Danilo Sánchez Lihón
1. Mensaje
de identidad
Los
tejados son símbolo de nuestra identidad, que combinan y encajan bien
con el paisaje andino, que conmueven y son bellos. Pero ahora quiero
apelar también a su foja de servicios y a su heroicidad para defendernos
de las tormentas, sin hacer tanta bulla como hacen las calaminas.
Y
lo expongo aquí porque muchos no hacen caso a mi reclamo, cuál es que
no hay que reemplazar la teja por la calamina, reconociendo su inmensa
valía. Abogando que la teja es signo y mensaje de identidad, pero además
poniendo en claro su laboriosidad, y algo más que es absolutamente
moral: ella significa la resistencia cultural del mundo andino.
Porque
frente a la proliferación de los horribles techos de este tipo de
materiales y que está invadiendo a mi pueblo, han salido defensores de
la calamina que yo les digo que así están desterrando de un plumazo la
poesía del vate universal César Vallejo y en su propio suelo de origen.
Porque
él menciona añorante a los tejados, y jamás mencionó ni en sus poemas
ni en sus relatos, ni en ningún otro sitio, a la calamina. ¿Cómo
entonces vamos a ser Capital de la Poesía?
2. Por
eso
Otros
han esgrimido tres razones para decirme que de todos modos es
ineludible reemplazar tejas por calaminas. Hay algunas casas e
instituciones emblemáticas que ya cedieron a esta conversión, e incluso
la iglesia fue la primera claudicante.
Así
el pueblo de César Vallejo decae en hermosura y originalidad. Y se
niega a sí mismo, porque: ¿cómo recitar ahora en Idilio muerto: “Y llorará en las tejas un pájaro salvaje”?
Tendríamos que empezar a decir: “Y llorará en las calaminas un páparo salvaje”. O pensar que este no es su pueblo, sino que su pueblo era o es otro.
Por
eso, quiero esta vez nuevamente reivindicar a la teja, que en estos
momentos soporta la tempestad que se descarga sobre los techos de mi
querida aldea, porque ya es octubre, el cielo está encapotado y ya
empezó a llover.
Pero
más la defiendo por ser símbolo grandioso, como decía, de la
resistencia andina a la colonización cultural que nos viene desde las
grandes metrópolis de poder.
3. De vez
en cuando
Pero he aquí las razones que blanden contraponiéndolas a mi melancólico reclamo:
La
primera razón que aducen, quienes están en contra de conservarla, es
que los cohetes de la Fiesta del Patrón Santiago del mes de julio, y en
general en todas las fiestas del pueblo, rajan las tejas y hasta las
hacen estallar inmisericordes produciendo las goteras que dañan las
casas.
Esto
es: cuando las avellanas se lanzan al cielo hay algunas que no alcanzan
a subir hacia lo alto y culebrean yendo a reventar en cualquier tejado,
y si ese techo es de tejas se producen allí goteras. Será un hecho
casual –digo yo–, una incidencia que ocurre solo muy de vez en cuando.
En realidad, es ocasional.
Pero
en estos momentos se desata sobre Santiago de Chuco una tempestad de
rayos y truenos, que es lo más bravo que se pueda imaginar. Y, ¿acaso
las tejas se han removido un ápice? ¿Pueden acaso los feroces relámpagos
rajarlas? ¡No! Pese a su estruendo y furor jamás yo he visto una sola
teja rajada por un relámpago, pese a que a veces nos despiertan por la
noche con su estruendo, haciéndonos saltar en la cama.
4. ¿Qué
quieren?
Pero la segunda razón que aducen es para mí descabellada.
Para
ceder en esta humillación de reemplazar tejas por calamina arguyen que
las tejas pesan demasiado y doblan y arquean la cumbrera de los techos
doblegando la falda de los aleros.
Y, ¿desde cuándo somos flojos los andinos que no cargamos peso si hasta nos echamos el peso del mundo?
¿Por
qué estamos con esos remilgos? ¿Es de hombres? ¡Cuando nosotros nos
hacemos responsables de todos los trabajos y hasta de los males que se
han enseñoreado sobre la faz de la tierra!
¡Dejen que las casas soporten peso como lo han tenido siempre, que eso las hace fuertes, dadivosas y más humanas!
¿Qué
quieren? ¿Que sean leves, frágiles y triviales, como señoritas? Que
sean: usar y tirar, ¿cómo se ha consentido que lo sea la gente de estos
tiempos?
¡No! ¡Que sigan siendo hondas, vastas y respetables, por favor, señores!
5. Cada
día
Que las casas acojan, alberguen, den posada al necesitado. Y alivio y descanso al peregrino.
Y yo opino que eso de cimbrarlas está bien. ¡Que las curven pues, porque eso les da maternidad y sabiduría!
Además,
así es la vida. ¡Así es la gente que verdaderamente ha vivido! ¿Acaso,
no es hermosa una persona que revela que la vida ha dejado en su ser sus
huellas?
