BALANCE CRÍTICO LITERARIO DE LAS PUBLICACIONES DE
EDICIONES BOTELLA AL MAR, DESDE LA VISIÓN
DE UN ESCRITOR PERUANO
Por: Samuel
Cavero Galimidi
Parto de dos premisas que ojalá compartan conmigo:
No hay peor castigo que se le puede hacer a un libro que el no abrir sus
páginas y leerlo. Siempre todo libro tiene algo que enseñarnos. Siendo así
comentaré rápidamente, lo interesante, relevante, que pudieron resultarme las
publicaciones editadas desde el año 2007 hasta el 2014, que considero un
privilegio tenerlas y haber disfrutado de su lectura.
Haré un comentario que iba a dejar a manera de
conclusiones y qué mejor decirlo al comienzo. Me interesó en especial el
abordaje de la narrativa y la poesía uruguayo-argentina. Por ejemplo, de
Felisberto Hernández, autor uruguayo casi desconocido me llamó la atención
saber de su obra, para a futuro poder leerlo y estudiarlo. Como muestra de esa
preocupación, investigando en el Instituto Bartolomé de las Casas, en Cusco, hallé
un valioso estudio de Rosario Fraga de León titulado Felisberto Hernández: proceso de una creación, publicado por el
Fondo Editorial de la PUCP([1])
Seguidamente, debo decir que mi preocupación, más
que buscar hacer elogios o hacer de aguafiestas y criticón, es reflexionar sobre
nuestras literaturas: Preguntémonos De las dos Orillas: ¿Hay rasgos y señas de identidad que caracterizan a esta poesía
publicada desde Uruguay? Pienso, efectivamente, hay ciertas marcas de
identidad peculiares en la narrativa poesía, como las de Rocío Cardoso. En los relatos me interesó, solo con criterio instrumental y de
clasificación, el todo coherente y armónico, la manera cómo llegan al gran
lector. Bien podría decirse a un lector peruano, con otros referentes. Narrar,
contar, relatar ficción, como diría José Antonio Bravo, conduce a la
realización del producto narrativo, llámese cuento, relato, novela o sus
variantes([2]).
En caso de la poesía De las dos Orillas frente a
todo el mosaico de escrituras poéticas personalísimas que hay en Latinoamérica,
por ejemplo, pienso que todavía debe haber (en otros libros que no he podido
hallar) poéticas más vanguardistas, novedosas, de avanzada, con vigorosas
propuestas de escritura poética. Pero en este muestreo no me ha sido posible
hallarlas. Igualmente vale para hacer literatura comparada desde la crítica
literaria.
I.- RESEÑA DE
ALGUNOS TÍTULOS PUBLICADOS POR EDICIONES BOTELLA AL MAR, URUGUAY:
A continuación, comentaré los títulos más
contemporáneos leídos, escritos por sus respectivos autores:
Mujer dibujada de
Silencios (2014), de
Rocío Cardoso([3]),
versos breves, hondos, de denuncia social. Ella, apropiándose del mundo poético
del otro cuerpo, ingresa con paso
firme a la tradición de la poesía escrita por mujeres. Hay un poeta peruano
ganador de muchos premios importantes.
Más allá de su talento innovador, imagino que a ello
contribuye además su sólida formación universitaria, pues estudio Literatura en
la PUCP e hizo una Maestría en Escritura Creativa en la Universidad de El Paso,
Texas. Se trata del poeta peruano Miguel Ildefonso, su Libro de Exilio([4]),
fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía PUCP 2009. Él parece afirmar
lo que, con la propuesta poética de Cardoso, es aquí una certeza: “Te miras desnuda-entras al otro lado del
espejo-cruzas la barbarie que rechazas” (Pág. 10).
El poemario de Rocío Cardoso es un libro de
impecable edición, muy limpia, notable propuesta que aborda la violencia
doméstica desde un Ensayo y un conjunto de poemas que se deben leer como un
todo, de vigorosa denuncia. Hay una verdad, como dice Rocío: “Elegir el
silencio te hace cómplice”.
