“El más alto cargo
que un ciudadano puede
desempeñar en una democracia
es el de
maestro de escuela”
José
Antonio Encinas
Danilo Sánchez Lihón
1. Ser
maestro
En 1905 llega a Puno la noticia de que se inauguraba
en Lima la primera Escuela Normal del Perú, puesta en funcionamiento por el
ministro Juan Manuel Polar, siendo Presidente de la República don José Pardo.
Se encarga entonces la dirección de la flamante Escuela
al educador belga Isidoro Poiry.
Funcionaba en base a becas otorgadas a las diversas
regiones del Perú, buscando atraer así a los mejores alumnos que querían ser
maestros.
Representando a su departamento, José Antonio Encinas
viajó directamente desde Puno, siguiendo el llamado de una vocación que lo
atraía profundamente.
Sus estudios los realiza de manera brillante, entre
los años 1905 y 1906, siendo uno de los alumnos sobresalientes de su
generación.
Así, José Antonio Encinas se convierte en uno de los
primeros maestros graduados con título profesional, integrando la primera
promoción de la primera Escuela Normal del Perú.
2. Buen
maestro
José Portugal Catacora a quien José Antonio Encinas
solía contarle muchas anécdotas de su vida privada, refiere que en la plazoleta
de la Media Luna, en el Distrito de San Miguel, en Lima, se encontraron el
maestro y una agraciada muchacha, con quien salía a pasear en aquella época.
La pareja tomó asiento en un banquillo de piedra,
contemplando la inmensidad del mar bañado en oro que se extendía frente a
ellos.
Ella lo contemplaba arrobada y con mirada tierna. Y he
aquí un conmovedor fragmento del diálogo ocurrido entre ellos:
– José Antonio, hace más de un año que nos une un
sentimiento verdadero... Pero nunca me has hablado en serio de tus
aspiraciones.
– Yo aspiro a ser un buen maestro.
– No. No me
refiero a eso. Me refiero más bien a nuestro cariño. ¿Por qué no nos casamos?
3. Debo ser
sincero
– Ah, de acuerdo, casémonos. Pero de mi parte sólo
bajo una condición.
– Pues yo la aceptaría a ciegas, cualquiera que ella
sea. Toda mi vida para ti, José Antonio.
– No es solo eso.
– Dime entonces, qué más debo hacer...
– Escucha: Tú eres una mujer rica, con haciendas en
casi todo Puno, y con casas y propiedades aquí en Lima.
– Así es. Ellas
servirán para asegurar nuestro porvenir.
– No señora mía. Ellas servirán para hacernos pelear y
ser infelices.
– ¡Cómo hablas así! Eso no es justo ni razonable.
– Debo ser sincero. Lo que debes hacer, si de veras
quieres casarte conmigo, es deshacerte de todos esos bienes. Regalar tus
haciendas a los indios colonos de Puno y las casas de Lima a sus Inquilinos.
– ¡Ah, eso sí que no! Eso es una locura, José; y no
estoy loca todavía.
4.
Y así
lo
hizo
– Yo te garantizo que viviremos bien. Yo ganaré lo
suficiente para mantenernos.
– Eso lo sé. Sé que eres una persona trabajadora e
íntegra. Pero deshacerme de mis bienes, ¡eso no! Es una herencia de mis
antepasados.
Yo te ofrezco toda mi protección. Yo asumo todos los
gastos que demande nuestro hogar.
– No. No. No me lo repitas. Me es imposible atender lo
que tú me propones.
– Ya ves. Entonces adiós.
Desde aquella vez no volvieron a verse el reciente
maestro y su potentada dama.
Al egresar de la Escuela Normal, su categoría era la
de Inspector de Educación, pero no aceptó dicho cargo administrativo.
Pidió más bien ser nombrado maestro de escuela rural.
Y le dieron la dirección del Centro Escolar de Varones 881 de Puno, donde podía
tener a su cargo un aula si lo quisiera, y así lo hizo.
Fue allí en donde inició, a los 21 años de edad, una
experiencia de innovación pedagógica que apenas duró cuatro años, hasta 1911.
5. Certeras
innovaciones
Pero esa concepción y sus resultados, mirados desde la
perspectiva de casi un siglo, resultan trascendentales y visionarios en todos
sus fundamentos.
Sus principios, que en algunos casos coinciden con las
innovaciones más recientes de la educación a nivel mundial, fueron incluso anteriores a los que inició poco
después, en 1909, María Montessori en Italia.
El proyecto pedagógico realizado en la Escuela 881 de
Puno por José Antonio Encinas la daría a conocer posteriormente en el libro
titulado: Un ensayo de Escuela Nueva en el Perú.
Esta obra fue escrita en París veinte años después de
realizada la experiencia y cuyos planteamientos continúan siendo vigentes y
certeros sus planteamientos, y otros solo a futuro y cuando las condiciones
mejoren y sean más propicias, se podrán implementar.
