Amigas y amigos, muy buenas noches.
Hola querido Daniel, un abrazo.
Público del bello y pujante distrito limeño de Puente Piedra, reciban mis saludos.
La verdad que estaba todo preparado para estar hoy día con ustedes, pero lamentablemente en un segundo la vida te puede cambiar y tus planes pueden derrumbarse o enaltecerse, en mi caso -en estos momentos-, es lo primero de índole estrictamente familiar, es por ello, que quien lee mis palabras es mi dilecto amigo y colega, el gran escritor de literatura infantil, Miguel Ataucuri García, Premiado por la editorial española SM, diciendo esto quiero disculparme contigo querido Daniel por mi ausencia física pero no te abandono.
En esta segunda década del siglo XXI, he llegado a conocer a mucha gente con sueños, ilusiones y desconfianzas pues decían que amaban y habían nacido para ser poetas, brindaban, juergueaban, creían ser malditos, iconoclastas, etcétera, ya sea hombre o mujer o modernos fifty fifty, considerándose el nuevo Arthur Rimbaud o la nueva Sylvia Plath, pero han pasado muchos tiempos y una buena proporción de ellos han sido consumidos y apresados por las reglas de la sociedad, la familia o la vida misma en sobrevivencia o dejadez o ser feliz en otros rubros profesionales. Pero han habido otros, muy pocos, quienes luchando con sus demonios interiores y exteriores han iniciado un camino expectante y emocionante con el trabajo con la palabra; uno de ellos es mi amigo y colega de la palabra en libertad, Daniel Díaz Escurra, quien en esta primaveral y mágica noche nos presenta con mucha emoción compartida su tercer poemario titulado, Haden, bajo el sello de Gaviota Azul Editores y los auspicios benditos de la Sociedad Literaria Amantes del País.
Antes de proseguir en mi intento de tratar de descifrar y comentar algo válido del poemario de Daniel, quiero hacer llegar públicamente mi saludo a la destacada poeta y recordada amiga, Verónica Morante Rossel, de quien espero leer muy pronto un poemario. Dilecto público, por favor, les pido un aplauso para ella.
Sigamos, desde el título del poemario, Haden, podemos comprobar el talento de Daniel para colocar o inventar títulos, es como César Vallejo puso a uno de sus poemarios, Trilce, un maravilloso neologismo. Y en verdad ese talento y alta sensibilidad para la poesía, lo ha demostrado anteriormente con sus poemarios, Garúas de verano, en el año 2012, y con, En XX days, en el 2013.
En esta noche poética con tufillos de una tercera guerra mundial y la amenaza en el Perú de la Corriente del Niño, quiero manifestar en la Municipalidad de Puente Piedra, que el Grupo de poesía, “Ératos y sus 4 vientos”, es uno de los mejores grupos literarios afincados en Lima, el cual aparte de Daniel está conformado por especiales poetas de quilates como Henry Homero y Lucho Padilla, a este último se le espera la publicación de su poemario. Es un grupo que además del trabajo personal de sus miembros con la palabra también hacen trabajo de difusión y promoción cultural para beneplácito y en beneficio de sus vecinos residentes.
Ahora nuestro poeta Daniel, nos presenta su poemario Haden, del cual, trataré de manifestar algo importante para comprenderlo, analizarlo y tener una mejor lectura a solas, de parte del lector. Si bien es cierto que nuestro poeta aduce informativamente que los poemas datan desde hace 10 años atrás, para mí no tiene relativa importancia puesto que en el arte los poemas son atemporales y se defienden solos como una sagrada maldición.
Definitivamente nuestro poeta Daniel Díaz Escurra, es un poeta del amor, y por favor cuando digo amor no es solamente en el plano sexual o erótico, sino que va más allá, trascendiéndolo en todas sus facetas, luces y oscuridades, como por ejemplo, el amor más allá de la propia vida mundana y pasajera, o sea el amor en la muerte y con la muerte (existencial, religioso, artístico, social, familiar, personal), leamos:
Es un poeta nato puesto que los auténticos son inconformistas con el mundo y el tiempo que pisan, con los que les toca vivir y están rodeados, en donde no se escapa su propia poética de inconformismo:
“Por eso soy el grito sin voz / el amor sin recuerdos. / Debí estar frente al mar / ser arena / ser gaviota / pero no el que escriba esto. (SIN VOZ)
Y sabe que su mundo, y su voz de recreación verídica no va a ser atendido por una mayoría de sus congéneres y no solamente por los estereotipos y las ausencias que han dado y brindan la gente común y corriente al artista sino porque en la vida practica en estos tiempos, a nadie le importa nadie ni nada, menos aún a las nuevas generaciones robotizadas, alienadas y marketeras:
“Me quedo hasta la madrugada / escuchando gritos de gallos / pasos de muertos
vientos tocando la puerta con sus dedos. (…) Soy vago, un vago de mierda / sé que en los poemas no debo decir lisuras / como yo en alegrías / como ustedes en esta ausencia. (AUSENCIA).
Nos recuerda en sus versos que el principio-fin y el trabajo del poeta es escribir y reescribir, el de comunicar artísticamente, aún a costa de sus propios problemas existenciales que lo acosan y lo hacen tambalear:
“La mañana en mí pecho se suicida / colocando peces en lugar de aves en mi alma. (…) / Siempre amanezco así, peor, día a día. / Nadie se da cuenta, creo que debo existir. / Pero amanezco grave, muy grave / con unas ganas terribles de vivir al escribir. (GRAVE).
Nuestro poeta admira, haciendo silenciar a su propio ego, -pues muchas veces que hemos conversado aparte del ying y yang de la vida, es el de reconocer, admirar o detestar el aporte de otros poetas-, haciendo brillar e inclinarse, por ejemplo, por la universalidad de nuestro gran César Vallejo, comulgando con la sangre y sus pulsaciones, el dolor, la incomprensión y del silencio haciendo bulla:
“Y sangraré mucho / lloraré por todos los años que no lloré y debí llorar. / Me dolerá mucho el pecho y (otra vez) / a nadie importará. (NULIDAD)
Otro ejemplo, es el poema kamikaze, en donde la sensibilidad del poeta es impulsivamente peligrosa y peligra sin espacios definidos:
“Parado en el filo oxidado del suicidio / me llaman desde la profundidad de los ombligos. / Hundido en la eternidad, espero no volver / retrocediendo de espaldas al precipicio. / Vienen a joderme dolores / buscando cuerpos que nunca tuvieron
/ y almas que jamás tuvieron cuerpos”.
En un poema nos demuestra al desdoblamiento que posee todo poeta tal como lo sustenta y defiende el psiquiatra Teobaldo Llosa, y que lo debe tener y realizar todo auténtico artista:
“Tengo un corazón perdido que no es mío / sino del que escribe / a la vez también soy yo. (RAPTO)
En varios de sus poemas está la figura de Dios y sus personalísimos diálogos interiores de distintos pecados humanos, para pedir perdón, rescate, salvación:
“Dios, rescátame. Sé que no soy eterno. / Heridas abiertas, cicatrices del infierno. / Dios, sálvame. Sé que no merezco tus besos / pero me amaste, me amas, eso siento”. (RESCATE)
Y ha manifestado algo elemental del ser humano, que la voz de cada uno no nos pertenece porque mágicamente es la voz de muchos, del desorientado, del paso sin brújula:
“No tengo ni idea de lo que soy / mis palabras se tergiversan en el fondo / saben que muy en el fondo m / no pertenecen a mi voz. (SIN UNA IDEA)
Haciéndonos recordar dura y realistamente, que el ser humano es el más despiadado e insensible animal de la Tierra frente a los más débiles o enfermos, sinónimo para mucha gente de poder, que son fracasados o inservibles:
“Todos estamos enfermos / nadie ha venido a curarnos. / Si para abril no me recupero / muéranse en mayo. / No vengan, no iré / nadie acompaña a nadie en el eterno descanso”. (ENFERMEDAD).
También ha puesto sobre el tablero de la vida, la elevada sensibilidad que le genera al poeta el ser fisgón encantado de lo que está a nuestro alrededor y que muchos viéndolo no lo ven, todo esto genera preocupación, interrogantes y hasta depresiones azules:
“Quiero fumarme el alma / que den mil golpes a mi corazón. / Esta depresión que mata, nunca me mata / solo mata mi otro yo. (QUIERO FUMARME EL ALMA)
Y haciendo su apego humano con Vallejo (quien no necesitó el Premio Nobel para ser una extraordinario poeta), nos confía válidamente el prototipo de grandeza del amor más exquisito de Vallejo sobre el de Neruda, el chileno maestro del amor sentimental pero Vallejo del amor universal (dolor-pasión):
“No puedo escribir de amor / hoy soy vallejo escribiendo / ¿Cuándo seré Neruda borrando? / ¿Cuándo habrá cuenta nueva y borrón?”. (VALLEJO Y NERUDA).
Así como al poeta se le considera un loco, bohemio, perdedor, romanticón, etcétera, y que en honor a la verdad no es un defecto escucharlo sino es una maravillosa virtud, también aparte de ello podemos apuntar que es un mago, es un predestinado, es un profeta; es el ser humano que toca temas que la gente ni lo quiere escuchar ni experimentar poniéndose un velo con cabellos de miedo y silencios. Por ejemplo. el poeta sabe que la muerte es parte de la vida, en conclusión la muerte es vida, solamente que masivamente los humanos inclusive teniendo la religión que tuviesen, temen morir sabiendo que sus postulados religiosos manifiestan que irán a un paraíso o algo similar, haciendo que la fe trastrabille por nervios y mil interrogantes:
“Entonces, vivimos cuando cerramos los ojos / y morimos cuando lo abrimos. // Veo estrellas muy lejanas a lo lejos / parece existir otro tipo como yo. / Entonces, ¿quién está vivo? / ¿Quién está muerto? / ¿Él o yo? / Un pedazo de vida cae sobre la esperanza / ¿y qué es la esperanza si no hay vida? / Y si no hay vida
¿qué es la muerte?. (PEDAZOS DE VIDA Y MUERTE)
Este trance que ha realizado Daniel sobre la muerte, lo construye a través de palabras en la figura y el canto que le realiza a su padre en el recuerdo graficado en la memoria y en la arritmia del ser hijo:
“Nunca te has ido / pero la casa se ve terrible. / No es que tu alegría no esté / sino que sin ti, el reír parece triste. / Me has dejado como en la foto / con un bebè en tus brazos. / Quisiera que vuelva ese tiempo / para alargarlo y arreglarlo. (A MI PADRE).
También lo realiza con Chalo su amado hermano que sigue acompañando a la familia en casa y en las lágrimas de mamá:
“Una gigantesca tristeza no opaca en nada / tu sonrisa en la foto de la sala. / Estás vivo y vives en mí y en mis hermanos. / Mi madre llora al pelar las alverjas en el plato. (…) Pero hemos aprendido también / que no te has ido cuando te fuiste / sino que viniste a quedarte / porque en realidad nunca partiste”. (CHALO)
Y para finalizar este tema de la vida-muerte-vida, apuntaré unos versos contundentes sobre la vida:
“La vida no debería llamarse vida / sino muerte./ Estamos al filo de sentir nada / y a pesar de eso uno se hiere. (UN CUMPLIDO)
En anteriores poemarios, nuestro poeta nos ha engalanado con versos de antología como: “Te he estado amando desde antes / que nazca la literatura”, ahora también sigue con la ambivalente temática, llena de recuerdos llenos de pasión natural y en voces hoy calladas:
“Yo agarraba la guitarra de tu cintura 7 mis dedos como cuerdas te seducían. / Ahora estas tan lejana, fugazmente eterna / entre la selva de mi carne y el asfalto de mi fantasía. // Debí olvidarte hace muchísimo tiempo / y no dejar que toques mi sexo nunca más / pero has venido entre fuegos y relámpagos / lloviznando en mi ojos por toda la eternidad”. (UNA CANCION PARA MÍ)
Pero también es un poeta de su tiempo, haciendo una flash back de la zoociedad humana, el arte y sus propios impulsos:
“Mientras una pareja se rompe en el juzgado / y otra se jura amor en una iglesia / mi paciencia dislocada espera tus brazos / como el invierno apurado espera la primavera. (…) No deberíamos de movernos / la felicidad interfiere en nuestras piernas / entonces el segundo de eternidad es este lapicero / y el orgasmo que disimuladamente sin darme cuenta inventas. (INVENTAS)
Asimismo es un gran defensor de la paz, este poeta amoroso de la vida y de la palabra cierra su concierto angelical y demoniaco, -metafóricamente hablando-, defendiendo la vida:
“Nunca me alistaría en el ejército / no quiero ser del tablero un peón / podría ser el caballo, una torre, un alfil / una reina, un rey en tu corazón”. (CONFLICTOS).