Por eso, este libro se debe entender como un metatexto([5]),
que siguiendo al teórico francés Gérard Genette se debe entender “la relación
que se establece con este tipo de discurso es crítica” de defensa del derecho
de la mujer en el Mundo frente a
prepotencia y a tanto abuso que actualmente se comente en nuestros
países.
El feminicidio en Perú, en Latinoamérica, por ejemplo, es cosa de todos los días, lo
vemos en la televisión. ¿Qué les podemos decir? Solo estar de su lado, con
ellas, porque tienen razones muy justas. “Los derechos humanos son sus derechos.
Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos.
Nútranlos y enriquézcanlos. . . Son lo mejor de nosotros. Denles vida”, nos dice Kofi Annan. Por su parte Eugenio María De Hostos, al
respecto dice: “Derecho no ejercitado, no
es derecho; derecho no vivido, no es derecho; derecho pasivo, no es derecho.
Para que él sea en la vida lo que es en la esencia de nuestro ser, hay que
ejercitarlo. Ejercitarlo es cumplir con el deber de hacerlo activo, positivo y
vivo”.
Verde Mburucuyá
(2013), de Rocío Cardoso([6]),
que resume aquel vocablo guaraní que significa Criadero de Moscas, por lo dulce
de su fruta, con prólogo del Prof. Gerardo Ciancio: Una erótica prístina. Miel
del erotismo hecho Mujer. Canto de sensualidad desde la geografía. Cebollatí,
Rocha, está aquí presente.
Sombras de un Cántico tardío (2014), de Alfredo Villegas Oromí([7]),
llamado por Máximo Simpson “alegato poético”, “llamamiento íntimo”, es un
lúcido Encuentro poético con la Naturaleza. El agua, la lluvia, el útero
fluvial, los sedimentos limosos, travesía. Imagino ríos como el Amazonas, Maravilla
Natural del Mundo, serán a futuro, como el Río de la Plata, inspiradores de su
poesía que nos recuerda somos viajeros, machadianos, que le hablan con
sencillez al poeta como él quisiera que le hablen de la naturaleza. Y viajando, explorando, dará cuenta que,
efectivamente, “ningún río se parece a
otro”. "Ningún amanecer nos encuentra allí donde
nos sorprendió el ocaso", nos dice Khalil Gibran.
Sombras de un Cántico tardío, lo he leído como un río en apertura a lo filosófico, un gran poema
existencial, sin títulos; un poema sin nada que nos pueda hacer detener, como
es el cauce del río, que va, que fluye, cual poema libro.
El poemario Detrás de esa Máscara (2009), de Rocío Cardoso tiene un prólogo de
María Luz Canossa titulado Poética del
Enigma([8]).
Sus fugaces poemas parecen el vuelo del colibrí. Nos sorprenden. Todo el
sentimiento debe ser expresado en breves palabras, como la fugacidad de los
rostros. Poemas dedicados al acto contemplativo, la mirada, el otro. Y las
permanentes citas en honor de Omar Khaiame, hacen pensar que sin duda la
poeta es admiradora de los versos Kaiame, no precisamente breves. Se podrían pensar que se lee a un poeta contemporáneo
y occidental y no a un musulmán nacido en el año 1040. Khayam era un hombre
genial. Se dedicó a la astronomía, las matemáticas y, por supuesto, la poesía. Aquel
que nos dice: “Cuando caigas bajo el peso del dolor, cuando ya no puedas ni
llorar, piensa en el verdor que
reluce tras la lluvia”.
En este libro, de versos una vez más breves, a
sabiendas que Omar Khaiame era muy expresivo, me llamó la atención el poema XIX
“Todo ha cambiado,/vibraciones/
presencias/ algo de mí seguirá vivo/ palpitando/ en el contorno / de esta casa”.
(Pág. 53). También el poema condensado XXIII “El peso del alma / es pentagrama que no entiendo”. (Pág. 63)
La figura del espejo nos remite al poema al XXVIII “Se
oscureció el cielo / y retuve tu rostro /en el cuenco de mis manos”. (Pág.