En 1911 y luego de la hostilidad que sufrió en Puno,
encabezada por el obispo Ampuero como por los caciques criollos del lugar, los
mismos que se oponían a todo cambio y con mayor ensañamiento a la renovación
pedagógica liderada por Encinas, este mismo puso fin a su permanencia en dicho
lugar.
6. Ni a la rutina
ni a la tradición
Sin embargo, en perspectiva, la Escuela 881 es
legendaria por la promoción de cerca de un centenar de jóvenes puneños que años
después tuvieron enorme preponderancia y protagonismo en el acontecer nacional
e internacional ya sea en el campo del arte, la ciencia y el acontecer social,
personalidades que fueron formados en aquella escuela proverbial.
Sin embargo fue cerrada y su director tuvo que emigrar,
por la presión de los caciques locales quienes veían que era una institución
que no se sometía ni a la rutina ni a la tradición; ni a los usos y costumbres
consabidos de la época.
Siendo así, procesaron administrativamente a su
director con el contubernio al cual se prestó el obispo Ampuero, quienes juntos
obligaron a que se emitiera una disposición para examinar a los alumnos,
urdiendo una prueba que comprobaría lo que según ellos era evidente: que no
estaban siendo conducidos por los senderos correctos y sí más bien
preparándolos como agitadores sociales.
7. Afán
de superación
El examen consistió en que cada alumno rezara el Padre
Nuestro y el Ave María. José Antonio Encinas no los había enseñado a rezar sino
a ser libres.
Fue expectorado. Sin embargo es conmovedora la tarjeta
personal que le envía el Ministro de Instrucción del Perú, el Dr. J. Matías
León, quien le escribe:
El Ministro de Instrucción saluda al Director del
Centro Escolar de Puno y le manifiesta que el Gobierno está satisfecho con sus
servicios. J. Matías León ofrece su amistad al Sr. José Antonio Encinas.
A veces el cacicazgo local es más fuerte y poderoso
que el gobierno nacional. José Antonio Encinas regresó a Lima a trabajar como
profesor de Sociología en la Escuela Normal en la cual él mismo había
estudiado.
Ese mismo año en su afán de superación académica,
insaciable en la asimilación de nuevos conocimientos, ingresó nuevamente a
estudiar en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, siguiendo estudios de
letras y Derecho, dedicándose también a publicar diversas obras de carácter
pedagógico. Así logró obtener el Grado Académico en Letras, en 1917; y el de
Derecho, en 1918.
8. Validar
nuestra experiencia
Estos hechos cierran una etapa que hemos denominado
Alborada, en la vida de José Antonio Encinas, y cuál es la de su juventud, que
contiene la extraordinaria experiencia pedagógica realizada en la Escuela 881
de Puno.
Y se abren otros espacios en la vida de este apóstol,
como son: sus destierros del seno de nuestra patria; también su fulgurante
rectorado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, su labor legislativa
en el Congreso de la República; su acción incansable siempre luchando por la
redención de los indígenas largos siglos expoliado.
Encinas no se sentía orgulloso de sus alumnos en
cuanto a su éxito personal, ni siquiera en cuanto a la plenitud de sus
realizaciones profesionales, sino en que todos abrazaran la causa de la
redención del indio.
De allí que la primera conclusión de esta etapa de su
vida se resume en dos ideas claves como enseñanza imperecedera de este insigne
maestro:
La primera es: que debemos pensar por nosotros mismos,
de validar nuestra experiencia, de procesar las nociones que nos ofrece la
realidad en nuestro quehacer diario.
9. A fin
de ser
Y la segunda idea clave de esta etapa es el compromiso
con los más humildes y desheredados de la tierra: los indígenas y el mundo
andino. Y con la prístina esperanza representados en los niños.
Porque él realizó su experiencia en la Escuela 881 de
Puno sin recetas, sin lecturas de códigos o normas previas, sin referentes de
los grandes autores.
Lo hizo, eso sí, con devoción a los niños y con miras a
proyectar una escuela social que asumiera y resolviera los problemas
históricamente pendientes de resolver en nuestro país.
En honor y homenaje a Encinas los maestros volvamos a
rescatar nuestro derecho a pensar por nosotros mismos, a tener pensamiento propio,
basado en nuestra realidad, en nuestra experiencia y en nuestras esperanzas más
caras y así reforzar en nuestra sociedad una democracia plena.
Y a comprometernos fervorosamente en la solución de
los problemas pendientes, a fin de ser el país glorioso que por lo mucho que
hemos sufrido nos hemos ganado el derecho a ser en el concierto de las naciones
del mundo.
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El texto anterior puede ser
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CONVOCATORIA
HOMENAJE
MUNDIAL
A LOS 50 AÑOS
DE SU INMOLACIÓN:
HÉROE DEL PUEBLO,
DIRIGENTE VISIONARIO,
BUEN CHUCO, DEVOTO DEL
APÓSTOL SANTIAGO, PAISANO
EJEMPLAR, Y HOMBRE HONESTO
LUIS FELIPE DE LA PUENTE UCEDA