DÍA MUNDIAL DE LA FAMILIA
La familia es la célula principal de la sociedad, el fin y el objetivo del estado, y por ende constituye el pilar principal de la civilización humana, los derechos, de la mujer, los derechos del hombre, los derechos de los niños, la niñas, en general de la familia en su conjunto, tienen y deben ser protegidos por los gobiernos del mundo es por ello que se hace un reconocimiento en El Día Internacional de la Familia de las Naciones Unidas ha inspirado una serie de actos de sensibilización, entre los cuales destaca la celebración de esos días en el plano nacional. En numerosos países, ese día ofrece una oportunidad para poner de relieve los distintos ámbitos de interés para las familias.
Promover la igualdad de género y los derechos de los niños en el contexto familiar. También hace hincapié en la prevención de la violencia doméstica, a través de leyes y medidas de actuación justas. En el 2015, la celebración del Día Internacional de las Familias tiene como objetivo la familia, como el eje principal de toda la existencia.
El Día Internacional de la Familia se observa cada año el día 15 de mayo desde 1994. Esta fecha fue proclamada en 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas haciendo eco de la importancia que la comunidad internacional le otorga a la familia. El Día Internacional de la Familia es la ocasión propicia para promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a este importante núcleo de la sociedad.
Carlos Rodolfo Ascencio Barillas
Promover la igualdad de género y los derechos de los niños en el contexto familiar. También hace hincapié en la prevención de la violencia doméstica, a través de leyes y medidas de actuación justas. En el 2015, la celebración del Día Internacional de las Familias tiene como objetivo la familia, como el eje principal de toda la existencia.
El Día Internacional de la Familia se observa cada año el día 15 de mayo desde 1994. Esta fecha fue proclamada en 1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas haciendo eco de la importancia que la comunidad internacional le otorga a la familia. El Día Internacional de la Familia es la ocasión propicia para promover la concienciación y un mejor conocimiento de los procesos sociales, económicos y demográficos que afectan a este importante núcleo de la sociedad.
Carlos Rodolfo Ascencio Barillas
“HOGAR"
Rodolfo Ascencio Barillas
Yo he vagado por los laberintos del mundo
Rodolfo Ascencio Barillas
Yo he vagado por los laberintos del mundo
Y he gemido en
las quejas del viento,
Y en las
miserias de solitarios cementerios
Y en abrojos
cósmicos de pantanos siderales
Y la vida que
atascó torbellinos de tormentos.
Yo he visto
llorar la primavera
Y horizontes
ardientes inundan tus mustios ojos.
Yo he visto el
sol besar la pálida mejilla de tu encanto
Y el azul
púrpura de los espesos bosques,
Y cuanto más
añoro volver a mis años de infancia
Más me alejo
de las lunas doradas de mi tierra.
Yo caminé por
los senderos equivocados del dolor
Y vi el amado
terruño que me vio nacer
Y quise
regresar para contemplar la luz de tus ocasos
Y el despertar
en la aurora de tus ojos.
Hoy quisiera
recuperar el llanto que dejé de llorar
Y la alegría
que la lluvia provoca tu aliento.
¡Oh, cómo han
pasado los años!
La vida se me
ha ido en breves horas
Y ahora
después de tanto, tanto tiempo
He regresado a
mi hogar, a mi pueblo,
A la tierra
que extraño el ombligo en mis ojos
Y que dio la
ternura que mudan las hojas verdes,
Y a las
límpidas aguas del riachuelo
Y a los
hermosos recuerdos de mis anhelos
He vuelto para
escuchar los consejos de mis padres
Y besar la
roca en el corazón forastero
Por fin he
regresado a mi casa, a mi pasto
Y a mis sueños
de vientos.
En mi hogar,
viviré junto a mis tristezas
Y con las
nostalgias de mis hermanos
Y los
cimientos que mi voz silenciosa lloraba,
Y mirar los infinitos
cielos de las montañas
Y escuchar las
quejas de mis lamentos
Y llorar las
tristezas de mi pasado.
Yo he vuelto a
suspirar junto a tu pecho
Y a soñar con
mi gente amada
Y a sentir el
olor de las flores
Y los helechos
entre las piedras
Y las frías
noches oscilantes de estrellas
¡Oh! mi hogar,
mi bella ternura,
Que arrulló
mis ausentes sueños de infancia
En este valle
de heladas montañas
Vuelvo a
acariciar la silueta de tu rostro
Y volver
cuando aun me esperas, mi hogar
Ahora puedo
morir en paz…
“TERRUÑO”
Yo he visto
llorar la hermosa primavera
Con lágrimas de abrojos místicos orbitales
Yo he visto
el sol, besar la pálida mejilla de los atardeceres
Y el azul
púrpura que anida en mi indoblegable pecho,
Yo caminé por
los senderos de una bella juventud
Era la eterna
juventud que me vio nacer
Y que pasó
con las huellas de mis lejanos horizontes,
Hoy he contemplado con mis ojos la luz
de los policromos ocasos
Hoy he contemplado con mis ojos la luz
de los policromos ocasos
Para
acariciar la aurora de los indefectibles
amaneceres.
Yo quisiera
recuperar el tiempo que dejé pasar
Y la alegría
que provocaron los sueños de mi
infancia.
¡OH, después
de treinta años, cómo han pasado los rubores!
Toda mi vida
se me ha ido en breves horas
Y mis días
se desvanecieron con las acuarelas
incognoscibles del siglo;
Y me espera
el camino claroscuro de mi reencuentro
Con la eterna
luz de Dios celestial.
Pero he
vuelto, ahora después de tanto, tanto tiempo
Regreso a mis
viejas esperanzas que mis anhelos olvidaron,
Yo he
regresado a mi infancia, a mi estrella
A mi
riachuelo a mi árbol y a mi aurora
Yo he
regresado donde mi madre, mi padre
Mis hermanos,
mis amigos
Y a los
amores que siempre me amaron
Yo he
regresado para besar los equinoccios de las montañas
Y volver a
vivir la brisa de los calidos veranos
Yo he
regresado al terruño de todos mis
ensueños
A mi cerca, a
mi surco, y a mi loma
Yo he visto con
los cielos de mi alma;
La lluvia
llorar con lagrimas de viento.
Yo quiero
morir contemplando mi dulce terruño
Y sentir la
inmensa felicidad de mis eternos amores
Y dormirme
con los cristales de la luna
Y con las
estrellas, que destellan nostalgias a mis besos
Y a los mares
sin fronteras que dibujaron ríos de ilusiones
Y a las
promesas de mis férreos fervores
¡Ho¡ Mi terruño, mi terruño, mi eternidad…
Por Carlos
Rodolfo Ascencio Barillas