73)
El poemario Una Mirada al Este (2008) de Rocío Cardoso. Tiene como prólogo Eros Escrito, de William Johnston. Allí,
en el prólogo, me llamó la atención aquella afirmación de Johnston que dice: “Escribir un poema de amor vendría a
instaurar una tradición ciertamente filosa como cabeza de Medusa. Y más aún si
la escritura pertenece a una mujer”. ([9])
¡No entiendo qué quiso proponer! ¿Con:
Tradición “filosa”? Cortante. Filosa. Quizá quiso decir: Tradición filosófica y entonces pudo haber una errata. Medusa, en la mitología es deidad
protectora, guardiana, símbolo de sabiduría femenina. Mediadora entre los reinos del cielo, la tierra y el
inframundo. Es la señora de las bestias. La energía latente y la energía
activa. Es la conexión a la tierra. La unión del cielo y la tierra. Ella
purifica.
Más allá Una Mirada al Este es un poemario con versos delicados,
breves, de extraordinaria sensualidad; donde cada poema sí tiene título. Son
poemas como para repensar en la esencia de una mujer enamorada como Yo lírico;
mujer-río, mujer-mar; mujer-arena; me agradaron los poemas Un hombre Cruza;
Quebrar el tiempo; Una mirada al Este “El
mar es pájaro/ buscándose;/ en la tarde que huye”. (Pág. 47)
Me sedujo conocer más de la palabra
“férvidos” ([10])
en el poema Olores del desierto.
Rocío Cardoso nos dice los siguientes versos:
Dejo caer sobre tu pecho/ pájaros férvidos/ provocados por premuras de
caricias (Pág. 59)
También
son dignos de mención los poemas de Una
mirada al este: Hilos del tiempo
(Pág. 71), cuando nos dice: “te eternizas
en la palabra/ como sueño”, así los poemas
Remolino de fuego (Pág. 77), Retrato (Pág. 85) y En las horas. Son dignos de resaltarse en especial los recursos
poéticos, metonimia y metáfora cuando la poeta dice:
En tu alma se agitan golondrinas/ abriendo cuencos;
/ aires de primavera. (Pág. 87)
II.- RESEÑA DE ALGUNAS ANTOLOGÍAS PUBLICADAS POR
EDICIONES BOTELLA AL MAR, URUGUAY:
En
el caso de las Antologías, como es característico en toda Antología, los
aportes son variados, desiguales, limitados por el tirano espacio del libro,
algunos de gran valor literario. A estos últimos me remitiré. Lo que es un
criterio subjetivo. Pues lo que para mí puede ser valioso para otros quizá no
lo sea. O quizá concordemos, que sería lo justo.
Poetas De las Dos Orillas (2007)([11]).
Aquí me encandilaron los siguientes poemas, atrayéndome los poemas Ruego y Tiempo, de Graciela Genta. Oda a una esponja Griega, de Sue Liettetlon,
poeta americana residente en Argentina, al parecer gran viajera, de
extraordinaria sensibilidad.
Poetas De las Dos Orillas (2009)([12])
tiene una interesante biografía del poeta caribeño Pedro Mir. Su poema: Si alguien quieres saber cuál es mi patria,
es convocador de una la lectura mayor e investigación sobre este poetas. Son
igualmente llamativos los poemas La
planta que crece en mi ventana de la argentina Susana Boéchat, Mburucuyá, de la uruguaya Marcia Collazo
Ibáñez. Es otoño, de Margarita García
Centeno. El poema Desde La Sombra, de
Sue Liettetlon, lleno de imágenes sensoriales me gustó muchos y provocó hondas
reflexiones. Igualmente el poema La Casa
Sola, de la uruguaya Delma Perdomo y La
Gotera del argentino Máximo Simpson. Luego, los poemas El
pasado es eso y Me asistirá la
certeza, del uruguayo Jorge Meretta, que un tanto definen las
características de la poesía uruguaya: brevedad, resplandor de imágenes,
extrema lucidez, inmanencia del tiempo.
Lo no-temporal, lo anti-temporal.
Luego,
cómo no elogiar la poesía, vibrante, decantada, del uruguayo Pedro Reciutti Denucci,
con su poema Dolorosa Poesía. Subrayé
en especial: “La larga poesía/ donde la
palabra/ no se escribe, se siente; la voz no se escucha/ y penetra el alma/
esencia del todo”. (Pág. 90-92). El
soneto de Piedra y El Toro,
poemas del argentino Alejandro Guillermo Roemmers, extraordinario sonetista,
que debió haber leído el laborioso estudio de Gerald Massey sobre los Sonetos
de Shakespeare. Recordemos los sonetos de Garcilaso, los de Boscán, Góngora y
los de influencia petrarquista.
