CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
2012, AÑO DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA Y
CONSTRUCCIÓN DE LOS ANDENES NUEVOS
MARZO, MES DEL AGUA, DE LA MUJER, LA POESÍA
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Y EL NACIMIENTO DEL POETA UNIVERSAL CÉSAR VALLEJO
SÁBADOS 7 PM. AULA CAPULÍ:
CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS SOBRE CULTURA ANDINA
SÁBADOS 7 PM. AULA CAPULÍ:
CONFERENCIAS Y SIMPOSIOS SOBRE CULTURA ANDINA
PRÓXIMAS ACTIVIDADES
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SÁBADO 3 DE MARZO:
HOMENAJE EN EL NATALICIO DE CARLOS EDUARDO ZAVALETA
HOMENAJE EN EL NATALICIO DE CARLOS EDUARDO ZAVALETA
DISTINCIÓN MILICIANA DEL ALBA
A VIRGINIA VILCHEZ SAMANEZ
DIRECTORA DE PUERTAS ABIERTAS Y DEL PORTAL LIBROS PERUANOS
SEMBLANZA: DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
LOS LIBROS LIGADOS A LA VIDA Y A LOS SUEÑOS:
SEMBLANZA: DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
LOS LIBROS LIGADOS A LA VIDA Y A LOS SUEÑOS:
TESTIMONIO DE VIRGINIA VILCHEZ SAMANEZ
DEL 18 AL 20 DE MAYO, 2012
CAPULÍ 13, VALLEJO Y SU TIERRA
PEREGRINACIÓN A SANTIAGO DE CHUCO, TIERRA DE VALLEJO
FESTIVAL TRILCE DE LA CANCIÓN, LA POESÍA Y DANZA ANDINAS
PERSONALIDADES QUE ASISTIRÁN A CAPULÍ 13, VALLEJO Y SU TIERRA
CARLOS HUAMÁN LÓPEZ (UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO), ALFRED ASÍS (POETA DE ISLA NEGRA - CHILE), GUSTAVO ROJAS VELA (PRESIDENTE DE EDUCAP), JOSÉ LUIS AYALA (POETA NACIONAL DE IDENTIDAD AYMARA), LIDIA VÁSQUEZ RUIZ (ABOGADA Y PROMOTORA CULTURAL, PODER JUDICIAL), EDMUNDO TORREJÓN JURADO (SOCIEDAD DE ESCRITORES DE BOLIVIA), FREDERIC SOTOMAYOR (GESTOR CULTURAL UNMSM Y CAPULÍ, PERÚ), CÉSAR VALLEJO YNFANTES (PATRIARCA DEL VALLEJISMO EN EL PERÚ), RAMÓN NORIEGA TORERO (DIRECTOR DE LA CÁTEDRA DE SABIDURÍA ANDINA DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA), CARLOS CASTILLO MENDOZA (DIRECTOR DE RELACIONES INTERNACIONALES DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA), JAIME SÁNCHEZ LIHÓN (DIRECTOR DE PATRIMONIO E IDENTIDAD DE CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA. USA), LUCINDA MARTÍNEZ ZUZUNAGA (POETA, PRESIDENTA DE SIPEA-PERÚ), LUIS
CARRASCO (DIRECTIVO DE ACUDES), SAMUEL CAVERO GALIMIDI
(PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE ESCRITORES Y ARTISTAS DEL ORBE,
AEADO), HERIBERTO GALINDO (POETA, PROMOTOR CULTURAL DE CAPULÍ,
VALLEJO Y SU TIERRA), MARA L. GARCÍA (PRESIDENTA DEL INSTITUTO DE
ESTUDIOS VALLEJIANOS.UTAH – EEUU). JAVIER DELGADO BENITES (MAESTRO Y
ESCRITOR, DIRECTIVO DE CAPULÍ, VALLEJO YS SU TIERRA, ENCARGADO DE
LA FERIA DEL LIBRO (MAIDÚ DE UGAZ, POETA Y ESCRITORA), VILMACI
VIANA (POETA Y ESCRITORA - BRASIL), CARLOS GARRIDO CHALÉN
(PRESIDENTE DE LA UNIÓN HISPANOAMERICANA DE ESCRITORES), JOSÉ
CRUZADO GAMBOA (POETA, DESCENDIENTE DE CÉSAR VALLEJO), ENMA GAMBOA
(MAESTRA, PROMOTORA CULTURAL, DESCENDIENTE DE CÉSAR VALLEJO), CATHERINE MASSANA (INSTITUTO DE ESTUDIOS VALLEJIANOS DE PARÍS, FRANCIA), JORGE ALIAGA (ESCRITOR, MIEMBRO DE AEADO Y SIPEA, ESPAÑA), JAVIER COTILLO CABALLERO (DIRECTOR SOCIEDAD UNIVERSAL DE ARTISTAS Y LITERATOS - SUAL)
Aula Capulí:
Tacna 118, Miraflores.
