CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRAConstrucción y forja de la utopía andinaNOVIEMBRE, MES DE LA GESTADE TUPAC AMARU; LOS DERECHOSDEL NIÑO; VIDA Y EJEMPLO DEJ.M. ARGUEDAS Y MANUEL SCORZACAPULÍ ESPODER CHUCO
SANTIAGO DE CHUCOCAPITAL DE LA POESÍAY LA CONCIENCIA SOCIAL
*****HOY NACE MARTÍN CHAMBI
Considerado el Pablo Picasso del arte de la fotografía del Siglo XX, Martín Chambi fue puneño de nacimiento y cuzqueño por vocación.Fotógrafo indígena, campesino y quecha hablante, nacido en Coaza, provincia de Carabaya, al norte del lago Titicaca, pionero de la fotografía de retrato de una cultura única en el mundo por su originalidad, como es la del Perú de asombro.Sin embargo, pese a que retrataba la realidad sus fotos son obras de creación, constituyen su manera de mirar, de sentir, de pensar; y hasta de palpar y saborear algo. Y de tener una visión del mundo como ideología y cosmovisión.Llegó a calar con su arte en el alma colectiva de la gente, y pese a los escasos recursos técnicos con que contaba, sus placas fotográficas además de ser testimonios vivos, conmueven, comprometen e inspiran a favor de un mundo que a través de él se lo siente bello, bueno, verdadero y trascendental.
UN LIBRODE JOSÉ LUISAYALA
Danilo Sánchez Lihón - Club Puno - Foto: Nalo Alvarado Balarezo
Danilo Sánchez Lihón1. Saltode mataEl escritor puneño José Luis Ayala es un autor prolífico quien ha publicado numerosas obras literarias. Sin embargo, le escuché decir que el libro de su autoría que más ama es Cocolín, conjunto de poemas que dedica y ofrece a los niños del Perú y el mundo. Y yo me he preguntado, ¿por qué?Porque ésta es una obra feliz, dedicada a los niños; pero escrita por un poeta que no ha sido un niño feliz, ni alegre, ni dichoso. Y no ha sido un niño a quien la suerte le sonriera, porque:Nació y vivió su infancia en Puno, en una época, como es también ahora, atravesada de violencia y pobreza, que se traducía hacia él en maltratos, acosos y vejaciones.Es una obra feliz de un niño que fue infeliz, porque prácticamente no tuvo ni la protección ni el abrigo paterno. Porque su padre fue un perseguido político, porque él era hijo de un hombre que anhelaba y luchaba por la justicia social, buscado por la policía.Era hijo de un hombre que figuraba en las listas negras de todas las comisarías de la región. Era el hijo de un fantasma que andaba a salto de mata. Y por eso tuvo que vérselas solo.2. EsdecirNo fue feliz porque de niño no tuvo jamás un libro entre las manos, y en realidad no ha tenido acceso a ellos sino a partir de los trece años de edad. Y para conocer y ver un libro infantil ha tenido que ser un hombre ya adulto o maduro.La suya no fue una infancia feliz, porque fue sistemáticamente marginado, por así decirlo. Primero, por los mismos niños de la comunidad.Porque para ellos era un mestizo venido a menos, que estudiaba en la escuela de los pobres y desarrapados. Y a quien odiaban porque era el único que tenía zapatos.Y por eso, para jugar fútbol, lo confinaban a ser únicamente el arquero, a fin de que no pise los dedos descalzos de los demás chiquitos que jugaban a pie desnudo y que ya sangraban de por sí con el frío que hacía en el altiplano.Y segundo, porque para los niños mestizos él era uno de la comunidad, es decir un indio, y como tal despreciable pese a que era blanco. Un “guanaco”, un “pata rajada”, un “chuño”, como le gritaban en las calles.3. Esmás bienEs un libro feliz de alguien que creció en la desdicha, porque en el mundo en que vivió –hosco, tirante, despiadado– ser niño era falta grave, un error mayúsculo, y una provocación difícil de tolerar. Entonces había que hacerse lo más pronto “hombre” y negar lo tierno que tenemos dentro para poder defenderse y seguir estando vivos.No conoció ni lo grato, ni lo fácil ni lo suave, porque tuvo que arriesgar mucho en la vida; como acompañar a su padre, por ejemplo, a esconderse y pasar la noche en las cuevas gélidas, a servirse con él los alimentos crudos –muchos de ellos plantas silvestres–, a dormir agarrado el lazo del caballo o de la balsa, para escapar huyendo a medianoche o de madrugada.Pese a todo ello, el libro que él dedica, ofrece y destina a los niños del Perú y del mundo, es un libro lozano y fresco como un gorrión galano y vivaz del altiplano, donde se canta a la vida, donde resplandece el amor, donde tiembla, palpita y florece la ternura.Es un libro en el cual no aparece la queja porque es más bien una respuesta que se opone a la queja, que queriendo superarla está más allá de ella, de vuelta o de regreso de la tristeza, el resentimiento o del rencor.4. CiudadesdescorazonadasYo comprendo, además, por qué es el libro que más atesora José Luis: porque es un libro escrito conscientemente, con una