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CONCURSO DE DECLAMACIÓN EN EL COLEGIO SAN JOSÉ DE MONTERRICO
Dr. Ángel Edgardo Chirinos Lavander
Fui invitado un día para asistir a un Concurso de
Declamación de escolares de la Sección Primaria de un colegio bastante bien
considerado y de mucho prestigio, aquí en nuestra capital -el Colegio San José
de Monterrico- en el que estudian mis dos últimos nietos; pues, tengo ya quince
y pienso que ya no tendré más, aunque a los tres bisnietos que poseo, vienen en
camino otros dos más, que hará que sea
considerado un proficuo progenitor.
La verdad, inicialmente no me entusiasmó mucho esa
invitación, porque pensé que sería una muestra más de lo que acostumbran
recitar los menores, que generalmente, sólo dan a conocer sus grandes dotes
memorísticos y decir los versos de ‘poporreta’; pero me animé en aceptarla,
cuando me enteré que la última de mis nietas iba a participar en aquella lid
declamatoria; por lo que decidí asistir de todas maneras, sin imaginarme y
constar al final, que si se les incentiva e inculca en ellos, el amor hacia
este arte, resultan excelentes y magníficos declamadores.
Fue este viernes último, que se llevó a cabo el concurso en
referencia, en el que a partir del segundo grado, cada sección había
seleccionado antes, un ganador absoluto interno que la representaría; por
consiguiente, fueron quince en total los seleccionados en concursos internos de
aulas; ya que como cada grado, cuenta con tres secciones cada una, tres eran
los que competían por grado, resultando luego el triunfante de ellos, su
representante para competir posteriormente, en un concurso general de estos
primeros puestos en Primaria (2do., 3ro., 4to., 5to. y 6to.); el mismo que se
llevará a cabo, el segundo semestre del año en curso. En el caso del 1er.
Grado, no los hicieron intervenir por motivo bastante obvio y comprensible
La competición empezó a la hora señalada -09 horas- y según
el programa entregado al ingresar y que se llevó a cabo en el amplio auditorio
de dicho plantel escolar, con un público conformado la mayoría, por los
familiares de los participantes y delegados de cada sección, por lo que todo
estaba completamente copado. El recinto se mostraba muy bien ambientado, con
sobriedad pero elegancia y es así, que la coordinadora del evento, denominado
III Concurso de Declamación 2016, dio la bienvenida y explicó la metodología
del mismo, empezando por decir: ¿Qué es poesía? Dices mientras clavas en mi
pupila tu pupila azul. ¡Qué es poesía! Y tú, ¿me lo preguntas? Poesía… eres tú.
Hermosa Rima XXI de Gustavo Adolfo Bécquer.
Presentó así mismo, a los conformantes del jurado calificador
del concurso, en el que destacaba por su amplia labor difusora de la poesía y
su declamación, a la señora poeta y también declamadora Elsa Rosa Núñez del
Prado, quien era una de las propulsoras de este evento, dándole así jerarquía y
prosapia al mismo.
Y comenzó la maratón declamatorio; empezando con los
representantes de las secciones A, B y C del segundo grado, resultando
triunfante el alumno Rodrigo Gallardo Morales, con el poema “Mis Amigos”;
aunque los otros dos, hicieron derroche de sus grandes condiciones de
recitadores con gran futuro.
Prosiguieron en la competencia, los primeros puestos del
tercer grado en sus secciones A, B y C; que me imagino que el jurado, tuvo que
dilucidar difícilmente, ya que los tres representantes de las indicadas
secciones, demostraron grandes condiciones para la declamación, en donde primó
la gran capacidad histriónica de la niña Michelle Valerie Duffaut Chirinos
(Michelle Chirinos), quien se hizo finalmente del triunfo absoluto, sin que
quepa ninguna duda, con un bello y significativo poema de Gabriela Mistral,
intitulado: “Doña Primavera”.
