo y su Tierra se construye en
el campo de la cultura, y es allí donde debemos dar la batalla frontal porque
en ella hay mucho qué enmendar y corregir tratando en primer lugar de separar
el grano de la paja, lo valioso de lo descartable, lo trivial de lo
trascendente. Y más aún: eliminar lo detestable en que se han convertido
algunas prácticas con el agravante de constituirse en el canon imperante.
Capulí es dar nervio y razón a un movimiento de
literatura con identidad en el mundo andino, que traza las líneas directrices y
maestras de una nueva actitud, forjando una nueva cultura más coherente,
intrínseca y humana, concomitante con el mensaje de César Vallejo, haciendo un
arte sincero, sin artificios, poses ni mascaradas.
Siendo así Capulí, Vallejo y su Tierra es llama votiva
y meollo de peruanidad, en donde se respira mística por el Perú como enseña y
promesa, hundiendo sus raíces en lo mejor que tiene nuestro pueblo como es su
raigambre andina, el ser tierra sagrada donde florecieron culturas de asombro
que se hicieron como sustancia de evolución: pacíficas, sinceras y fraternas.
4. Luz
permanente
En razón de todo ello es importante convocar y
organizar para que convirtamos esta peregrinación en una fiesta del alma y la
leguemos al Perú imperecedero.
Reconociendo que estamos a punto de convertir a Capulí
en un referente de la mayor significación en la cultura de nuestro país,
tratándose ahora de darle el vuelo de águila, la trascendencia y significación.
Otorgándole la majestad, la rúbrica de oro como
escenario de la esperanza, y de la fe en que podemos construir aquí y ahora la
utopía andina que nos legaran nuestros antepasados.
Avancemos en tal proyección con el paradigma del
nosotros, llenándonos de aquella fuerza de que se cargan nuestros ríos para
inundar la tierra a fin de hacerla fecunda y que las mieses fructifiquen.
Siendo así Capulí es llama votiva porque es luz
permanente y fuego que irradia estos contenidos. ¡Y es allí donde el Perú brota
prístino! Y donde tiembla y surge bajo ese aliento.
Siendo un faro, una antorcha, una luz permanente que
ilumina y que abriga. Siendo así Capulí ya una lámpara encendida y un lucero
que relumbra y fulgura. Capulí es un desafío y un descubrimiento permanente; es
arraigo, filiación y pertenencia a la tierra.
5. Hacia
el futuro
En razón de todo ello nos comprometemos solemnemente a
llevar este estandarte por los caminos con un mensaje de redención en función
de César Vallejo, el mundo andino y la cultura como claves para ser en el mundo.
Y todos nosotros, por venir en este peregrinaje
reconocemos como heraldos y voluntarios de las tres causas que nos animan y
comprometen.
Somos voluntarios de huesos fidedignos de la
esperanza. Ya somos brigadista, en quienes la consigna es: ¡Yo me adhiero!
Somos legión Capulí, soldados y montoneros. Somos
hermanos voluntarios. Somos Brigada Vallejo. Y nuestro cometido es: formación
en ciudadanía. Somos hombres convertidos en banderas. Somos peregrinos,
brigadistas, militantes.
Creo que en general, hemos sufrido mucho como para
seguir perdiendo oportunidades en las cuales ganar la guerra verdadera, cual es
superar el atraso, la ignorancia y la pobreza.
Fuimos el país de las oportunidades perdidas. Pero no
podemos seguir detenidos ni mirando hacia atrás guiándonos así por el espejo
retrovisor para ir hacia adelante, prueba de que hemos ubicado nuestro coche al
revés de lo que es la marcha y el sentido de la vida, siendo que tenemos que
avanzar hacia el futuro.
6. Con las botas
puestas
Y eso se cumplirá si afirmamos que somos luz, brillo,
inteligencia, rayo de sol, porque todos somos luz natural y divina, luz del
alma, luz inextinguible de nuestra identidad.
Y todo esto se cumplirá si reafirmamos que somos
Cataris, que es ser un organizador, un maestro, un líder, quien ordena, es
protector de su comunidad. Y es el que va adelante.
Y todo esto se cumplirá si somos coraquenques, que
vuelan alto, que salvan distancias y arriesgan la vida por defender al
indefenso y a los que están en desventaja, siendo fuertes y luminosos.
Y todo eso se cumplirá si somos impulso; en quienes
está prohibido el desaliento.
Los tímidos y recelosos, los inhibidos y los que se
eximen para este tiempo de guerra en contra del desánimo, no están bien. Por
eso, luchar y ganar en todo; eso nos fortalece como colectivo.
Hay que morir con las botas puestas. La alimentación y
la salud de nuestro pueblo es problema cultural. La defensa nacional es
problema cultural.
7. Alisten
sus banderas
Eso sí, tenemos que hacernos más prácticos y
efectivos, sabiendo que es mucha la obra por realizar, sabiendo que son muchas
las barreras por vencer, que hay un complot de destrucción en contra de lo
genuino.
Tenemos que hacernos contumaces y totales, íntimos y
universales, operando con absoluta pertinencia, exactitud y rigor.
Somos la fuerza que inspira un ideal sublime. Por eso
admiramos a los verdaderos amantes. A aquellos que defienden su amor y son
obstinados hasta el punto de la consagración. Por eso:
¡Compañeros, los veo enterizos, firmes, como han sido
y son los soldados en una batalla!, cuando tienen la plena convicción y saben
que van a triunfar.
¡Defensores de la vida, de la patria, del bien!, que
han asumido defender al hermano, defender al caído, defender al prístino mundo
andino.
¡Alisten sus banderas y estandartes! ¡Alisten sus
clarines! Somos legión, grupos organizados. ¡Se inicia la epopeya!
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CONVOCATORIA
XVII ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA