ANUNCIACIÓN
Te
anunciaron, Mujer, al que vendría
Por caminos
de tiempo y lejanía.
Te
anunciaron Su nombre
Y fue tan
viva tu sometida luz
Que arreboló
en capullo
De
transformado cielo en tu morada.
Tu corazón
en rosas florecía
Por el
augusto Ser clarificado.
Y la espera
encontró tus pies descalzos
Por caminos
de espinas y de llanto
Que
ignorabas, quizás, por el quebranto
De tu
grávido vientre sublimado.
Belta Díaz
de Tonna
(de su
libro: “En el Principio Estabas”)