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República
Teléfonos Capulí:
420-3343, 420-3860
y 997-739-575
inlecperu@hotmail.com
planlector@hotmail.com
ACTUALIDAD
TELÚRICA Y MAGNÉTICA EN SANTIAGO DE CHUCO
18 AL 20 DE MAYO, 2012
ME ESPERARÁ EL PATIO Y EL CORREDOR DE ABAJO
Cuadra 3 de la Av. Angamos Este
Entre Av. Arequipa y Paseo de la República
Teléfonos Capulí:
420-3343, 420-3860
y 997-739-575
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.ACTUALIDAD
TELÚRICA Y MAGNÉTICA EN SANTIAGO DE CHUCO
18 AL 20 DE MAYO, 2012
ME ESPERARÁ EL PATIO Y EL CORREDOR DE ABAJO
Casa de César
Vallejo - Foto: Armando Alvarado Balarezo (Nalo)
PLAN LECTOR, PLIEGOS DE LECTURA
¿POR QUÉ CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA SE REALIZA EN MAYO?
Por Danilo Sánchez Lihón
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César Vallejo nació el 16 de marzo del año 1892 con aguacero, lluvia torrencial, chaparrón fuerte. Su destino entonces estuvo signado por el agua, que es motivo ahora de nuestras luchas para que no la contaminen.
Porque hay la amenaza de convertir las lagunas que nos proveen de ese sustento para aplacar nuestra sed, cocinar nuestros alimentos, cultivar nuestros campos, en basurales tóxicos de desechos químicos, que al filtrar las lluvias matarán de modo irreversible la vida en nuestros pueblos.
César Vallejo nació bendecido por el agua límpida de Santiago de Chuco, adonde iremos en el mes de mayo en una romería internacional en el marco del 13ª Encuentro Internacional Capulí, Vallejo y su Tierra.
Esta celebración la realizamos en mayo, festejando la vida y aún más la exuberancia, como es el florecer de mayo; como ahora en marzo rendimos homenaje al nacimiento del poeta, porque eso es vital, y no tanto conmemorar los aniversarios de las muertes que se prestan al discurso fúnebre, agónico y jaculatorio, que es lo que queremos cambiar como actitud cultural en nuestro pueblo.
1. Asume, venera y cree
El peregrinaje a Santiago de Chuco, que organiza el movimiento cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, ¿cuál es la razón para que se realice en el mes de mayo de cada año?
Es esta la pregunta que formulan quienes ya conocen de los 13 años en que venimos realizándolo, queriendo encontrar y saber el motivo de la ubicación de este certamen que cada día se vuelve más multitudinario, y que ya tiene un lugar en el calendario de efemérides culturales en nuestro país.
Y la respuesta es simple. Porque mayo es el mes que más amó, que más admiración le causó y que con más evocación plasmó en sus poemas nuestro vate universal César Vallejo.
Pero, en general, no solo él, ni solo quienes han nacido en esa tierra prodigiosa, sino que toda persona que ha vivido en la serranía del mundo andino, lo asumen, veneran y creen así, que mayo es epifanía, mes diáfano y de efluvio cósmico.
Sobre estos hechos es que ya este certamen alcanzó a perennizarse y ser un acontecimiento esperado, continuo y eminente en nuestra agenda cultural.
2. En su primer verdor
Y es que en los días de mayo se florece, que es cuando los campos en Santiago de Chuco se engalanan de flores, donde todo es verdor y algarabía en una fiesta de colores estallantes.
Hay fragancia de lo que germina y de lo que nace y crece, mientras bajo el cielo de añil intenso bogan las nubes blancas.
En mayo en la serranía del mundo andino todo es reciente, fresco y tierno.
El maíz que se sirve en la mesa es el choclo. Y el choclo es el maíz virgen.
Las habas que se degustan en la mesa a la hora de la comida son suaves y lechosas por ser prematuras, de un sabor dulce e infantil; y se comen apenas sancochadas.
Toda clase de verduras frescas se prueban en este mes. Y las frutas de las huertas se saborean cuando aún ellas están en su primer verdor y aún en agraz.
3. El mes que más amó
Pese a que el poema Enereida César Vallejo lo dedicó como una épica de enero, no es el mes que él prefirió y más amó.
