HOMENAJE AL AMIGO, AL ASOCIADO FUNDADOR Y HONORARIO DE
LA A.C.B.T.
ARMANDO AZCUÑA NIÑO DE GUZMÁN
“RUMI
MAKI” (Mano de Piedra)
Por
el Arquitecto Ronald Espezua La Torre
“La mano de los Andes es la Altipampa intensa,
Interminable mano abierta a los relámpagos,
Tecleada por el trueno, rajada por el rayo,
Prendida de las nubes, lamida por las lluvias,
……Tiene un vario séquito de montañas,
el poncho del pajonal perenne, nutrido y rumiado
por el retozo fino de manchas de vicuñas,
y el continente plácido de alpacas y llamas
y por el balido níveo de rebaños de ovejas
que, desde su zenit el cóndor avizora,
que desde su nadir, con hambre el puma espera”.
Una estrofa de “La Pampa”- Dante Nava
El haber
leído este párrafo del poema “La Pampa”
del vate Dante Nava, nos transporta en mente y en corazón a aquellas inmensas
pampas con sus ríos y lagunas colmadas de alpacas y miles de huallatas que
forman la fisonomía de Macusani, tierra que cobijó en su infancia a Armando.
Nuestro
amigo Armando Azcuña Niño de Guzmán nació en la ciudad de Puno a orillas del
Lago sagrado de los Incas, pasó su infancia asistiendo a la Escuela 821 de
Macusani; y jugando en esas pampas que orillan al majestuoso nevado “Allin
Qhapaq” de Carabaya, nutriéndose así del sentimiento telúrico de la cultura
andina.
Las
limitaciones de la época para continuar los estudios en la provincia, hizo que
Armando tuviera que volver a la capital del departamento, para iniciar sus
estudios secundarios en el Instituto Salesiano de Puno y luego en el colegio Franciscano
San Román de Juliaca; los estudios superiores los realizó en la Escuela Normal
San Juan Bosco de Puno, graduándose como profesor en el área de letras.
En su afán
de lograr mayores conocimientos académicos tuvo que migrar a la Capital de la
República matriculándose en el Instituto Superior de Quechua, en el Instituto
Cultural Peruano Norteamericano; y en
las Escuelas de Idiomas de la Pontificia Universidad Católica del Perú y de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Este esfuerzo por capacitarse, logra
en él una merecida profesionalización que hace que Armando hable, lea y escriba
bien el “Runa Simi” (el idioma de los Incas), el Inglés y el Castellano.
EL ASOCIADO VITALICIO Y HONORARIO DE LA ASOCIACIÓN CULTURAL
“BRISAS DEL TITICACA”
Los
Briseños, nos sentimos honrados por
tener a Armando Azcuña en nuestro seno; y siempre le expresaremos
nuestra gratitud por ser un buen amigo, por ser un paisano entusiasta añorante
de su cultura y que a no dudarlo, un ejemplo de asociado a seguir.
Armando es
uno de los precursores y fundadores de nuestra institución. A la fecha, es el
único sobreviviente de aquel grupo de entusiastas y añorantes puneños y puneñistas que en 1962 fundaron
el Conjunto Musical Brisas del Titikaka; luego en 1965 acordaron de buena manera pasar a ser Centro
Musical Brisas del Titicaca; y en 1968 dieron origen a la “Asociación Cultural
Brisas del Titicaca”, que este año cumple 54 años de infatigable labor por
irradiar las ricas manifestaciones de la cultura puneña y peruana.
Y es que
Armando, no sólo fue en aquellos años aurorales del Brisas un entusiasta socio,
sino que integró la primera estudiantina
pulsando un charango revoloteador. Ese grupo musical, mostraba un afán especial
en sus ensayos cada vez que se avecinaba el mes de noviembre-Aniversario de
Puno. Así, logró exitosas presentaciones en las emisoras locales, en el Canal
de TV 7 y por supuesto en las fiestas organizadas por puneños residentes en
Lima.
Y como no
podía ser de otra manera, Armando hizo honor a la tradición puneña de cumplir
con saber tocar, cantar y danzar. Así,
también fue integrante del primer Elenco de Danzas que entre muchas
presentaciones destaca una realizada en el Campo de Marte en Enero de 1965 con
motivo del aniversario de Lima; donde se
presentó la pandilla puneña con todo su colorido y donaire.
