Carta Urgente al Hombre Nuevo
Cristo, Tú ya no crucificado.
No más el clavo, el hierro no en tu carne.
No más la herida en el costado
ya no la hiel en la palabra.
Que Judas no traicione nunca más
no negativas antes que el gallo nos alerte
ni las haya después de medianoche.
No quiero ver sangrando tu mirada
ya no tus heridas para nadie.
No más tu sangre derramada
ya nunca tu esencia fustigada.
Que nunca tu madre quede sola
que no haya mantos con tu astilla.
Quiero verte triunfando en la palabra
en el acto de fe de nuestros hombres.
Quiero verte beber de los puquiales
comer todos los días con los niños.
Quiero ver tu pan en cada mesa
tu herida convertida en luz de libros.
Mi Bello Redentor,
baja hasta todos los poetas
justifica el canto de su verbo.
Ven Tú, a vivir en cada choza:
justo es que por fin haya justicia
cubrir es preciso y necesario
carencias de todos los que sufren.
Mi Cristo, es justo y conveniente
que al fin vean mis ojos el triunfo
de todo tu amor para nosotros.
Ayúdame, Cristo, en cada verso,
en cada carta, cada acto de Amor,
en este rio de sangre, esta lucha
por la Paz total de tu Alianza!
Autora:
Beatriz Moreno Quiroz de Rovegno
Escritora Peruana
Presidenta del Consejo Nacional Todas las Sangres, de Escritores y Artistas de Perú
Presidenta del Consejo Internacional Todas las Sangres
Cristo, Tú ya no crucificado.
No más el clavo, el hierro no en tu carne.
No más la herida en el costado
ya no la hiel en la palabra.
Que Judas no traicione nunca más
no negativas antes que el gallo nos alerte
ni las haya después de medianoche.
No quiero ver sangrando tu mirada
ya no tus heridas para nadie.
No más tu sangre derramada
ya nunca tu esencia fustigada.
Que nunca tu madre quede sola
que no haya mantos con tu astilla.
Quiero verte triunfando en la palabra
en el acto de fe de nuestros hombres.
Quiero verte beber de los puquiales
comer todos los días con los niños.
Quiero ver tu pan en cada mesa
tu herida convertida en luz de libros.
Mi Bello Redentor,
baja hasta todos los poetas
justifica el canto de su verbo.
Ven Tú, a vivir en cada choza:
justo es que por fin haya justicia
cubrir es preciso y necesario
carencias de todos los que sufren.
Mi Cristo, es justo y conveniente
que al fin vean mis ojos el triunfo
de todo tu amor para nosotros.
Ayúdame, Cristo, en cada verso,
en cada carta, cada acto de Amor,
en este rio de sangre, esta lucha
por la Paz total de tu Alianza!
Autora:
Beatriz Moreno Quiroz de Rovegno
Escritora Peruana
Presidenta del Consejo Nacional Todas las Sangres, de Escritores y Artistas de Perú
Presidenta del Consejo Internacional Todas las Sangres
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