Danilo Sánchez Lihón
1. Ansia
de conquista
Las
incursiones que se hicieron a la Amazonía inicialmente fueron en
búsqueda de las riquezas de "El Dorado", utopía que alucinó la
existencia de parajes inacabables donde las arenas de las orillas de los
ríos eran oro, los cantos rodados piedras preciosas y los guijarros
diamantes; y hasta los pueblos estaban empedrados de amatistas, topacios
y esmeraldas.
En
esa arremetida se organizaron expediciones a cargo de capitanes ilusos y
obsesionados en hacerse dueños de tesoros deslumbrantes y en gobernar
imperios fastuosos. Y en esa enajenación y delirio sus conductas fueron
siniestras y sus actitudes abusivas, deleznables y procaces.
En
la actualidad se invade la amazonia en nombre del progreso, entendido
como extracción de recursos naturales, que tienen precios excitantes en
el mercado internacional.
En
todas estas acometidas la vida del aborigen vale menos que un cartucho
de pólvora o dinamita con que se les dispara. Y las hectáreas de bosque
menos que un hectolitro de cianuro con que se lo depreda en la búsqueda
de oro de superficie en la minería ilegal.
2. Posturas
que no son suyas
En
nombre de la prosperidad los espacios de la selva, estén o no habitados
y sabemos que lo están, son considerados de libre disposición para
cualquiera que quiera denunciarlos.
Muchos
se valen de este amparo legal para adueñarse de las tierras más ricas y
ya pobladas. Casi nunca estas ventajas son para los nativos quienes por
su situación de marginalidad desconocen todas las leyes de la
República.
Otra
es la agresión cultural con que se los avasalla, el ultraje y la
humillación con que se los trata, así como la nula estimación a sus
tradiciones y costumbres en nombre de la civilización.
Para
ellos es también adverso y nocivo el sistema que consciente o
inconscientemente se impone y establece y que finalmente termina
adulterando sus vidas y convirtiéndolos en sectores míseros y
periféricos de la sociedad actual.
Donde
el modelo dominante los obliga a imitar, a adoptar posturas que no son
las suyas y a suplantar su personalidad por otra que no corresponde ni
pertenece a su cultura como pueblos originarios que son.
3. El derecho
a ser distintos
¿Hemos de verlos explotados violentamente o de manera paulatina consumidos por la expoliación y el desdén?
¿Hemos
de verlos medrar como subempleados en empresas de servicios que
desconocen leyes, normas, reglamentos y que, además, causan daño y
depredan el planeta?
Cada
uno tiene derecho al bienestar y a ser dueño de su destino en el ámbito
al cual pertenece. Y cada uno debe ser como su naturaleza y su medio lo
han configurado a ser.
Todo
hombre tiene derecho a ser diferente. Y si a alguien se le impone ser
algo distinto con miras a homogeneizarlo y a lo cual no está
auténticamente dispuesto, se lo agrede en su esencia de hombre.
Pues
cada quien tiene que ser lo que es. Afianzar esta filiación y
pertenencia ayudará a superar problemas de empobrecimiento moral, que
ocurren al imitar modelos foráneos.
Modelos
que lamentablemente terminan deshumanizando y convirtiendo a la persona
en mero objeto de consumo y al hombre en mercancía, corrompiendo la
esencia de lo que es un ser humano.
4. Nombres
rotundos
Es
el fenómeno de la masificación, distinto y contrario a la unión e
integración, que reconoce y aprecia las diferencias, y las conjunciona
en un todo armónico llamado país o nación.
De
allí que la Amazonía, como todas las comunidades y culturas sometidas a
exterminio, tiene una historia intensa de luchas sociales.
Y de grandes gestas y movilizaciones por hacer respetar su dignidad de personas y su derecho a ser un pueblo con identidad.
Hay nombres de líderes, héroes y mártires que ellos pronuncian con unción y fervor.
Hay fechas y acontecimientos a los cuales vuelven con la mirada del recuerdo para encontrar el hilo de la esperanza.
Tales
son en el Perú: la rebelión de los cunibos, de los shetebos, de los
piros. Y la resistencia de los pueblos indígenas al despojo de sus
tierras en las movilizaciones de Bagua el 5 de junio del año 2009.
Y
hay nombres rotundos de héroes como los de Runcato, Mangare o Juan
Santos Atahualpa; o de Pizango más recientemente. Claras respuestas de
un pueblo agredido que defiende su derecho a vivir y ser en el mundo.
5. Cosmovisión
y sabiduría
En
el presente se codicia y concibe a la Amazonía como una esperanza para
salvar el mundo, como reserva, reducto y relicto en donde la humanidad y
la vida tienen su defensa y su asidero.
Donde
tenemos un bien preciado que pertenece a nuestros pueblos y debemos
preservarlo no permitiendo que se depreden ni arrebaten sus recursos.
Sin
embargo, los ricos y poderosos del mundo ya trazaron sus planes y ya le
dieron forma a su ambición y soberbia calculando apoderarse de esta
región, preconizando y poniendo de manifiesto que ya les pertenece.
Y
planifican apropiarse de este subcontinente, arrebatándolo a sus
legítimos dueños, quienes son las personas que en ella han nacido y en
ella moran.
Tanto
es así que ya la consideran suya en sus mapas, con el pretexto de que
ella es indispensable para la humanidad como depósito de biósfera. ¿Por
qué no cuidaron a tiempo y atinadamente su aire, sus bosques, sus suelos
y recursos de agua como son sus manantiales?
6. Cuál
es
Para eso conceptúan a la Amazonía como un lugar vacío, como espacios desolados y tierra de nadie.
O como habitada por tribus salvajes, cuando en verdad en ella moran pueblos y culturas plenas de sabiduría.
Dueños
de una cosmovisión y conocimientos ancestrales, que integran realidades
y crean mundos plenos de maravilla en función del arte y las ciencias
milenarias.
Lugar
en donde se encuentran seres espirituales con una lectura prodigiosa
del libro de la naturaleza y de realidades que unen mundos diversos y
hasta opuestos que sanan el cuerpo y el alma de los dolientes actuales.
Hay
que gritarlo: ¡No somos un pueblo vacío! ¡Estamos llenos, ahítos,
plenos de vida! Y tenemos una misión muy grande por cumplir sobre la faz
de la tierra.
Cuál
es que los valores que nuestras culturas han decantado, salven al mundo
actual de la cosificación que la atenaza, de la deshumanización que los
oprime, y la alienación por la cual son hojas batidas por el viento.
7. Una filiación
y una fe
Para ello el Perú es tierra de origen, es tierra madre, y es lugar por donde aflora el genio de la vida.
El Perú es pacarina, lugar donde se nace, se renueva y eterniza. Es tierra sagrada, ojo de agua, estrella y fuego sagrado.
Por
algo aquí desarrollaron hasta alcanzar su mayor esplendor las más
grandes culturas de la antigüedad de América, que no florecieron en
ningún otro sitio.
Porque
es la nuestra tierra venerable. Todo lo malo que reluce en su
superficie ha sido importado y ha venido de afuera. De allí que sea un
alto privilegio y responsabilidad haber nacido en una tierra como el
Perú.
Y
conmueve que haya habido y siga habiendo, y se levanten pujantes e
indestructibles cada día más seres humanos valerosos, auténticos y
consecuentes, como son aquellos que nos inspiran a ti, a mí y a tantos
hermanos nuestros.
Por
tales razones corresponde que abracemos a la Amazonía, igual que al
mundo andino, como una filiación, un compromiso y una fe inextinguibles.
*****
Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
*****
CONVOCATORIA