Tampoco es el mes de julio, de los poemas del Terceto autóctono, mes de fiesta y adoraciones. Aún menos es septiembre con cuyo nombre tituló uno de sus poemas, mes nostálgico en que la luna boga peregrina y silenciosa.
Mayo en cambio es el mes florido, de la fecundidad, de la inocencia y la vida nueva, como promesa e ilusión.
Porque en Enereida no se ocupa de enero sino de su padre y de la vida como esperanza.
Porque el mes de julio más lo tiene presente en relación a la fiesta del Apóstol Santiago, la embriaguez y la imagen misma del santo reconocida como el Dios Sol de los labriegos.
Y en el poema Setiembre, no importa tanto el mundo externo sino el amor ausente, el amor hecho adiós y rasgado en despedida. Es tristeza y es vacío; es pena, ausencia y desengaño de ya no hallarte nunca.
4. Cañas de mayo del lugar
En cambio mayo sí es directamente cantado como presencia y como naturaleza, retenida y vuelta a vivir y que se plasma en el poema del mismo nombre, como comentaremos más adelante.
Aunque, en diferentes otros poemas, circunstancias y momentos César Vallejo evoca el mes de mayo siempre con la emoción más honda, sentida y penetrante.
Así en el poema “Idilio muerto” diría con profundidad de imagen, refiriéndose a la andina y dulce Rita, acerca:
de su sabor a cañas de mayo del lugar.
Y en el poema “Capitulación”, reivindicando mayo expresa:
Anoche, unos abriles granas capitularon
ante mis mayos desarmados de juventud;
5. Lo pródigo, lo bello y lo cierto
Relaciona pues mayo a todo aquello que representa la plenitud de vivir, como en el poema XXXV de Trilce:
el tenedor absorto, su doneo radiante
de pistilo en mayo, y su verecundia
Relaciona mayo a germinación y fecundidad, precisamente a lo que veremos ahora al ir y llegar en esta romería denominada Capulí 13, Vallejo y su Tierra, en que arribaremos al lar de origen y tierra natal del poeta.
Por eso y muchas otras razones, el mejor mes para viajar a Santiago de Chuco y conocer el pueblo donde nació el poeta de la fraternidad humana, es mayo a cuyo encuentro iremos con el corazón en la mano, a saber más de buena fuente acerca de su procedencia y trayectoria vital, y tal como él en esencia fue.
Por eso, mayo es el mes en que Santiago de Chuco aclama a los peregrinos, nos recibe en la casa de César Vallejo, en su plaza y en todo el pueblo que lo vio nacer.
Porque es el mes que más amó y celebró, relacionándolo a lo pródigo, a lo bello y a lo cierto.
6. Su tierra y su gente
Mayo es afirmativo. Y es promesa acerca de su tierra, el mundo rural y la forja de la utopía andina que es nuestro compromiso construir.
Por eso, Santiago de Chuco con Capulí, Vallejo y su Tierra ha hecho de mayo el mes en que los chucos que quieren ahondar en la vida y obra de César Vallejo lleguen desde lejos.
Otros salgan desde el fondo de sí mismos a aplaudirlo.
Y quienes quieran conocer Santiago de Chuco y compartir con César Vallejo encarnado en la gente sencilla que lo ama y lo acunó de niño, lleguen desde lejos por vez primera hasta su patio, y lo hagan en el mes de las flores, de la exuberancia, de la alegría de vivir, que es lo que él en esencia representa.
Y de que Santiago de Chuco reconozca y afiance que es en mayo donde debe dedicar todos los fastos a su gran vate universal, César Vallejo.
Porque a mayo dedica él mismo no solo su evocación recóndita sino la estampa más rotunda acerca de su tierra y de su gente.
7. Sabor a rastrojo
Esto ocurre así en aquel largo poema, que lleva precisamente por título Mayo, es en donde retrata hasta con ingenuidad, virtud que adorna a las emociones sinceras, la vida ejemplar, el amor y el trabajo, la cotidianeidad simbolizada en el humo saliendo de las cocinas, como evocando el atardecer sombrío, pero luego la aurora radiante.
Mayo es el poema que muestra el amor, la idealización que César Vallejo tenía por el campo. Donde se cumplen dos ideales del hombre: un idilio pastoril y el trabajo.
Sirve tanto para conocer mejor su tierra como para conocer a César Vallejo, cuales son sus preferencias y sus gustos más sentidos.
Habla por ejemplo de una mujer casi con virtudes divinizadas, de una Ruth sagrada que allí ha de encontrarse. Y es que a imaginar esto se presta una naturaleza tan magnificente como la de mayo en ese pueblo andino.