Me
interesó también el trabajo con los vocablos aborígenes guaraní, como Imaguaré,
que significa “lejano en el tiempo”, en la poesía de Alfredo Villegas Oromí. Su
poema Padre de la Palabra, apuesta
por una poesía con dulce apego a la tierra, como el trigal, como un río que se
desborda dejando su propio limo de conocimientos. El libro Luna de Piedra - El canto de Quilla Rumi
(2015), de Alfredo Villegas, de
reciente edición, que no he tenido el gusto de leer todavía, por el título, así
por la portada del libro, imaginamos que va por esa ruta de la temática que propongo ahondar. Ya que
hablamos de Quilla Rumi, Mama Quilla en
la mitología incaica era la hermana y la esposa del dios Inti, Sol. Cerca del
Cusco está el pueblo Quillabamba, cafetalero, y gran productor de cacao:
Chocolate. Rumi: Es piedra. Hatun rumi: Casa de piedra. Rumi Sonqo: Corazón de Piedra. Esa,
estimados amigos, emparentada con la etnolingüística, la antropología y
arqueología, es una riquísima ruta, exuberante, de muchos matices, que un poeta
mayor debe atreverse a recorrerla, leyendo, investigando, claro sabiendo de la
cultura, tradición, mitos, leyendas e historia de nuestros pueblos hermanos,
como la maya e inca, y otras, de gran valor, como la guaraní, para citar solo
algunos ejemplos. Su yo poético con el poema Imaguaré, de Alfredo Villegas, nos lleva a repensar en el ser y la
divinidad (Dios). Pienso que justamente en apostar por una investigación mayor
de los mitos guaranís puede enriquecer la poesía de todos nuestros poetas en
general. Curt Nimueyandú, etnólogo alemán([13]), en un trabajo etnográfico ejemplar, en
1912, estudió las corrientes migratorias
guaraní provenientes de regiones vecinas al Paraguay, dirigidas hacia el
Atlántico en el siglo antepasado y comienzos del siglo pasado, y le cupo el
mérito de mostrar sus relaciones con el tipo de la personalidad del guaraní,
cuyo efectivo y emocional se encuentra dominado por la tradición mítica y la
vida religiosa y tribal. Como bien sabemos a partir del descubrimiento de la
costa atlántica de Sudamérica por españoles y portugueses, comenzó dentro del
área guaraní la peculiar fusión de creencias autóctonamente paganas con las
nociones cristianas importadas. Sin embargo, el núcleo fundamental de tales
creencias no se modificó sino en detalles accesorios por elementos tomados del
catolicismo, que más bien constituyeron meros agregados intrínsecos, bajo cuyas
formas parecen agazapadas las antiguas creencias indígenas, prestas a
resucitar.
Narradores De las dos Orillas (2007) destacan el relato Velorio
de la argentina Gladys Abilar, Máscara de
Olvidos, de Rocío Cardoso, trabajado en base a los entrañables recuerdos de
una pareja. En la Trama del Aire, que
es un fragmento de una novela de la uruguaya Glenia Eyherabide. Pero quizá el
relato más compacto de este grupo([14])
sería el del uruguayo Pedro Reciutti Demucci, con el hermoso
título Los Pájaros del Alma. Finalmente
destaca el cuento Líneas, de la
argentina Myriam Rozengurt.
Poetas De las Dos Orillas (2008)([15])
Siempre
ha resultado interesante aprender algo más sobre la poética([16])
de Olga Orosco. Igualmente el investigador uruguayo Rómulo Cosse hace un
interesante estudio sobre la Poesía de
Álvaro Figueredo donde subraya: “Como
todos los grandes creadores, su
escritura fue sustancial y fundacional a la vez. Tuvo de las vanguardias el
alto cultivo del lenguaje, una preocupación por construir un discurso poético
inédito en el más profundo sentido de la palabra” (Pág. 23).
Ahora
sé que es uruguayo, que vivió en Pan de Azúcar. Es más, que existe un pueblo,
que como un biscocho, se llama Pan de Azúcar, en Maldonado. Y que su escritura “fue sustancial y fundacional a la vez”.
Efectivamente, tuvo un alto cultivo del lenguaje, una preocupación por
construir un discurso inédito del lenguaje. Su llamativo poema: Yo le decía a
Álvaro, es justamente eso. Una manera interesantísima de construir la
arquitectura de un gran poema.
Luego
está el ensayo de William Johnston: Olga
Orosco, en el laberinto de la palabra, dignos de leerse. Otro interesante
poeta de este libro es el uruguayo Jorge Arbeleche, invito a leer sus poemas: El bautismo y escarcha, donde se respira poesía en cada verso.
El
poeta argentino Rubén Horacio Balseiro, no se queda atrás. Su poema Cántaros
quebrados, es una invitación a citarlo:
Por una rajadura de la piel se derrama la vida
Se derrama la vida y la voz se agiganta
¿Qué buscarás después?
¿Qué misteriosos pasos recorrerán tu viaje?
En un amanecer, dibujarás miradas,
Abrirás un espacio de peregrino sueño
Luego,
me interesó la poesía de Susana Boechat, argentina, de versos breves, cuidados.
El
poeta argentino Alfredo Agustín de Cicco, con Todo demuestra aquí ser un buen sonetista. Sonetistas en Argentina,
México y España, hay muchos y de los buenos. Quizá estos tres países sean el de
mayor producción de sonetistas.
La
poeta argentina María del Mar Estrella La
Vida necesaria y Alfarera nocturna,
de versos libres, grandilocuentes, en homenaje a la Mujer, resultan
interesantes y merecen leerse, así comentarios mayores.
También
el poema de Margarita García Zenteno, que se emparenta con el de Rocío Cardoso
en esa sutil manera de crear imágenes a través de versos breves.
Me
agradó también leer el poema dedicado a
su padre, de Rafael Gomensoro, así el
Hombre de la Infancia de Carina Paz, ambos poetas uruguayos.
En
el caso de la Antología Narradores De las
Dos Orillas (2008)([17]),
merecen especial mención sobre todo el conjunto, disímil, variopinto, como
sobresalientes, porque tienen un mejor manejo del lenguaje y vuelo de la
imaginación: el cuento Cuatro Reinas de William Johnston Fernández, así Yo lo vi al Quijote, de Carlos Motta,
aunque yo lo hubiese dejado: Yo vi al
Quijote. Luego el cuento La Familia,
de Silvia Ovejero, así el cuento Las
Medias de Astrid del argentino Rodolfo Rabanal. El relato Súplica de Elsa Ricci y De vino y sangre, de Esperanza Tejera.
La
Antología Narradores de las dos Orillas (2009)([18])tiene
un valioso estudio de María Angélica Petit, bien documentada, titulada Alimentaciones
de la Escritura de Juan Carlos Onetti. Pero también está la palabra de Noemí
Ulla para hablarnos de Adolfo Bioy
Casares: La trama de la ciudad. La invención de Morel (1949), de Bioy
Casares, es un libro de lectura obligatoria, que merece ser leído por todos nuestros
escritores, en especial por quienes estamos muy comprometidos con la ficción
literaria. Casares descubre que los mundos imaginarios pueden habitar la
realidad en una isla desierta, donde un náufrago se enamora de una mujer
lejana. De Casares son dos citas, dignas de recordarse: “La eternidad es una de las raras
virtudes de la literatura”. “Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a
mi amor a los libros”.
En cuanto a los relatos que contiene este libro,
aportes “De las dos Orillas”, me agradó La Señorita White, de la uruguaya Marcia
Collazo; El agua de la Muerte, de
Glenia Eyherabide, que nos habla de aquellos signos que llegaron del mar. Siluetas,
de la uruguaya Raquel Moure Davies. El
cuento Extraña Confesión, que trata
historia de un hombre, autor de una novela policía titulada Extraña Confesión, del uruguayo Omar Prego Gadea son aquí dignos
de resaltarse sobre los demás relatos que contienen esta Antología.
