Danilo Sánchez Lihón
1. Hundida
mi frente
– Frente al ladrillo, ¿para qué sirve el adobe, ah? Haber dime tú que lo defiendes tanto.
– Ya te he explicado la importancia del adobe en la construcción de nuestras casas.
– Me has dicho: Porque utiliza materiales del lugar, porque es ecológico, porque abriga. porque... ¿qué más?
– También porque sirve para llorar.
– ¿Qué?
– Porque nos consuela cuando lloramos.
– ¿Hablas en serio?
– Sí. ¿Cuántas veces yo no he recostado mi cabeza y he llorado, hundida mi frente y mi alma en un muro de adobe?
– ¿Y en una pared de ladrillo?
– No puedo.
– ¿Será porque no es duro?
2. Se trenzan
uno con el otro
– No solo eso sino por muchas razones más, pero la principal es...
– ¿Por qué es, ah?
– Por el aroma profundo del adobe que sabe consolarnos.
– ¿Qué?
– Te consuela porque cuando uno se recuesta sabes que el adobe también llora.
– ¿Llora?
–
Llora por volver a la tierra, a ser agua y a ser paja que ulula con el
viento de la jalca. Así como el hombre llora por volver al vientre
materno en donde fuimos eternos. Aquí somos exiliados.
– ¿Así?
–
Al recostar en él nuestra frente uno sabe que el adobe anhela ser otra
vez terrón extendido en el llano, en la ladera o en la falda de la
colina. Y que es el agua que quiere otra vez volver a su fuente y ser
otra vez puquial, y agua que corre por el suelo.
3. El sostén
de la casa
Y es que el adobe que es dulce como la pena yace oculto al interior de todo.
Sea que se mire la casa desde la calle, sea que se mire desde el corredor o desde el patio, no se ve el adobe sino el estuco.
Ya
sea que se lo contemple desde dentro, sea el dormitorio antes de dormir
o cuando despertamos, o ya sea cualquier rincón cuando lloramos, no se
ve el adobe sino el estampado de las paredes.
El
adobe está al fondo, y solo lo palpamos cuando nuestros ojos buscan
detrás de todo lo aparente el trasfondo de los hechos que no
comprendemos.
Allí
recién lo encontramos. Cuando intentamos mirar el alma de los muros, la
misma que está hecha de adobes, porque ellos están al fondo y debajo de
todo lo que nos abriga, protege y consuela.
El
adobe es el sostén de la casa, pero no brilla, no luce ni siquiera se
lo ve. Luce el barro con que se lo terrajea que se alarga en la paleta y
el badilejo del maestro albañil.
4. Adobe
que sabe
O
luce el yeso con que a veces se recubre la pared. Luce la tierra blanca
mezclada con la goma de la hoja de la tuna con que se la remoja.
Luce el enjalbegado que tiene la blancura del jazmín. El adobe queda oculto, pero es el alma silenciosa de la casa.
Aquí las casas no tienen columnas. Se sostienen por el abrazo entre sí mismos de los adobes.
Los adobes se entretejen, se trenzan uno con el otro en las paredes. Y aún más se abrazan en las esquinas.
Todos
constituyen un núcleo, un colectivo y una agrupación unida fuertemente
por las manos, los brazos, los hombros y el corazón, para hacerle frente
a la muerte y al olvido.
Pero hay adobes también donde sentarse, para descansar después de haber venido desde lejos.
5. Volver
a vivir en ellas
Que,
arrimados a una pared, y hasta enlucidos, es a lo que llamamos poyos. Y
que casi siempre se alzan o se tiende a la salida o a la entrada de las
puertas como si fueran sus guardianes o complementos.
Quizá
para esperar a alguien que tarda y que no llega. O simplemente para
detenerse en el trajín de los días y únicamente pensar. Para acordarse
de algo, rememorar. Porque descansar en ellos es sentarse sobre la
tierra nutricia, amasada con el aliento y los sueños del ser persona
humana.
Donde
se sientan arrobados esos enamorados ilusos de nuestros pueblos
pequeños, íntimos y entrañables. Y es que son adobes del cariño. Es
adobe que sabe a ilusiones, pero también a que hay desengaños. Adobe que
sabe a secretos inconfesados, ¡y también a lágrimas!
En
los poyos también vienen a sentarse a medianoche las almas de los
muertos que extrañan tanto la vida en nuestras casas, que, aunque pobre
se la evoca tanto que jamás la olvidamos y queremos volver a vivir en
ellas.