Es el mural de todo un día, desde la alborada hasta el anochecer, pasando por el cardinal mediodía:
8. El último lucero fugitivo
MAYO
Vierte el humo doméstico en la aurora
su sabor a rastrojo;
y canta, haciendo leña, la pastora
un salvaje aleluya!
Sepia y rojo.
Se siente qué honda cadencia, qué melodía tan sutil del verso. Y aquella visión idílica, matinal, paisajística.
Una pintura en donde resalta lo etéreo, el humo que se eleva, el imperio del día y la luz solar.
Humo de la cocina, aperitivo
de gesta en este bravo amanecer.
El último lucero fugitivo
lo bebe, y, ebrio ya de su dulzor,
¡oh celeste zagal trasnochador!
se duerme entre un jirón de rosicler.
El lucero se duerme como si hubiera velado ex profeso toda la noche hasta anunciarse el sol. Y recién se duerme cual un muchacho ebrio, que ha bebido todo el dulzor de esa honda ternura.
9. Unción de los trigales
Mitología de lo geográfico y cósmico inmersa en el poema.
Mundo de la naturaleza y del cosmos que él recrea atribuyéndole acciones humanas para celebrar la vida y consagrar el amor.
Pero luego hay una unión paradójica con el mundo de la cocina y de los juegos de niños, cuando dice:
Hay ciertas ganas lindas de almorzar,
y beber del arroyo, y chivatear!
Es ya el mediodía, con esa referencia tan íntima de las ganas lindas de almorzar, como si este acto no fuera solamente alimenticio sino de comunión con la naturaleza y con los demás, pero que se eleva, que sube a lo alto y se sublima:
Aletear con el humo allá, en la altura;
o entregarse a los vientos otoñales
en pos de alguna Ruth sagrada, pura,
que nos brinde una espiga de ternura
bajo la hebraica unción de los trigales!
10. Utopía vallejiana
Convicto el anhelo de encontrar allí la arcadia representada en la mujer ideal, vinculada al mundo a la vez divino y campestre, lleno de ternura, de inocencia y de virtudes, graficadas en la espiga y en la consumación del amor en una alfombra, entre unos muros y en un lecho de trigales.
Y, en seguida, como complemento al amor, en un cuadro arquetípico, el himno al trabajo en el símbolo de un joven labrador con la hoz al hombro camino a Irichugo:
Hoz al hombro calmoso,
acre el gesto brioso,
va un joven labrador a Irichugo.
Canto al trabajo que, ubicado en el marco de un mundo armónico de afinidad con la naturaleza y sumado a los sentimientos de amor pleno de virtudes, constituye una suerte de arcadia, de ideario y utopía vallejiana.
11. El sudor que honra
Y en cada brazo que parece yugo
se encrespa el férreo jugo palpitante
que en creador esfuerzo cuotidiano
chispea, como trágico diamante,
a través de los poros de la mano
que no ha bizantinado aún el guante.
He aquí el sudor que honra, que da méritos, que dignifica al hombre.
He aquí el anuncio ya del poeta de Trilce, de Los poemas humanos y de España, aparta de mí este cáliz.
He aquí donde se valoran funciones del cuerpo por ser noblemente humanas, que resultan ser templos, como puede ser toser y hasta el polvo del que estamos hechos.
Materia a la cual él dedica hasta un Padre Nuestro, en España aparta de mí este cáliz, porque al igual que sudor el hombre es polvo.
12. Por la cuesta bravía
Bajo un arco que forma verde aliso,
¡oh cruzada fecunda del andrajo!
He aquí otra reivindicación que al final abrirá a considerar que la revolución social será encabezada y hecha heroísmo por los desarrapados y mendigos del mundo.
La zagala que llora
su yaraví a la aurora,
recoge ¡oh Venus pobre!
frescos leños fragantes
en sus desnudos brazos arrogantes
esculpidos en cobre.
Y no han de faltar en este cuadro idílico incluso los animales, integrados al mundo vegetal y humano:
En tanto que un becerro,
perseguido del perro,
por la cuesta bravía
corre, ofrendando al floreciente día
un himno de Virgilio en su cencerro!
13. El hilo azul de los alientos rotos
He aquí un anuncio de la utopía plasmada después en Telúrica y magnética de los Poemas humanos, el mundo por el cual luchamos y llegamos en el mes de mayo hasta esta bandera flameante que es Santiago de Chuco.
Delante de la choza
el indio abuelo fuma;
y el serrano crepúsculo de rosa,
el ara primitiva se sahúma
en el gas del tabaco.
Para luego verlo todo ello representado en un vestigio de nuestra cultura que convertiremos otra vez en realidad cualquier día:
Tal surge de la entraña fabulosa
de epopéyico huaco,
mítico aroma de broncíneos lotos,
el hilo azul de los alientos rotos!
