Danilo Sánchez Lihón
“Hay tres clases de ignorancias:
–No saber lo que debiera saberse.
–Saber mal lo que se sabe.
–Saber lo que no se debiera saber”.
La Rochefoucauld
1. Realidad
y proceso histórico
La
ciencia y la investigación como la información y la comunicación son
procesos o realidades en movimiento en un medio y contexto social
determinados, que tienen su propia dinámica que obedece al orden, al
sistema y al modelo de sociedad en los cuales tales procesos se
insertan. Ellos se dan como parte del desenvolvimiento histórico de las
sociedades, teniendo consecuentemente como todo proceso una orientación,
un sentido y un vector, que es aquel que tiene el desenvolvimiento
social dominante.
Ahora
bien, entre nosotros se constata que la ciencia y la investigación como
la información y la comunicación no enfrentan los verdaderos problemas,
sino que más bien los ocultan y camuflan erigiéndose más bien como
barreras y distractores para que las personas no conozcan ni asuman ni
transformen su actual circunstancia y condiciones de vida impuestas a
favor de quienes se favorecen con el desequilibrio social existente y
que es la característica fundamental del modelo vigente.
Y
esto ocurre así porque la información y la comunicación se han puesto
al servicio de quienes tienen el poder, expandiendo para los demás lo
deformado, traducido en el hecho de hacer lo trivial en trascendente y
en trivializar lo trascendental, concentrando más poder en manos de
quienes lo detentan y negándonos la información pertinente, y con ello
la posibilidad de resolver los problemas que nos aquejan y agobian.
2. La
vida
Igual
a lo que ocurre con la educación, que ha caído lamentablemente en el
formalismo y en los esquemas de importarle más un cuerpo de asignaturas o
materias de estudio que la persona humana o la sociedad misma, sin
siquiera propiciar la comunicación con el educando, sea joven o infante
que requieren fundamentalmente afianzar y consolidar su base formativa,
su capacidad de relacionarse solidariamente con los demás y de
participar en encarar los problemas pendientes de tener una solución.
De
otro lado, los medios de comunicación funcionan como empresas de
negocios que venden maneras de sentir y pensar, así como modelos de vida
incoherentes con las legítimas y auténticas necesidades humanas, sea a
través de las páginas de diarios, como de las pantallas de la
televisión, o de las ondas sonoras de las emisoras radiales o de las
imágenes, avisos y publicidad que nos abruman en el Internet.
Que
se orientan más a entretener con contenidos ajenos a los temas de
interés e importancia para resolver los acuciantes problemas de nuestra
realidad, suplantando estos asuntos por otros totalmente artificiales,
por lo que se ha comentado, hasta la saciedad acerca de la
desvinculación de la comunicación con la realidad social y la vida.
3. Lo goza
y padece
Medios
de comunicación y sector educación parecieran realidades divorciadas y
que una y otra caminan por senderos opuestos, pero en realidad uno y
otro ámbito están completamente concatenados en el sistema imperante. De
lo contrario no se concebiría entonces cómo la educación, por ejemplo,
no enseña acerca de las tecnologías nativas y del conocimiento acerca de
lo que serviría para mejorar las condiciones de vida de nuestra
población.
También
acerca de cómo no hay interrelación entre uno y otro campo o sector, es
decir cómo la educación no enseña, para poner un caso, acerca de cómo
están organizadas las empresas de comunicación, cuántas tenemos, cómo
son, a quienes pertenecen y quiénes son sus dueños. Acerca de cuál es su
historia y de qué modo están insertas en nuestra sociedad.
Este
tipo de información y conocimiento no sólo haría más funcional y útil
la educación en relación al medio social, sino que la haría más
atractiva y con enorme sentido para el educando porque rápidamente
comprendería que está informándose de algo que lo involucra, lo goza y
padece y se encuentra en su acontecer diario, y saber sobre aquello le
da posibilidades de una relación más fecunda y promisoria.
4. Del mundo
interior
Asimismo,
toda labor en relación al conocimiento, y mucho más cuando se trata de
difusión a través de los medios de comunicación social, exige
reflexiones previas acerca de la aplicabilidad y la identidad cultural.
Así
como también consideraciones en relación al lugar y la población hacia
la cual se dirige; pues no se trata únicamente de la venta de un
producto, sino de algo que ahonda la unilateralidad que da todas las
ventajas al productor en desmedro del consumidor.
Frente
a todo eso, ¿qué conocimiento entonces tenemos que promover, impulsar y
mantener? Acaso, ¿aquel que pugna por sobresalir y hacerse un lugar en
el concierto de las expresiones y manifestaciones humanas, como es la
cultura de los grupos nativos, de las poblaciones aborígenes, del mundo
interior de nuestras nacionalidades?