Por estos
méritos, la Institución ha distinguido merecidamente a Armando Azcuña Niño de
Guzmán como socio vitalicio y Honorario.
RESTITUCIÓN DEL NOMBRE DEL JIRÓN CARABAYA
Aquí y
brevemente una valiente acción de los carabaínos residentes en Lima; donde Armando cumplió un exitoso protagonismo.
Los carabaínos siempre
manifestaron su orgullo de que una calle principal del centro de Lima llevara el nombre de su
provincia. Pero no siempre fue así, en
1968 le cambiaron de nombre y pasó a llamarse jirón Augusto N. Wiesse, por
disposición de un Decreto Municipal suscrito por el alcalde de entonces: Luis
Bedoya Reyes y así permaneció durante 7 años, siete años en que también, un
grupo de ilustres y esforzados carabaínos residentes en Lima, dieron una
batalla frontal para restituir el nombre original de este jirón.
Sea la oportunidad para
recordar y rendir un homenaje a esos paisanos que junto a Armando Azcuña dieron tenaz lucha para redimir el nombre de un
jirón que recuerda a un pueblo laborioso y pujante como es Carabaya; y que
lograron su propósito en julio de 1975, después de siete largos años de constancia en las
gestiones y trámites.
Allí estuvieron el Dr. Jorge
Valdez, José Eduardo Málaga, José Macedo Mendoza, Alfonso Alférez Feijó, Annon
León Veliz, Claudio Jara Santos, don Fernando Yucra y otros distinguidos
carabaínos que mi frágil memoria no me permite nombrarlos, pero sí rendirles un
emocionado saludo.
RUMI
MAKI
Yo no sé otra cosa que leer
y disfrutar de los buenos poemas (en castellano), por tanto no me voy a ocupar
de las composiciones literarias de Armando, tengo entendido que esa tarea ha
sido encomendada a otro “Yatiri” en estos avatares, que a su turno nos
ilustrará sobre esta actividad de nuestro homenajeado.
Sin embargo quiero señalar
con no negado entusiasmo, que estoy impresionado gratamente por las
traducciones al “Runa Simi” de poemas y cantos emblemáticos de nuestra tierra
como los poemas: “Masa” y “Los Heraldos Negros” de César Vallejo, “Orgullo
Aymara” de Dante Nava, “el Canto coral a Túpac Amaru” de Alejandro Romualdo y
los huayñitos: “Huaccha Puquito” del lampeño Zacarías Puntaca Farfán y “La
Valicha” del cusqueño Miguel Angel Hurtado.
Claro que Armando tendrá que
aceptar hacer un cambio significativo en uno de sus escritos. Es el relacionado
con el Himno Nacional del Perú que veo aún conserva la apócrifa estrofa del
“largo tiempo”.
Por esta fecunda labor
literaria, Armando Azcuña Niño de
Guzmán, ha sido reconocido como integrante del colectivo cultural Capulí
Vallejo y su Tierra, es miembro activo de la Academia Mayor de la Lengua
Quechua Regional de Lima. Es directivo de la Sociedad Universal de Artistas y
Literatos, componente del movimiento internacional de “Poetas del Mundo”.
Pero sobre todo es un puneño
dedicado a la difusión de la Poesía
en “Runa Simi”, porque así se permite revalorar, defender y mantener viva la
lengua de nuestros ancestros.
Esta tarea lo ha llevado desde
Tumbes hasta Tarija en Bolivia. Desde Chota en Cajamarca, hasta San
Francisco-Cordoba-Argentina. Desde Santiago de Chuco hasta Santiago del Estero
en Argentina. Desde Chanchamayo hasta Tezontepec de Aldama en Méjico. Y desde
Puno hasta Camagüey en Cuba. Fecunda y bonita manera de difundir el “Runa Simi
Harawi”.
Quiero terminar dedicándole un trocito de un poema en “Runa Simi” que
dice:
Yachayniyuq misk’i simi
qhari
Qorpachaykikun sonqoykupi
Yawarniykuq q’oñiyninta
chaskiy
Saqewaykutaq, allin samiykita
Gran hombre del saber y la dulce palabra
Te abrigamos en nuestros corazones,
Recibe el calor de nuestra sangre
Y déjanos, un destello de tu gloria.
Fragmento del
Poema: “Poeta yo te saludo”de A.A.N.G.
Arquitecto Ronald Espezua La Torre