Le correspondió luego, al cuarto grado, en que los
representantes de sus diversas secciones (A, B y C), compitieron muy
fuertemente para hacerse del primer lugar, resultando con éste, el alumno
Sebastián Larenas Carpio, al interpretar aquel épico poema “A Tupac Amaru”,
donde puso mucha energía para declamarlo.
Luego vinieron las tres representantes a cual mejor, de las
secciones A, B y C del quinto grado; aquí es necesario resaltar, que fueron
tres alumnas, tres niñas y ningún varón, las que compitieron por el triunfo en
dicho grado, resultando ganadora Andrea Carolina Chue Perea con “Caminante no
hay camino”.
Finalmente y como cierre de lo programado, llegaron las intervenciones
de los tres ganadores de sexto grado, tanto de la sección A, como de la B y de
la C, que después de la demostración de las cualidades esgrimidas por cada uno
de ellos, resultó triunfante en esta oportunidad, el estudiante de la sección
B, Fabricio Larenas Carpio con el Poema “Los Heraldos Negros” del inmortal
poeta universal, César Vallejo. Este chico también, demostró mucho dominio de
escena y que ya tiene un largo trajinar en estos menesteres.
Tengo que indicar, que en cada una de las presentaciones,
los aplausos a todos y a cada uno de ellos, se hicieron presente como
agradecimiento y glorificación a sus participaciones, las mismas que no tienen
nada que envidiar a los eventos de los consagrados declamadores de nuestra
patria. Quiero también hacer presente, que sin ser miembro del jurado, haciendo
un análisis de cada una de las presentaciones, a pesar que estaba bastante
difícil la competencia, coincidí con la apreciación y fallo del jurado
calificador, sólo discrepando con éste, en la elección del quinto grado, que
para mí, fue muy subjetivo.
Al terminar esta fiesta del arte literario hecho versos e
histrionismo, además del nacimiento de varias estrellas en el firmamento de la
declamación poética, se les premió a cada uno de los ganadores, con sendos
diplomas que certificaban el esfuerzo y dedicación para cumplir el cometido de
concursar declamando, elevando así la cultura y el hondo sentir de cada
participante y del oyente-espectador que asistió a dicho evento. Como es
natural, los aplausos se hicieron sentir con mucho frenesí, que fue el mejor
alimento con que se nutrieron estos niños, verdaderos artistas de la
declamación
Se le agradeció naturalmente con mucha justeza, a la poeta
Rosa Núñez del Prado, por su presencia e impulso que brindó a este concurso,
como así mismo, por su cooperación en su desarrollo; un agradecimiento
significativo con los aplausos de los
concurrentes y también, con un ramo de flores, que era lo mínimo que le
correspondía.
Es desde luego, necesario destacar, que el Colegio San José
de Monterrico, es uno de los pocos planteles escolares en nuestro país, que
incentivan el desarrollo y práctica de la declamación; algo verdaderamente muy
loable y digno de relevar, a fin que sirva de paradigma de los otros colegios
de nuestra patria. Ya también, han programado el Concurso de declamación para
los alumnos de Secundaria, el cual empezará como el anterior de Primaria,
primero en cada sección de cada año, para seguir el mismo canevás del
descrito. Particularmente, me gustaría
encontrarme entre el público e invitados a ese próximo encuentro declamatorio.
Pienso como cultor y gestor de este arte literario de la
palabra hablada y del histrionismo en simbiosis con la dicción y la voz, debo
resaltar la enseñanza y formación de nuestros nuevos declamadores, que difundan
la poesía, como un arma efectiva para que la paz y el amor, reinen en nuestro
mundo. ¡Eh ahí! El porqué de la crónica que escribo con gran emoción y placer,
difundiendo así, cultura.
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Nuestras felicitaciones a la Dirección de dicho colegio
particular, en la persona de la Dra. Eliana Yamashiro, así como también, a la
profesora encargada de la rama literaria y a las coordinadoras de este arte de
la palabra hablada. Se merecen un reconocimiento grandioso por la bella,
difícil y loable labor que están realizando, enarbolando a la vez, a la
motivadora del amor y la paz en todo el mundo, que es la Poesía. ¡Vale!
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