Danilo
Sánchez Lihón
1. Siglos
de rebelión
Al principio los
conquistadores españoles acogieron y apreciaron la lengua quechua o runa sini
porque era un vehículo de penetración y la necesitaban para el adoctrinamiento
y la aculturación de las poblaciones nativas, tan es así que ya en 1577 se
instituyó la Cátedra de Lengua Quechua en la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Y en 1584 el primer libro que se edita en la América del Sur y en el
Perú fue un Catecismo trilingüe, de lengua quechua, aymara y castellana.
Sin embargo, a partir del
alzamiento de Túpac Amaru y su posterior develación a sangre y fuego, donde se dio
muerte en la Plaza de Armas del Cuzco a los capitanes, amigos, esposa, hijos, y
a todos quienes estuvieron involucrados en este alzamiento, y el mismo cacique
fue halado por cuatro caballos, sus miembros fueron mutilados y esparcidos en
los cerros.
A partir de entonces fue
prohibida la lengua quechua de todos los territorios coloniales. Su uso fue
legalmente proscrito de la enseñanza formal y estigmatizada política y
socialmente. Se dictaron ordenanzas de prohibición con amenazas de muerte para
todo aquel que no hablara el castellano. Por eso, defenderla y mantenerla viva ha
significado siglos de rebelión, sacrificios y enfrentamiento al sistema oficial
y al poder dominante.
2. Jardines
de maíz
De allí que sea honra y
deber nuestro saludar y rendir pleitesía al idioma quechua, como una bandera de
redención.
Porque es el idioma de
una cultura de asombro como fueron los Incas.
Porque es en este idioma
fuimos un pueblo que hizo el arte y la ciencia portentosa que aquí se hizo,
aplicó y subsiste.
Con él se hicieron los
grandes caminos, se erigieron y colmaron los tambos donde se guardaban
alimentos, vestidos y herramientas para 80 años de previsión futura.
Con él se hicieron los
andenes de los cuales emergían las espigas, los frutos y sus fragancias, como
las flores que se balanceas sobre los abismos.
Con él se construyeron
los canales de riego que eliminaron el hambre de la faz del mundo antiguo en nuestro
continente.
Con ese idioma se
domesticó la papa que ahora palia el hambre en el orbe.
En ese idioma las colinas
y los cerros fueron jardines de maíz, tarhui, quinua y cañigüa.
Las gestas civilizadoras
de los incas se celebraron en idioma quechua. Es la lengua con que se construyó
Machu Picchu.
3. El mejor
amor
Porque en lengua quechua está la ternura de
los harawis. Con sus vocablos y desinencias se enamoran los cerros, las lagunas
y los ríos.
En él y con él es que el
mundo de arriba (el hanan-pacha), el mundo de en medio (el kay-pacha) y el
mundo de abajo (el uco-pacha), se enlazan en visión fecunda y producen los
bosques, manantiales, las aves y los peces.
La solidaridad en el
trabajo, el regocijo del pueblo, el trueque entre los pobladores se hacía y se
hace en esa lengua.
Porque en él cantan los
músicos y poetas los contenidos más sublimes de nuestro pueblo y de nuestra
tierra.
Porque el papel
integrador funcionó bien con esa lengua.
Es el idioma de la
puntualidad, de la limpidez, de la laboriosidad.
Es el idioma de un mundo
organizado.
Es el idioma del reino de
la belleza, de la reciprocidad, del ayni.
Es el idioma de la
solidaridad, para recomponer nuestra alma.
Porque en ese idioma se
expresó el mejor amor de la tierra.
4. Porque la habló
Túpac Amaru
Entonces,
reivindiquémoslo: Porque es de amanecer y en él se contiene y expande la
hermandad.
Porque nuestra ternura,
que es la joya más preciada, se dice como nunca en esa lengua.
Porque nuestra actitud
plena en el candor y en la pureza es porque esa lengua la cinceló hasta hacerla
nieve eterna y diamantina.
Porque la fidelidad de la
mujer hacia su pareja, que hacía que se mate al verse amenazada para no sentir
nada del mundo que sea fuera de él, se fraguó primero en esa lengua.
Porque el amor devoto,
ungido del hombre a la mujer solo en esa lengua alcanza a ser poesía auténtica.
Porque la capacidad para
ser transparentes y prístinos es propia del idioma quechua.
Porque la habló Túpac
Amaru y en esa lengua se amaron con amor consagrado más allá de la vida y de la
muerte él con la Micaela.
Y es la lengua de la
rebelión en que soñaron un orden nuevo y justo para el Perú y el mundo, que no
podemos jamás claudicar en darlo por perdido y mucho menos acabado.
5. Grito
de libertad
¡Entonces,
reivindiquémoslo!
Porque en él está el
legado ancestral de la cultura andina.
Porque en él está nuestra
herencia primigenia. Es nuestro bastón de mando y nuestro estandarte.
Porque es el idioma de la
cultura de la resistencia.
Porque en ese tierno
canto no hubo miserias, ni abandono, ni corrupción.
Porque en él se cantaba a
la aurora, la marcha esplendorosa del sol. Con él se dijeron endechas a la
luna, a los luceros y alboradas.
Porque en ese idioma está
depositado lo más valioso que somos, lo hermanos que nunca dejaremos de ser.
Porque es el idioma de
cuando la vida es heroica y de cuanto se necesita combatir por las causas
nobles que hay que defender.
Porque en él está
subyacente el amor ágape.
Porque es río subterráneo
de los que algún día emergerán con un grito de libertad, de triunfo y de victoria
quienes murieron hablándolo esperanzados en que un día ha de instaurarse un
mundo nuevo sobre la faz de la tierra.
6. Jayllis o
Triunfos
Porque, como
en ninguna otra lengua, en él se ideó un género de poesía denominado jayllis o
“triunfos”, como este: