Danilo Sánchez Lihón
cual la última piedra ovulandas
a fuerza de secreto. La mañana descalza.
El barro a medias
César Vallejo
1. Sucedió
así
Los
sucesos que se narran en esta historia ocurren nueve años antes de que
el adoratorio de Machu Picchu fuera profanado, saqueado y llevados sus
tesoros en sucesivas caravanas de acémilas, unas detrás de otras en
piaras de más de 150 mulas cargadas de reliquias, extraídas
subrepticiamente por la ciudad de Desaguadero, en la frontera con
Bolivia.
Sucedió
así, cuando ya no pudieron hacerse los embarcos por muy anómalos y
escandalosos que eran con destino a los Estados Unidos de Norteamérica
por el puerto de Acarí, conducidos por el aventurero Hiram Bingham, a
partir del mes de julio del año 1911.
2. De su puño
y letra
En
la primera edición de su libro “Inca land, Explorations in the
Highlands of Perú”, señala que encontró la siguiente inscripción en el
Templo de las Tres Ventanas de la ciudadela: “Agustín Lizárraga 14 de
julio – 1902”, referencia que desaparece y desconoce después en las
ediciones posteriores de su libro, cuando fue cobrando mayor importancia
el descubrimiento del portento y maravilla que es Machu Picchu.
Su
hijo Alfred Bingham escribe en su libro “Retrato de un explorador”,
que, en la libreta de campo de su padre, referente a su expedición del
año 1911, de su puño y letra escribió:
“Agustín Lizárraga es el descubridor de Machu Picchu y él vive en el puente de San Miguel, justo antes de pasar”.
3. Espacio
sagrado
Lamentablemente,
Agustín Lizárraga murió en 1912 al cruzar por un precario puente de
madera, acompañado por un niño, cayendo ambos al turbulento río
Urubamba. Sus cuerpos nunca fueron encontrados.
Enterado
Hiram Bingham de este suceso, y de que ya no podía haber ningún reclamo
al respecto, mandó a borrar la inscripción del Templo de las Tres
Ventanas.
José
Gabriel Cosío, historiador cuzqueño, presidente de la Delegación
Peruana ante la Universidad de Yale, quien conoció a Agustín Lizárraga,
lo reivindica como el auténtico descubridor de Machu Picchu, nueve años
antes que Hiram Bingham hollara y pusiera sus pies en aquel espacio
sagrado.
4. En platos
de calabaza
DIARIO DE CAMPO: 14 DE JULIO DEL AÑO 1902:
Es
noche resplandeciente de estrellas y luceros, que contemplamos
extasiados desde el terraplén de la Plaza de los Templos, en el centro
ceremonial de la ciudadela de Machu Picchu.
Hemos
encendido una fogata a cuyo alrededor acabamos de realizar, junto a los
abuelos que viven en este promontorio, el pago a la tierra.
Hemos
pedido permiso para dejar registrada, en una de las piedras del Templo
de las Tres Ventanas, la fecha de hoy día en que culmina esta visita a
la ciudad sagrada: 14 de julio del año 1902.
Ahora
conversamos con los moradores del lugar, campesinos y pastores, hombres
y mujeres, viejos y niños. Están presentes también cuatro abuelos
guardianes de esta morada.
Nos hemos servido chupe de papas con choclo, queso y ají de huacatay. Y dulce de chuño en platos de calabaza.
5. Y
hablan
La
candela de la fogata reverbera y refleja los rostros ilusos, candorosos
y sufridos de la gente, detrás de los cuales se perfilan las siluetas
de los edificios de piedra sahumada, cubiertos de orquídeas, lianas y
bejucos.
Allí
están las tumbas intactas, las mansiones sepulcrales, el torreón de
adoración al sol, que sobresale de la roca hierática sobre la cual se
alinea la piedra venerable.
Más
allá, la claridad y lobreguez de las cumbres de los cerros que se
erigen cual guardianes tutelares. Y la sombra de las profundidades de
vértigo de las cañadas, de los abismos y los precipicios con los cuales
también Machu Picchu está hecho.
En
el círculo, que alumbran las luces restallantes de la candela, aparecen
los rostros adustos de Agustín Lizárraga, Enrique Palma y Gabino
Sánchez, integrantes de esta expedición. Y dentro de ellos el mío.
6. Ciudad
secreta
Y se habla con solemnidad, intentando no profanar el ambiente reinante:
–
Cuéntennos algo que se sepa de Machu Picchu, aquello que ustedes
moradores de este lugar conocen acerca de este santuario. –Pregunta
sereno, pero a la vez extasiado, Agustín Lizárraga Ruiz.
–
Hasta ahora hemos guardado riguroso silencio. –Responde Inti Illapa, el
mayor de los abuelos–. Pero ustedes han venido con unción y respeto,
han pagado a la tierra, han rendido culto a nuestros ancestros y son, en
todo, nuestros hermanos, por eso confiamos lo que debemos confiar. Por
eso les pido a Inti Huaura y a Siwar Quispe que hablen respondiendo a la
pregunta.
En el orden de hacer uso de la palabra se sigue la jerarquía de abuelos y abuelas que guardan esta huaca.
–
En 1542 se ordenó desde el Cuzco que Machu Picchu fuera sellada. Y así
se hizo. Se cerraron los caminos, se dejó que el bosque invadiera piedra
por piedra y la ocultara.
–
Tapiamos los templos, lacramos las tumbas. Y la ciudad sagrada
permaneció oculta, desde hace más de tres siglos y medio. Y así se
mantiene hasta ahora. Es una ciudad secreta, y como tal insondable.
7. Lugar
de revelación
–
Gracias hermanos por la confianza que nos dispensan. Nosotros a la vez
prometemos mantener mutismo absoluto. Pero dígannos, ¿cuál era el fin de
erigir aquí Machu Picchu? –Interviene Enrique Palma.
–
Machu Picchu es una asamblea para conversación de hombres y dioses, de
seres divinos y humanos que en su época de vigencia y florecimiento era
atendida principalmente por sacerdotisas consagradas al culto al sol.
Guarda silencio. Y ahora habla Inti Túpac:
– Y el inca venía aquí a conocer los mensajes que querían revelar los dioses para el gobierno venturoso de su pueblo.
Y ahora intervienen Inti Huaman y la abuela Siwar Quispe:
–
Es un lugar de revelación, de inspiración y unción en donde se pone de
manifiesto y trasluce la naturaleza divina del hombre y del cosmos.
–
Pero también se busca y encuentra aquí ayuda divina para la mejora de
alimentos, de las plantas medicinales, de las especies mejoradas de
animales, y toda clase de bienes para el desarrollo humano, teniendo la
luz del sol como la llave maestra de todo entendimiento.
8. Las sombras
de los cerros
–
Y, con el mayor respeto, –pregunta esta vez Gabino Sánchez–. ¿Cómo era
la vida aquí, cuando Machu Picchu estaba en todo su apogeo y esplendor?
–
Este es un lugar de culto. Y la adoración al sol se hacía con cantos y
danzas ceremoniales al amanecer, esperando el estallido y la aparición
en el horizonte de los primeros rayos del sol.
Se
escogía de todo el reino las jóvenes más hermosas pero que a la vez
destacaban por sus virtudes, y sobre todo por ser enlaces con lo sagrado
como esencia del universo, quienes pasaban a ser Vírgenes del Sol,
quienes como sacerdotisas integraban los coros de música y danza de los
ritos que aquí se ofrendaban.
Calla Inti Huaura. Y vuelve a intervenir Siwar Quispe:
–
Pero hay una misión igualmente importante que quisiera señalar, y es
que Machu Picchu nos muestra lo que hay dentro de nosotros mismos como
realización: su ascensión, su grandeza y magnificencia nos dice que eso
somos nosotros, que eso somos capaz de realizar las mujeres, que esa es
nuestra esencia, médula y raíz, ascender a la cumbre y alcanzar las
estrellas.
Las sombras de los cerros se proyectan desde el horizonte y todos los abuelos han callado.
9. El camino
de regreso
–
Don Inti Illapa: con todo mi respeto, veneración y reverencia le
pregunto: Se dice que Machu Picchu tiene una razón básica y fundamental,
y que ella está contada en una leyenda que nadie la sabe, salvo ustedes
los guardianes del templo. ¿Nos haría el honor de contárnosla?
El
fuego que ha estado restañando vivo repentinamente se ha apagado. Se
escucha el rumor de las aguas del río en la hondonada y el ulular del
viento en los queñuales.
Los abuelos se sumergen en silencio arrobado. El fuego, así como se fue ha vuelto más vivo y estallante
Inti
Illapa se pone de pie, sale a un costado, adopta una actitud digna
alejándose un poco del fuego que restalla en la fogata, que parece
avivarse, y empieza su relato...
El
relato ha terminado. Las leñas de la fogata ya se han consumido. Todos
guardan silencio. La luna empieza a salir por el horizonte. Los viajeros
alistan sus cargas y en plenilunio emprenden el camino de regreso al
Cuzco.
*****
SEGUNDO ENCUENTRO DE FRATERNIDAD,
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA Y EL
DOMINGO
19 DE NOVIEMBRE, 12 M.
PROGRAMA:
1. BIENVENIDA
2. INFORMES
3. ALOCUCIÓN:
LA POESÍA, ESE FUEGO INEXTINGUIBLE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
4. MENSAJES Y PROCLAMAS
5. LECTURA DE POEMAS,
6. INTERPRETACIÓN DE CANCIONES
7. ALMUERZO DE FRATERNIDAD
JR. LOS GLADIOLOS 633
URB. LOS JAZMINES
SAN JUAN DE LURIGANCHO
EL MOVIMIENTO CULTURAL LITERARIO
“NOKANCHI KANCHU”, TIENE POR LEMA
“NOSOTROS SOMOS CULTURA Y MÁS CULTURA
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CONVOCATORIA