Danilo Sánchez Lihón
1.
– “¡Ahora
toca cajero! –Clamas– ¡Toca
hondo,
y dulce, cajero! ¡Toca fuerte
la tonada!
¡Eso es! ¡Ahí está! ¡Ahí está!”
Entonces
alzas tu espada y con paso
súbito y tendido
avanzas en el viento, el brazo
en alto.
golpeando el cajero el bombo
dos veces. Y
la flauta sollozando su sonido
trémulo y
urgente. ¡Ay, corazón, cómo
sufres! Pero,
¿de qué tienes que quejarte?
Por eso, ¡mejor es
callar! ¡Y si no puedes olvidar
entonces
baila! ¡Danza al Pallo Mayor!,
hasta dejar
tu alma y tu sangre regada en
las piedras.
2.
Ahora te inclinas, ¡Gregorio
Jara!
Tú con tu atuendo escarlata,
cruzado
adelante y atrás con franjas
plateadas y
otras color gualda. Y espejos
deslumbrantes.
Das un breve rodeo en torno
al bombo
y recién sientes que empieza
a fluir
y a desahogarse el borbotón
de sangre
empozada en tu pecho, ahora
libre.
Va hacia tus brazos y pies. ¡Y
de ahí sale
a la calle, trepa a los techos,
se empina a los
cerros, hasta que la cadencia
se hace
tranquila, quieta y estupefacta,
solo
sonando el compás tal como
es
la vida y como es la muerte.
3.
Yo
apenas era un niño cuando
te vi
andando agobiado y mustio.
Y, detrás
de ti, te seguía por las calles
murientes
de la tarde. ¡Habías bailado,
todo
el santo día! Pero hoy, ¿es
dolor,
o un hondo presentimiento lo
qué te
agobia, hasta el punto de ir
arrastrando
alma y espada por el suelo?
Ya delante
de la iglesia gruñiste como
si despertaras.
Algo te detuvo ahí en seco.
Y te oí
gritar herido: –“¡Ahora mismo
toca
cajero! Toca hondo y dulce!
¡Toca
el compás de la Reverencia!”
4.
Despertaron
en la caja el zorro y el perro,
los dos
enemigos de cuyos cueros
están
curtidos y templados los aros
y el bombo. Y
que están rezongando desde
que se tensan,
¡listos sus ojos y en suspenso
sus colmillos y
garras por rasgarse y al final
hacerse
pedazos! Quejosos de ser
despertados
de su sueño ya obnubilado y
eterno.
Allí recién sobresale la flauta
que contiene el
ulular del viento en el saúco,
el lento bogar
de la luna por el firmamento
en sosiego;
el rumor furtivo del río secreto,
atravesando
los cinco orificios musicales.
Y ahí dentro
la pasión acrisolada. ¡Y de la
mujer la entrega!
5.
Primer
Paso de Pallo: Es cuando se
avanza
bailando el As de Copas en el
aire.
Y se va como diciendo: –"¡Ea!
¡Aquí
estoy! ¡Soy Gregorio Jara! ¡Soy
Chuco!
Señores. Soy Pallo Mayor. Soy
Pallo Capitán.
Soy guerrero del Dios Catequil.
Ahora
Gregorio Jara, el Pallo Mayor
legendario
en toda Fiesta de mi pueblo,
se arrodilla,
la cara cubierta con un velo
de tul blanco,
que pende desde su sombrero
arremangado
a la pedrada y que baja a cubrir
su rostro
sudoroso, inclina su espada y
¡jura!
6.
Gregorio
Jara en la mano derecha recio
blande
la espada y en la izquierda bate
un pañuelo,
albo. Y manojos de cascabeles
dorados
de bronce, amarrados debajo
de las rodillas,
resuenan y son la voz del río
que brama
bajando apurado desde atrás,
desde
las altas e inhiestas cumbres
de las montañas.
Y brama: –“¡Nada me turba!
¡Nada
me arredra! ¡Ni me espanta!