reflexión previa, meditado con rigurosidad, y en el cual se plasman ideas alumbradas con toda la fuerza de la razón y de la pasión. Y tanto es así, que Cocolín es el trabajo que más ha rehecho su autor, escribiéndolo y volviéndolo a reescribir una media docena de veces.Que le ha costado mucho darle la forma definitiva que ahora tiene, tanto que él piensa que es lo más difícil que ha escrito hasta ahora. Y esto es cierto, porque escribir algo simple y sencillo es el máximo esfuerzo, desvelo y sacrificio al que puede llegar un artista, tan tentado de adornarlo y hermosearlo todo.Es el libro que más quiere José Luis, porque es un libro humano, generoso, universal; escrito no solo sobre la base de la propia infancia, o la infancia de un hijo que uno ve crecer, su propio hijo, sino concretado después de haber vivido, gozado y sufrido mucho. Después de haber mirado largamente a los ojos a los niños africanos, asiáticos, chinos, coreanos por cuyos países él ha viajado. Los niños que duermen en el atrio de las iglesias y catedrales, como en los umbrales de los bancos o financieras, o en los túneles de los Metros de las ciudades descorazonadas.5. Tornarseeternidad¡Ah! Pero, además, es la madeja y la textura que más aprecia José Luis, porque es un libro secreto. En verdad la vida de este artista siempre ha sido una red muy fina y sutil de secretos, pero de secretos luminosos, como lo es la región altiplánica de nuestro país y el lago Titicaca que en su planicie extiende su espejo de esmeralda.Porque el aire, sobre esa estepa de montes suaves como pechos de doncellas extasiadas, es límpido, lúcido, elemental; pero a la vez es el más intrincado de los secretos, es la absoluta transparencia que lo abarca y lo contiene todo.Tanto que de ese aire, de esa luminosidad y sosiego nacieron nuestros civilizadores e Hijos del Sol: Manco Cápac y Mama Ocllo. Y muchos otros fantasmas y metáforas que hoy pueblan nuestros sueños y mundo onírico.¡Qué extraña magia y extraña coincidencia ve uno desde el avión cuando divisa la Isla del Sol y la otra, de la Luna!, apenas rozadas por las aguas verdes fantasmales del lago sagrado, en donde el tiempo deja de serlo para tornarse eternidad.6. ValorsupremoEs el libro que más estima y enaltece José Luis porque es la urdimbre donde el poeta teje su concepción de la literatura infantil, que para él tiene que tener tres niveles de realización:a) Ser un prodigio del lenguaje directo, sencillo, cabal; hasta alcanzar la belleza con autenticidad, con inocencia, con juego limpio, cosa que abunda muy poco en la literatura en general.b) Ser un universo en donde se plasme una visión del mundo y de las cosas, con plenas y desarrolladas categorías ontológicas, hondas, raigales y totales; como el niño en realidad quiere y exige. Porque es completamente falso que él prefiera lo soso, lo banal o lo superfluo. Ni mucho menos lo concreto, inmediato y terrenal.c) Ha de tener un libro para niños una dimensión axiológica, de valores expresados y puestos a flor de piel, como son en este libro: la identificación con lo nativo, el aprecio por las cosas buenas y sencillas, pero sobre todo el rescate de ese valor supremo que es lo único que podrá salvarnos en la hora tremenda del presente y del futuro, y cuál es: la solidaridad.7. En ningúnotro reinoFinalmente, es el libro que más quiere y valora José Luis Ayala porque redondea su destino de escritor, le completa una travesía y un transcurso poético y vital.Porque, no hay que olvidar que José Luis se inició en la carrera de las letras escribiendo para los niños con el poemario La canción de junio, que enseñaba cómo aprender a escribir, a leer y dibujar, recitando precisamente los poemas de aquel libro y que en ciernes conformarían también las páginas de Cocolín.Pero no sólo eso, sino porque su tesis para graduarse de profesor fue sobre el rol de la literatura infantil en la educación. Por eso, Cocolín cierra un círculo, entona la “pirhuala, pirhuala” de la brillante carrera literaria del poeta, narrador, ensayista y periodista cultural que tiene y es José Luis Ayala.Porque con este libro José Luis nos corrobora lo que hemos hecho doctrina y prédica de nuestra vida, cuál es que si en la infancia no habita la eternidad entonces no la encontraremos en ningún otro reino del universo.*****Los textos anteriores pueden serreproducidos, publicados y difundidoscitando autor y fuentedsanchezlihon@aol.comdanilosanchezlihon@gmail.comObras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.comEditorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.comEditorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.peEdiciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.comEdiciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es