ELLA
(En el Día Internacional de la Mujer)
Por Rodolfo Ascencio Barillas
Ella que ama eternamente
Ella que llora en silencio
Ella que nada pide a cambio de nada
Y que mira con sentimiento el alba del nuevo día
Y recibe con paciencia el crepúsculo de mis ansiedades
Y derrama con frescura su acromática voz
En el silente eco de la aurora
Quizá ella sea el paraíso de mi amor
Y el adusto sueño de este mundo
Ella es el arcoíris adyacente
Y la claridad de mis oscuras esperanzas
Ella es el agreste sueño de mi pasado
Que alimenta mis nebulosas ilusiones
De una juventud extraviada
Ella es el encanto abnegado
De mis cuitas pertinentes
Ella es el crisol de mis pesares
En las noches soñadas moribundas
Ella es la estrella que alcanza la ternura
Y el denuedo de un corazón ambulante
Ella es la expresión que lo define todo
Y la ultima palabra de mi boca
Ella es un manantial de rosas bellas
Y el lucero que ilumina mi camino
En el laberinto de mis sufrimientos
Ella es la lumbrera del firmamento
Y la hermosa luna dorada de plata
Ella es el pétalo de violetas encendidas
Que sanan mis heridas
Para sufrirlas ella que todo lo ama
Ella que mira el ocaso de mis convicciones
Y la augusta cúspide de mis travesuras
Y yo, quise decirle que le amo mas que nada
Y más que todo ella también me amaba
Aunque ella es fría, como una estatua de mármol
Y tiene la carne joven en sus ilusiones
Ella estaba viva como el agua transparente
Aunque ella era indiferente a los versos míos
Y también suspiraba en su romería
Ella era el color de la tarde
Y con sus ojos me sentía
Ella era el ángel que yo amaba
Y también con su voz me consolaba
Ella sigue siendo el equinoccio de mi vida
En el eterno recuerdo de mi melancolía
Y ahora que los años han pasado
En el diluvio de nuestros vidas
Ella sigue estando viva
Cual corriente de aguas frías
Ella es el aire que siempre respiro
Y es la vieja cañada de mis amores
Ella es la exótica voz de mis nimiedades
Y el roció que mitiga mis ardores
Ella eternizo los sueños míos
Y la fuente de su poesía
Y sus ilusiones se unieron con las mías
Ella me quiere con ternura
Y yo la adoro con locura…
MUJER
Por Rodolfo Ascencio Barillas
Ella tiene una estrella en su corazón
Y besaba la límpida quietud de las aguas
Y abrigaba los hermosos sueños en su pecho
Y sus ojos brillaban con la luna
Y su aliento llegaba hasta la estrella de mañana
Y su voz temblaba con los rayos de sol
Y sus manos edificaban el mundo
Con la libertad que el hombre no conocía
Y sus sueños viajaron al futuro
Y el mañana significaba un misterio
Y ese misterio que su alma escondía
Era la alondra de luz mañanera
Y la esperanza nace en una rosa
Y la rosa que en ella permanecía
Mujer que en el mundo luchas
Y luchas con incansable valor
Y el valor es tu razón
Y la razón son tus pensamientos
Y los pensamientos son tus sentimientos
Y los sentimientos de mis emociones
Y las emociones que emanan de mi pecho
Y el pecho que descubre mi alma
Y el alma que ilumina la noche
Y la noche que traduce la luz
Y la luz que sueña con la vida
Y la vida que vence la muerte
Y la muerte que desaparece inerte
En brazos de la noche fría
Mujer eres el viento de las praderas
Y el encanto de la noble naturaleza
Y la naturaleza de tu alegría
Y la alegría de tu sonrisa
Y la sonrisa de tu armonía
Y la gentileza de tu arquitectura
Y la arquitectura de tu belleza
Y la divina voz de los acantilados
Y los acantilados de las gaviotas
Y las gaviotas que surcan los mares
Y los mares de tu poesía,
Es la poesía del verso sublime
Y el sublime aliento de tu espíritu,
El espíritu de tu existencia
Mujer que vuelas con el viento
Y el viento que se une con la lluvia
Y la lluvia que cubre los valles
Y los valles de policromas cañadas
Y las cañadas de esbeltas cascadas
Y las cascadas que besan los ríos
Y los ríos que bañan las ilusiones
Y las ilusiones unidas a tus amores
Y los amores que recuerda tu corazón
Y el corazón embestido de tu pureza
Y la pureza que fluye en tu alma
Y el alma que engrandece tu belleza
Y la belleza que resalta tu presencia
Y la presencia que jamás te olvidara
Y la vida en tu sabia verdad
Y la verdad que nace en la paz
Y la paz arquitectura del mundo
Dulce mujer de ensueños,
Que son ensueños que aman tu corazón…
(En el Día Internacional de la Mujer)
