lunes, 26 de noviembre de 2012

DON PORFIRIO VÁSQUEZ APARICIO: “EL PATRIARCA DE LA MÚSICA NEGRA DEL PERÚ” POR PILAR BARRÓN TELLO (III ENCUENTRO DE INTEGRACIÓN CULTURAL: AUCALLAMA / AEPA-FL 2O12)



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DON PORFIRIO VÁSQUEZ APARICIO:

 “EL PATRIARCA DE LA MÚSICA NEGRA DEL PERÚ 

Por Pilar Barrón Tello

Es para mí un honor estar en Aucallama rodeada de amplias chacras de verdor intenso y de un cielo luminoso para hablarles de un maestro, compositor, guitarrista, danzante, decimista y cajonero: “El Patriarca de la Música Negra del Perú”.

-El nombre Aucallama proviene del Quechua: “estoy bien” o “animal enemigo”, fue antiguo refugio de indígenas y esclavos negros. En este distrito de Aucallama, provincia de Huaral, nació Don Carlos Porfirio Vásquez Aparicio el 4 de Noviembre de 1,902 compositor, maestro, músico y decimista llamado: “El Patriarca de la Música Negra”. 

Desde muy temprana edad conoció de la marinera y el socabón, que es la décima cantada, del zapateo y del festejo, artes que admirara en su hermano Juan Vásquez. Don Porfirio viajó a Lima en 1,920 y vivió en el barrio de Breña. Nicomedes Santa Cruz comentó: “El Amigazo" lo llamaban sus múltiples amigos ó “Don Porfí" como le decíamos cariñosamente los muchachos de Jesús María y Breña”. Don Porfirio fue hermano de Carlos Vásquez, importante decimista de la época. 

- Se casó con doña Susana Díaz Molina, cuyas raíces son de Pisco. Tuvieron ocho hijos quienes heredaron su vocación por la música. Su hijo mayor Vicente Vásquez gran guitarrista y  Pepe Vásquez el hijo menor, es uno de los principales representantes de la música afroperuana en la actualidad.

- El maestro Porfirio cultivó varios géneros musicales afroperuanos especialmente el agua'e nieve, el alcatraz, el zapateo y el festejo. 

- En Lima, Don Porfirio alternó con los hermanos Alcides y Giordano Carreño, Eduardo Márquez Talledo, Lucho de la Cuba, Juanito Criado y Oscar Avilés, llegando más tarde a formar parte de esa primera plana que constituyó la última generación de cantores de jarana, vale decir: Manuel Quintana Olivares “El Canario Negro", Augusto y Elías Ascues, Manuel Covarrubias, Francisco Ballesteros, Samuel Márquez, Moisés Goyoneche, Alejandro Reyes “Magallanes", Alejandro Arteaga, Hernán La Rosa y el extraordinario cajoneador Francisco Monserrate. 

- Don Porfirio trabajó en la portería del Canódromo “Lima Kennel Park", donde se realizaban las carreras de perros, hasta su clausura en 1,945.

- En 1,949 se desempeñó como profesor en la primera Academia Folklórica fundada en Lima, y dictó clases de danza y guitarra en las zonas residenciales de la gran capital. Ni la guitarra ni la danza ni el cajón tuvieron secretos para la habilidad del genial Porfirio Vásquez quien formó un conjunto llamado “Porfirio Vásquez y sus hijos”  realizando numerosas presentaciones artísticas. 

- Las danzas afroperuanas son aquellas creadas por los pueblos de ascendencia africana en el Perú. En la época virreinal, los pueblos de ascendencia africana poco a poco se fueron adaptando a las nuevas costumbres, aunque trataron de conservar su acervo cultural, principalmente musical, el mismo que poco a poco se acriolló y se desarrolló en una cultura afro peruana propia. De ese original mestizaje de las culturas indígena, europea y africana nacieron los bailes de expresión negra en el Perú y en el mundo. La mejor expresión de alegría o tristeza de esta cultura afroperuana es bailar al ritmo de los tambores de sus antepasados africanos.

1.- Agua’ e nieve es un baile de zapateo competitivo entre bailarines independientes de ambos sexos acompañado con guitarra, con giros de procedencia española. Se practicaba en el norte chico de la costa central en la provincia de Huaral. El principal cultor de este género era don Porfirio Vásquez, junto al maestro de guitarra su hijo don Vicente Vásquez. Don Porfirio hizo el registro de esta melodía que fue grabada en el disco "Cumanana" que dirigió Nicomedes Santa Cruz en la década de 1970.

2.- El Alcatraz es una danza del género Festejo vigente especialmente en Lima e Ica. Es una danza erótica festiva de pareja suelta. Hombre y mujer llevan en la parte posterior de la cintura un trapo, un pedazo de papel o algo similar; el hombre con una vela encendida trata de prender el ¨cucurucho¨ mientras la mujer baila moviendo las caderas. Actualmente en la coreografía también la mujer trata de quemar al hombre. La música es interpretada por solista y coro de cantantes, guitarras y percusión, los temas más conocidos pertenecen a Don Porfirio Vásquez y a su hijo Abelardo como “Al son de la tambora” y “Negrita ven” respectivamente.

Negrito ven, préndeme la vela,
Negrita ven, préndeme la vela,
pa' quemar a esa negra
pa' quemarle el alcatraz.

Negrito ven, préndeme la vela,
Negrita ven, préndeme la vela,
pa' quemar a esa negra
pa' quemarle el alcatraz.
A mí no me quema nadie
nadie me puede quemar
y con esta sed que tengo
casi no puedo bailar

Negrito ven, préndeme la vela,
Negrita ven, préndeme la vela,
pa' quemar a esa negra
pa' quemarle el alcatraz.



El nombre Alcatraz se debía a un atuendo de plumas del alcatraz que la mujer llevaba atado a la espalda, a la cual debía el hombre ponerle fuego con una vela encendida, pero sin que ninguno de los bailarines perdiese el ritmo.

3.- El Festejo es un género musical, danza de tipo erótico-festivo, de parejas independientes o interdependientes. El acompañamiento instrumental, originalmente debió ser exclusivamente rítmico: tambores de parche sobre madera o botijas de arcilla, calabazas de dimensiones diversas, cencerros de madera y palmas. Posteriormente se enriqueció con instrumentos de cuerda como la vihuela y posteriormente, la guitarra.

El festejo está vigente en Lima e Ica, especialmente en Cañete y Chincha. Guillermo Durand el musicólogo afirma: “el festejo es un baile para pareja suelta sobre la base de movimientos pélvicos-ventrales”. Las letras suelen ser de asunto festivo con predominio de lo negro y su ritmo es en compás de 6/8. Su fuga tiene una antifonía de solista y coro. La orquesta se compone de Guitarra, Cajón, Quijada y Palmas. La guitarra acompaña emitiendo sonidos sincopados, es decir, rompe la seguridad del ritmo. 

"El que no tiene de Inga tiene de Mandinga" este antiguo dicho popular nos indica el grado de mestizaje de los pobladores del Perú. 

4.- El zapateo afro peruano es una competencia entre bailarines al compás del cajón afro peruano y la guitarra de origen árabe, es decir la guitarra acústica de madera. El zapateo afro peruano tiene origen en bailes de África. Se divide en Zapateo en Mayor y en Menor, definidos gracias al guitarrista don Vicente Vásquez, quien continuando a su padre, don Porfirio Vásquez registró las melodías principales de esta forma musical. Las pasadas de zapateo tienen un reglamento, como juego de competencia. El zapateo afro peruano requiere adiestramiento y habilidad, es importante observar que esta forma musical y danzaria se practica en las festividades de El Hatajo de Negritos en el sur de Lima así como en La Danza de las Pallas en el departamento de Ica.

-Don Porfirio, conjuntamente con su hermano Carlos, recibieron las enseñanzas de Hijinio Quintana el gran decimista pisqueño. “don Porfi” había encontrado su exacta expresión en décimas,  valses y polkas que con tanto sabor y facilidad componía.

DÉCIMAS  DE Porfirio Vásquez Aparicio  1,950.

Un milagro mandé hacer Cuando se llegó a saber
en calidad muy valiosa; que yo tenía dinero,
dice la gente envidiosa vino hacia mí un caballero
que yo con qué lo compré a quererme conocer:
Yo la suerte me saqué “¡He venido por saber
pero a nadie le he contado de tu inaudita vileza;
Luego preso me han tomado al cura que te confiesa
y me declaran un juicio acúsale este pecado".
y como no tengo oficio al punto le he contestado:
dicen que al Templo he robado “Si yo no entro a la Iglesia".

