GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
Por Elmer Neyra Valverde
Por Elmer Neyra Valverde
Este insigne novelista colombiano nació el 6 de marzo de 1927 en Aracataca, Colombia. Su infancia la pasó cerca de sus abuelos y mayores escuchando relatos fascinantes, que con el correr del tiempo plasmaría en cuentos y novelas magníficamente logrados.
Hace sus inicios como periodista de El espectador. Donde escribe también cuentos.
En 1955 entrega su primera novela Una hojarasca y a continuación hace entrega El coronel no tiene quien le escriba; Los funerales de la Mama Grande; Cien años de soledad en 1967 publicado en Buenos Aires. Obra que le facilitó el encumbramiento internacional.
Siguen Crónicas de una muerte anunciada en 1981 inspirada en la trama fáctica de un homicidio; El general en su laberinto en 1981, Meditaciones sobre el poder usando la biografía del genial Bolívar. También Del amor y otros demonios en 1984sobre sucesos ocurridos en Cartagena de Indias del siglo XVII.
En 1955 entrega su primera novela Una hojarasca y a continuación hace entrega El coronel no tiene quien le escriba; Los funerales de la Mama Grande; Cien años de soledad en 1967 publicado en Buenos Aires. Obra que le facilitó el encumbramiento internacional.
Siguen Crónicas de una muerte anunciada en 1981 inspirada en la trama fáctica de un homicidio; El general en su laberinto en 1981, Meditaciones sobre el poder usando la biografía del genial Bolívar. También Del amor y otros demonios en 1984sobre sucesos ocurridos en Cartagena de Indias del siglo XVII.
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Ha incursionado en el cine con logros satisfactorios y donde se destaca su inspiración surrealista. Obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1982, donde reconoció como maestro a William Faulkner, y en cierto modo, admitió que el América morena es un mundo macondiano y lleno de poesía. Posiblemente en la actualidad su obra es más leída que El quijote de la Mancha de Cervantes. La crítica especializada reconoce como cumbres de la literatura hispanoamericana a Quijote de Cervantes y Cien años de soledad del diluvial Gabo.