Por Rodolfo Ascencio Barillas
Ella que ama eternamente
Ella que llora en silencio
Ella que nada pide a cambio de nada
Y que mira con sentimiento el alba del nuevo día
Y recibe con paciencia el crepúsculo de mis ansiedades
Y derrama con frescura su acromática voz
En el silente eco de la aurora
Quizá ella sea el paraíso de mi amor
Y el adusto sueño de este mundo
Ella es el arcoíris adyacente
Y la claridad de mis oscuras esperanzas
Ella es el agreste sueño de mi pasado
Que alimenta mis nebulosas ilusiones
De una juventud extraviada
Ella es el encanto abnegado
De mis cuitas pertinentes
Ella es el crisol de mis pesares
En las noches soñadas moribundas
Ella es la estrella que alcanza la ternura
Y el denuedo de un corazón ambulante
Ella es la expresión que lo define todo
Y la ultima palabra de mi boca
Ella es un manantial de rosas bellas
Y el lucero que ilumina mi camino
En el laberinto de mis sufrimientos
Ella es la lumbrera del firmamento
Y la hermosa luna dorada de plata
Ella es el pétalo de violetas encendidas
Que sanan mis heridas
Para sufrirlas ella que todo lo ama
Ella que mira el ocaso de mis convicciones
Y la augusta cúspide de mis travesuras
Y yo, quise decirle que le amo mas que nada
Y más que todo ella también me amaba
Aunque ella es fría, como una estatua de mármol
Y tiene la carne joven en sus ilusiones
Ella estaba viva como el agua transparente
Aunque ella era indiferente a los versos míos
Y también suspiraba en su romería
Ella era el color de la tarde
Y con sus ojos me sentía
Ella era el ángel que yo amaba
Y también con su voz me consolaba
Ella sigue siendo el equinoccio de mi vida
En el eterno recuerdo de mi melancolía
Y ahora que los años han pasado
En el diluvio de nuestros vidas
Ella sigue estando viva
Cual corriente de aguas frías
Ella es el aire que siempre respiro
Y es la vieja cañada de mis amores
Ella es la exótica voz de mis nimiedades
Y el roció que mitiga mis ardores
Ella eternizo los sueños míos
Y la fuente de su poesía
Y sus ilusiones se unieron con las mías
Ella me quiere con ternura
Y yo la adoro con locura…
MUJER
Por Rodolfo Ascencio Barillas
Ella tiene una estrella en su corazón
Y besaba la límpida quietud de las aguas
Y abrigaba los hermosos sueños en su pecho
Y sus ojos brillaban con la luna
Y su aliento llegaba hasta la estrella de mañana
Y su voz temblaba con los rayos de sol
Y sus manos edificaban el mundo
Con la libertad que el hombre no conocía
Y sus sueños viajaron al futuro
Y el mañana significaba un misterio
Y ese misterio que su alma escondía
Era la alondra de luz mañanera
Y la esperanza nace en una rosa
Y la rosa que en ella permanecía
Mujer que en el mundo luchas
Y luchas con incansable valor
Y el valor es tu razón
Y la razón son tus pensamientos
Y los pensamientos son tus sentimientos
Y los sentimientos de mis emociones
Y las emociones que emanan de mi pecho
Y el pecho que descubre mi alma
Y el alma que ilumina la noche
Y la noche que traduce la luz
Y la luz que sueña con la vida
Y la vida que vence la muerte
Y la muerte que desaparece inerte
En brazos de la noche fría
Mujer eres el viento de las praderas
Y el encanto de la noble naturaleza
Y la naturaleza de tu alegría
Y la alegría de tu sonrisa
Y la sonrisa de tu armonía
Y la gentileza de tu arquitectura
Y la arquitectura de tu belleza
Y la divina voz de los acantilados
Y los acantilados de las gaviotas
Y las gaviotas que surcan los mares
Y los mares de tu poesía,
Es la poesía del verso sublime
Y el sublime aliento de tu espíritu,
El espíritu de tu existencia
Mujer que vuelas con el viento
Y el viento que se une con la lluvia
Y la lluvia que cubre los valles
Y los valles de policromas cañadas
Y las cañadas de esbeltas cascadas
Y las cascadas que besan los ríos
Y los ríos que bañan las ilusiones
Y las ilusiones unidas a tus amores
Y los amores que recuerda tu corazón
Y el corazón embestido de tu pureza
Y la pureza que fluye en tu alma
Y el alma que engrandece tu belleza
Y la belleza que resalta tu presencia
Y la presencia que jamás te olvidara
Y la vida en tu sabia verdad
Y la verdad que nace en la paz
Y la paz arquitectura del mundo
Dulce mujer de ensueños,
Que son ensueños que aman tu corazón…
ESTAMPAS DE EL SALVADOR (Editado por Nalo Alvarado Balarezo)