ROBO
Escribe: Fransiles Gallardo
En
el arqueo, que el administrador de la obra ha hecho sobre el robo en el
polvorín de la carretera Tinco- Miraflores; hay un faltante de seiscientos
sesenta cartuchos de dinamita, seiscientos sesenta fulminantes y seiscientos metros de mecha.
Rumbo
a la obra, voy leyendo las pintas hechas sobre las piedras de los taludes de la
carretera.
Una
en especial llama mi atención.
-Algo no cuadra- le digo al gordo Agustín
Paredes, que nervioso sealisa los
bigotes negros- pero antes de presentar
la denuncia a la policía, voy a hablar con el guardián.
En
un cuarto al fondo del corral de la casa de don Maximiliano Contreras, presidente
del comité pro carretera, está detenido Puntriano Sulca, guardián del polvorín.
-Espérame gordo- le digo y me dirijo
hasta donde dos pobladores deVitis, armados
de palos, cuidan la puerta de calamina.
-Terrucos mian robau, ingiñiero- me dice
temeroso, acurrucado en una esquina del
cuartito.
Miro
en redondo y la habitación está vacía. Una pequeña ventana anivel del techo,
da un poco de luz al ambiente.
Puntriano
está amarrado de pies y manos con una soga de cabuya.
-¡No eres el gran pendejo que pareces, ni yo
soy el grandísimo cojudoque tú crees!- le digo
levantando la voz para intimidarlo- no
voy a denunciarte, si me dices; lo que realmente ha pasado.
Se
queda en silencio, mirando al suelo.
-Crees que soy tan cojudo, para creerte; que
solo van robarte trescajas de dinamita de las ciento setentaiocho que te he
dejado. Por este cargamento, más los fulminantes y la mecha; primero te violan
y después te matan, cojudazo.
Me
mira y sus ojos reflejan temor.
-Si te denuncio a la policía, te acusarán de
terrorista y de frente te
meterán a la cárcel y en la cárcel los terrucos se enterarán
que los acusaste de ladrones comunes y te matarán. ¿Qué dices Puntriano, me
dices lo que sabes o ya sabes a lo que te atienes?.
Permanece
en silencio con los ojos implorantes.
-Otra cosa Puntriano
- sus ojos se desorbitan y su cara se pone tensa-los senderistas hacen sus pintas con tinta roja y
escriben viva el presidente Abimael Guzmán y no como tú huevonazo; que ha hecho
las pintas con pintura rosada y has escrito viva el presidente Grabiel Guamán.
Una
carcajada asoma a mi garganta.
-Meneros plata mian dao- declara
acongojado- yo conozco los quian sido
señor, ingiñero.
Lo
miro y sigo riendo.
-Tienes tres días para devolver todo lo
robado; sino en la cárcel ya sabes quienes te esperan.
Continúo
riendo.
-Los terrucos no te matarán
por el robo, tampoco por no saber elnombre de su presidente; sino por el color rosado con el
que has escrito su nombre, cojudazo.
¡¿Sabes que significa el color rosado?!
Afuera
ya, miro al gordo Paredes y sigo riendo.
COMENTARIO:
Al
volver a leer “Entre Dos Fuegos” y en especial la narración “Ráfaga”, las hemos
saboreado arrebatadoramente.
Al
releer estas narraciones, magistralmente presentadas en su libro “Historias de
Ingenieros” de nuestro amigo poeta y escritor Fransiles Gallardo Plasencia; nos
volvemos a derrumbar junto con el ingeniero Arrascue frente al pelotón de
fusilamiento… con la ventaja de no tener que pasar por las fisiológicas
incomodidades del desdichado ingeniero Arrascue…
Magistral
el desenlace de este singular robo. Felicitaciones, una vez más.
Ing. Carlos
Díaz Morales
Halliburton.
Estados Unidos
de América