O,
el otro: dominante, impositivo, formal, de las empresas de negocios, de
las sucursales de las transnacionales dominadas desde los países
desarrollados y que han impuesto reglas de juego nocivas para nuestra
población.
El
problema del conocimiento y de la comunicación que ello comporta es en
buena cuenta un asunto de paradigmas, de modelos y de formas, tal y como
ocurre en el plano de la estética y en el campo de la moral.
5. Raíz
y centro
Y
en donde de acuerdo a las imágenes que se imponen será difícil
encontrar la belleza de las mujeres mimetizadas con la naturaleza, con
la tierra, los ríos, los árboles y las nieves eternas, como es confuso
para ellos la hermosura de una montaña o de un abismo.
Porque
es más presta y más fácil la imagen grata y amable de un paisaje
europeo o norteamericano, o el de una mujer rubia y blanca, como es
académicamente también más fácil la fórmula física de los quanta, que
pese a tener valor universal son tan grandes nuestras diferencias y
problemas que la sentimos distante y ajena, detalle en el cual se
camuflan también asuntos más complejos de carácter mágico y del ser
subjetivo y emocional de las personas humanas.
Como
latinoamericanos o andinos, no sólo somos herederos de una cultura
greco-latina y de otra de la Mesopotamia meridional, que nos llegara a
través de las sucesivas invasiones emprendidas desde la península
ibérica, sino de las sucesivas migraciones asiáticas y africanas que han
arribado hasta nuestro continente.
Tampoco
somos un vértice, una tierra de nadie, o un punto fronterizo, sendero
que se bifurca entre occidente, medio oriente y el oriente misterioso e
intrincado, sino que somos centro con las culturas primigenias y
ancestrales que florecieron aquí, de las cuales somos raíz y constituyen
nuestro centro.
6. Tambos
y caminos
Somos
América Latina que tuvo su manera de sentir, pensar y conocer. Somos
herederos de una sabiduría ancestral de nuestros ancestros que supieron
decantar su experiencia configurando culturas prístinas en donde ponían
por delante el valor humano por sobre todos los otros factores.
Somos
pues culturas primigenias que tuvieron formas y maneras de construir y
edificar. Nuestra idiosincrasia en relación a los saberes como ante los
misterios de la vida es pues propia, especial y única.
Porque
fuimos aquí, antes de la llegada de los europeos, una cultura avanzada y
desarrollada en grado sumo. Los cronistas españoles Pedro de Cieza y
Sarmiento de Gamboa se asombraron de los portentos que encontraban a un
paso y en todo orden de cosas.
Para
mencionar solo aquellos aspectos directos, visibles y externos a los
que ellos estaban más condicionados para “ver”, que eran los de carácter
físico, material y objetivo, fue inmensa su admiración, por ejemplo, a
las obras de infraestructura, como a los tambos y caminos del antiguo
Tahuantinsuyo.
Esta
magnificencia fue tal que Sarmiento de Gamboa dice que ni siquiera Roma
tiene obras más excelsas que pudieran compararse a los “Caminos del
Inca”, y esto sin referirse al Cuzco ante el cual se rinde con
reverencia y pleitesía.
7. Por
eso
Hacer
esas obras y plasmar estos portentos, ¿no implicaba dominar diversos y
sutiles niveles de conocimientos, de procesos de transmisión de
información, de codificación de los mensajes, a fin de hacer las
maravillas en ingeniería de suelos, de dominio del curso de las aguas,
de conservación de alimentos, de ingeniería genética que aquí se
hicieron?
Para
haber creado productos como la papa, el maíz, el maní, la quinua, la
quihuicha y la cañihua, que ahora alimentan al mundo entero, constata
ello que aquí hubo investigación, ingeniería y ciencia de las más
acrisoladas. ¿Cómo fueron sus categorías, sus procesos y soportes de
conocimiento? Y todo ello, ¡sin contar las excelencias en el campo
organizativo, social y económico en los cuales fueron insuperables!
Por
eso, información que es el contenido de un saber, y comunicación que es
su puesta en común, han de ser procesos que se liberen, trasparenten y
dejen de estar en poder de intereses espurios que los enajenan, deformen
y corrompan.
Nuestro
desarrollo exige que los intereses de dichos campos dejen de ser el
lucro, el poder y la competencia; y sean alentados por los sacros
valores morales que dignifiquen y den felicidad a las personas y a los
pueblos.
*****
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
“EL NIÑO Y SUS DERECHOS”
DE DANILO SÁNCHEZ LIHÓN