Hasta el día en que vuelva
de esta piedra.
César Vallejo
1. Sinfonías
de piedra
La
piedra es sagrada. Se cree que la piedra es inerte, vacía y no siente,
cuando más bien son ángeles guardianes y dioses tutelares; ¡carne de lo
vivido!, y hasta nuestras moradas esenciales.
Toda
piedra es un destino pleno de vida, porque nos convertimos en piedras. Y
allí permanecemos vigilantes, esperando un nuevo soplo que nos reviva, o
in cuban do nosotros mismos nuestro aliento.
Como
andinos debiéramos reconocerlas y valorarlas más que a ningún otro
elemento, que es lo primero que hicieron nuestros antecesores
tiahuanacos, chavines, huaris, chachapoyas e incas que adoraron la
piedra como representación de lo sagrado. ¿¿Dónde está la eternidad sino
en las piedras?
Y
todo lo hicieron de piedra. Y la piedra los impulsó a hacer lo que
hicieron. Porque: ¿qué fantasía más absoluta que la piedra? Si no, ¿qué
es el Coricancha, Sacsayhuaman, Ollantaytambo o Machu Picchu, salvo
himnos y sinfonías de piedra?
2. Ser
amado
En
todas las leyendas los dioses y semidioses surgen de las piedras, o se
convierten en presencias pétreas en el pináculo de las montañas.
Nuestros
ancestros andinos, ¿por dónde trajeron el agua? ¿Acaso por la arcilla,
la gleba o la arenisca? No. ¿Acaso por la hierba, la floresta o las
ramas de los árboles?
¡No!
La trajeron por dentro de la piedra, por donde hicieron unos orificios
cabales y perfectos. Y hasta su gorgoteo y rumor era cantarino era
tallado. ¿Y cómo he visto que se enamora la gente del campo en nuestras
serranías? Arrojándose piedrecillas; y detrás de ellas recién van las
miradas, las sonrisas, como al final las palabras.
En
ese nivel se tiene a las piedras, en lo íntimo de nuestros corazones. Y
hay un lenguaje íntimo y secreto en la forma, el color, el tamaño y la
hora de lanzarlas a los pies o acercadas suavemente al regazo del ser amado.
3. Gestan
la vida
Ahora
bien: ¿qué relación tiene la piedra con la poesía? En el fondo mucha:
Ambas son fronteras y son ambas esencias. Son mundos hacia adentro y
hacia afuera, en donde podemos indagar por lo que somos y cuánto hay de
nosotros en sus claves ocultas.
Porque
la piedra es eternidad. Y porque es la piedra lo único que conocemos de
la vida y de la muerte, como de lo fugaz y perenne. Y no de manera
sucesiva y separada una de la otra, como la realidad nos la presenta,
sino imbricadas en una sola presencia.
¡Es
en la piedra! Y es que la piedra es la única evidencia de la eternidad
en el mundo viviente. Ya que con la muerte nosotros volvemos a lo
eterno, pero habiendo vivido. Y al
hacernos piedra dormimos vigilantes y apacibles, como conciencia herida,
pero permaneciendo aquí donde pasaron nuestros días y quedaron nuestros
actos.
Antes
de vivir no hay muerte sino solo eternidad; que es lo mismo, pero sin
experiencia cotidiana y tangible; sin dejar de ser todo esto una
paradoja. Y la paradoja es la otra
condición que identifica y une a la piedra y a la vida y la muerte, cuál
es que juntas son contrarias. Y por serlo gestan la vida.
4. Desafío
a la imaginación
Y
eso se lo sabe aquí en el Bosque de Piedras de Huayllay, cuyo nombre
metafórico deviene porque es una formación de roca volcánica, profusa,
delineada y erecta, que ocupa una gran extensión de una región situada
en un ámbito sideral; y que en tiempos remotos fue parte del fondo
marítimo de océanos conturbados en la era Paleozoica, y que luego se
elevaran hasta situarse en una altitud entre los 4.110 y 4.545 metros
sobre el nivel del mar.
Este
portento está ubicado en el distrito de Huayllay, provincia y
departamento de Pasco, en la región central del Perú; maravilla natural
andina que reúne a más de 4,000 formaciones rocosas con diseños
delirantes de las más increíbles formas y posiciones, figuras que
sugieren formas animales, humanas, supra reales y oníricas, que
constituyen el catálogo de un sueño prodigioso y alucinante de la
naturaleza.
