EL DESCUARTIZADOR DEL HOTEL COMERCIO
Por Dario Mejía
Las crónicas rojas que antaño
estremecieron la ciudad de Lima, no sólo fueron contadas en los
periódicos de la época y libros que se inspiraron en las mismas sino
también fueron narradas por los juglares criollos, quienes por medio de
composiciones musicales relataron los crímenes que horrorizaron la tres
veces coronada villa.
"Un crimen espeluznante, / monstruoso
y sensacional, / es el que se ha cometido / aquí, en esta capital.
/ Este crimen se asemeja / al del nuevo Barba Azul, / que de una mujer
los restos / viajar hizo en un baúl"... es como empieza la composición
"El horrendo asesinato y descuartizamiento", que narra el horrendo
crimen que había ocurrido días antes en el Hotel Comercio y cuya letra
fue publicada en El Cancionero de Lima No. 790, del viernes 4 de julio
de 1930.
El 24 de junio de 1930, mientras todo
Lima celebraba "El Concurso de Música y Bailes Nacionales" y el "Día
del Indio" en la Pampa de Amancaes, nada hacía presagiar que un crimen
espantoso y macabro estaba sucediendo en la ciudad capital, que fue
catalogado como el más horrendo crimen que contaran las crónicas rojas
en Lima hasta ese entonces. Como era costumbre de la época, los
compositores criollos, en cinco ediciones de El Cancionero de
Lima, relataron el crimen aquel por medio de composiciones musicales.
"Dos hombres recién llegados / los protagonistas son / de este drama que
ha causado / verdadera sensación. / Es en el Hotel Comercio / donde ha
tenido lugar / el crimen horripilante / que tanto llega a asombrar.
/ Por robarle los ahorros / a su compañero, Ortiz / mata y luego
descuartiza / a su víctima infeliz", continúan relatando los versos.
El español Genaro Ortiz asesinó a
martillazos a su compatriota Marcelino Domínguez en una habitación del
Hotel Comercio. Según Cipriano Laos, "Lima. La Ciudad de los Virreyes
(El Libro Peruano) 1928-1929", el Hotel Comercio se estableció en 1895 y
estaba ubicado a una cuadra de la Plaza de Armas de Lima, en la calle
de Pescadería No. 113 al 119 (actual primera cuadra del jirón
Carabaya), abarcando también los altos del actual restaurante Cordano.
Como si fuese un experto cirujano,
Ortiz seccionó el cuerpo de Domínguez y con sangre fría emprendió un
viaje macabro por las calles de Lima, que nos fue narrado en versos por
El Cancionero de Lima: "En seguida, en dos maletas / el cadáver colocó /
y cargando este equipaje / el hotel abandonó. / Toma en arriendo otro
cuarto, / lectores, como sabéis, / en la calle Concha número /
trescientos cincuentiséis. / Este macabro equipaje / fue lo único que
llevó / el inquilino a la nueva / habitación que alquiló. / Después,
como por encanto, / humo se hizo el criminal; / no se le vio desde
entonces / en toda la capital. / Y mientras tanto el cadáver / solito en
la habitación / continuaba en el proceso / de su descomposición."
Ortiz abandonó el país dejando su
fúnebre equipaje en la habitación que había alquilado en la calle de
Concha (actual tercera cuadra del jirón Ica), pero el olor nauseabundo
que emanaba del cadáver llamó la atención de los dueños de la vivienda,
quienes alertaron a la policía... "Hasta que se abrió la puerta / de
aquella pieza, y... ¡qué horror! / se encontraron dos maletas / que
despedían ¡¡¡qué hedor!!! / Horriblemente el cadáver / mutilado se
encontró / dentro de las dos maletas / y el crimen se descubrió. / El
gran descuartizador / se llama Genaro Ortiz, / y Marcelino Domínguez /
fue la víctima infeliz. / Desde ahora, al que se vea / con maletas
caminar, / tiene que infundir sospechas / de lo que pueda llevar",
termina la composición que, en 14 cuartetas, relata el sanguinario
crimen ocurrido en el Hotel Comercio y que fue publicada por El
Cancionero de Lima No. 790, que también publicó en su portada dos
grabados del horroroso crimen.
La edición No. 791 del mencionado cancionero, del viernes 11 de julio de 1930, reproduce
tres composiciones más que fueron creadas sobre el horrendo crimen. En
la portada de dicha edición se publicó "El descuartizador de Marcelino
Domínguez" y "La captura del criminal"; en la última página están los
versos de "El horrendo descuartizamiento y las trágicas maletas".
En El Cancionero de Lima No. 792, del
viernes 18 de julio de 1930, en su última página, se publica la letra
del tango "El crimen del Hotal Comercio", que con letra de Cucho Fleta y
música del tango "Llevátelo todo" narra también el horrendo crimen. Una
fotografía del asesino, Genaro Ortiz, es también publicada en la misma
página.
Si muy bien el crimen del Hotel
Comercio estremeció a los pobladores de Lima, algo curioso sucedió
cuando Genaro Ortiz es capturado en Panamá y llevado a Lima. Como si se
tratara de la llegada al Perú de algún personaje famoso, miles de
personas se acercaron al muelle del Callao para ver el arribo del vapor
que transportaba al asesino, como es relatado en el triste-canción "La
llegada de Genaro Ortiz", que con música de "Si dos con el alma" cuenta
la llegada del descuartizador al puerto del Callao, siendo publicada
dicha letra en la portada de la edición No. 795 de El Cancionero de Lima
del viernes 8 de agosto de 1930, con una fotografía de Genaro Ortiz en
el muelle del Callao.
Otro detalle que llamó la atención
durante la llegada de Ortiz al Callao es que muchísimas personas del
bello sexo se sintieron atraíadas por el asesino y pugnaban por
acercarse a él, como es contado en dos de las cuatro cuartetas del
triste-canción "La llegada de Genaro Ortiz"... "Una medallita de la
milagrosa / Santa Teresita del Nño Jesús, / regalóle al reo, una niña
hermosa, / y otra señorita le obsequió una cruz. / Frases de consuelo
todas han tenido / y de verdadera conmiseración / para el desgraciado
que muy compungido / llora por su madre hoy en la prisión."
La musa popular también crearía el
vals "Declaraciones de Genaro Ortiz", con letra de Cucho Fleta y música
del vals "Luis Pardo", según aparece publicado en El Cancionero de Lima
No. 796 del viernes 15 de agosto de 1930. Muchos años después se
escribiría un libro sobre el crimen del Hotel Comercio y el caso aquel
también sería llevado a la televisión.
Desde el punto de vista de la
historia musical peruana, estas composiciones sobre el descuartizador
del Hotel Comercio nos demuestran una vez más que
los juglares criollos de antaño eran relatores de la historia, ellos
solían contar los acontecimientos de la época a través de canciones,
dejándonos detalles que pasaron desapercibidos o no quisieron contar los
periódicos y revistas de ese entonces. Lamentablemente, ese estilo de
componer canciones ha sido dejado de lado hace años y hoy en día sabemos
de ello gracias a los cancioneros antiguos que han podido recuperarse.
Dario Mejia
Melbourne, Australia
Fuente de la fotografía de la
llegada, desde Panamá, al muelle del Callao de Genaro Ortiz,
protagonista del sensacional crimen del Hotel Comercio: El Cancionero de
Lima No. 795, del viernes 8 de agosto de 1930.