6. El
poyo
César Vallejo los citó en sus poemas en varias oportunidades. Así:
– “HERMANO, hoy estoy en el poyo de la casa.
Donde nos haces una falta sin fondo!
Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá
nos acariciaba: "Pero, hijos...”
– “El poyo en que mamá alumbró
al hermano mayor, para que ensille
lomos que había yo montado en pelo,
por rúas y por cercas, niño aldeano;”
– “…el poyo en que dejé que se amarille al sol
mi adolorida infancia... ¿Y este duelo
que enmarca la portada?”
Y, con menos tristeza, y más jocundia, lo cita aludiendo a la fiesta del Patrón Santiago, del siguiente modo:
– “Un poyo con tres patas, es retablo
en que acaban de alzar labios en coro
la eucaristía de una chicha de oro.”
7. Alma
noble
Todo
eso es el adobe, que yo quiero reivindicar para nuestras vidas haciendo
que no se lo remplace ni desconozca ni destierre, como hemos desterrado
tanta presencia hermosa y buena.
Como
son los abuelos a quienes confinamos en los cuartos traseros o en las
azoteas, y a quienes ya no llamamos para que presidan nuestras mesas
desde las cabeceras.
E
incluso estamos desterrando a los hermanos, que cada vez son menos
porque las parejas ahora ya no se casan y son de un solo hijo, que no
saben a quién decir hermano, o hermana.
Y,
entonces, tampoco hay tíos, porque como desde hace algún tiempo los
seres humanos no tienen hermanos, tampoco hay tíos. ¡Aquellos queridos
tíos que nos traían regalos y nos defendían de los castigos!, y a
quienes siempre los esperábamos al final de sus largos viajes.
Reivindiquemos el adobe como el alma de nuestras casas. Alma noble,
hecha de tierra, de agua, de viento en el ichu que amalgama los grumos
de barro de que está hecho. Y conformado también del fuego de nuestros
corazones e ilusiones.
*****
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
X ENCUENTRO POR EL COMPROMISO
Y LA CONCIENCIA SOCIAL
ANIVERSARIO
DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA
MANUEL ENCARNACIÓN SAAVEDRA
DE SANTIAGO DE CHUCO
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO:
“LUCERO DEL ALBA,
MEMORIA Y ESPERANZA
DE SANTIAGO DE CHUCO
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
SÁBADO 28 DE OCTUBRE,
5 PM. EN SANTIAGO DE CHUCO,
TIERRA DE CÉSAR VALLEJO
SEDE DE CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA
EN SANTIAGO DE CHUCO
*****
CELEBRACIÓ:
VALLEJO Y SU TIERRA
EN EL DÍA JUBILAR
DE SANTIAGO DE CHUCO
CONFERENCIA
“Ayamarca”, la medida
del espíritu de los hombres
RAMÓN NORIEGA TORERO
– Declamación libre de poemas
– Canciones
CENA DE FRATERNIDAD
Platos recomendados:
Picante de cuy, Jamón huaracino,
Chicharrón con mote, caldo de gallina.
VIERNES 3 DE NOVIEMBRE
6 PM. CLUB ANCASH
Jr. Horacio Urteaga 660
Jesús María.
(Participación abierta)
*****
CONVOCATORIA
XIX ENCUENTRO
INTERNACIONAL ITINERANTE
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
TELÚRICA DE MAYO, 2018
LIMA:
VIERNES 25
TRUJILLO:
SÁBADO 26
GUADALUPE
DOMINGO 27
CHEPÉN
DOMINGO 27
CAJAMARCA
LUNES 28
CAJABAMBA
MARTES 29
HUAMACHUCO
MIÉRCOLES 30
QUIRUVILCA
JUEVES 31
SANTIAGO DE CHUCO
JUEVES 31
VIERNES 1 (JUNIO)
CALIPUY
SÁBADO 2
SANTIAGO DE CHUCO
SÁBADO 2 (JUNIO)
DOMINGO 3 (JUNIO)
EL XIX CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
ABARCA DEL 26 DE MAYO AL 3 DE JUNIO
DEL AÑO 2018
*****
Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
*****
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:
*****
Teléfonos Capulí:
393-5196 / 99773-9575
capulivallejoysutierra@gmail.com
Si no desea seguir recibiendo estos envíos
le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.