Hace 25 años, nuestro gran poeta –actualmente, el más extraordinario poeta vivo del Perú-, don Carlos Germán Belli, me dijo refiriéndose a mi trabajo creativo y cultural, “hay que encomiar el esfuerzo que haces, justamente cuando los demás jóvenes han vuelto las espaldas a su reino interior para ir en pos del becerro de oro”; palabras que en esta memorable noche y de fiesta literaria, quiero manifestárselas y compartirlas con Daniel Díaz Escurra, porque su trabajo con la palabra lo amerita, sus esfuerzos batallando contra huracanes y maremotos sociales, familiares y personales se imponen en sus sueños, y porque sus temáticas humanizan, encienden y fortalecen a la vida misma y el pensar de los lectores.
Definitivamente no es un poemario más, y ello es valioso en la carrera poética de Daniel, a quien saludo y felicito por este nuevo poemario, convirtiéndolo en uno de los mejores de su generación, deseándole muchos y mejores éxitos futuros.
Muy buenas noches, Salud!:
José Beltrán Peña.
Hola querido Daniel, un abrazo.
Público del bello y pujante distrito limeño de Puente Piedra, reciban mis saludos.
La verdad que estaba todo preparado para estar hoy día con ustedes, pero lamentablemente en un segundo la vida te puede cambiar y tus planes pueden derrumbarse o enaltecerse, en mi caso -en estos momentos-, es lo primero de índole estrictamente familiar, es por ello, que quien lee mis palabras es mi dilecto amigo y colega, el gran escritor de literatura infantil, Miguel Ataucuri García, Premiado por la editorial española SM, diciendo esto quiero disculparme contigo querido Daniel por mi ausencia física pero no te abandono.
En esta segunda década del siglo XXI, he llegado a conocer a mucha gente con sueños, ilusiones y desconfianzas pues decían que amaban y habían nacido para ser poetas, brindaban, juergueaban, creían ser malditos, iconoclastas, etcétera, ya sea hombre o mujer o modernos fifty fifty, considerándose el nuevo Arthur Rimbaud o la nueva Sylvia Plath, pero han pasado muchos tiempos y una buena proporción de ellos han sido consumidos y apresados por las reglas de la sociedad, la familia o la vida misma en sobrevivencia o dejadez o ser feliz en otros rubros profesionales. Pero han habido otros, muy pocos, quienes luchando con sus demonios interiores y exteriores han iniciado un camino expectante y emocionante con el trabajo con la palabra; uno de ellos es mi amigo y colega de la palabra en libertad, Daniel Díaz Escurra, quien en esta primaveral y mágica noche nos presenta con mucha emoción compartida su tercer poemario titulado, Haden, bajo el sello de Gaviota Azul Editores y los auspicios benditos de la Sociedad Literaria Amantes del País.
Antes de proseguir en mi intento de tratar de descifrar y comentar algo válido del poemario de Daniel, quiero hacer llegar públicamente mi saludo a la destacada poeta y recordada amiga, Verónica Morante Rossel, de quien espero leer muy pronto un poemario. Dilecto público, por favor, les pido un aplauso para ella.
