HOMENAJE EN EL DÍA
INTERNACIONAL DE LOS DISCAPACITADOS
"Los
extraordinarios”
Rodolfo Ascencio
Barillas
Ellos que
son la levadura de los trigales
y la brisa que sopla
en las narices del mundo,
y tienen en el
corazón cristales de oro.
Ellos son los únicos
que hacen brotar las aguas
y construyen
cimientos de briznas en las montañas.
Ellos son los que
aman con impoluto acierto,
y sueñan con mundos
de paz absoluta
y sus fantasías son
ríos sacrosantos
y sus ojos brillan
con el firmamento
y no se quejan de la
sonrisa enhiesta.
Ellos construyen
nubes de fragancias
y su silencio es la
silueta de los vientos.
Ellos esperan las
luces que pintan las estrellas
y las hermosas
burbujas que bañan doncellas
en los horizontes de
sus inocentes mejillas.
Ellos amanecieron
esperando mariposas
para liberar el
aliento de tu boca
y la noche que
transita por el mundo.
Sólo ellos son los
más sinceros,
son honestos, rectos
y diligentes;
sus inmensurables
sueños no se marchitan
siempre renacen con
sus ilusiones
que brotan con el
soplo de los vientos
y se escuchan sus
alegrías con la lluvia.
Ellos tienen un
corazón indoblegable
y nunca claudican en
los senderos del alma
con sus miradas fijas
en los ojos de la Luna.
Ellos duermen con el
rocío en sus manos
y en los prados sus
voces se extienden.
Así como el viento
juega con los arboles
siempre tímidos,
siempre llenos de vida
ellos tratan de curar
todas nuestras heridas.
porque son los
intérpretes de la aurora
y de los relámpagos
de luz en los nubarrones.
Ellos viajan en los
tranvías decorosos
y acarician la
juventud de tu pecho
y la belleza que se
extiende en los mares
y en las
constelaciones de tus ojos incólumes.
Ellos dibujan la
sonrisa de la naturaleza
y le dan vida con las
acuarelas de los atardeceres.
Allí donde nacen olas
vertientes de sus entrañas
también se regocijan
con el frío de las mañana
y son tan nobles que
sin decir nada lo dicen todo
en el silencio
que baja desde los Andes
y se extasían con las
nieves del cielo
y con torrentes
sueños de estrellas.