Danilo
Sánchez Lihón
En esta noche
rara
que tanto me has mirado.
César Vallejo
1.
Bajo
un
alero
– ¡Virgen santa! ¡Que no
vaya a ocurrir ninguna desgracia! –Ruega mi madre.
Miradas desde la ventana
las casas yacen sumergidas tras un velo indescifrable de agua que cae.
La tempestad arrecia.
Las goteras con más furia
todavía se precipitan a tierra.
Las calles están desiertas
y anegadas. Sólo la lluvia redobla sus tambores y entona dianas y clarines en
las canaletas de lata y en los baldes que recogen el agua de los tejados.
De pronto una sombra se
desliza por la calle envuelta en un rebozo.
– ¡Oh, Dios, es ella!
Su figura esbelta y dulce
se delinea al cruzar la calzada donde rebrilla el torrente. ¿Adónde irá? ¿Habrá
alguna tienda abierta bajo esta tormenta?
A ratos se esconde bajo un
alero mirando caer la lluvia.
2.
Los ríos
crecen
Por más que abraza su pecho
envuelta en el rebozo no puede esconder el temblor de sus senos que crecen.
Ahora ya está de regreso.
Ha vuelto de comprar pan y
bizcochos jaspeados con clara de huevo y semillas de ajonjolí, en una canasta
que roza sus muslos nacientes y tibios.
¡Ah, sus ojos negros,
hondos y brujos, en su rostro de alabastro!
Más tarde, en el comedor de
la casa se sirve el cedrón oloroso en tazas de loza, el bizcocho y el pan de
yema.
Hay ternura en las voces de
adentro, mientras el mundo de afuera se traba, refunde y desaparece en el
fragor de la lluvia que se arroja inclemente.
Es invierno.
Llueve noche y día. El sol
sale a retazos. Los ríos crecen y los campos se inundan.
– ¡Graniza! ¡Vean! ¡Graniza!
Arriba, entre las junturas
de las tejas se han formado gavillas de hielo graneado y traslúcido, de blanco
sobre el rojo del tejado.
3.
En El Mirador,
cerca
al tejado
Un guiño de complicidad con
mis hermanos y primos y, disimuladamente, ya estamos tramando ir a recogerlo.
– Y... ¿qué les parece si
con este granizo hacemos helado de saúco?
– ¡Sí! Y batimos los
racimos que trajimos ayer.
– ¡Y hagamos una casa
arriba en el Mirador!
– ¿Con tanto frío?
– ¡Pero llevemos frazadas!
–Nos anima a jugar mi prima Amelia.
– ¡En el Mirador, abierto a
todos los horizontes!
– Entonces hay que subir
pocillos, cucharas y azúcar para el helado.
– ¡Y miel de chancaca!
Y estirando los brazos ya
en el tejado recogemos a dos manos el granizo que depositamos en unos jarrones
azules.
Tienen pintados en sus
flancos claveles rojos, girasoles amarillos y dalias blancas, mientras se
despeñan los relámpagos y estallan los truenos.
4.
La lluvia
arrecia
Y armamos la casa hecha de
sillas, trastos y mantas colgadas.
Y dentro saboreamos helado
de saúco, hecho con el granizo de las alturas celestes.
Mientras la lluvia afuera
redobla entonando su canción secreta.
Y jugamos a la tienda y
jugamos al hogar. Y Amelia que viene a comprar bizcochos en plena tempestad,
para que yo le regañe y le reproche, diciéndole:
– ¿Y sus padres, niña, la
consienten que salga y venga a comprar a la tienda, cuando pueden arrastrarle
los torrentes que bajan por la calle o darle una pulmonía con esta lluvia fría?
Ella y yo nos quedamos
callados. Yo viendo su rostro de alabastro y sus labios que tiemblan.
Mientras arriba atruenan
los cielos.
Es en ese instante que
escucho:
– ¡Hijo, hijo! –Clama la
abuela.
5.
La trenza
de
la lluvia
– ¿Sí, abuelita? –Digo,
saliendo hacia un borde.
– Ven. Sube por este lado a
ponerle un balde a la gotera que está pasando agua al dormitorio. –Ruega.
– ¡Allá voy! –Contesto.
Corro y subo al terrado
sobre el cuarto donde la abuela duerme.
Me deslizo entre las cosas
viejas que de noche remueven las almas de nuestros antepasados que aquí penan.
Trepo por los muros,
oliendo los adobes húmedos y abombados.
Aquí está la teja ladeada
que deja chorrear el agua y ha hecho un charco en el suelo que se filtra hacia
abajo.
Introduzco mis manos que
sobresalen por el techo vetusto y cojo las hilachas de la trenza de la lluvia
desnuda que me moja los brazos pero que yo tuerzo hacia un lado su cabellera de
plata.
– Ya la arreglé, abuela.
–Contesto triunfante, saliendo a la boca del terrado–. ¡A ver mira si ya no
gotea!
6.
¿Levanté ayer
la
pupila?
– Ya dejó de gotear,
hijito. ¿Cómo lo has hecho?
– ¡Abuela, si tú me dices
siempre que me parezco a mi abuelo Desiderio!
– Eso eres hijito. Gracias.
Ya eres un hombre. –Responde.
Y, hablando unas veces con
alguien a quien no vemos, otras con los fantasmas que la persiguen, y otras
tantas hablando consigo misma, mi abuela Sofía, madre de mi padre, se pierde
caminando leve y difusa por el corredor de la casa con su cantilena
interminable:
– ¡Ya se va a caer la
bóveda de la sala! ¡Y son los gatos dañinos los que mueven las tejas! ¡Ayer no
había esa gotera en mi cuarto! ¿O no la he visto? ¿Ayer he levantado la vista?
¿Levanté ayer la pupila?
Y mi abuela se detiene solo
para dudar, mientras ha zigzagueado un relámpago delante de sus ojos. Y ella
cree que es un centelleo de su mente:
– ¡Me lagrimean tanto los
ojos! Estos ojos que ya no se dan cuenta de lo que ven. Estos ojos que ya no
miran.
7.
A dónde
vas
– Ya me estaré quedando
ciega. –Y otra vez mi abuela se detiene, pero esta vez es para llorar–. ¡Ya me
he de morir, en este invierno tan frío y en esta lluvia que arrecia!
Mientras en la casa que
hemos hecho en el Mirador nos hemos quedado asombrados de escuchar el rumor de
la lluvia en el tejado, como si apenas nos separase una débil membrana de todo
el misterio de la creación.
Y no es una estridencia
inocente, ni ingenua ni candorosa.
Es un naufragio, un
holocausto, un orto bajo el cielo encapotado de marzo.
– ¿Oyes el agua?
– ¿De dónde viene y adónde
va?
– ¡Viene del mar y va hacia
el mar!
Desde allí viaja, igual que los seres humanos.
Igual que la vida, igual que la abuela.
– Por eso, tienes que mirar
de dónde vienes para saber a dónde vas.
*****
El texto anterior puede ser
reproducido, publicado y difundido
citando autor y fuente
Teléfonos: 420-3343 y 602-3988
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar
a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
*****
CONVOCATORIA