Tal es mayo, el hilo azul de los alientos rotos, en Santiago de Chuco y en la poesía de César Vallejo.
14. No ocultar esencias
Y en donde estaremos muy pronto conociendo cada muro y ventana de este pueblo, entre los días 18 y 20 de mayo, fecha en la cual se realizará el Capulí 13 Vallejo y su Tierra en Santiago de Chuco.
Pero también estaremos definiendo aún más nuestro compromiso de consagrar la vida a concretar y construir la utopía andina avizorada por el poeta de la solidaridad humana nacido entre nosotros.
Porque César Vallejo acertó meridianamente por no ponerle reparos al candor ni a la ingenuidad, que lo vive y lo siente, y con las cuales, además, escribe.
Y a la inocencia de la cual se nutre y con la cual se inviste, para captar un mundo que no solo no se ofrece de otro modo, como es el mundo andino, sino que con ello erige palpitante toda la esencia y la manera de ser y actuar del alma andina.
De allí que él sea un ave rara por la fortaleza y además la sabiduría de no ocultar nada de estas esencias.
15. Seremos invencibles
Toda esa sapiencia la recogió de Santiago de Chuco, un pueblo atravesado de un espíritu de infancia, tal como se muestra en el poema Mayo, fresco e inocente.
Poema representativo junto a Telúrica y Magnética de la utopía vallejiana.
Por eso vamos en mayo a Santiago de Chuco, para empaparnos más de esa entelequia y para llenarnos de César Vallejo quien ha inundado de gloria al Perú secreto y recóndito.
Es, además, para conocer el lugar natal de un héroe, del paradigma de peruano cabal, muestra y ejemplo de cómo ser universal, asumiendo lo auténticamente nuestro.
Cada pueblo y cada cultura tienen su arquetipo. Ese súmmum en el caso nuestro es César Vallejo.
El día que el pueblo lo asuma plenamente nuestra patria se encontrará consigo misma, ha de ser desde entonces diferente y seremos invencibles.
César Vallejo es la bandera nacional en el campo de la literatura. Por eso te invitamos a que conozcas su tierra.
16. ¡César Vallejo, presente!
Porque César Vallejo está situado en la cumbre más inhiesta de la creación humana, en las nieves eternas de lo que ya para siempre es sagrado.
Es patrimonio universal, pináculo hasta donde él ha subido, siguiendo su propio camino, decantando cada hecho, cada grumo de polvo y cada segundo de tiempo, dispuesto a jugarse la vida por entero, siempre.
Preparado a enfrentarle al misterio, convencido de su destino, convicto y confeso de sí mismo. Y de lo que es el Perú, como un país glorioso.
Porque es el poeta que trabaja sobre la conciencia de los individuos y de los pueblos. Es el ojo avizor mágico capaz de ver en el horizonte y en plena oscuridad.
Es la heroicidad del pueblo andino asumida y representada por uno de sus videntes y profetas más egregios.
Por eso subiremos contigo en el mes de mayo por los caminos diciendo: ¡César Vallejo, presente!
Porque hay la amenaza de convertir las lagunas que nos proveen de ese sustento para aplacar nuestra sed, cocinar nuestros alimentos, cultivar nuestros campos, en basurales tóxicos de desechos químicos, que al filtrar las lluvias matarán de modo irreversible la vida en nuestros pueblos.
César Vallejo nació bendecido por el agua límpida de Santiago de Chuco, adonde iremos en el mes de mayo en una romería internacional en el marco del 13ª Encuentro Internacional Capulí, Vallejo y su Tierra.
Esta celebración la realizamos en mayo, festejando la vida y aún más la exuberancia, como es el florecer de mayo; como ahora en marzo rendimos homenaje al nacimiento del poeta, porque eso es vital, y no tanto conmemorar los aniversarios de las muertes que se prestan al discurso fúnebre, agónico y jaculatorio, que es lo que queremos cambiar como actitud cultural en nuestro pueblo.
1. Asume, venera y cree
El peregrinaje a Santiago de Chuco, que organiza el movimiento cultural Capulí, Vallejo y su Tierra, ¿cuál es la razón para que se realice en el mes de mayo de cada año?
Es esta la pregunta que formulan quienes ya conocen de los 13 años en que venimos realizándolo, queriendo encontrar y saber el motivo de la ubicación de este certamen que cada día se vuelve más multitudinario, y que ya tiene un lugar en el calendario de efemérides culturales en nuestro país.
Y la respuesta es simple. Porque mayo es el mes que más amó, que más admiración le causó y que con más evocación plasmó en sus poemas nuestro vate universal César Vallejo.
