CUANDO EL SOL SE CANSE DE ABANDERAR EL CIELO
(DEL POEMARIO "IDIOMA DE LOS ESPEJOS" (MEMORIAS DE UN ÁNGEL)
DEL POETA PERUANO CARLOS GARRIDO CHALÉN)
Soy la estrella mayor
en cuyo interior se refugia el viento
y tengo por eso la clave
para encontrar amores y naufragios
y en la línea que el Cielo y la tierra parecen juntarse,
busco con mi mirada sin fondo,
restos de candelabros para alumbrar la noche eterna
y puedo sentir dónde está lo alto
y dónde el abismo.
He codificado un juego para expresar euforia
y grito como pirata al abordaje
y aunque en la tempestad
parece que mi barco de hipocampo se desfonda,
sobrevivo.
Conozco la diferencia entre tornado y huracán
y sé de dónde vienen las gotículas
que forman los cristales.
Al llegar las primeras tempestades del otoño
emigro de norte a sur con las bandadas
y hago un alto en mi ruta para descansar.
Y cuando estoy el agua no deja de manar
y soy ese mismo sonido de arena que resbala
desde la cima de las dunas
y calla moribundo en las orillas.
Hago titilar con energía de viento a las estrellas.
y admiro como órix
el forraje escaso que crece en los trigales.
Sé cómo predice el tiempo la marmota
y cómo se sostiene en el aire el colibrí.
Vengo de una tribu nómada
que cruza con sus rebaños el desierto
y tengo un poderoso olfato
para ventear el rastro del pájaro en el Cielo.
Con mi camuflaje me confundo en el paisaje.
Amo las esporas que producen los helechos
y el bulbo subterráneo
en el que se alojan los capullos del tulipán
y estoy convencido que mañana
- gracias a Dios - todo será posible.
Semi cubierto de coral enmohecido y fantasmal
iré con mi martillo y mi cincel
a buscar anclas hundidas en la niebla.
en cuyo interior se refugia el viento
y tengo por eso la clave
para encontrar amores y naufragios
y en la línea que el Cielo y la tierra parecen juntarse,
busco con mi mirada sin fondo,
restos de candelabros para alumbrar la noche eterna
y puedo sentir dónde está lo alto
y dónde el abismo.
He codificado un juego para expresar euforia
y grito como pirata al abordaje
y aunque en la tempestad
parece que mi barco de hipocampo se desfonda,
sobrevivo.
Conozco la diferencia entre tornado y huracán
y sé de dónde vienen las gotículas
que forman los cristales.
Al llegar las primeras tempestades del otoño
emigro de norte a sur con las bandadas
y hago un alto en mi ruta para descansar.
Y cuando estoy el agua no deja de manar
y soy ese mismo sonido de arena que resbala
desde la cima de las dunas
y calla moribundo en las orillas.
Hago titilar con energía de viento a las estrellas.
y admiro como órix
el forraje escaso que crece en los trigales.
Sé cómo predice el tiempo la marmota
y cómo se sostiene en el aire el colibrí.
Vengo de una tribu nómada
que cruza con sus rebaños el desierto
y tengo un poderoso olfato
para ventear el rastro del pájaro en el Cielo.
Con mi camuflaje me confundo en el paisaje.
Amo las esporas que producen los helechos
y el bulbo subterráneo
en el que se alojan los capullos del tulipán
y estoy convencido que mañana
- gracias a Dios - todo será posible.
Semi cubierto de coral enmohecido y fantasmal
iré con mi martillo y mi cincel
a buscar anclas hundidas en la niebla.
Carlos Garrido Chalén
Premio Mundial de Literatura "Andrés Bello"
Version Poesía 2009, de Venezuela
Presidente Ejecutivo Fundador de la
Unión Hispanomundial de Escritores. UHE
Fuente:
Unión Hispanomundial de Escritores