Sigamos, desde el título del poemario, Haden, podemos comprobar el talento de Daniel para colocar o inventar títulos, es como César Vallejo puso a uno de sus poemarios, Trilce, un maravilloso neologismo. Y en verdad ese talento y alta sensibilidad para la poesía, lo ha demostrado anteriormente con sus poemarios, Garúas de verano, en el año 2012, y con, En XX days, en el 2013.
En esta noche poética con tufillos de una tercera guerra mundial y la amenaza en el Perú de la Corriente del Niño, quiero manifestar en la Municipalidad de Puente Piedra, que el Grupo de poesía, “Ératos y sus 4 vientos”, es uno de los mejores grupos literarios afincados en Lima, el cual aparte de Daniel está conformado por especiales poetas de quilates como Henry Homero y Lucho Padilla, a este último se le espera la publicación de su poemario. Es un grupo que además del trabajo personal de sus miembros con la palabra también hacen trabajo de difusión y promoción cultural para beneplácito y en beneficio de sus vecinos residentes.
Ahora nuestro poeta Daniel, nos presenta su poemario Haden, del cual, trataré de manifestar algo importante para comprenderlo, analizarlo y tener una mejor lectura a solas, de parte del lector. Si bien es cierto que nuestro poeta aduce informativamente que los poemas datan desde hace 10 años atrás, para mí no tiene relativa importancia puesto que en el arte los poemas son atemporales y se defienden solos como una sagrada maldición.
Definitivamente nuestro poeta Daniel Díaz Escurra, es un poeta del amor, y por favor cuando digo amor no es solamente en el plano sexual o erótico, sino que va más allá, trascendiéndolo en todas sus facetas, luces y oscuridades, como por ejemplo, el amor más allá de la propia vida mundana y pasajera, o sea el amor en la muerte y con la muerte (existencial, religioso, artístico, social, familiar, personal), leamos:
Es un poeta nato puesto que los auténticos son inconformistas con el mundo y el tiempo que pisan, con los que les toca vivir y están rodeados, en donde no se escapa su propia poética de inconformismo:
“Por eso soy el grito sin voz / el amor sin recuerdos. / Debí estar frente al mar / ser arena / ser gaviota / pero no el que escriba esto. (SIN VOZ)
Y sabe que su mundo, y su voz de recreación verídica no va a ser atendido por una mayoría de sus congéneres y no solamente por los estereotipos y las ausencias que han dado y brindan la gente común y corriente al artista sino porque en la vida practica en estos tiempos, a nadie le importa nadie ni nada, menos aún a las nuevas generaciones robotizadas, alienadas y marketeras:
“Me quedo hasta la madrugada / escuchando gritos de gallos / pasos de muertos
vientos tocando la puerta con sus dedos. (…) Soy vago, un vago de mierda / sé que en los poemas no debo decir lisuras / como yo en alegrías / como ustedes en esta ausencia. (AUSENCIA).
Nos recuerda en sus versos que el principio-fin y el trabajo del poeta es escribir y reescribir, el de comunicar artísticamente, aún a costa de sus propios problemas existenciales que lo acosan y lo hacen tambalear:
“La mañana en mí pecho se suicida / colocando peces en lugar de aves en mi alma. (…) / Siempre amanezco así, peor, día a día. / Nadie se da cuenta, creo que debo existir. / Pero amanezco grave, muy grave / con unas ganas terribles de vivir al escribir. (GRAVE).
Nuestro poeta admira, haciendo silenciar a su propio ego, -pues muchas veces que hemos conversado aparte del ying y yang de la vida, es el de reconocer, admirar o detestar el aporte de otros poetas-, haciendo brillar e inclinarse, por ejemplo, por la universalidad de nuestro gran César Vallejo, comulgando con la sangre y sus pulsaciones, el dolor, la incomprensión y del silencio haciendo bulla:
“Y sangraré mucho / lloraré por todos los años que no lloré y debí llorar. / Me dolerá mucho el pecho y (otra vez) / a nadie importará. (NULIDAD)
Otro ejemplo, es el poema kamikaze, en donde la sensibilidad del poeta es impulsivamente peligrosa y peligra sin espacios definidos:
“Parado en el filo oxidado del suicidio / me llaman desde la profundidad de los ombligos. / Hundido en la eternidad, espero no volver / retrocediendo de espaldas al precipicio. / Vienen a joderme dolores / buscando cuerpos que nunca tuvieron
/ y almas que jamás tuvieron cuerpos”.