Lo
que importa es que las tejas, soporten la lluvia, las tempestades, los
relámpagos sin inmutarse, así como resistan el sol inclemente y los
vientos que ni siquiera las mueven.
Acaso,
¿hemos visto que los vientos las desplacen o agiten? A eso ayuda su
peso. ¿No es buena entonces también la gravedad en las circunstancias y
en el acontecer de cada día?
Pero,
sí en cambio las tejas son laboriosas, unidas y resistentes. Basta que
una de ellas falte para que se hunda y horade la casa.
6. Vida
nueva
La
tercera razón si no quiero comentarla siquiera, porque me parece
mezquina, y hasta una traición. Aduce que la calamina es más barata.
¿Qué es eso? ¿Lo barato para nuestras casas y para nuestras vidas? Pero
es más traición, digo, porque a la calamina hay que ir a comprarla en
Trujillo. Siendo así ya no hay trabajo para los alfareros de nuestra
tierra. ¿Adónde va entonces ese dinero? Hacia afuera. Y, sin embargo,
queremos que nuestro pueblo prospere.
¡No,
señores míos! Seamos agradecidos con las tejas. Nos han salvado y nos
siguen salvando de la conflagración que a ratos se desata en los cielos
anubarrados. Yo en verdad las siento como madres, tías y abuelas
acuciosas, como a muchachas arrobadas que encarnaran una vida
misteriosa. Y qué bueno que al reivindicar a la teja reivindiquemos a la
mujer, quien soporta callada el embate y lo grave que hay en el mundo,
creando vida nueva.
Las
tejas son flor de piedra, hechas de tierra, agua, viento y fuego. En
algún momento han sido planta, manantial, candela, y ventarrón que sopla
en las parvas de trigo. Por eso son como alas de palomas, con sus
élitros apuntando a la tierra. Bajo ellas nuestras madres nos
concibieron, acogieron nuestra llegada y, cuando nos fuimos, han clamado
por nuestro regreso.
7. Ungen
los sueños
Porque,
¿de qué están hechas las tejas? De tierra que ha estado en una chacra, y
entonces desde ella han surgido frutos, cañas, espigas; o ya sea
flores, verduras y pan llevar. Y que anhelan volver al sitio donde
estuvieran antes, por eso se cimbran.
O
que han estado en un camino por donde la gente ha pasado, y sigue
pasando. Y entonces allí han recogido toda la ilusión o toda la pena que
se cierne en los senderos. O si su ubicación fue en el cerro o la
colina tienen los crepúsculos y amaneceres. O si fueron grava al fondo
del río tienen por eso aquel rumor y asombro que las domina, por eso se
las ve plenamente cargadas de vida.
Pero
las tejas también fueron hechas con agua y quisieran volver a sus
manantiales, acequias y cántaros que sedientos bebemos. Y quisieran
volver a correr cristalinas por los arroyos entre dos orillas; y es por
eso que se las ve ilusas y extasiadas. Pero el otro elemento es que
están hechas de fuego, porque cada teja en el horno ha ardido al rojo
vivo, de tal modo que si se las golpea resuenan como el tañido de una
campana. De allí que coronen el campanario, ungiendo nuestros sueños.
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PRÓXIMAS ACTIVIDADES
DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
PARTICIPACIÓN
FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO
DE COCHABAMBA, EN BOLIVIA
CONFERENCIA MAGISTRAL:
“ANDENES DE LECTURA.
PRODUCCIÓN DE TEXTOS
EN EL AULA DE CLASES”
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
PRESENTACIÓN DEL LIBRO
“EL NIÑO Y SUS DERECHOS”
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
VIERNES 13 Y 14 DE OCTUBRE
FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO
DE COCHABAMBA, EN BOLIVIA
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PRESENTACIÓN DEL LIBRO
“EL NIÑO Y SUS DERECHOS”
DE DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
PANEL DE PRESENTADORES
PROFESORES:
MIGUEL INGA
ANA MARÍA VILCHEZ
ESTHER VELARDE
JUEVES 26 DE OCTUBRE
6:30 PM.
AUDITORIO
FACULTAD DE EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD NACIONAL
MAYOR DE SAN MARCOS
CIUDAD UNIVERSITARIA
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X ENCUENTRO POR EL COMPROMISO
Y LA CONCIENCIA SOCIAL
EN EL DÍA DE LA FUNDACIÓN
POLÍTICA DE LA PROVINCIA
DE SANTIAGO DE CHUCO
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO:
“LUCERO DEL ALBA,
MEMORIA Y ESPERANZA
DE SANTIAGO DE CHUCO
DE
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
PANEL
DE PRESENTACIÓN:
CARLOS CABALLERO *
JAVIER DELGADO BENITES *
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
VIERNES 3 DE NOVIEMBRE,
5 PM. EN SANTIAGO DE CHUCO,
TIERRA DE CÉSAR VALLEJO
SEDE DE CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA
EN SANTIAGO DE CHUCO
(* Por confirmar)
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