Martirios y malos tratos Siendo el Templo tan sagrado
en el tribunal me dan, que a todos nos da el bautismo.
porque tienen gran afán ¿cómo han tenido el cinismo
en ver lo que yo relato de decir que yo he robado?
Habló por mí mi padrastro, crueles martirios me han dado:
con muchísima nobleza: de los dedos me colgaron,
"Yo pongo sobre esta mesa bastante me maltrataron,
mi cheque garantizado me defendí con nobleza
y verán que él no ha robado porque yo no entro a una Iglesia
¡mirar, qué mentira es esa!. . . desde que me bautizaron.

Saltando contento, airoso Desde el principio del mundo
como el sabio picaflor, ha sucedido y sucede,
yo gozaré del amor por más cariño que hubiere
para vivir más dichoso, siempre le llega su turno.
Sería muy doloroso por eso, en tiempo oportuno,
que me obligue a mantener temprano supe pensar
a quien más tarde ha de ser que, teniendo que pasar
el recreo de otro amante; por tan terrible dolor,
y para vivir triunfante moriré siendo deudor
yo nunca tendré mujer tan sólo por no pagar.

Quien tiene su compañera de esta mi vida soltera
goza de comodidad, llena de dicha y placeres,
de cariño, voluntad gozaré de las mujeres
pero no la dicha entera; hasta el día en que me muera.
porque de todas maneras yo a muchas reuniera
la tienen que galantear; para darles saber.
a ella le ha de gustar que en virtud de aquel poder
alguno por ocasión; que me dieron con afán,
por esta misma razón otros por mí pagarán
tampoco me he de casar, las hechas y por hacer!.

Cuando yo era libertino a mí me habían contado
y me gustaba la farra, que la zamba es una bala,
gozaba con mi guitarra, con el marido muy mala;
diario me iba a los bautismo. a mí no me da cuidado.
Linda mujere tuvismo por ahí me han explicado
yo y un amigo Sosa; que ella quiere que yo la arce,
era regular de hermosa, porque si no va a la cárce
le gustaba marinera, y no podemos gozar.
ahí le canté la primera: Bien podremos continuar,
“Quién dice que no se goza! . . ." sabiendo sobrellevarse.

Fue una mujer casada cuando el marido supo
la que a querer me enseñó: a fondo que ella era mía,
a su casa me llevó el corazón le dolía
cuando el marido no estaba y me buscaba entre grupo:
Yo jamás me imaginaba “¡Si lo encuentro lo machuco,
que este ser tenia dueño; lo paso con mi barreno,
ella es mejor que lo bueno ¿no sabe que esto es ajeno?. . .”
según me estoy convenciendo, esto me contó un amigo.
pero yo sigo comiendo estando junto conmigo
con gusto lo que es ajeno gozarás mejor que el dueño.
Porfirio Vásquez Aparicio  1,950.

La Décima es una forma literaria que utiliza generalmente la población negra en toda la costa peruana para tratar todo tipo de temas con sutil humor, mostrando destreza literaria e ingenio. 

-La décima es una sabrosa fórmula poética, una estrofa constituida por diez versos octosílabos. Cuando se cantan, según Nicomedes Santa Cruz, se les llamaba Socabón. Destacaron Brando Briones en Saña, Fernando Barrenzuela en Chulucanas, Morropón en Piura y Juan Urcariegui en Lima.

En décimas se cantó la conquista del Tawantinsuyo; en décimas se llevó más de una crónica rimada de las guerras civiles entre los conquistadores; en décimas se atacó a los virreyes y en décimas se les aduló. Recogiendo tan prolongada tradición surgieron decimistas mestizos, habiendo existido una producción pro y anti-colonialista que llegó a un épico enfrentamiento durante el ciclo de Túpac Amaru. 

La décima que desde el siglo XVI se dio en las más importantes ciudades andinas del extenso Virreinato del Perú, Quito, Cajamarca, Huánuco, Cusco, La Paz, Oruro, Potosí, fue quedando relegada a la costa mestiza, Trujillo, Lima, Arequipa, Tarapacá, en los albores del siglo XIX. 

