CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
1 DE ABRIL
ACUERDO DE LA ONU
Y UNESCO
DÍA
MUNDIAL
DE LA EDUCACIÓN
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
LA ESCUELA,
¿ALMA MATER
O SUPERMARKET?
Danilo Sánchez Lihón
"El futuro del mundo se encuentra
hoy día en mi aula. Debo permanecer
vigilante cada día, no vaya a ser que pierda
una oportunidad para mejorar el mañana."
Iván Welton
1. Intencionalidad
del proyecto cósmico
Desde el campo de la física
nuclear se concluye que la unidad básica del universo está compuesta de
tres factores o elementos primordiales:
a. La materia, concebible también como masa.
b. La energía, conformada por impulsos o movimientos generados por una fuerza electromagnética.
c. La información, compuesta por
una estructura que organiza aquellos dos componentes antes referidos,
factor que algunos estudiosos le dan el nombre de "inteligencia" o
"conocimiento".
Es legítimo identificar a este
último elemento, como también al todo con el cual constituyen un
conjunto armónico y coherente, como aquel que contiene un designio
divino y providencial, y como una presencia tangible de Dios.
2. Subyace
en el humus
La información, la inteligencia o
el conocimiento como soporte básico del universo es el elemento más
fascinante y trascendente.
Sin que los otros dejen de estar
gobernados por la misma entidad creadora, es en este tercer elemento
donde se define de manera precisa y sublime la intencionalidad del
proyecto cósmico.
Y todo esto incluso anterior a
toda consideración física, hecho que está en el germen mismo de lo que
es el mundo e implícito en todos los elementos existentes de nuestra
realidad.
Pero quisiera vincular estas
apreciaciones de la ciencia y del orden de la racionalidad, con otro
discurso, otra mirada y otro tipo de revelación o conocimiento del
universo, con el cual podemos avanzar en esta noche oscura.
Esta otra versión subyace en el
humus, en la gleba y en el barro que felizmente todavía somos en nuestra
América indígena y que está plasmado, esta vez, en una leyenda que
cuenta que:
3. Tierra
reluciente
"El Padre Primero de
los guaraníes se irguió en la oscuridad, iluminado por los reflejos de
su propio corazón y creó las palabras que se mezclaron con las
tinieblas.
Creó luego las llamas y la tenue neblina. Creó el amor y no tenía a quien dárselo.
Entonces encomendó a las
divinidades que construyeran el mundo y que se hicieran cargo del fuego,
la niebla, la lluvia y el viento.
Y les entregó la música y las palabras del himno sagrado, para que dieran vida a las mujeres y los hombres.
Así el amor se hizo comunión, el lenguaje cobró vida y el Padre Primero redimió su soledad.
Él acompaña a los hombres y mujeres que caminan y cantan".
Y concluye la leyenda diciendo:
"Ya estamos pisando esa tierra, ya estamos pisando esa tierra reluciente".
4. Reflexión
en educación
En razón de lo expuesto, acerca de
estas fuentes y vías de aprehensión de los componentes y significados
del universo, apelamos y reclamamos por cuatro sustancias o factores que
consideramos fundamentales en la educación.
Y que cabría reivindicar para que
no quede confinada a los explícito y superficial y para que no la
reduzcamos a diagnósticos, gestión de recursos, asuntos administrativos,
manualidades u ocasionalismos burocráticos.
O bien a la aplicación de
tecnologías, o al supermarket de las modas y de las banalidades en que
hemos convertido a la educación, en la gran ferretería y el expendio de
toda la chatarra tecnológica que nos viene de tercera y casi siempre
obsoleta.
O de modelos conceptuales en que
queremos encorsetarla y hacerla caber. Y en lo que ha devenido la
"reflexión en educación"; tanto que ha de parecer disonante, exótico y
atrabiliario. Y hasta fuera de foco lo que me arriesgaré a reivindicar a
continuación:
5. Lo que importa
es el alma
En primer lugar un elemento
ausente en la escuela actual es la sensación y atracción por el misterio
en que está envuelto todo, que tanto lo rechazamos y eludimos en el
ámbito de la educación y hasta en el de la cultura.