Pero, en general, no solo él, ni solo quienes han nacido en esa tierra prodigiosa, sino que toda persona que ha vivido en la serranía del mundo andino, lo asumen, veneran y creen así, que mayo es epifanía, mes diáfano y de efluvio cósmico.
Sobre estos hechos es que ya este certamen alcanzó a perennizarse y ser un acontecimiento esperado, continuo y eminente en nuestra agenda cultural.
2. En su primer verdor
Y es que en los días de mayo se florece, que es cuando los campos en Santiago de Chuco se engalanan de flores, donde todo es verdor y algarabía en una fiesta de colores estallantes.
Hay fragancia de lo que germina y de lo que nace y crece, mientras bajo el cielo de añil intenso bogan las nubes blancas.
En mayo en la serranía del mundo andino todo es reciente, fresco y tierno.
El maíz que se sirve en la mesa es el choclo. Y el choclo es el maíz virgen.
Las habas que se degustan en la mesa a la hora de la comida son suaves y lechosas por ser prematuras, de un sabor dulce e infantil; y se comen apenas sancochadas.
Toda clase de verduras frescas se prueban en este mes. Y las frutas de las huertas se saborean cuando aún ellas están en su primer verdor y aún en agraz.
3. El mes que más amó
Pese a que el poema Enereida César Vallejo lo dedicó como una épica de enero, no es el mes que él prefirió y más amó.
Tampoco es el mes de julio, de los poemas del Terceto autóctono, mes de fiesta y adoraciones. Aún menos es septiembre con cuyo nombre tituló uno de sus poemas, mes nostálgico en que la luna boga peregrina y silenciosa.
Mayo en cambio es el mes florido, de la fecundidad, de la inocencia y la vida nueva, como promesa e ilusión.
Porque en Enereida no se ocupa de enero sino de su padre y de la vida como esperanza.
Porque el mes de julio más lo tiene presente en relación a la fiesta del Apóstol Santiago, la embriaguez y la imagen misma del santo reconocida como el Dios Sol de los labriegos.
Y en el poema Setiembre, no importa tanto el mundo externo sino el amor ausente, el amor hecho adiós y rasgado en despedida. Es tristeza y es vacío; es pena, ausencia y desengaño de ya no hallarte nunca.
4. Cañas de mayo del lugar
En cambio mayo sí es directamente cantado como presencia y como naturaleza, retenida y vuelta a vivir y que se plasma en el poema del mismo nombre, como comentaremos más adelante.
Aunque, en diferentes otros poemas, circunstancias y momentos César Vallejo evoca el mes de mayo siempre con la emoción más honda, sentida y penetrante.
Así en el poema “Idilio muerto” diría con profundidad de imagen, refiriéndose a la andina y dulce Rita, acerca:
de su sabor a cañas de mayo del lugar.
Y en el poema “Capitulación”, reivindicando mayo expresa:
Anoche, unos abriles granas capitularon
ante mis mayos desarmados de juventud;
5. Lo pródigo, lo bello y lo cierto
Relaciona pues mayo a todo aquello que representa la plenitud de vivir, como en el poema XXXV de Trilce:
el tenedor absorto, su doneo radiante
de pistilo en mayo, y su verecundia
Relaciona mayo a germinación y fecundidad, precisamente a lo que veremos ahora al ir y llegar en esta romería denominada Capulí 13, Vallejo y su Tierra, en que arribaremos al lar de origen y tierra natal del poeta.
Por eso y muchas otras razones, el mejor mes para viajar a Santiago de Chuco y conocer el pueblo donde nació el poeta de la fraternidad humana, es mayo a cuyo encuentro iremos con el corazón en la mano, a saber más de buena fuente acerca de su procedencia y trayectoria vital, y tal como él en esencia fue.
Por eso, mayo es el mes en que Santiago de Chuco aclama a los peregrinos, nos recibe en la casa de César Vallejo, en su plaza y en todo el pueblo que lo vio nacer.
Porque es el mes que más amó y celebró, relacionándolo a lo pródigo, a lo bello y a lo cierto.
6. Su tierra y su gente
Mayo es afirmativo. Y es promesa acerca de su tierra, el mundo rural y la forja de la utopía andina que es nuestro compromiso construir.
Por eso, Santiago de Chuco con Capulí, Vallejo y su Tierra ha hecho de mayo el mes en que los chucos que quieren ahondar en la vida y obra de César Vallejo lleguen desde lejos.
Otros salgan desde el fondo de sí mismos a aplaudirlo.
