Gracias
Señor porque naciste
en
una cuna prestada.
El
pesebre de Belém
en
una noche estrellada.
También
fue prestado tu padre
sin
paternidad reclamada.
Como
así lo fue tu casa
mientras
en este mundo estabas.
Entraste
a Jerusalén
y
sobre un asno montabas.
Un
púlpito te prestaron
y
sobre el predicabas,
era
una simple barcaza
y
la gente te escuchaba.
Hasta
el clamor que exhalaste
en
esa cruz prestada
no
halló eco en la multitud
que
viendo tu dolor te injuriaba
¡Padre
mío! ¿Por qué me abandonas?
y
tu espíritu... ya volaba
Fuiste
sepultado en una tumba “nueva”
que
también te fue prestada
por
un discípulo amigo
que
con sinceridad te amaba.
Te
envolvió en sábanas limpias
mientras
te desangrabas.
¡Si
vieras el dolor de tu madre!
reflejado
en su mirada.
Pero
¡Aleluya! Resucitaste
mientras
el ángel velaba.
Hoy
reinas en un trono propio
a
pesar de nacer "con nada"
Tu
poder sobre la muerte
quedó
ya registrada
Se
perpetuará por los siglos
y
no es una historia inventada.
Cuna
y Cruz...obra sin ficción
como
best seller consagrada.
Niño
DIOS que se hizo hombre
dentro
mío has morada
para
que en los siglos venideros
mis
generaciones no dejen
de
seguir tus bellas pisadas.
Libia
Beatriz Carciofetti
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