Y junto a lo enigmático, lo
incógnito y el ancestro sagrado. Aquello que está vinculado a la
oscuridad original como espacio genuino de todo lo que nace y se crea,
ámbito donde se gesta también toda esperanza que es el otro contenido
por el cual abogo.
Todo ello lo rechazamos en el culto por lo explícito y explicable, fuera de lo cual nada pareciera existir ni tener valor.
Cuando lo que importa es el alma, porque de todos los atrasos los que más nos hacen daño son los atrasos anímicos.
El maestro debe cultivar en sus
niños el asombro frente al misterio, edificar en el alma de los jóvenes
una profunda esperanza. Y no debe serle ajena la perspectiva de una
educación para la felicidad humana.
6. Íntima
y entrañable
Otro elemento, quizá el más
olvidado y el más escondido, es el candor, casi indefendible en el
modelo de sociedad actual, en los medios de comunicación y de la escuela
en que vivimos.
Se propugna más bien la competitividad, el funcionalismo, el endiosamiento del producto y del precio.
Por esta razón pareciera natural
que se compren conciencias, dignidades y hasta sentimientos, ensalzando
como héroes la imagen de "Rambos" que avasallan, dominan y desfloran
Otro factor es el silencio, que
propicia la meditación y la inmersión en las causas primeras y las
consecuencias últimas de nuestros actos y de nuestro devenir.
Es decir, "la verdad", que siempre
es íntima y entrañable; que no son palabras fácilmente pronunciables,
que no son lenguajes superficiales, medibles ni evaluables.
7. ¿Qué es
la verdad?
Sino, volvamos al pasaje cuando el
indeciso y oportunista de Poncio Pilatos pregunta a Cristo qué es "la
verdad" el maestro calla.
Es decir, le contestó que la verdad es misterio, esperanza, candor y silencio.
Incorporemos estos contenido
también a nuestro trabajo en la educación y en la escuela, si es que
queremos que ella no solo se atiborre de artefactos, máquinas e
informaciones sino también de verdad.
A la escuela, a la educación y a este mundo le faltan vastos y anchurosos espacios de misterio, esperanza, candor y silencio.
Urgente develarlos ante tanto
tráfago y ruido; ante tanta viveza y picardía; ante tanta palabra
insulsa, enredada y vacía, ante tanta interferencia y tanta información
banal.
8. Lo humano
frente a lo tecnológico
Hay tanta bulla de voces e imágenes que atiborran las pantallas en que se han convertido nuestros ojos, cerebros y mentes.
Ya César Vallejo se quejaba en un verso diciendo:
"Quién hace tanta bulla y ni deja..."
Ojalá que la respuesta pronto deje de ser la educación o la escuela.
Entonces refundemos estos ámbitos con nuevas visiones, concepciones, actitudes.
Hagámoslo porque mientras el mundo
ha cambiado tanto, con presencias omnímodas como la televisión, el
internet, las computadoras, nosotros hemos permanecido pasivos e
inermes.
Entones debemos cambiar también
nosotros para defender lo humano frente a lo tecnológico, y
principalmente la educación y la escuela.
9. El destino
de la humanidad
Y no para parecernos a la
televisión, el internet o las computadoras que parecieran ser los
modelos que se siguen alentando a imitar.
Sino para equilibrarlos, para dar
lo que ellos no tienen, para leerlos y utilizarlos convenientemente y
hasta para hacerles frente.
Todo esto de un modo que convenga a los altos fines de la formación integral de la persona humana.
Porque como nunca importa e interesa formar al hombre, precisamente para un mundo que ha cambiado tanto.
Y que exige de la escuela el valor
de cambiar para no sucumbir ni dejar que quienes guíen el destino de la
humanidad sean las empresas de negocios.
Porque: "El futuro del mundo se encuentra hoy día en mi aula", como insistía en preconizar el educador Iván Welton.
Texto que puede ser reproducido
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