Durante los siglos XVII y XVIII la décima se usó con frecuencia para el epigrama y la glosa de otros poemas; Félix Lope de Vega en su Arte nuevo de hacer comedias 1,609 escribió que "las décimas son buenas para quejas" en las obras teatrales, pero las empleó indistintamente para cualquier tema. 

La décima que en la Conquista y Virreinato estuvo mayormente en boca de "españoles europeos" y "criollos", a partir de la época republicana se hizo "canto del pueblo" de manera definitiva y desde entonces sus temas incluyen las costumbres, la tradición y la problemática social y política de las capas marginadas, trasuntando un auténtico mensaje popular donde el lenguaje se peruaniza. 

En ese castellano teñido de quechuismos, africanismos y peruanismos, se crean décimas para diversas ocasiones, para "sacar compadres en carnaval" por ejemplo. En décimas y romancillos echarán sus "relaciones" los navideños aguinaldos conformados por “hatajos de negritos" zapateadores. Traen décimas impresas esos pliegos y hojas sueltas vendidos como cancioneros prendidos de un alambre, razón por la cual se les llama genéricamente "literatura de cordel". La décima folklórica es una poesía eminentemente oral. Cantada en contrapunto, alcanza durante el siglo XIX su más alta expresión en la lírica popular costeña. Tradicionalmente, entre los decimistas peruanos se prefirió la décima glosada a la décima estrófica, utilizando para aquella una “planta" de cuatro versos octosílabos a manera de “mote" o “pie" por glosar. De ahí el genérico título décimas de pie forzado que se ha dado en el Perú a la "glosa". Mientras el nombre de "glosa" se aplica erradamente sólo a la cuarteta de "planta". Esta “planta" no difiere en mucho de las coplas, cuartetas y redondillas, inscritas desde antiguo en el Cancionero Español. Incluso, muchas de ellas, antes que “planta" fueron coplas de tondero, huayno, triste, yaraví y zamacueca o viceversa. Es de ordenanza que vaya una negrita con su décima tan disparatada como la que trajo el machito". En el Perú el elemento negro fue más generalizado, aunque no hay población negra importante en los andes peruanos hay vestigios culturales: bailes que se llaman morenadas o que incluyen alguien disfrazado de negro que ocupa la parte cómica del asunto. Lo que ocurre es que el trabajo de las minas los exterminó y de ahí salió el dicho "gallinazo no canta en puna".

En la costa en cambio la presencia es actual. El negro, tanto en las haciendas como en las casas de "buena familia" de las ciudades coloniales tuvo mucha importancia. Las "señoras de bien" no daban de mamar a sus hijos, para eso existía el "ama de leche" que generalmente era negra. Tampoco los cuidaban, el "ama seca" lo hacía. Luego que crecía el niño así criado era lógico que algún cariño tuviera por sus negros y le enseñara algunas cosas. A rimar por ejemplo. Podríamos decir que esto ocurre más en Lima y las ciudades coloniales que en las zonas rurales donde los negros vivían mas separados de sus amos.

La música criolla es definitivamente afrohispana. De la marinera (pariente de la cueca) decía don Nicomedes:

La marinera de Lima
tiene influencia afrohispana;
la "primera de jarana"
en copla o cuarteta rima.
Inicia el toque la prima
pero es más lindo un bordón
aun no entra la canción
porque, como requisito,
antes que el cantor de un grito
guitarra llama a cajón. 