Y quienes quieran conocer Santiago de Chuco y compartir con César Vallejo encarnado en la gente sencilla que lo ama y lo acunó de niño, lleguen desde lejos por vez primera hasta su patio, y lo hagan en el mes de las flores, de la exuberancia, de la alegría de vivir, que es lo que él en esencia representa.
Y de que Santiago de Chuco reconozca y afiance que es en mayo donde debe dedicar todos los fastos a su gran vate universal, César Vallejo.
Porque a mayo dedica él mismo no solo su evocación recóndita sino la estampa más rotunda acerca de su tierra y de su gente.
7. Sabor a rastrojo
Esto ocurre así en aquel largo poema, que lleva precisamente por título Mayo, es en donde retrata hasta con ingenuidad, virtud que adorna a las emociones sinceras, la vida ejemplar, el amor y el trabajo, la cotidianeidad simbolizada en el humo saliendo de las cocinas, como evocando el atardecer sombrío, pero luego la aurora radiante.
Mayo es el poema que muestra el amor, la idealización que César Vallejo tenía por el campo. Donde se cumplen dos ideales del hombre: un idilio pastoril y el trabajo.
Sirve tanto para conocer mejor su tierra como para conocer a César Vallejo, cuales son sus preferencias y sus gustos más sentidos.
Habla por ejemplo de una mujer casi con virtudes divinizadas, de una Ruth sagrada que allí ha de encontrarse. Y es que a imaginar esto se presta una naturaleza tan magnificente como la de mayo en ese pueblo andino.
Es el mural de todo un día, desde la alborada hasta el anochecer, pasando por el cardinal mediodía:
8. El último lucero fugitivo
MAYO
Vierte el humo doméstico en la aurora
su sabor a rastrojo;
y canta, haciendo leña, la pastora
un salvaje aleluya!
Sepia y rojo.
Se siente qué honda cadencia, qué melodía tan sutil del verso. Y aquella visión idílica, matinal, paisajística.
Una pintura en donde resalta lo etéreo, el humo que se eleva, el imperio del día y la luz solar.
Humo de la cocina, aperitivo
de gesta en este bravo amanecer.
El último lucero fugitivo
lo bebe, y, ebrio ya de su dulzor,
¡oh celeste zagal trasnochador!
se duerme entre un jirón de rosicler.
El lucero se duerme como si hubiera velado ex profeso toda la noche hasta anunciarse el sol. Y recién se duerme cual un muchacho ebrio, que ha bebido todo el dulzor de esa honda ternura.
9. Unción de los trigales
Mitología de lo geográfico y cósmico inmersa en el poema.
Mundo de la naturaleza y del cosmos que él recrea atribuyéndole acciones humanas para celebrar la vida y consagrar el amor.
Pero luego hay una unión paradójica con el mundo de la cocina y de los juegos de niños, cuando dice:
Hay ciertas ganas lindas de almorzar,
y beber del arroyo, y chivatear!
Es ya el mediodía, con esa referencia tan íntima de las ganas lindas de almorzar, como si este acto no fuera solamente alimenticio sino de comunión con la naturaleza y con los demás, pero que se eleva, que sube a lo alto y se sublima:
Aletear con el humo allá, en la altura;
o entregarse a los vientos otoñales
en pos de alguna Ruth sagrada, pura,
que nos brinde una espiga de ternura
bajo la hebraica unción de los trigales!
10. Utopía vallejiana
Convicto el anhelo de encontrar allí la arcadia representada en la mujer ideal, vinculada al mundo a la vez divino y campestre, lleno de ternura, de inocencia y de virtudes, graficadas en la espiga y en la consumación del amor en una alfombra, entre unos muros y en un lecho de trigales.
Y, en seguida, como complemento al amor, en un cuadro arquetípico, el himno al trabajo en el símbolo de un joven labrador con la hoz al hombro camino a Irichugo:
Hoz al hombro calmoso,
acre el gesto brioso,
va un joven labrador a Irichugo.
Canto al trabajo que, ubicado en el marco de un mundo armónico de afinidad con la naturaleza y sumado a los sentimientos de amor pleno de virtudes, constituye una suerte de arcadia, de ideario y utopía vallejiana.
11. El sudor que honra
Y en cada brazo que parece yugo
se encrespa el férreo jugo palpitante
que en creador esfuerzo cuotidiano
chispea, como trágico diamante,
a través de los poros de la mano
que no ha bizantinado aún el guante.
He aquí el sudor que honra, que da méritos, que dignifica al hombre.
He aquí el anuncio ya del poeta de Trilce, de Los poemas humanos y de España, aparta de mí este cáliz.
He aquí donde se valoran funciones del cuerpo por ser noblemente humanas, que resultan ser templos, como puede ser toser y hasta el polvo del que estamos hechos.