[1] Eduardo Hopkins Rodríguez
(Editor): Homenaje Luis Jaime Cisneros,
Fondo Editorial PUCP, Págs. 847 al 885, Lima, 2002.
[2] José
Antonio Bravo: Aportes para el estudio de la Narrativa, Serie Populibros, Biblioteca
Nacional del Perú, Lima 1982.
[3] Rocío Cardoso Mujer dibujada de Silencios, Ediciones Botella al Mar, Maldonado,
Uruguay, 2014.
[4] Miguel Ildefonso: Libro de Exilio, Fondo Editorial Pontificia Universidad Católica
del Perú, Pág. 10, Lima, 2010. De 635 poemarios este libro fue el ganador. El jurado estuvo compuesto por Mario
Montalbeti, Marco Martos y Ricardo Silva
Santisteban.
[5] Metatexto: La metatextualidad es el tercer
tipo de trascendencia textual, expuesta por Gérard Genette, es una relación que
se debe entender como de comentario. Genette
partió del estructuralismo, y se le asoció a ese movimiento impulsado por figuras como Roland Barthes y Claude
Lévi-Strauss, del cual adoptó el concepto de bricolage. Poco a poco, llegó a
construir una interpretación propia de la poética y de la literatura
fundamentada en la intertextualidad. Como crítico desempeña
un papel fundamental en el avance de los estudios formales sobre la literariedad y es uno de los representantes más destacados de la Nouvelle Critique.
[6] Rocío
Cardoso Verde Mburucuyá, Ediciones
Botella al Mar, Maldonado, 2013.
[7] Alfredo
Villegas Oromí: Sombras de un Cántico tardío, Ediciones Botella al Mar, Maldonado,
2014.
[8] Rocío
Cardoso: Detrás de esa Máscara, Ediciones
Botella al Mar, Montevideo, 2009.
[9] Rocío
Cardoso: Una Mirada al Este,
Ediciones Botella al Mar, Pág. 11,
Montevideo, 2008.
[10] Férvido: Símbolos que nos recuerdan el amor salvador y misericordioso
del Verbo Encarnado. ...a Ti claman con férvido anhelo. En el libro Mejicano repertorio de Literatura y variedades, de
1841, hallamos los versos siguientes:
A muchos próvido
Da el cielo santo
En numen férvido
Férvido canto
En la biblioteca valentina encontramos “en férvido canto”. En antiguos libros de meditaciones hay una
expresión: “Hame férvido como alhaja”, que hoy significaría el haberme servido
como alhaja. Y así, en un libro del siglo de XVII, El gobernador
cristiano, de Juan Velásquez:
Reyes íbberanos tienen elta en la rata del férvido,
[11] Antología Poetas De las Dos Orillas, Ediciones
Botella al Mar, Montevideo, 2007.
[12] Antología Poetas De las Dos Orillas, Ediciones
Botella al Mar, Montevideo, 2009.
[13] En:
A propósito del Mesianismo en las tribus
Guaraní, por Julio César Espinola. Ver sobre Nimueyandú: América Indígena, Revista del Instituto
Indigenista Interamericano, Pág. 307 y siguientes, Octubre, México, 1961.
[14] Antología
Narradores De las dos Orillas,
Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2007.
[15] Antología
Poetas De las Dos Orillas, Ediciones
Botella al Mar, Montevideo, 2008.
[16] Poética: Para Ígor Stravinski, la poética es un estudio de la obra que va a
realizarse, es un hacer del orden. Para Greimas, la poética designa el estudio de la
poesía como la teoría general de las obras literarias (Greimas y Courtes,
Semiótica, "Poética", Diccionario razonado de la teoría del
lenguaje, 309). Para Tzvetan Todorov,
la poética es una ciencia que estudia el discurso literario; apunta a una
reflexión científica sobre la literatura, ubicándose no en el conjunto de
hechos empíricos que determinan las obras literarias, sino en el discurso
literario. Asume que la obra literaria es una estructura abstracta posible, en
la cual existen constantes discursivas que pueden ser estudiadas por un estudio
científico.
[17] Antología Narradores De las Dos Orillas,
Ediciones Botella al Mar, Montevideo, 2008.