Desde entonces no ha decaído su uso en la poesía española e hispanoamericana como forma tan cerrada como el soneto y apropiada para el poema redondo y el epigrama, y ha sido la estrofa predilecta de algunos poetas de la Generación del 27 como Gerardo Diego y Jorge Guillén. Al comenzar el siglo XX, el poeta modernista uruguayo Julio Herrera y Reissig 1,875-1,910 hace ya la crítica meta-literaria de esa forma, en una especie de parodia culta de la poesía de los payadores de su país. Decimistas famosos del Perú son: Pablo Barbadillo Pavón, nacido en San Luis de Cañete en 1,897; un tal Bolaños; Eleuterio Boza de Chancay; Lucas E. Bringas de Lima; Medardo. Caján de Zaña; Abel Colchado también de Zaña; José Dolores Casas de Chancay; Ramón Domínguez, nacido en Morropón Piura en 1918; Juan González de Chancay; Mariano González del Callao; José Lurita; Ciriaco Manso de San Luis de Cañete; Adán Mora, apodado “El Chino" de Huacho; Fidel Olivares; Antonio Peña de Ica; Manuel Portilla de Motupe (Lambayeque), Hijinio Matías Quintana de Pisco; José Ramos de Ica; Aurelio Renteros, “Ño Renteros" de Chincha; Eloy Sánchez; Mateo Sancho Dávila del Rímac Lima; Julio Sihuas, de Salas Ica; Guillermo Solano de Cañete; Jesús Sotelo de Aucallama; Emilio Tirado de Lima; Héctor Abraham Torres Sánchez de Motupe; Porfirio Vásquez Aparicio, Carlos Vásquez Aparicio de Aucallama, Marcelino Vásquez de Chancay; Santiago Villanueva de Lima y Juan Zambrano de la hacienda Caqui, Chancay. Algunas otras referencias iqueñas pueden verse en el libro de Donaire Vizarreta Campiña Iqueña 1,959. Don Porfirio escribe con fluidez, equilibrio y amenamente, digno de los palladores argentinos como fue Martín Fierro, maestro en esta armonía literaria. Actualmente se usa la palabra décima con el sentido específico de décima espinela. []La espinela toma su nombre del poeta, novelista y vihuelista Vicente Espinel de fines del siglo XVI. La contribución de Espinel fue fijar la estructura de rimas de la décima en abbaaccddc. Desde la segunda mitad del siglo pasado hasta las primeras décadas del presente, fueron los núcleos de población negra los que mantuvieron viva esta añeja tradición, la misma que llegó a su casi total extinción en la década de 1,940, cuando desde Lima se glosó en décimas las primeras incidencias de la Segunda Guerra Mundial. 

Don Porfirio fue el maestro y guía del decimista Nicomedes Santa Cruz quien le dedicó las siguientes décimas:

A  DON  PORFIRIO  VÁSQUEZ 

de    NICOMEDES  SANTA  CRUZ   
                     
¡Criollo, no: ¡Criollazo!
Canta en el tono que rasques.
Le llaman “El Amigazo”,
Su nombre: ¡PORFIRIO VÁSQUEZ!

Escúcheme, por favor,
escúcheme aunque no quiera:
cómo canta marinera,
yo lo creo un trovador.
Soy su fiel admirador,
lo oí y le di un abrazo;
donde él fui pasito a paso
por sentir su melodía.
Le digo, desde ese día
¡criollo, no: ¡Criollazo...!
Es el adjetivo justo
que merece un decimista,
zapateador, jaranista,
compositor de buen gusto.
Perdóname si te asusto
pero por Dios, no me atasques,
que aunque la lengua me masques
repetiré que es tan ducho
que sin esforzarse mucho
canta en el tono que rasques.

Riqueza debía tener
mas Dios le dará otro premio,
pues por su alma de bohemio
como si fuera un deber,
gozó más con proteger
al que le tendió su brazo.
Hoy comentan este caso
los que de él han recibido,
y en un geto agradecido
le llaman “El Amigazo”.

Cuando le llegue el momento...
y esto no es un mal presagio,
como póstumo sufragio
le haremos un monumento.
Ruego al que grabe el cemento
que con buen cincel recalque
y en un ángulo le marque,
donde la piedra resista,
para que por siempre exista
su nombre: ¡PORFIRIO VÁSQUEZ!

Testigo de muy famosos contrapuntos de decimistas, Porfirio Vásquez prefirió volcar toda su experiencia en estos menesteres al canto de Marinera en desafío (de cinco-tres y de siete-cuatro). Su calidad de decimista le permitía tomar o crear, cualquier cuarteta como “primera de jarana" y su condición de compositor lo facultaba a improvisar melodías para “jaranas de capricho". 

Nos canta Don Porfirio:

“…Voy a cantar un "palmero"
de esos que llegan al alma:
cuando saque mi pañuelo,
"¡Palmero, sube a la palma!”.

Gracias Don Porfirio.





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