En un poema nos demuestra al desdoblamiento que posee todo poeta tal como lo sustenta y defiende el psiquiatra Teobaldo Llosa, y que lo debe tener y realizar todo auténtico artista:
“Tengo un corazón perdido que no es mío / sino del que escribe / a la vez también soy yo. (RAPTO)
En varios de sus poemas está la figura de Dios y sus personalísimos diálogos interiores de distintos pecados humanos, para pedir perdón, rescate, salvación:
“Dios, rescátame. Sé que no soy eterno. / Heridas abiertas, cicatrices del infierno. / Dios, sálvame. Sé que no merezco tus besos / pero me amaste, me amas, eso siento”. (RESCATE)
Y ha manifestado algo elemental del ser humano, que la voz de cada uno no nos pertenece porque mágicamente es la voz de muchos, del desorientado, del paso sin brújula:
“No tengo ni idea de lo que soy / mis palabras se tergiversan en el fondo / saben que muy en el fondo m / no pertenecen a mi voz. (SIN UNA IDEA)
Haciéndonos recordar dura y realistamente, que el ser humano es el más despiadado e insensible animal de la Tierra frente a los más débiles o enfermos, sinónimo para mucha gente de poder, que son fracasados o inservibles:
“Todos estamos enfermos / nadie ha venido a curarnos. / Si para abril no me recupero / muéranse en mayo. / No vengan, no iré / nadie acompaña a nadie en el eterno descanso”. (ENFERMEDAD).
También ha puesto sobre el tablero de la vida, la elevada sensibilidad que le genera al poeta el ser fisgón encantado de lo que está a nuestro alrededor y que muchos viéndolo no lo ven, todo esto genera preocupación, interrogantes y hasta depresiones azules:
“Quiero fumarme el alma / que den mil golpes a mi corazón. / Esta depresión que mata, nunca me mata / solo mata mi otro yo. (QUIERO FUMARME EL ALMA)
Y haciendo su apego humano con Vallejo (quien no necesitó el Premio Nobel para ser una extraordinario poeta), nos confía válidamente el prototipo de grandeza del amor más exquisito de Vallejo sobre el de Neruda, el chileno maestro del amor sentimental pero Vallejo del amor universal (dolor-pasión):
“No puedo escribir de amor / hoy soy vallejo escribiendo / ¿Cuándo seré Neruda borrando? / ¿Cuándo habrá cuenta nueva y borrón?”. (VALLEJO Y NERUDA).
Así como al poeta se le considera un loco, bohemio, perdedor, romanticón, etcétera, y que en honor a la verdad no es un defecto escucharlo sino es una maravillosa virtud, también aparte de ello podemos apuntar que es un mago, es un predestinado, es un profeta; es el ser humano que toca temas que la gente ni lo quiere escuchar ni experimentar poniéndose un velo con cabellos de miedo y silencios. Por ejemplo. el poeta sabe que la muerte es parte de la vida, en conclusión la muerte es vida, solamente que masivamente los humanos inclusive teniendo la religión que tuviesen, temen morir sabiendo que sus postulados religiosos manifiestan que irán a un paraíso o algo similar, haciendo que la fe trastrabille por nervios y mil interrogantes:
“Entonces, vivimos cuando cerramos los ojos / y morimos cuando lo abrimos. // Veo estrellas muy lejanas a lo lejos / parece existir otro tipo como yo. / Entonces, ¿quién está vivo? / ¿Quién está muerto? / ¿Él o yo? / Un pedazo de vida cae sobre la esperanza / ¿y qué es la esperanza si no hay vida? / Y si no hay vida
¿qué es la muerte?. (PEDAZOS DE VIDA Y MUERTE)
Este trance que ha realizado Daniel sobre la muerte, lo construye a través de palabras en la figura y el canto que le realiza a su padre en el recuerdo graficado en la memoria y en la arritmia del ser hijo:
“Nunca te has ido / pero la casa se ve terrible. / No es que tu alegría no esté / sino que sin ti, el reír parece triste. / Me has dejado como en la foto / con un bebè en tus brazos. / Quisiera que vuelva ese tiempo / para alargarlo y arreglarlo. (A MI PADRE).