Hay
aproximadamente 480 figuras a las cuales se les ha encontrado similitud
con algo, principalmente con perfiles animales y de seres humanos a las
cuales se las ha puesto un nombre, pero sobrecogiendo su actitud, su
expresión y sus gestos, como “Los frailones”, como hay muchas otras
presencias cuya representación constituye para cada espectador un desafío a su imaginación encontrarle un símil que logre cierto consenso.
5. Purificar
la sangre
Zona
rocosa donde los procesos erosivos ocasionados por el viento, el agua y
el deshielo de los glaciares han generado en las rocas curiosas
formaciones escultóricas que sobrecogen el espíritu. Y, aún más, por
estar situada en una región esteparia, cristalina y translúcida, como
desolada y fría; zona de jalca o de puna, que nos da la sensación de
estar ya en otro mundo.
Donde
abundan en el suelo plantas medicinales como un regalo desprevenido de
la naturaleza para aliviar los males del mundo. ¿O hay un mensaje oculto
qué descifrar? Así como también crecen variedades de ichu o paja brava,
algunas comestibles para el ganado, producto valioso e indispensable
para techar las casas y hacer los adobes para la edificación de los
muros que nos defienden del cierzo y la nevada.
Abunda
en este espacio la escorzonera, que tomada en infusión sirve para
despejar las vías respiratorias, pero también las vías urinarias; el
berro blanco aplicable para inflamaciones estomacales y para el lavado
del escorbuto frecuente en los niños; brota y crece el amargón, que así
se llama por su sabor agrio, desabrido y hasta ácido, pero milagroso
para purificar la sangre y exorcizar enfermedades incurables.
6. Lagunas
y ríos
Pero
el Bosque de Piedras de Huayllay vale también como reliquia
arqueológica, por haberse descubierto en las superficies ocultas de las
piedras, pinturas rupestres y otros vestigios culturales, encontrados en
este espacio onírico.
Que
sin duda atrajo a los hombres que poblaron estos ámbitos por su
carácter mágico, trazos que datan de hace 11,000 años a. de c., hechos
por cazadores y recolectores que, por lo que se revela, pasaron a
implementar técnicas como la caza colectiva, selectiva y la
domesticación de animales.
Se
precisa que entre los años 4,000 y 2,000 antes de Cristo Huayllay fue
un eje de gran importancia entre Junín y Pasco que influenció en hacer
una verdadera revolución agropecuaria que repercutió en el centro, el
norte y el sur del antiguo Perú.
Además,
cuenta Huayllay con aguas termales medicinales, lagunas y ríos en donde
se asientan tres comunidades campesinas, cuáles son: San Pedro de Pari,
Cochamarca, y Huayllay, cuya población se dedica a la ganadería y a
labores agrícolas, cultivando la papa, la avena y la maca.
7. La tierra
y el cielo
El
bosque de Piedras de Huayllay ha sido considerado como una de las siete
maravillas del Perú, abarcando una extensión de más de seis mil
hectáreas, en donde se erigen las figuras pétreas, las más de ellas
misteriosas e inescrutables.
Fue creado como Santuario Nacional de Huayllay el 7 de agosto del año 1974, y como Patrimonio Cultural de la Nación el año 2001.
En
este espacio sagrado sentimos que habla la piedra, que ella tiene
lenguaje, que quisieran revelarnos secretos, dictarnos palabras claves
para nuestras vidas de hoy, de ayer y de siempre.
Sentimos
que su mensaje aquí viene desde, y va hasta, la eternidad; que haber
venido hasta aquí es haber orillado el manto sagrado de la divinidad.
Sentimos que aquí habitan los dioses que nos han legado parte o toda de
su esencia, y quisieran recoger también de nosotros el testimonio de que
somos parte también de este misterio donde la tierra y el cielo se juntan.
*****
Los textos anteriores pueden ser
reproducidos, publicados y difundidos
citando autor y fuente
dsanchezlihon@aol.com
danilosanchezlihon@gmail.com
Obras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:
Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.com
Editorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com
Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.pe
Ediciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com
Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es
*****
DIRECCIÓN EN FACEBOOK
HACER CLIC AQUÍ:
*****
Teléfonos Capulí:
393-5196 / 99773-9575
capulivallejoysutierra@gmail.com
Si no desea seguir recibiendo estos envíos
le rogamos, por favor, hacérnoslo saber.