Materia a la cual él dedica hasta un Padre Nuestro, en España aparta de mí este cáliz, porque al igual que sudor el hombre es polvo.
12. Por la cuesta bravía
Bajo un arco que forma verde aliso,
¡oh cruzada fecunda del andrajo!
He aquí otra reivindicación que al final abrirá a considerar que la revolución social será encabezada y hecha heroísmo por los desarrapados y mendigos del mundo.
La zagala que llora
su yaraví a la aurora,
recoge ¡oh Venus pobre!
frescos leños fragantes
en sus desnudos brazos arrogantes
esculpidos en cobre.
Y no han de faltar en este cuadro idílico incluso los animales, integrados al mundo vegetal y humano:
En tanto que un becerro,
perseguido del perro,
por la cuesta bravía
corre, ofrendando al floreciente día
un himno de Virgilio en su cencerro!
13. El hilo azul de los alientos rotos
He aquí un anuncio de la utopía plasmada después en Telúrica y magnética de los Poemas humanos, el mundo por el cual luchamos y llegamos en el mes de mayo hasta esta bandera flameante que es Santiago de Chuco.
Delante de la choza
el indio abuelo fuma;
y el serrano crepúsculo de rosa,
el ara primitiva se sahúma
en el gas del tabaco.
Para luego verlo todo ello representado en un vestigio de nuestra cultura que convertiremos otra vez en realidad cualquier día:
Tal surge de la entraña fabulosa
de epopéyico huaco,
mítico aroma de broncíneos lotos,
el hilo azul de los alientos rotos!
Tal es mayo, el hilo azul de los alientos rotos, en Santiago de Chuco y en la poesía de César Vallejo.
14. No ocultar esencias
Y en donde estaremos muy pronto conociendo cada muro y ventana de este pueblo, entre los días 18 y 20 de mayo, fecha en la cual se realizará el Capulí 13 Vallejo y su Tierra en Santiago de Chuco.
Pero también estaremos definiendo aún más nuestro compromiso de consagrar la vida a concretar y construir la utopía andina avizorada por el poeta de la solidaridad humana nacido entre nosotros.
Porque César Vallejo acertó meridianamente por no ponerle reparos al candor ni a la ingenuidad, que lo vive y lo siente, y con las cuales, además, escribe.
Y a la inocencia de la cual se nutre y con la cual se inviste, para captar un mundo que no solo no se ofrece de otro modo, como es el mundo andino, sino que con ello erige palpitante toda la esencia y la manera de ser y actuar del alma andina.
De allí que él sea un ave rara por la fortaleza y además la sabiduría de no ocultar nada de estas esencias.
15. Seremos invencibles
Toda esa sapiencia la recogió de Santiago de Chuco, un pueblo atravesado de un espíritu de infancia, tal como se muestra en el poema Mayo, fresco e inocente.
Poema representativo junto a Telúrica y Magnética de la utopía vallejiana.
Por eso vamos en mayo a Santiago de Chuco, para empaparnos más de esa entelequia y para llenarnos de César Vallejo quien ha inundado de gloria al Perú secreto y recóndito.
Es, además, para conocer el lugar natal de un héroe, del paradigma de peruano cabal, muestra y ejemplo de cómo ser universal, asumiendo lo auténticamente nuestro.
Cada pueblo y cada cultura tienen su arquetipo. Ese súmmum en el caso nuestro es César Vallejo.
El día que el pueblo lo asuma plenamente nuestra patria se encontrará consigo misma, ha de ser desde entonces diferente y seremos invencibles.
César Vallejo es la bandera nacional en el campo de la literatura. Por eso te invitamos a que conozcas su tierra.
16. ¡César Vallejo, presente!
Porque César Vallejo está situado en la cumbre más inhiesta de la creación humana, en las nieves eternas de lo que ya para siempre es sagrado.
Es patrimonio universal, pináculo hasta donde él ha subido, siguiendo su propio camino, decantando cada hecho, cada grumo de polvo y cada segundo de tiempo, dispuesto a jugarse la vida por entero, siempre.
Preparado a enfrentarle al misterio, convencido de su destino, convicto y confeso de sí mismo. Y de lo que es el Perú, como un país glorioso.
Porque es el poeta que trabaja sobre la conciencia de los individuos y de los pueblos. Es el ojo avizor mágico capaz de ver en el horizonte y en plena oscuridad.
Es la heroicidad del pueblo andino asumida y representada por uno de sus videntes y profetas más egregios.
Por eso subiremos contigo en el mes de mayo por los caminos diciendo: ¡César Vallejo, presente!
Teléfonos: 420-3343 y 420-3860
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