PRÓXIMO
ESTRENO
DE
UNA OBRA TEATRAL
Danilo
Sánchez Lihón
1.
El saber
y
la virtud
Una antigua leyenda cuenta
que cuando el sabio y virtuoso Rey Salomón murió los demonios hicieron lo
indecible por llevarlo al Infierno y verse así favorecidos por su sagacidad y
reciedumbre. Y así lo hicieron.
Al poco tiempo de tenerlo
secuestrado, los diablos lo sorprendieron midiendo el largo y el ancho del
lugar y le preguntaron qué estaba haciendo.
A lo que Salomón respondió:
“Estoy midiendo el lugar en que habré de edificar el templo de Dios.
Y entonces los diablos lo
echaron del Infierno como subversivo, inconforme y muy peligroso para la
estabilidad y la continuidad de sus perversidades.
José Antonio Encinas así
como el Rey Salomón adónde iba erigía un templo, el templo de la escuela, de la
educación, del saber y de la virtud.
De allí que las tiranías y
las corruptelas de la época no podían soportarlo y le hicieron padecer 20 años
de sucesivos destierros.
2.
El amor
bondadoso
Con él y para él se podría
asumir cabalmente el contenido de estos preceptos, que rezan así:
El hierro es fuerte,
pero el fuego lo derrite.
El fuego es fuerte,
pero el agua lo apaga.
El agua es fuerte,
pero las nubes lo evaporan.
Las nubes son fuertes,
pero el viento se las lleva.
El viento es fuerte,
pero el hombre lo vence.
El hombre es fuerte,
pero el miedo lo derriba.
El miedo es fuerte,
pero el sueño lo vence.
El sueño es fuerte,
pero la muerte lo es más.
Pero el amor bondadoso
sobrevive a la muerte.
3.
Convencidos
y
esperanzados
Solo quien tenga y ofrezca
amor bondadoso es quien puede alzarse como senda y camino mucho más aquí y
ahora.
Porque se puede ser
inteligente, y Encinas lo era, pero no alcanzaremos con ello a ser horizonte.
Porque podemos ser
valerosos, y Encinas lo era, y tampoco con ello alcanzaremos a ser ruta y
destino para nuestro pueblo.
Es el amor bondadoso, que
él sintió por el niño, por la juventud, por la escuela, por el maestro, por el
indio y por el Perú, el que lo hace sobrevivir; y lo que hace que nos llegue su
obra y su figura como una brisa pura y fértil para seguir luchando.
Convencidos y esperanzados,
por redimir los sufrimientos de nuestra sociedad; y para forjar, a partir de la
educación, la patria hermosa que nos merecemos.
Y la dignidad y felicidad
del hombre, que es nuestro anhelo y pleno derecho ahora y siempre construirlas
sobre la faz de la tierra.
4.
Aquí
y
ahora
Expresamos todo esto porque
acaba de inaugurarse esta semana un nuevo año lectivo y es bueno a partir de
esta leyenda que hemos consignado al inicio de este artículo, reflexionar
acerca de cuál es el centro, la razón de ser y lo que justifica la educación,
reflexión importante a fin de conformar una sociedad sana, libre y feliz.
Y de esta manera recordarle
al maestro que su compromiso y desvelo no es en relación a ningún postulado,
concepto o doctrina, ni de manera prioritaria con ningún programa, ideario o
supuesto educativo.
Entonces no confundir las
cosas, no trastoquemos los papeles. No es nuestro fin una asignatura, y no es
nuestra misión cumplir a rajatabla con una autoridad como puede ser un
Ministerio, en este caso el de Educación.
Y todo esto es bueno además
enfatizarlo porque tenemos la gloria que el maestro más egregio que ha tenido
el Perú como es Encinas, dilucidó este tópico. Y para Encinas no había valor ni
referente más alto que el niño real, el niño vivo, concreto, presente aquí y
ahora.
5.
Dejar
en
libertad
Es pertinente a este
respecto evocar al maestro José Antonio Encinas porque es unánime el criterio
general de que es el maestro más egregio de nuestro país, por múltiples
razones.
En primer lugar, por su
vida que es un paradigma de coraje y de valor; también por su pensamiento
educativo basado en su práctica pedagógica en el aula.
Asimismo, por su impronta
moral que se significó años de persecución y destierro, pero sobre todo porque
erige al niño como el meollo, el sentido y la justificación de todo lo que es
la escuela, el ser maestro y, en suma, de la educación.
El niño es la bandera
tremolante, el significado y razón de ser de la educación en todo tiempo y en
cualquier lugar.
Es el alma del niño,
descubrir lo que él anhela, requiere y sus insospechables capacidades las
mismas que hay que apoyar y dejar en libertad.
6.
sus
afectos
El maestro tampoco sirve a
ninguna ideología, ni a una doctrina educativa. El norte y el fin del maestro
es el desarrollo del niño a partir de sus expectativas, sus esperanzas y sus
triunfos.
Nada es más importante que
el niño. Y en primer lugar sus afectos, sus sentimientos y emociones. Asimismo,
la confianza que debe tener en todo momento, la seguridad de la cual debe estar
rodeado y la debida consideración con que debemos tratarlo.
Siendo así tratémoslo
entonces con ternura, con respeto, con dignidad y aprecio, sin voces
destempladas ni atemorizantes.
Sin creer que somos
superiores a él. Por más que ser maestro o maestra es una alta investidura,
comparado o en relación al niño no somos nada. El centro de la educación es la
persona humana y de ella el niño como esencia.
Ninguna autoridad, tema o
asunto es más importante que él. Y no es el currículo, ni el sílabo, ni la
materia de estudios, superior ni más trascendental que el niño.
7.
Un mundo
mejor
Y la tercera razón de esta
nota es para anunciar que próximamente se estrenará la obra “Encinas, maestro
que atraviesa el tiempo”, a cargo del elenco de teatro de la Universidad
Ricardo Palma, obra escrita por Áureo Sotelo y dirigida por Jorge López Cano,
que se estrenará el día 24 de marzo del año en curso, 2015, a las 7.15 en el
auditorio de La Derrama Magisterial, sito en la Av. Gregorio Escobedo 590,
Jesús María.
El legado de Encinas, como
el del Rey Salomón en su devoción por Dios, es su fe en la educación. Porque
para una sociedad, ¿qué actividad hay de mayor importancia? Ella es la
corriente y la fuerza que la sostiene y estructura. De ella depende su calidad,
su desarrollo y bienestar.
Se pensaba antes que la
tecnología resolvería todas las necesidades y la ciencia todos los
interrogantes. Ahora la esperanza está puesta en la educación que enseñe a
sentir y a pensar con autenticidad, a resolver problemas, a actuar con valores
y a transformar el mundo creando un mundo mejor.
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El texto anterior puede ser
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