También lo realiza con Chalo su amado hermano que sigue acompañando a la familia en casa y en las lágrimas de mamá:
“Una gigantesca tristeza no opaca en nada / tu sonrisa en la foto de la sala. / Estás vivo y vives en mí y en mis hermanos. / Mi madre llora al pelar las alverjas en el plato. (…) Pero hemos aprendido también / que no te has ido cuando te fuiste / sino que viniste a quedarte / porque en realidad nunca partiste”. (CHALO)
Y para finalizar este tema de la vida-muerte-vida, apuntaré unos versos contundentes sobre la vida:
“La vida no debería llamarse vida / sino muerte./ Estamos al filo de sentir nada / y a pesar de eso uno se hiere. (UN CUMPLIDO)
En anteriores poemarios, nuestro poeta nos ha engalanado con versos de antología como: “Te he estado amando desde antes / que nazca la literatura”, ahora también sigue con la ambivalente temática, llena de recuerdos llenos de pasión natural y en voces hoy calladas:
“Yo agarraba la guitarra de tu cintura 7 mis dedos como cuerdas te seducían. / Ahora estas tan lejana, fugazmente eterna / entre la selva de mi carne y el asfalto de mi fantasía. // Debí olvidarte hace muchísimo tiempo / y no dejar que toques mi sexo nunca más / pero has venido entre fuegos y relámpagos / lloviznando en mi ojos por toda la eternidad”. (UNA CANCION PARA MÍ)
Pero también es un poeta de su tiempo, haciendo una flash back de la zoociedad humana, el arte y sus propios impulsos:
“Mientras una pareja se rompe en el juzgado / y otra se jura amor en una iglesia / mi paciencia dislocada espera tus brazos / como el invierno apurado espera la primavera. (…) No deberíamos de movernos / la felicidad interfiere en nuestras piernas / entonces el segundo de eternidad es este lapicero / y el orgasmo que disimuladamente sin darme cuenta inventas. (INVENTAS)
Asimismo es un gran defensor de la paz, este poeta amoroso de la vida y de la palabra cierra su concierto angelical y demoniaco, -metafóricamente hablando-, defendiendo la vida:
“Nunca me alistaría en el ejército / no quiero ser del tablero un peón / podría ser el caballo, una torre, un alfil / una reina, un rey en tu corazón”. (CONFLICTOS).
Hace 25 años, nuestro gran poeta –actualmente, el más extraordinario poeta vivo del Perú-, don Carlos Germán Belli, me dijo refiriéndose a mi trabajo creativo y cultural, “hay que encomiar el esfuerzo que haces, justamente cuando los demás jóvenes han vuelto las espaldas a su reino interior para ir en pos del becerro de oro”; palabras que en esta memorable noche y de fiesta literaria, quiero manifestárselas y compartirlas con Daniel Díaz Escurra, porque su trabajo con la palabra lo amerita, sus esfuerzos batallando contra huracanes y maremotos sociales, familiares y personales se imponen en sus sueños, y porque sus temáticas humanizan, encienden y fortalecen a la vida misma y el pensar de los lectores.
Definitivamente no es un poemario más, y ello es valioso en la carrera poética de Daniel, a quien saludo y felicito por este nuevo poemario, convirtiéndolo en uno de los mejores de su generación, deseándole muchos y mejores éxitos futuros.
Muy buenas noches, Salud!:
José Beltrán Peña.