¡No
tengo ya miedo. ¡Mi fortaleza
es luchar!”
–“¡Aquí miro de frente los ojos
a la muerte,
¡huesa y desvelada! ¿Acaso
me horripila?
¡Acaso no la abrazo amoroso!
Aún más:
cuando es ella quien me hace
guardia, ¡y
me espera tierna y candorosa!
7.
Segundo
Paso de Pallo: Cuando cruzas
raudo,
entretejiendo compases con el
curso de
nuestros destinos, zapateando
ágil en el aire,
hundido en un torrente sutil y
fragoroso
de flores, de peces y de arco
iris.
No pisas la tierra sino eriges
enardecido y
loco una siembra en lo hondo
y etéreo. Y
vuelas suspendido en círculos
de fuego.
Avanzas mirando en rededor,
sin detenerte.
Y ya sin ver este mundo, sino
otros, ¡no
hechos de cumbres ni tampoco
de bajíos!
Infinito en tu devoción y fervor
a lo imposible.
8.
Y yo grito:
¡Esta es mi gente! Esta es mí
plena
y cabal herencia! Sobre estos
zapatones
tenaces, con sendas medias
encarnadas,
se erige mi lealtad hacia todo.
Porque
Pallo es ser tierra coraje, ser
invencibles.
Es arrojo, es unción y sendero
de valentía.
Es perdonar a España, y aún
más,
es tener pena por ella. Pallo es
defender
lo más querido. Es llenarse de
fervor y
creencias. Es confiar en algo,
en mucho
y en todo, ¡y para siempre! Es
saber
que tú estás en mí y yo en ti.
Por eso,
¡levanto mi brazo y espada y
juro que
sí! ¡Y reto incluso a lo eterno!
9.
Tercer
Paso de Pallo: que es cuando
saludas
y reverencias al dios Sol con
la espada
e igual a las sombras: Al Uco
Pacha
recóndito. Al mundo de abajo,
del dios
serpiente o del divino Amaru.
Al Kay
Pacha, en flor y vigilante. A él
encomiendas
tu vida, la mía y la de todos;
asumiendo
morir en las verdes praderas
tal cual ocurre
en una siembra. ¡Es tu pueblo!
¡Santiago
de Chuco! Aquí está la mujer
que siempre
me espera. Los hijos y padres
ancestrales.
Y el Hanan Pacha allá arriba:
el futuro
que aspiramos a concretar
algún día.
10.
Paso Final
de Pallo: ¡Fragor el de danzar
en círculo
ya en la despedida, done están
los cerros,
hondonadas y puquiales. Aquí
estás
tú otra vez, niña mía del alma,
con tus vestidos
adorables. Y tus ojos que tanto
quiero.
Aquí estáis padres y maestros
fidedignos.
Aquí está toda mi vida, en esta
danza
ritual de abismo, de horizonte y
de luz.
Está el nuevo mundo que tú, él,
yo
y todos nosotros juntos forjamos
cada día,
cada hora y cada pálpito. Bogan
nubes
en el cielo anubarrado y danzo
contigo
y para siempre niña mía de mi
alma.
11.
Y así, ya
está tu mirada alzada, más
allá
de toda lontananza. Ya eres
Huaman. Ya
¡eres cóndor!, Apu supremo y
excelso.
Y lo eres cuando en la fuga
aplaudes,
cruzas los brazos en lo alto,
y saludas.
Fiel a las montañas sagradas,
al relámpago
extendido y al Sol, infundiendo
valor y aliento.
Y arengas a afrontar cualquier
prueba.
Eres rayo y amanecida, y de ti
se alzan
guirnaldas y cohetes que ya se
elevan en el
cielo añil de Santiago de Chuco.
Esos somos
¡Pallos míos! ¡Guerreros del dios
Catequil!
¡Hurra! ¡Con ustedes crearemos
otra vez
la luz, la aurora, haciendo surgir
un Mundo Nuevo.
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CONVOCATORIA